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LA MARCHA DE LOS ELOGIOS
Mumía Abú-Jamal
25-8-2013
Llegaron. Vieron.
Elogiaron.
Ver la reciente marcha por el 50o
aniversario de la Marcha a Washington, de 1963, no fue nada
alentador. En toda honestidad, fue
deprimente. Porque nos hizo recordar la marcha original, llevada a cabo en
el 100o aniversario de la Proclamación de la Emancipación, otro
recuerdo de un sueño más todavía no cumplido.
Esta vez, elogiaron a figuras
políticas, más
por el color de su piel, que por sus obras.
“¿No es magnífico que tenemos un Presidente Negro?”
, preguntaban. “¿No estaría
orgulloso el Dr. King porque hay un Negro en la Casa Blanca?” , se
enorgullecían.
El Reverendo Doctor Martin Luther
King, Jr, difícilmente estaría orgulloso del estado actual de los Negros
en los Estados Unidos. El se deprimiría si viera como los que viven en las
calles, avenidas y bulevares que llevan su nombre, en verdad viven.
Se enfurecería al ver como los
políticos usan su nombre para servir a su ciega ambición, mientras escupen a
los pobres.
Y el espectro de las guerras
imperiales enfermarían su alma, como lo enfermó Vietnam.
Y King también condenaría los
encarcelamientos en masa y su monstruoso impacto en el pueblo Negro, no importa
de que color es la piel del carcelero.
En lugar de un sistema más honesto y justo,
hemos cambiado el color de la piel de los administradores del sistema --y a éso le llamamos,
"cambio".
El imperio cambió de máscaras, y continúa con su sanguinaria y
vampirezca existencia, causando horrores en otros países y cosechando
descontento en casa.
Lo que se ha conseguido es la
creación de una elite multi-racial, para formar la clase de
administradores de esencialmente el mismo viejo injusto sistema. Alcaldes Negros que presiden sobre la
destruccción y privatización de las escuelas públicas Negras. Jefes de policía Negros que administran las
vastas, militarizadas e irremediablemente racistas fuerzas policiales. Y
Presidentes Negros que hacen de comandantes-en-jefe de ejércitos profesionales en
destrucción masiva, y que están a disposición de los grandes negocios.
¿Es éso progreso?
El Doctor Martin Luther King,
Jr, seguramente no lo creería.
¿Lo cree Usted?