CONTROL DE
NATALIDAD ARQUITECTONICO
Los arquitectos debieran hacerse firmar un certificado de
“ LIBRE MUERTE ” por
los nuevos propietarios
de los departamentos que estos diseñan y construyen. Es feísimo ir preso
y cargar con la culpa
de una muerte evitable, lo es aún más. Si ellos firman ustedes los
arquitectos quedarán protegidos de
los juicios, que gente como yo le inicien ante la muerte de una
criatura. El dinero indemnizatorio
pudiera aplicarse a la educación de estudiantes de arquitectura en el rubro SEGURIDAD del
habitante de futuros edificios.
foto Toto - balcones cuyos barrotes al ser perpendiculares al piso no permiten que el infante trepe y caiga desde la altura.
Es deplorable
la proliferación masiva de flamantes edificios de departamentos (que ya están habitados por
familias ó lo serán en breve), que poseen una característica aterradora.
Barandas de
protección de balcones que son armas mortales. En tiempos sensatos
estas barandas (
fueran metálicas o de otro material ) eran diseñadas con barrotes ó columnas
“verticales” y
la distancia entre cada uno de estos barrotes seguramente estaría especificada por una norma
municipal, que supongo existía para proteger la vida de sus moradores.
Los riesgos de
que un niño pequeño pasara por esos barrotes de un cuarto piso y muriera estrellado
contra la vereda de la planta baja, se eliminaron fijando una medida adecuada
en la
separación de
esos barrotes.
paralelos al piso del balcón. "barbaridad arquitectónica".
Quedaba luego
al azar el que los padres del niño decidieran colocar allí canteros, sillas, u
objetos a los que la
criatura curiosa y movediza por naturaleza (y sin conciencia del peligro
ni del vértigo) trepará para
pasar sobre la baranda del balcón y caer trágicamente.
Pero el ser
humano evoluciona y estos arquitectos de hoy han HORIZONTALIZADO los barrotes, de forma de
facilitar cinco o seis cómodos peldaños, para que el niño trepe y tras
reventarse contra el piso de la
planta baja, vuelva a ascender al Reino de los Cielos. “Dejad que los
niños vengan a mí”
…. pero no de
esa forma tan traumática. La tragedia se instalará en algunas
familias que perderán un hijo o el
muertito será el crío de una visita inesperada que investigando el departamento
(mientras las dos
señoras, ó los dos caballeros toman café, miran TV y charlan entusiasmados
olvidándose del mundo) llegará hasta
el fatídico balcón y viendo esos barrotes redondos lustrosos (como los de los
juegos infantiles de la Plaza a
donde se siente tan feliz cuando lo llevan) trepará enérgico y feliz
hacia el trágico destino QUE NO TENIA,
y que es OBRA de los ARQUITECTOS que diseñan estas disimuladas máquinas de
matar, que cumplen
exactamente a la inversa, la función para la que han sido pensadas.
NO
PROTEGEN SINO QUE PONEN EN PELIGRO
Imagino una
beba de año y medio (rubio cabello enrulado y ojos azules eso si) caminando por
un estrecho y corto tablón,
a treinta metros bajo ella, olas de hojas secas que el viento otoñal mueve en
la vereda, mientras el grupo de
canes paseados se me hacen tiburones Rotwailer, Pitbull ó
Arquitecdogs.
Tras ella,
parado en el anclado barco edificio un Arquitecto Pirata con dos parches negros
(uno en cada ojo) la empuja
con la afilada punta de su indiferencia hacia la tragedia.
¡¡ SALVEN A LOS NIÑOS !!... (de los arquitectos
desaprensivos) …”las ballenas”
foto
Toto - este balcón CÁRCEL parece inexpugnable. Los ladrones creo que
no podrían entrar...... PERO.... en caso de incendio los habitantes de
la casa NO PODRAN SALIR y
morirán quemados ó asfixiados.
Eladio
González toto director
Calle Rojas
129, CABA, Argentina
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