El papel de los medios de
comunicación españoles como difusores de la política de permanente
injerencia practicada por los gobiernos imperialistas, tanto de EE.UU. como
de la UE, contra la soberanía de países cuyos gobiernos le son incómodos,
la dejaba clara el propio director del periódico El País, Antonio Caño, en
un encuentro digital auspiciado por dicho medio, el pasado 5 de mayo.
En ellas, Antonio Caño reconocía sin tapujos: "En la
circunstancias actuales, El País debe contribuir a la transición hacia la
democracia en países como Cuba o Venezuela... somos un periódico que
pretende representar las aspiraciones de los ciudadanos, especialmente de
la clase media, a la modernización, la libertad y el progreso".
Curiosamente, ese mismo día, a través de un medio de prensa alternativo, se
daba a conocer el historial del personaje a quien El País ha designado como
paladín del tipo de democracia que dice buscar para Cuba y Venezuela:
Moisés Naím.
Naím, devenido analista internacional a sueldo de dicho periódico, publica,
diariamente, una columna dedicada a tergiversar u ocultar la realidad tanto
de Venezuela como de Cuba, cuyos gobiernos se enfrentan a EE.UU. y sus
nuevas formas de continuar con su política de dominación de América Latina.
Así, tanto la Revolución Cubana (desde 1959), como el gobierno bolivariano
de Venezuela, representan las dos bazas fundamentales del antiimperialismo
y de los proyectos latinoamericanos de defensa de la soberanía nacional e
integración continental que atormentan a Washington.
El currículum de Moisés Naím lo convierten, sin duda, en símbolo destacado
de los intereses a los que sirve obedientemente El País. Era Ministro de
Fomento e Industria de Venezuela en el gabinete de Carlos Andrés Pérez,
cuando se produjo el estallido popular de 1989 en aquel país (caracazo), y
ante el que ese gobierno reaccionó suspendiendo las garantías
constitucionales, imponiendo la ley marcial y dando vía libre a los cuerpos
armados para disparar con munición real contra los hombres y mujeres que bajaron
de los cerros marginales de Caracas hacia el centro de la ciudad en señal
de oposición ante el aumento de precios decretado por el gobierno siguiendo
las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional como condición previa
a la concesión de un crédito abusivo.
La Comisión para la Justicia y la Verdad de Venezuela ha denunciado más de
3000 víctimas habidas durante los cuatro días que duró la represión
gubernamental del reconocido como gobierno "democrático" de
Carlos Andrés Pérez y Moisés Naím, el cual, oficialmente, llegó a reconocer
700 muertos.
Pues bien, en El País, uno de los responsables de tal masacre, se ha
permitido hacer referencia al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro hablando
de un "régimen cada vez más autoritario con tácticas de represión
brutal (...)".
Igualmente, el garante directo de la aplicación en Venezuela de los
dictados de opresión del Fondo Monetario Internacional, ha escrito en su
columna, de mercenario a sueldo del imperialismo, que las brigadas médicas
cubanas en Venezuela, son una "intervención extranjera
abusiva", omitiendo, claro está, que estas brigada atienden a
alrededor de 11 millones de personas sin recursos en zonas remotas del país
y en los barrios más desfavorecidos de la geografía venezolana.
En contraposición, pero en consonancia con la línea editorial del
periódico, Naím ha silenciado totalmente la violencia que los sectores de
la derecha fascista de Venezuela, apoyada por EE.UU., ha ejercido contra el
pueblo de Venezuela, y que suma un total de 41 muertos en los últimos tres
meses.
Nada ha escrito Naím del asesinato del policía de la Guardia Nacional
Bolivariana, José Darma García, quien cayera víctima de un disparo mientras
trabajaba en enfrentar una barricada derechista (guarimba) en la ciudad de
Barquisimeto.
Tampoco, en El País, ha aparecido una sola línea (menos aún, una columna)
sobre las 162 agresiones que ha sufrido el personal médico cubano que
trabaja en Venezuela, en el marco de la Misión Barrio Adentro (de salud
pública), creada por Hugo Chávez.
Dos de ellos lograron salvarse de ser quemados vivos, en el Estado Lara y
han sido recientemente condecorados por el Gobierno Bolivariano de
Venezuela
Desde la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos denunciamos el
terrorismo mediático y la injerencia que el imperialismo mundial vehicula a
través de sus medios de comunicación internacionales y, en este caso, de
sus medios españoles de prensa, en contra de gobiernos soberanos,
constituidos por la auténtica voluntad popular, como los de Venezuela y
Cuba, de las que son prueba las declaraciones del director de El País de
hace una semana.
Condenamos, igualmente, la cínica inclusión de Cuba entre la lista de
países que patrocinan el terrorismo, hecha pública en días pasados por
EE.UU., precisamente el país cuyo gobierno desarrolla, ejerce y apoya el
terror y el saqueo contra los pueblos del mundo (Irak, Afganistán, Libia,
Siria, ahora Ucrania...); el país cuyos gobiernos crearon y mantienen
abierta la ilegal cárcel de Guantánamo (ubicada en territorio robado a
Cuba), donde se tortura a personas secuestradas en todos los continentes y
llevadas allí sin ningún tipo de amparo legal, el país cuyo actual
presidente ha ordenado el asesinato de más de 3.000 militantes como
resultado de operaciones militares secretas, en distintas partes del mundo,
o mediante aviones no tripulados (drones), y el país cuyo Gobierno mantiene
presos a tres de Los Cinco revolucionarios cubanos, que evitaron más de
setenta acciones terroristas planificadas, contra el pueblo cubano, por
organizaciones mafiosas y contrarrevolucionarias afincadas en territorio
estadounidense, que han gozado siempre del apoyo de dicho gobierno.
Al tiempo, reafirmamos nuestra determinación de seguir defendiendo la
Revolución Cubana y el proceso bolivariano de Venezuela, conscientes del
horizonte de justicia social, poder popular y paz que ambas significan para
los pueblos del mundo.
¡Con Cuba y su Revolución!
¡Adelante Venezuela Bolivariana!
¡Abajo el Imperialismo y sus cómplices!
¡Libertad para los Cinco!
Notas:
Moisés Naím, quien fuera Director ejecutivo del Banco Mundial, forma parte
en la actualidad de la junta directiva del National Endowment for
Democracy, y, entre otras, es miembro del Council on Foreign
Relations y el World Economic Forum, todas ellas organizaciones
estadounidenses del ámbito de las relaciones internacionales.
En concreto, la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Democracia,
(National Endowment for Democracy, más conocida por sus siglas en inglés
NED), es una organización fundada en EE.UU. en 1983 que, aunque está
administrada por una corporación privada, la mayoría de sus fondos
provienen del Congreso estadounidense.
Según lo publicado por el propio New York Times, la NED "se creó (...)
para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho de forma encubierta la
Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) durante decenios. La NED
gasta 30 millones de dólares al año para apoyar a partidos políticos,
sindicatos, movimientos llamados disidentes y medios informativos en
docenas de países".
Por todos estos "méritos", El País, le concedió el Premio Ortega
y Gasset de periodismo, en 2010.
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