De: Claudio Fernandez [mailto:claudiofernan@hotmail.com]
Enviado el: miércoles, 17 de septiembre de 2014
El 17 de septiembre de 1979 cayó en combate en Munro, Provincia de Buenos Aires, el compañero Armando Croatto, jefe montonero, con quien hube de compartir momentos alegres y duros en la lucha por la liberación nacional y social de Argentina. A diez días del día del Montonero- 7 de septiembre, por cuanto en ese día, en 1970, cayeron combatiendo los comandantes montoneros Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus- el “gordo” pasó a nuestra historia y en ella quedó y quedará, como miles de otros que lucharon por una Patria Socialista.
Este poema fue escrito pocas horas o días después de su muerte, anoticiada en el programa radial “América Latina al Día”, que se emitía en Radio Cooperativa de Vancouver, Canadá, del cual yo era organizador y columnista, y leído allí. Y forma parte del bagaje de estrellas que nuestros compañeros hicieron brillar.
Al Capitán Armando Croatto, Jefe Montonero, caído en combate contra la dictadura militar en la República Argentina.
aquí, tan lejos y a través de su programa radial
un amigo informa escuetamente que te jodieron
en un primer momento la tristeza posterga mi bronca y mi dolor
y me deja echado boca arriba sobre la cama
tratando de hilvanar una lógica reacción a tamaño suceso
pero en la lenta evolución de mis sentidos
descubro que me he puesto duro
quizás como querías o necesitabas que fuésemos
o quizás no
quizás no es la dureza la que me deja tieso
sino la impotencia para decir y hacer
la falta de espacio para dejar tan siquiera una lágrima
o expandir el estallido de una puteada o ejercitar el odio y la puntería
cosas que uno necesita cuando muere alguien como vos
y se está tan pero tan lejos
y afuera llueve
hay otras noticias que me llegan tenuemente y simplemente las digiero
porque solo pienso en tu caída y en las mentiras de los milicos a través de sus órganos de desinformación
en la saña y la paranoia de tus verdugos
en la tristeza de tantos compañeros que no delataste
y sobre todo en vos
porque a todo lo dimensionás
como ahora a tus asesinos
así que te pudieron?
así que sos otro nombre para nuestra lista de intocables?
así que ya pertenecés a nuestra historia?
casi cuesta creerlo
el gordo armando cojudo y petizón con cara de buen pibe
levantando la voz en las asambleas municipales mientras espanta a manotazos matones de burócratas
acusando a la dictadura de turno y a sus alcahuetes
y nosotros aplaudiendo tus palabras y juntándonos con tus muchachos
para aguantarnos justos la matoneada
y el viejo mi viejo allá adelante
enojado y puteando
y más tarde mandándome al carajo
aunque en el fondo nos quiera a todos como a buenos hijos
fue el viejo el que nos hizo conocerte
el viejo loco y bohemio que un día me dijo en casa entre mate y mate
sabés hay un pibe loco como vos en el sindicato
habla igual que vos y anda con otros de barbita
y luego cuando escuchó nuestros aplausos y observó nuestra pertenencia a tus planteos
no levantó la mano para legitimar tu expulsión en aquella asamblea digitada por el burócrata
eso le valió un buen tirón de huevos
pero el viejo es el viejo y te apreciaba
meneaba la cabeza cuando le contaba que nuestras agrupaciones exigían la libertad de ongaro y el raje de burócratas y traidores
y yo me iba a tus peñas y hablaba con tu gente
y conversábamos sobre la lista blanca la primero de junio la cgt de los argentinos el cordobazo
el futuro de la patria sin milicos ni explotadores
después
bueno después ya no nos vimos porque andábamos más o menos en lo mismo
armar organizar luchar para ganar la guerra prolongada
desde todos los frentes
y te tocó entonces ocupar la banca de diputado
el gordo diputado!
renunciando a su dieta y cuestionando proyectos sobre la ley de asociaciones profesionales o de amordazamiento de las bases obreras
impulsando la organización desde abajo
al frente de la columna sur aquel veinte de junio
siempre el gordo adelante con su panza y sus cojones
el gordo en el piso de auto justo a tiempo cuando las ráfagas de los mercenarios
el gordo callado y con cara de ángel frente a las cámaras de televisión aguantando los sermones del general
el gordo con todos ya sin general y renunciando a su banca pero nunca su puesto de lucha
y luego como todos a vivir como topo de salto en salto casa en casa reunión en reunión comité de base toma conflicto
otro cargo más honorífico que ninguno
el cargo del pueblo
primer secretario sindical del movimiento montonero
o montonero a secas
o el gordo croatto a quien los muchachos de avellaneda admiran y comentan
el gordo en méxico en córdoba en villa jardín o en cualquier lado
odio y terror de patrones y gorilas
carne buscada por el milicaje cipayo hijo de puta
armando croatto
a quien encuentro después de tanto tiempo y pena en el sitio más inesperado
solo sonriente y duro
con su olfato y responsabilidades
proyectos y esperanzas
con su pinta de ejecutivo
diez tipos en un bar y el gordo y yo charlando y organizando una parte del odio
táctica que le llaman
árboles solo árboles en el bosque
después donde andarías
adonde iba a encontrarte o mejor dicho adonde no estarías
adonde no gordo si ya eras parte indispensable en nuestra lucha
lógicamente que estarías adentro
entre los pájaros las calles los quioscos de revistas los obreros de las seis de la mañana las esquinas suburbanas los cargadores del puerto los cosecheros de algodón los albañiles en los andamios los hombres las mujeres los niños populares
adonde no
gordo
si la verdadera patria la patria de abajo te necesitaba para paliar su huerfanía
su tiempo de soledad y miedo
adonde no gordo
si tu presencia era la lanza y el poncho de los pobres
adonde no
ahora te escarnecieron te limpiaron te quitaron la sangre
tus huesos blanquearán al sol
tus uñas vagarán en el viento
tus genitales sin vida negros quizás
pero tu boca cerrada es la victoria
y tus ojos celestes siempre contendrán ese trozo de cielo patria y pueblo
de cielo montonero
descansá ahora nosotros tu pueblo tenemos para rato
miranos si es que nos podés ver
estamos con nuestras dudas agachadas ternura heroísmo esperanzas
estamos tratando de ser cada día un poco mejores
y así seremos emulándote a vos
siempre fuiste lo contrario a la solemnidad
sencillo llano
por eso te despido con sencillez
chau gordo
tu sangre tus pedazos tu coraje tu fe tu hermoso corazón o muerte
liberación o dependencia
patria o muerte
venceremos
Vancouver, Canadá, Norte América, septiembre de 1979
Víctor Alsina
(en el poema original figura noviembre de 1979, es un error cometido en el marco del momento vivido)
Armando Croatto, cuyo nombre completo era Armando Daniel Croatto nació en Argentina y fue asesinado en Munro, provincia de Buenos Aires, Argentina, el 17 de septiembre de 1979, fue un sindicalista que militó en la organización Montoneros y fue elegido diputado nacional por el FREJULI en 1973.
Elegido delegado gremial por sus compañeros, militó en el Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda, en el que fundó la agrupación Lista Blanca. Fue presidente de la Juventud Católica de Avellaneda y dirigente de la Acción Sindical Argentina, una organización para-sindical que nucleó a jóvenes militantes de distintos sindicatos durante el período que va del derrocamiento de Perón en 1955 al golpe de Estado del 24 de marzo del 1976 y que mantuvo una postura combativa. También iIntegraba la CGT de los Argentinos y formó parte de la Juventud Trabajadora Peronista, el brazo sindical de la organización Montoneros.1
El 11 de marzo de 1973 en las elecciones fue elegido diputado nacional por el Frente Justicialista de Liberación que llevaba a Héctor José Cámpora como candidato a la presidencia.
A fines de enero de 1974 el gobierno que encabezaba Juan Domingo Perón impulsó una reforma del Código Penal agravando las penas para actos subversivos y un grupo de diputados de la Juventud Peronista entre los que se encontraba Croatto se oponía a la medida concurrieron a entrevistarlo.
Esperaban hablar en privado, pero Perón los recibió delante de las cámaras de televisión, escuchó unos minutos sus argumentos y a continuación les respondió con algunas consideraciones al final de las cuales les indicó claramente que quienes no estaban de acuerdo con el peronismo debían marcharse y fue así que el 24 de enero de 1974 ocho de los diputados –incluido Croatto- hicieron una carta “Al señor Jefe del Movimiento Nacional Justicialista Cº. Tte. Gral. don Juan D. Perón” poniendo a su disposición sus renuncias como diputados.
Luego que Montoneros pasara a la clandestinidad Croatto, que era el responsable sindical, emigró a España en 1976, país en el cual un grupo de militares argentinos que acompañaba a un integrante de Montoneros que estaba colaborando con ellos trató de secuestrarlo en septiembre de 1978. En 1979 regresó a la Argentina en el marco de la autodenominada "contraofensiva" montonera y al acudir a una cita “envenenada” fue asesinado en el interior del supermercado Canguro, en la localidad bonaerense de Munro, por un grupo de tareas de las Fuerzas Armadas. Sus hijos se encontraban en la guardería instalada en La Habana (Cuba) por Montoneros que estaba a cargo de su esposa Susana Brardinelli y sobre la cual preparó un filme su hija Virginia.
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