domingo, 29 de marzo de 2015

Derecho torcido complicidad de los jueces durante el proceso genocida Chaubloqueo Museo Che Guevara Caballito Buenos Aires Argentina

<![if !vml]>Derecho torcido <![endif]>Día de la memoria.      Los jueces de la dictadura

Derecho torcido

Día de la memoria. Los jueces de la dictadura

"Lo único que hice fue cumplir fielmente el juramento que asumí y esa ha sido mi manera de manejarme en la vida, no quiero espectacularidad porque sería destruir lo hecho en cuarenta años de ejercicio”, dijo Carlos Pagliere en el marco de un juicio llevado a cabo en Olavarría en marzo de 2012. Siendo juez, promovió la investigación sobre la desaparición en 1977 del abogado laboralista Carlos Moreno de Tandil, puso a disposición medios y recursos personales y hasta allanó una comisaría. Pagliere no entendió por qué fue aplaudido durante el juicio. El caso del ex magistrado es una de esas excepciones a la regla imperante de la Justicia durante la última dictadura; convalidar leyes y procederes de las Juntas, que es justamente el tema que trata ¿Usted también, doctor?, prologado por el ex juez español Baltasar Garzón y cuya autoría se debe a veintiocho autores. El libro fue compilado por Juan Pablo Bohoslavsky, doctor en Derecho y experto independiente en Deuda y Derechos Humanos de la ONU. “Una de las propuestas del libro es conocer más, y promover la conformación de una comisión plural que esté compuesta básicamente por el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y el Legislativo, además del sector civil y el académico porque esto es la punta del iceberg. Hay diez mil casos de hábeas corpus detectados por la Conadep que fueron rechazados y son expedientes judiciales que están esperando por investigadores, expertos y también la sociedad en su conjunto para ser leídos. Hay capítulos que proponen investigaciones que son inéditas como por ejemplo el rol de los abogados del servicio civil, del Tesoro de la Nación y otros que no se habían discutido ni investigado. El libro abre muchas puertas, tiene muchas preguntas pero no tiene todas las respuestas”.
Bohoslavsky asegura que sería apropiado un reconocimiento de la Corte Suprema acerca de su función durante el gobierno militar y un pedido de disculpas a las víctimas y a la sociedad. Pone como ejemplo a la Corte chilena, que sí reconoció la capitulación generalizada de los judiciales durante el pinochetismo.
–Pasaron más de treinta años. ¿Qué cree que pasó?
–La primera explicación tiene que ver con el conocimiento. Conocemos muy poco acerca de lo que pasó en el Poder Judicial y su rol en el sistema político de las Juntas y recién ahora con el libro empezamos a entender un poco más la relevancia que tuvo la Justicia en esos años. Cuando la verdad nos compele, creo que el paso siguiente es tomar acciones, reconocer que hubo una defección de los deberes básicos de los funcionarios, el proteger a las víctimas y resistir frente al poder arbitrario.
–Me pregunto si existe un sentimiento de vergüenza por lo que se pudo haber hecho y no se hizo.
–Ese es un punto interesante. No sé qué va a pasar en la Argentina, pero me parece que un sentimiento así es sano. Lo que sí podemos hacer es ver lo ocurrido con sociedades que pasaron por atrocidades y se tomaron en serio la tarea de revisar el pasado, tal como lo hecho por la sociedad alemana y para que no vuelva a pasar. 
El compilador-autor también pone su atención en un sistema de jueces, fiscales y abogados, cuya mayoría fue “cómplice banal”, ya que no había en ellos animadversión especial contra las víctimas de la represión pero tampoco estaba en sus agendas cumplir sus deberes básicos como funcionarios para salvar vidas, sea por temor, por interés profesional, o para ser promovidos. Pero hubo un grupo minoritario de los funcionarios que se pararon frente al poder omnímodo y promovieron expedientes, algunos de ellos aun a costa de ser asesinados.
¿Usted también, doctor? aborda temas como el derecho durante el terrorismo de Estado y las ideas jurídicas de los profesores y juristas de la época. También analiza la jurisprudencia de la Corte Suprema y su rol en el régimen al legalizar las leyes de las Juntas, además de la ideología de cada uno de los integrantes. La complicidad judicial durante y después de la dictadura y casos de resistencia e independencia también son abordados, sin evitar el horrible circuito institucional que amparó la apropiación de niños. Varias páginas repasan la actuación del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, la Corporación de Abogados Católicos y el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia. Son relevantes los capítulos que ofrecen información cuantitativa respecto de jueces enjuiciados, en especial, el proceso que se lleva adelante en Mendoza contra Luis Miret y Otilio Romano, acusados de aberrante complicidad con los militares en decenas de casos.
Después del golpe de 1976 hubo una inmediata remoción de los jueces de la Corte Suprema y de los titulares de los tribunales superiores de las provincias. Las juntas eligieron a los nuevos miembros, los que no formaron parte del tribunal hasta el final ya que hubo varios reemplazos. “Creo que hay dos razones”, afirma Bohoslavsky. “Una, que habrá sido muy estresante estar en ese lugar, ya que habría muchas presiones sobre casos muy bravos. La otra muestra una realidad: que la permanencia de los miembros era enteramente dependiente de los deseos de la Junta”
.–¿Qué pasó para que libros como este vieran la luz ahora?
–Empezamos a entender mejor que el Poder Judicial cumplió un rol determinante en el éxito político del gobierno militar, dándole un manto de legitimidad y mostrando una pantomima de que en el país había algo así como la división de poderes. Hay una anécdota que muestra uno de estos casos en que la Justicia puso un límite menor, creo que pasaba por la regulación o la opción a salir del país. Videla recibió de manos del presidente de la Corte la copia de la sentencia y dijo: “Lo felicito, en este país tenemos justicia”.
La última sección del libro entusiasma a Bohoslavsky. “Formula preguntas muy provocativas y legítimas tales como: ¿estamos seguros de que los jueces de hoy se comportarían de una manera diferente a aquellos? ¿Son muy distintos los jueces que tenemos a los que teníamos en 1976 que fueron la abrumadora mayoría de cómplices? ¿Estamos seguros de que están dispuestos a pararse frente al ejercicio arbitrario del poder para ponerle frenos? Quisiera hablar acerca de la cuestión generacional, porque el promedio de edad de los que escribimos este libro es de 40 años y tengo la impresión de que los más jóvenes tienden a tener una visión más dinámica y de conjunto de los actores involucrados en la Junta”.
Y recita de memoria un enunciado que no fue tenido en cuenta en aquellos años de plomo. “Según el derecho internacional, los jueces deben ejercer siempre sus funciones de manera independiente. Si en un contexto autoritario ellos se ven forzados a ser complacientes o convalidar la alteración del orden democrático, su obligación inmediata es irse, renunciar” 
19.03.2015


informó el Museo “ ERNESTO CHE GUEVARA ” de Caballito, CABA
calle Rojas 129, esq. Yerbal, Buenos Aires  (AAC 1405) Argentina
Visitar lunes a viernes de 10 a 19 hs. (corrido) – entrada libre y gratuita
Escuela de Solidaridad con Cuba “ CHAUBLOQUEO ”
Registro donantes voluntarios de Células Madre  (INCUCAI)
Coordinador Mesa Vecinal Participativa en Seguridad de Caballito
Tel.  4 903 3285   Irene Rosa Perpiñal  -  Eladio González (Toto)  
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Lea libro Cuba Existe, es Socialista y No está en Coma del Arq. Rodolfo Livingston en http://estudiolivingston.com.ar/libros/cubaexiste.php  y emocionate.
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