El Arquitecto Rodolfo Livingston en medio de la emocionante despedida al Embajador
Brughera de Cuba en Argentina se nos acercó y exigió: ¡ vengan que está el doctor Alberto
Granado !. Fuimos emocionados y nos presentó. Siempre Rodolfo repite su treta. Tira la
piedra y esconde la mano. Pero es él quien nos vinculó al que sería Padrino de nuestro
primer museo suramericano dedicado al Comandante Ernesto Che Guevara. Rodolfo
Livingston es un alquimista y sabiamente dosifica sus acciones para producir metáforas
sociales de la fisión nuclear. Luego y a distancia disfruta disimulando lo que cualquier
mortal viviría a los saltos y gritos de ¡HURRA!. Es un mago, un tejedor de sueños…….
(the weaver dream). Un necesario, un imprescindible. Vean lo que se produjo gracias
a esa su presentación.
Carta sin número - manuscrita por el doctor Alberto Granado Jiménez
en su hogar de Av. 7ª # 6607, municipio Playa, Ciudad La Habana, CUBA.
La Habana, 31 – X – 95
Queridos amigos Irene y Toto :
No sé si Uds. se acuerdan de mí. Soy un tal Alberto Granado, buen comedor de locro y
degustador de productos mendocinos que Uds. conocieron en la despedida de Brughera.
(Embajador de Cuba en Argentina). En cambio yo a Uds. no puedo olvidarlos, pues entre
ustedes dos y el resto de los Chaubloqueístas que conocí, me dieron una inyección de
optimismo, de amor al prójimo, que no me permite estar un minuto quieto en la incesante
brega consistente en mantener en alto las banderas del Socialismo cubano, de destrozar
el genocida bloqueo y de demostrar la vigencia de las ideas éticas del Che Guevara.
En ese plan desde mi vuelta de Argentina he sido invitado a Italia dos veces y a Paris, para
el lanzamiento de un libro sobre el Che, escrito con la colaboración de un periodista francés
Jon Cormier, Hilda Guevara y mía. Como saben Hildita (primera hija de Ernesto, de su
matrimonio con la peruana Hilda Gadea) falleció de cáncer a los 39 años de edad.
(a la misma edad en que mataron a su papá – nota de Eladio González toto)
Para mí fue un duro golpe pero gracias al “Balsamo mágico del Trabajo y la Lucha”
esas heridas se van cerrando. De mis giras, solo puedo decirles que se fueron por
encima de las expectativas más optimistas y recorrí sin descanso: Milano – Torino – Trieste
– Viarregio – Venecia – Cogoleto – Roma – Florencia, Nápoli y Latina. Esta es una ciudad
nacida durante la época de Musolini y es un bastión fascista. Cuando los organizadores
vieron que había más de doscientos asistentes, muchos jóvenes, se sintieron atemorizados
por mi integridad, pero yo les dije que de eso nada, que “ningún cagón hizo historia y por
supuesto resultó un éxito pues todos los jóvenes estaban ávidos por conocer aspectos de
ese hombre que se levanta como la bandera del porvenir. En la 2ª gira en la Universidad
de Pavía se llenó el local y quedaron más de cuatrocientas personas afuera. Tuvimos que
salir, Aleida (la hija del Che), Deliecita (mi hija) y yo a aplacar los ánimos y por supuesto
repetir la conferencia. Una de 9 a 11.30 y la otra de 11.30 a 1.30 de la madrugada.
Mi mayor premio, lo recibí cuando un viejo Partisano, luchador contra los nazis, expresó que
en los últimos treinta años no se había visto en Pavía un fervor revolucionario como el de esa
noche. Bueno corto el chorro por ahora, saludos a todos los amigos con énfasis en Sule
(Salomón Goldfarb), el imprentero (Miguel Angel Lafuente) y Juanita (Juana Vega), y a Chely
(Chely Rieiro) y Horacio (Horacio Diotto) de Ensenada. Reciban un fuerte abrazo de quien
aunque no les escriba, no los olvida nunca.
Alberto Granado Jiménez.
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