Para la Escuela del Cotorro, La Habana, CUBA.
MARTIN GUEVARA el hermano menor del Che Guevara.
Anécdotas sobre el líder de la Revolución Cubana cuando era sólo una persona de carne y hueso.
Juan Martín, el menor de los Guevara, tiene lentes redondos, bigotes canosos y no se parece físicamente a su hermano Ernesto. Sin embargo, los lazos de sangre están presentes, tanto en cada una de sus palabras como en las paredes de su oficina. Detrás de su escritorio hay símbolos que inevitablemente remiten a él: libros, cuadros de habanos y una cantidad de fotos familiares en su computadora que son la envidia de cualquier coleccionista.
Para aquellas personas que conocen su historia, el “Tin” (como lo mencionaba el jefe guerrillero en las cartas a su madre) es lo más cerca que se puede estar del mito, de la persona, del revolucionario, del “Loco”, de “Chancho”, de “Ernestito” o de “Fúser” (una conjunción de “furia” y Serna, el apellido materno).
Juan Martín se refiere al Che, su hermano, como “Ernesto”, sus padres serán “el viejo” y “la vieja” . líder hay que bajarlo a tierra para que sus ideas germinen hoy la semilla del “hombre nuevo”.
–¿Por qué esperó tanto tiempo para hablar sobre el Che?
-Con mi hermana Ana María, que murió hace varios años, prácticamente una sola vez tocamos este tema y decidimos no hablar. Después hubo largos años en donde abrir la boca no era posible. En 1966 yo tenía una librería y un periodista de la revista Gente, que es un asco de persona, se acercó y me quiso hacer una entrevista. Le respondí que no pero él insistía y me preguntaba dónde estaba Ernesto. Le repetí que no daba notas, que no sabía, y que si hubiese sabido, no se lo iba a informar a él. Al otro día, en la revista salió una foto de mi local, con mi imagen y la de él, sacada con teleobjetivo, de frente los dos y se leía: “Dice que desconoce donde está, pero por el modo de reaccionar es evidente que algo sabe.” Lo fui a buscar a la casa y lo agarré. “Vos me estas tirando a la SIDE, el FBI, la CIA y a todos, ¿estás loco?”, y lo provocaba para agarrarme a piñas. Desde ese día ni siquiera “a” les dije a los periodistas.
–Habrá sido difícil ser el hermano del Che durante la dictadura...
–Entre los ’70 y los ’80 era difícil. Entre 1975 y 1983 estuve preso (fue militante del Frente Antimperialista por el Socialismo). Por un lado, me despersonalizaban, era un número. Pero por otro ser el hermano del Che nunca fue neutral. En Sierra Chica era el 448, no podía decir que me llamaba Guevara. Pero hubo militares que vinieron a entrevistarme y sabían quién era mi hermano.
–¿Y eso cómo influía en la cárcel?
–A veces me pegaban de más, tenía un “plus” (risas), pero otras me convenía. Nunca fue indiferente. Una noche que nos sacaron de La Plata zafé de aparecer tirado porque eligieron a algunos para que no nos liquidaran. Habrán dicho: “Si lo liquidamos a este se pudre más que si lo dejamos vivo” o “vale más con vida que muerto”, qué se yo, lo que se le ocurría al tipo que tomaba la decisión.
–Con la llegada de la democracia mantuvo el perfil bajo. ¿Por qué decidió hablar ahora?
–Últimamente decidí hablar por la emoción, es decir, “que el hermano hable”, aportar desde lo familiar. En Cuba es un tipo perfecto, no se robó ni un pan, y yo soy alguien que puede contar que no es tan así. Tenía de todo. Yo doy otra mirada, predispone distinto, no soy un intelectual, ni investigador, no soy importante, soy el hermano y eso impacta emocionalmente.
–¿Y cuál es el “para qué”?
–Para que la gente entienda que él era una persona normal, que luego se fue trasformando en lo menos normal del mundo y que cualquier otro puede ser así. Los grandes hombres aparecen cada tanto, pero no son imposibles... y él era nuestro, ¡argentino!
–Mi familia fue nómade. Él nació en Rosario de casualidad, vivió sus dos primeros años en Caraguatay (Misiones), su niñez y juventud en Alta Gracia y después en la ciudad de Córdoba. Su madurez y juventud en Buenos Aires. Hizo viajes en bici, barco, moto. ¿Es rosarino? ¿Es misionero? ¿Cordobés? ¿Porteño? Para los cubanos, él es cubano. Hay que empezar porque es argentino y lo es en su manera de ser, su cultura, su humor.
¿Y en Cuba hablaba?
En Cuba no tenía posibilidad de decir que no. Por ejemplo, el 8 de octubre (fecha de la muerte de Ernesto) de 1972 mi hijo estaba internado en el Hospital Calixto García y la médica que lo atendió me invitó a un homenaje. Le comenté que lo mío no era eso y esta mujer me dio una “zaranda” de cosas diciéndome que eso era egoísta. Así que después de todo eso respondí, “ok, ¿a que hora es?” Era un patio muy grande, colmado de gente, yo ahí sentado y de repente se escucha…“acá con nosotros, el hermano del Che”, y me dejaron solo con un micrófono. Aún estaba fresca su presencia, había cubanos llorando. Yo hablaba y se me hacía un nudo, ni sé lo que dije… una emoción intensa que te trasladaba la gente. Las personas me contaban sus vivencias y cada vez más cargado emocionalmente. Fue una experiencia importante, y todo por esa mujer.
–¿Y cómo era ser hermano de Ernesto en la vida cotidiana?
–Hay dos etapas mías con él: una muy corta, que es las dos veces que nos vimos después del triunfo de la Revolución (una fue en Cuba y la otra en Punta del Este), y lo demás es la vida de familia.
Juan Martín Guevara de la Serna nació en Córdoba, en 1943, 15 años después que su hermano mayor, Ernesto, quien había nacido en 1928. Sus padres eran Ernesto Rafael Guevara Lynch y Celia de la Serna Llosa. El resto de sus hermanos fueron Celia, Roberto y Ana María. De espíritu aventurero, el grupo familiar nunca permaneció quieto por mucho tiempo.
Ernesto era loco, movedizo pero no muy distinto a mis hermanos, era uno más. Yo me llevaba bien por él, más que por mí, porque él era el mayor. Era Ernesto y yo su hermano, hasta que fue el “Che” y empecé a ser el hermano del “Che”.
–¿Era un buen hermano?
–Era excelente. Siempre estaba de viaje. Recuerdo cuando volvía que quería aprovechar porque sabía que en cualquier momento se iba de nuevo. Llegaba y ahí yo era el que le cebaba mate. Como había pava, el agua se enfriaba. Él me ordenaba “calentalo”, y yo “no”, y se lo tomaba así como se lo cebaba. Siempre estaba de humor, jodiendo, estudiaba de noche, cada dos por tres se las picaba, era difícil agarrarlo.
–¿Cómo era como hermano mayor?
–No sé como me vería él, pero yo era “el hermanito” que miraba con cierta cosa, no te digo de consejo, pero sí de decirte “sería bueno esto”. Te trataba de influir, pero no era de imposición de padre. Mis otros hermanos sí lo eran. Salir con Ernesto era una liberación.
–¿En qué lo trataba de influir?
–En el estudio lo intentó por todos los medios, pero no lo logró. No seguí ninguna carrera porque desde que me acuerdo viví en la calle, jugando a la pelota.
–Sin embargo, su familia era estudiosa y lectora.
–Yo leía mucho, pero nada de estudiar. Eso me lo combatió mucho, me decía que estudiara pero él no tenía autoridad moral para decirme eso porque empezó Ingeniería, luego siguió Medicina pero no hacía nada de médico, entonces yo le preguntaba: “¿Cuál es? ¿Estudiar una carrera para hacer lo que vos hacés? ¿Si casi ni ejerciste?” “Pero estudiar es otra cosa”, me respondía, y hablábamos de la disciplina. Lo mío era más una defensa que un argumento, no quería estudiar y ya.
Recuerdo una anécdota, en La Habana, el 8 de enero de 1959. Él tenía un pañuelo en el brazo por un golpe y siempre jugábamos de manos. Cuando estaban todos, yo mantenía las formas, pero a solas empezábamos a decirnos de todo y a ser hermanos. “Sacate la gorra y el grado de comandante que conmigo no lo sos.” Me tiró un cachetazo, le contesté, le pegué en el brazo y él hizo un movimiento de mucho dolor pero enseguida me dio un piñón que me voló, me sentó y me dijo: “Nunca te descuides o descreas del enemigo.” Tenía eso de aprovechar el momento. Esa mezcla, por un lado, de rectitud, y por otro de saber cuándo es cuándo. Era intuitivo de un modo muy fino.
–¿Cómo se expresaba esa rectitud?
–Él era muy rígido, entonces se sentía con derecho a serlo con los demás y mucha gente no tenía ganas de eso. Si bien él era razonable, no era flexible, por eso algunas personas no querían trabajar con él (risas). Los tiempos para él eran descansar un poquito cuando se podía, pero quería hacer las cosas ya. Era una máquina, no paraba, siempre estaba pensando en hacer algo. Eso lo caracterizó en algunas cosas acá y las desarrolló en Cuba como dirigente.
cuando en el Congo recibió la noticia de que la vieja estaba enferma y que era irreversible, se preguntó, como dirigente, si era lícito ponerse a llorar y no lo hizo, se la aguantó. Seguro lloró después, no es que no tuviera sentimientos, sino que no los quería mostrar.
–¿Y cómo era él con su familia por esos años?
–Si a Ernesto le decían que su familia lo visitaría en La Habana, iba a decir que no, entonces Camilo Cienfuegos, que era su compinche, le ocultó la noticia y se la dijo cuando ya estábamos en el aeropuerto. Cienfuegos era la única persona que podía hacer esas cosas y chistes con él.
Tengo una foto en el Hotel Habana Libre, Hilton en ese momento, en la cafetería. Eso era un “fierrerío”, estaban todos los barbudos con los fierros sobre la mesa. Al lado del cafecito los mozos no lo podían creer. Y allí estaba Camilo, que era su cómplice, el único con el que se permitía hacer jodas, con el resto no.
–¿Esa rectitud la heredó de su familia?
–Ernesto nació en una familia normal, con ciertas cosas distintas, de clase media. Por parte de mi vieja, había mucha guita pero cuando se juntó con mi viejo esto ya no era así. Ella fue al Sagrado Corazón de Jesús, un colegio bilingüe, religioso, de monjas francesas donde estudiaban con mucha rigurosidad, así que eso lo sacó de allí.
–¿Cómo era la familia de su madre, Celia de la Serna?
–Ella quedó huérfana de padre a los dos años y de la mamá a los 15. Era la menor. La mayor estaba casada con un escritor del Partido Comunista argentino que estuvo en España en la época de la Guerra Civil por parte de los republicanos, es decir, que tenía una influencia cercana de este pensamiento. Otro hermano, Jorge de la Serna, era atípico, un poeta que vivía cerca de la naturaleza y que tenía mucha relación con Ernesto. También había opuestos. La otra hermana, Sara, estaba casada con el hijo del presidente de la República, el general Agustín P. Justo.
–¿Cómo era su madre?
–La vieja era una persona muy poco demostrativa, conseguir un cariño de ella era un premio. Era más fácil que te dijera “tac tac” (hace un gesto de reto) que “muy bien” o que te hiciera una caricia. Con mis tías era distinto, eran más afectuosas. La vieja era muy disciplinada, muy culta y te obligaba a ser culto, a saber y no hablar al divino botón. Años después, yo le decía que desde chiquita la hicieron arrodillar en granitos de maíz y rezar 10 mil padres nuestros. Ella se reía pero seguía siendo así, una persona con estoicismo, muy judeo-cristiana, sacrificial.
–Mi viejo era un tipo con una inteligencia fuera de lo normal. Pensaba y soñaba. Eso en mi hermano fue muy claro. Era un tiro al aire, siempre caía en cuatro patas, con un don de ubicuidad incorporado. Era un gran conversador, dibujante, pintor y actor. Como todos los actores, era un mentiroso encubierto que te pintaba la realidad de una manera que no era exactamente así. Tenía ideas raras y era de mandarse a hacer cosas. De esa conjunción nació Ernesto.
–Era mandado a hacer cosas… ¿Como cuales?
–Así, por ejemplo, mis padres fueron a parar a Misiones. ¿Qué hacían dos porteños en el medio del monte en una época en donde la única manera de comunicarse era con un barco que bajaba por los puertos del Paraná? No había caminos, no había nada. Era gente con otras cosas en la cabeza, diferente a lo que normalmente se solía hacer.
–¿Qué heredó el Che de ellos?
–El viejo le dio la decisión y el arrojo, la vieja la organización y la disciplina, o sea, lo que se empieza se termina. Él veía el final, ella el camino. – Mi vieja que hay que ganar, investigar y ser el mejor pero con transparencia. Ella nos metió la ética, él nos metió ganar al rugby, al fútbol, en la vida, y sobre todo no dejarse pasar por encima. No existía que mi madre o que mi padre tuviera razón. No: todo se discutía. La educación que teníamos era no aceptar lo que nos querían imponer y así se daban discusiones.
–Había discusiones de todo tipo en mi casa, no existía una unicidad. Mi casa era de un espíritu crítico muy fuerte. Todo pasaba por la discusión política. Los fines de semana era un hervidero de distintas procedencias. Ninguno de los cinco hermanos aceptábamos lo impuesto y Ernesto fue el de mayor profundización en sus criticas.
–Mi casa estaba llena de libros, mis hermanos eran todos estudiosos. Celia y Ernesto eran máquinas de leer, él escribía todavía más que ella. Sus libros estaban todos escritos. Si quería uno de él, tenía que bancarme las notas y opiniones que ponía por los costados, cosa que no me gustaba porque al final terminaba discutiendo con él y con el autor, o con los dos a la vez. La casa era dejada, no estábamos atentos a si no funcionaba una manija en una puerta, pero si faltaba un libro era un tema. La casa estaba siempre llena de gente, tanto en la época que yo me acuerdo como en fotos de Alta Gracia donde aparecen chicos peinaditos y luego todos desastrosos. Había de todo, no había filtro. En casa trabajaba Sabina Portugal, una boliviana típica, coya, que con su tonada hablaba poco, pero con Ernesto tenía conversaciones larguísimas, no sé de qué hablaban. Era la época del agio y la especulación y ella era peronista de base. No sabía esas palabritas pero sí que le cobraban de más, y yo creo que eso lo discutían. Muchas cosas se le metieron en la cabeza con las conversaciones terrenales. Luego él pasó por Bolivia en la época de Víctor Paz Estenssoro y ahí debe haber habido influencia.
–Este Ernesto era una persona de carne y hueso, pero ¿cómo es ser hermano del símbolo?
De una familia puede salir un personaje histórico que excede lo normal, único. si alguien quiso que no existiera, que no trascendiera, no ha podido.
Si existió es porque puede ser posible. Hay que darle herramientas a la juventud y esta es la idea de los museos y de los libros.
hay un retorno de su pensamiento un tipo increíble, Hay una posibilidad de ir por ese camino para que el mundo fuese mejor, al menos en esa idea de no explotación del hombre por el hombre. Vamos a recordarlo en su trayectoria, elijamos el día en que inauguró una fábrica, una escuela o cuando nació, pero el hombre. decidí hablar para desacralizarlo, desmilitarizarlo, ponerlo en la tierra, trasladar sus ideas y que la gente se acerque a ellas, que las recepte.
Lo principal de sus ideas está en el hombre nuevo porque así como estamos viviendo las cosas no funcionan, hay que buscar el equilibrio real. Son sus ideas lo que hay que acercarle a la gente.
Fue el primer comandante que nombró Fidel Castro, pero él no era militar. Fue presidente del Banco Nacional, ministro de Industria, secretario del Partido Único … Él se fue haciendo a fuerza de ver las necesidades del objetivo, que no era militarizar el país sino transformar y hacer el hombre nuevo, ese es el punto clave.
Camilo Guevara, hijo del Che en Bélgica.
Extractos de la interviú de ‘HUMO’ (revista Bélgica) nr 43/3032 16 octubre 1998
Q: Vos no conocistes realmente a tu padre. Tenias 5 años cuando el murio. Probablemente lo conoces de la misma forma que nosotros, de la informacion de los libros.
Guevara: Tengo algunos recuerdos, pero vagos, cosas que no estoy siquiera seguro de que hallan sucedido realmente o si las soñe. Se cosas a traves de las historias que mi madre, mi familia y sus amigos (del che) me dijeron.
Q:Para los que creen en el mercado libre y para los EEUU el es como el demonio.
Guevara: Ese es un problema de ellos, no mio. El es un diablo para el gobierno estadounidense y para las multinacionales de ese país. No para la gente de los EEUU. Estoy convencido de que muchos Norteamericanos admiran y respetan a "El Che" , de que lo aman y que combaten al injusticia de la sociedad norteamericana bajo su imagen ( la del che). En los EEUU hay un movimiento que declara su solidaridad con Cuba e intenta que se levante el bloqueo contra la isla.
Q: Como es la vida para el hijo del "Che" en Cuba?
Guevara: Lo que queres saber es si tengo privilegios? Los hijos de "el simbolo" tienen una ventaja: Una gran parte de la gente de Cuba ama al "Che". A menudo me siento difícil en el trato en eso, pero un monton de cubanos nos tratan a nosotros, los hijos del che, mas calidamente que otros. Creo que los cubanos subliman el amor que sienten por el Che y lo transmiten a nosotros, sus hijos y su familia,
Q: El maximo lider FIDEL eventualmente desaparecera de la escena. El tiene 72 años ahora. Que pasara entonces? En Florida grandes grupos de exiliados cubanos esperan ese dia para reconquistar Cuba.
Guevara: Hay pocas cosas de las que podemos estar seguros en este mundo (risas) Los cubanos en Florida estaban convencidos en 1959 de que reconquistarían Cuba rapidamente. Ah!, ya pasaron 40 años y ellos aún están en Florida. Cuándo Europa del Este colapsaba, ellos estaban convencidos de que retomarian Cuba. Entretanto han pasado 9 años. Durante 60 años, desde el comienzo del siglo hasta fines de la decada de ’50, Cuba fue un colonia de los Estados Unidos. Conocemos al capitalismo y lo hemos experimentado hasta que Fidel y un grupo de jovenes lanzo la revolución. ¿Qué pensas que la gente en Cuba hara después de la muerte de Fidel? Crees que todo el mundo quiere volver a el periodo anterior a 1959, que la gente permitira a los Estados Unidos ir a la isla y mandónearnos?.
Guevara: En el Este el capitalismo seduce a mucha gente, si. Y quizas a unos pocos ignorantes en el tercer mundo tambien...El pueblo cubano ha alcanzado un nivel de madurez política y cultural que no puede ser ignorado facilmente. Los cubanos han visto lo que paso a Europa del Este, antes del colapso del Muro de Berlin se les prometio el paraíso , ¿qué es los que obtienen? Nada, absolutamente nada, excepto el caos y la explotación. Nosotros cubanos sabemos eso, lo vemos y no queremos que nos pase a nosotros. Ok, aún hay gente que quiere vendernos a nosotros a los Estados Unidos. Pero son una minoria.
Q: No seria entonces lo mas inteligente ignorar completamente a los Estados Unidos y ajustar los lazos economicos con Europa?
Guevara: Los europeos no son filántropos tampoco. Tenes que ser realista, nuestra relación con Europa depende de lo que ellos puedan ganar de ello. Pero los Estados Unidos presionan a Europa, los presionan un montón. Europa del norte resiste la Ley Helm-Burton ( Ley Estadounidense que trata de evitar que la industria no estadounidense comercie con CUBA) y nos alegra eso. Pero de eso se deduce que los Europeos estan enamorados de Cuba? No, es un asunto de soberania. Cómo podría un país aceptar que otro le prohiba comerciar con el resto del mundo?
Q: Hasta hace poco Cuba era un "paraíso" socialista aislado. Ahora recibís miles de turistas y hombres de negocios de Europa y Sud America. Es eso una cosa buena?
Guevara: Cuba nunca estuvo tan aislada como vosotros pensáis. Siempre hemos tenido un buen contacto con Europa. Con Europa del Este, seguro. Pero siempre hemos estado abiertos a la cultura europea. En el pasado nunca promovimos el turismo en masa de Europa occidental porque no lo necesitabamos. Ahora se ha convertido en nuestra principal fuente de divisas y una forma de atraer inversiones extranjeras.
Q: Vos trabajas para el Ministerio de Pesca. Es raro que vos tengas ese ministerio. Los cubanos raramente comen pescado.
Guevara: Eso es cierto, pero hay un progreso. En el pasado comer pescado era para los pobres, el pescado era comida para perros y gatos. Ahora tratamos de promover el consumo de pescado a traves de ferias y fiestas.
Q: Aun Fidel está involucrado?
Guevara: Si, una vez hizo un aviso de TV. Se veia una mesa vacia en un cuarto vacio, Fidel entraba y se sentaba a la mesa, miraba a camara muy seriamente pero no decia ni una palabra. Luego de un rato un camarero entraba y le servia un plato de pescado, Fidel comia el pescado en silencio. Esto tomaba de nuevo veinte minutos, cuando solo quedaban los huesos del pescado en el plato Fidel miraba a camara y decia a la gente las palabras historicas: " Y ahora ustedes" y ahora todos nosotros comemos pescado.
De: Museo Itinerante Che Rosario <museocherosario@yahoo.com.ar> casa del che Fecha: martes, 2 de septiembre de 2008,
Te escribimos desde Rosario, Cuna del Che.
Te comentamos que la casa del Che, llamada "Edificio La Rosario" se construyó en 1926, por el arquitecto Alejandro Bustillo (puedes ver su biografía en Internet, es muy famoso).la cosntructora fue la de los hermanos Ferrarese.
Las otras dos viejas construciones de esquina, donde de ala un bar y una casa de música, son más antiguas.
Tiene varias direcciones pero la "oficial" de la partida de nacimento es Entre Ríos 480.
La familia venía de Misiones con Celia a punto de dar a luz. El Che - o sea Ernestito en 1928- nace en Rosario entonces por casualidad, en una clínica cuyos registros se perdieron, no se sabe bien cuál era. Algunas versiones dicen que nació en un hospital público, pero según doña Celia fue en un lugar privado.
A pesar de que algunos dudan de la "rosarineidad" del Che, éste mismo lo afirmó en un reportaje y visitó varias veces la ciudad, en la cual se supone posee parientes. Tenía en Bulevard Oroño, viviendo en una casa ya demolida, una amiga de la familia a la que venía a ver.
La famosa foto en la cual está recién nacido en una plaza -presumiblemente plaza López- demuestra que se sacó en Rosario, porque ese tipo de mobiliario de plaza es de la ápoca y exclusivo de la ciudad.
En 1928 Rosario estaba en pleno auge agro exportador, en base a cereales, y la ciudad se transformaba rápidamente. La casa es de estilo academicista - neoclásico, posee grandes arcadas en la planta baja y columnas decorativas jónicas en el primer piso.
El departamento del Che está, según se dice, en el segundo piso, pero el exacto número se ignora, aunque "se supone" es el que está ubicado sobre calle Urquiza, en el departamento D. Este departamento está en el ala de Entre Ríos, sobr ela medianera al norte. Dado que este lugar era en préstamo o alquiler transitorio, se ignora quién lo prestó, y en la partida no figura el dato.
Durante mucho tiempo fue lugar de viviendas de gente más o menos acomodada, abogados, médicos o funcionarios. En los años 80 un desconocido detonó en su puerta de calle Entre Ríos una granada que deterioró el mármol del ingreso, cuya huella aún se evidencia.
Ya en los años 90 el lugar se reparó haciendo la Municipalidad de Rosario gestiones para poder pintar el frente. Y en 2004 (se supone, puesto que se trató de una venta privada) el departamento fue vendido por su dueña Ana Repetto a una fundación. esta seóra permitía la entrada a visitantes e incluso recibió a los hijos del Che.
Hoy es patrimonio histórico y edilicio, y el Che está declarado Ciudadano Ilustre.
Varios intentos de señalizar el lugar (placas o indicadores) fueron resistidos por los habitantes del edificio, hasta que en el año 2006 se señalizó el lugar para referencia turística, en un acto donde concurrió el embajador cubano.
Cada aniversario relacionado con el Che (junio y octubre) se realizan reuniones en la esquina de Entre Ríos y Urquiza, sobre todo realizadas por estudiantes.
Un abrazo arq. Gustavo Fernetti Museo Itinerante Che Rosario
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En la provincia de CORDOBA ARGENTINA
Colegio Secundario “DEAN GREGORIO FUNES” creado 17 Abril d 1922.
En el hall central d colegio a la izquierda d busto d Dean Gregorio Funes una placa de acrílico en rojo bermellón (donada por los alumnos) recuerda a Ernesto Guevara con un “¡Hasta siempre compañero!” a 32 años de su muerte en la selva boliviana.
Otra placa – d bronce - lleva la firma d docentes y estudiantes e impreso el consejo d Che a sus hijos: ese q invita a “sentir en lo más hondo, cualquier injusticia en cualquier parte d mundo”.
En Dcbre d 1999 tiene 2.400 estudiantes divididos en 3 turnos, mañana , tarde y noche.
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