lunes, 14 de marzo de 2016

Ayer, hoy y siempre a excepción de la Isla de Cuba Chevrolet General Motors argentinos defraudados

Ramón amigo querido:  no pude dejar de relacionar al leer esto, tu paso por General Motors.  Cuando la Chevrolet decidió irse de Argentina.  Hasta te operaste tu hernia umbilical para poder ingresar a la mega empresa.   Un abrazo de Toto que desde Firestone ayudaba con su labor a los ricachones de Akron OHIO.      

UNA EXPERIENCIA DEL PASADO
Y la realidad del presente

Allá por los años 60, durante el gobierno de Arturo Frondizi, entré a trabajar en la empresa Cesar Ferrero, una mediana industria de frenos para automóviles.
Ferrero tenía unos 300 trabajadores, fabricaba bombas de frenos para las marcas de automóviles de esa época; Fiat, G.M. Ford, con licencia de la empresa americana Bendix. Lo hacía tanto para las líneas de producción de esas marcas como para la venta de repuestos.
La situación económica entraba en una crisis que estalló un par de años más tarde. En esos momentos Ferrero recibió una oferta de Bendix, acompañada de la presión de que si no la aceptaba le iban a retirar la licencia de producción en la Argentina.
La oferta era tentadora, Bendix se asociaba con Ferrero, aportaba “capital” para su desarrollo respetando la mayoría accionaria de este último y aseguraba la compra de sus productos de parte de las multinacionales automovilísticas.
Los “capitales” que Bendix integró se limitaron a viejas máquinas herramientas, ya amortizadas en los EE.UU., muchas de ellas inservibles para la producción nacional y una enorme cantidad de medios de control y medición en pulgadas e inútiles para la medición en sistema métrico. Maquinas y herramientas terminaron en más del 80% en un galpón de desechos de la fábrica.
El segundo capítulo de esta historia, se comenzó a desarrollar una mañana de un día normal cuando Pablo Ferrero, titular de la S.A., se encontró en la puerta de la empresa con que un grupo de vigilancia, que debutaba ese día, que le informó que no podía ingresar a la misma y que sus pertenencias le iban a ser enviadas oportunamente una vez que desalojaran sus oficinas. Bendix había comprado en secreto las acciones de la empresa que necesitaba para tener la mayoría, realizó una asamblea con sus accionistas, desplazó a la Ferrero de la conducción y hasta cambió el nombre de la misma por el propio.
El tercer y último capítulo, se desarrolló en dos etapas. Al año Bendix adquirió la empresa que competía con sus productos, TENSA (también de capitales nacionales), ubicada en la zona norte del gran buenos aires, fusionó las dos fábricas despidiendo a la mayoría de los trabajadores de Bendix-Valentín Alsina y absorbiendo solo unos pocos técnicos y obreros muy especializados.
Los salarios de TENSA eran más baratos ( en ese tiempo los obreros de  Bendix se agrupaban en SMATA y los de Tensa en la UOM) por lo que,  quienes aceptaron trasladarse vieron rebajar sus salarios.
La frutilla sobre el postre vendría al poco tiempo, Bendix se retiraba del país, cerraba la empresa por “dificultades económicas” y a partir de allí las automotrices importarían los mismos productos, fabricados en otros países a menores costos por la diferencia de salarios.
Esta política de “inversiones”, compra y cierre de empresas, fuga de capitales, destrucción de la industria nacional con sus secuelas de crisis y desocupación se acentuó luego con la dictadura y el menemismo.
En todos los momentos los argumentos para convencer fueron que ;
Sin el ingreso de los capitales, exceptuados de trabas y condiciones, no había posibilidad alguna de desarrollo económico.
Que este ingreso luego derramaría trabajo, bienestar y desarrollo y que sino, lo que sobrevendría, era la crisis y la hecatombe del país.
Sucedió exactamente lo contrario, la crisis, la desocupación, el hambre y la miseria de los argentinos explotaron en el país como resultado de esta política 
Si hay semejanza con los discursos, promesas y políticas actuales del macrismo, no crea que es pura casualidad, es en realidad pura causalidad.

Alberto “Cacho” Rodríguez       

Ciudadanos y medios   INTACHABLES :  no caben en un tacho de basura.  ¿ QUÉ  TIENEN  EN  COMUN ?
Ambito Financiero, diario Clarín, Marcos Aguinis, La Nación,  Cornelia Schmidt Liermann, Adelina Dalesio de Viola, Baby Echecopar,  Chiche Gelblung, Ernestina Herrera De Noble, González Oro, Hadad,  Feinman, Lage, Micaela Hierro Dori , Jorge Lanata, Manzano, Mariano Grondona, Mario Markic, Mirta Legrand, Nelson Castro, Openheimer, Petinato,  Rolando Hanglin, Susana Gimenez, Gerardo Sofovich, Pepe Eliaschev, Julio Bárbaro, Leuco (padre) Chiche Duhalde,  Jorge Giacobbe, Felipe Solá,  Beatriz Sarlo,  Joaquín Morales Solá, Juan Sebrelli,  Salvia, Mauro Viale, Tenenbaun, Majul, Pablo Docimo, Santiago del Moro, Pablo Irossi, Antonio Laje, Fernando Carnota y algunos otros.   Aunque “siniestro” es sinónimo de izquierda, entre estos comunicadores sociales, medios  y personajes políticos siniestros todos son de derecha (diestra).  Todos coinciden siniestramente en denostar con fruicción a las Revoluciónes cubana, venezolana, boliviana, ecuatoriana y frotarse con los Fondos Buitres para retrotraer a la nueva Argentina a los tiempos del genocidio.   Son soldados del colonialismo.






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