viernes, 10 de junio de 2016

LA LLUVIA DE DOLARES

De: Alberto Rodriguez [mailto:tangorodri@yahoo.com.ar]
Enviado el: domingo, 29 de mayo de 2016 12:59 p.m.

 

LA LLUVIA DE DOLARES

 

EL Gobierno, en medio de la devaluación brutal de la moneda, la inflación galopante, los tarifazos en el transporte, el gas, la nafta y la electricidad, la caída del poder adquisitivo de salarios y asignaciones y otras malarias por el estilo,  eligió una manera de suscitar expectativas positivas en la población acerca del futuro, siempre esplendoroso, de pobreza 0, de trabajo de calidad y otras promesas por el estilo, la solución estaba en ganar la "confianza" de los inversores, especialmente los extranjeros, para que en la Argentina "llovieran" las inversiones en dólares, la copa se llenara y luego, siempre más tarde, en el futuro, derramara sus mieles sobre los argentinos.

 

El agua de la lluvia, es indispensable para que la semilla germine, las plantas crezcan y más tarde se pueda cosechar lo sembrado; si no llueve la sequía marchita e impide el crecimiento. Quizás sea esta la imagen que quiso dar el gobierno para alentar las esperanzas, que iban a darse en el segundo semestre del año.

 

Pero parece que los dólares de los inversores no están dispuestos a llover, así como así, sino pura, única y exclusivamente donde puedan reproducirse en la mayor cantidad y en el menor tiempo posible.

 

Llovieron dólares para la bicicleta financiera con la compra de LEBAC al 38% anual y unos puntos más si los pesos adquiridos son colocados en un simple plazo fijo, quizás garue para comprar algunas empresas en quiebra, o en algunos negocios estratégicos como el petróleo, el agua, la minería o algunas tierras sojeras.

 

Faltan pocos días para el comienzo del semestre "feliz", los dólares que iban a ingresar no lo hicieron, salvo los préstamos para pagarle a los buitres y equilibrar las cuentas fiscales, dólares que hipotecarán el futuro.

 

No queda más remedio entonces que apelar a aquellos a los que el "cepo" no los afectó nunca para fugar al exterior los dólares creados por el trabajo de los argentinos, no pagar impuestos, vaciándole los bolsillos al país.

 

La salida mágica se concentró en el blanqueo de capitales. Las aspiraciones del Presidente, casi como un ruego se dirigen a tocar el corazón de la burguesía "argentina" que, como se sabe, no es muy tierno ni complaciente, el gobierno, que conoce a los de su clase, sabe que lo único que puede atraer los dineros de esos "argentinos" clase A es la obtención de nuevas y más importantes ganancias, por eso aspira a blanquear unos 20.000 millones de dólares de los 400.000  depositados por esos "patriotas"  en los paraísos fiscales.

 

Si para eso hay que desdecirse y hacer lo contrario de lo que afirmaban a coro hace dos años cuando el blanqueo del gobierno anterior, no hay problemas, sobra hipocresía y la mentira les sale fácil.


Téngase en cuenta, para los inocentes que creen que esta imponente masa de dinero es ganancia legítima de los empresarios, que la curva de endeudamiento externo del país, la que pagamos los argentinos de a pié con inmensos sacrificios desde 1976 en adelante, es casi igual  a la cantidad de dólares fugados.

 

También hay que bajar el nivel de acusaciones a los fugadores, ya no es la droga, el narcotráfico, la evasión impositiva, el ocultamiento de ganancias, etc, el motivo de esa fuga sino "la falta de confianza de los empresarios en el Estado". De delincuentes, pasaron a ser víctimas

 

Quién quedó en orsay es Macri que en su última declaración Jurada "blanqueó" que tenía $1 200.000 de dólares en las Bahamas, después de decir que la empresa offshore que tenía allí no estaba activa, que no tenía un peso afuera y que, siendo Jefe de Gobierno de la CABA, del 2014 al 2015 las "monedas" que posee pasaron de $52 millones a $110 millones. ¡Maestro el tipo para hacer 58 palos de ganancia en un año!, ¿no?.

 

Lamentamos pincharle el globo de la felicidad a quienes pensaron que la famosa lluvia era finalmente la panacea del futuro argentino, el capitalismo neoliberal y moderno ha logrado, que ese tipo de lluvia, solo caiga sobre el pequeño espacio que ocupa en la sociedad  el poder económico y financiero concentrado.  

       

          ALBERTO  "CACHO"  RODRIGUEZ

 




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