miércoles, 7 de febrero de 2018

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06 de enero de 2018
Historia
Hasta la victoria, siempre
En la Liga de Colón, Córdoba, un equipo fundado hace once años es único en el mundo porque pretende formar cuadros políticos e incluir socialmente a chicos marginales, que abundan en los alrededores de Jesús María. Una historia bien argentina. La historia de Club Social, Atlético y Deportivo Ernesto Che Guevara.
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Hay una bandera larga, roja, con la cara del Che Guevara estampada. Y un grito que sale espontáneo, estentóreo –como cuando algo se dice con convicción: “¡Vamos, Che, carajo!”. Y suena la melodía de “Hasta siempre, Comandante”. Y la presidenta –La Moni, le dicen todos, invariablemente-, que se esconde del sol bajo una capelina, declama por los valores revolucionarios de esos pibes: los pibes del Che. Podría ser el epicentro de una reunión en algún local de un partido político de izquierda, pero no. El detrás de escena es la antesala de un partido de fútbol. En la Liga de Colón, Córdoba, juega el Club Social, Atlético y Deportivo Ernesto Che Guevara. Lo de Atlético y Deportivo es una excusa. Fundado hace 11 años por Mónica Nielsen, este equipo único en el mundo pretende formar cuadros políticos e incluir socialmente a chicos marginales, que abundan en los alrededores de Jesús María. Una de las capitales nacionales de la doma y el folclore trasunta su miseria a los costados sin que casi nadie atienda sus demandas. Por eso se creó el Che, el club con identidad propia: a ningún futbolista se le niega el pase libre si es pretendido por otro club –la presidenta considera que no son mercancía-, no se cobra cuota social –se financia a través de rifas y de la venta de camisetas, al punto de que atravesaron las fronteras: consustanciados con el proyecto, compraron camisetas del Che desde Francia, Alemania, Italia y España. Para su libro Niños futbolistas (de la editorial independiente Blackies Books), el periodista y escritor chileno Juan Pablo Meneses viajó por América Latina y contó sobre un negocio que explota a los más chicos con el fin de encontrar al nuevo Messi. En su recorrida se repetían las historias y la cadena de formadores-representantes-dinero- familias que presionan-televisión hasta que se encontró con un lugar donde se respiraba otro aire. El club Che Guevara es una bandera política y social que flamea en las tribunas de fútbol. En homenaje a cada uno de sus años de existencia, Enganche cuenta al club en 11 historias.
La libertad. Cuando el actual presidente de Belgrano de Córdoba, Jorge Franceschi, (por entonces era vicepresidente) leyó el libro de Meneses, se enteró de la historia del club Che Guevara y quiso conocer a Mónica Nielsen. El periodista cordobés Mariano Saravia los contactó y a partir de ese momento se generó un vínculo entre los clubes. Basado en uno de los principios del club Che Guevara, Dylan Moreno logró el pase libre definitivo y desde marzo de 2016 vive en la pensión de Belgrano e integra sus divisiones inferiores. Nielsen está contenta de que uno de estos futbolistas encarne los valores con los que se formó y que, además, crezca deportivamente. Sabe que el sueño de Dylan era jugar en Belgrano. Porque aunque La Moni no sepa mucho de fútbol, hay cosas que tiene bien en claro: “El Dylan nació celeste”, se ríe.
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No se mancha. Las camisetas del Che son la bandera de un club que no comparte la imagen del revolucionario argentino-cubano con el nombre de ninguna empresa. Mucho menos con la de alguna que pueda afectar la salud de la población. Aún ahogados por necesidades económicas, el club no cede a las tentaciones del dinero proveniente de ciertos sectores. Como cuando sus dirigentes se negaron a llevar estampada la publicidad de una empresa que utiliza agrotóxicos.
“Se tiene que transpirar”. De piqué y con la cara de Ernesto Guevara grabada en negro sobre un fondo rojo. Así es la camiseta que, entre otros artistas, tuvo en sus manos Rally Barrionuevo. El cantante la vistió en uno de sus recitales y entonces sucedió lo inédito: una camiseta de fútbol que no transpiró fútbol, sino folclore.
Díganle presidente. Acá no hay ídolos. En todo caso, el crecimiento o el paso de jugador a presidente no lo marcan las tendencias ni la popularidad ni los méritos deportivos. Wilson, como se conoce a uno de los futbolistas emblema, a partir de mediados de 2018 será el próximo presidente del club. Nielsen dice que “hay que darle lugar a los jóvenes”. Aquello de los cuadros políticos y sociales no es solo la declamación de una mujer aventurera.
Pantalla subtitulada. La periodista alemana Verena von Schoenfeldt quería publicar por los 40 años de la muerte del Che Guevara. Se lo dijo a su jefe, quien le recomendó que buscara “algo original” si quería hacerlo para el medio Wespiegel. En un kiosco de diarios (ella era corresponsal en Buenos Aires) encontró una nota del periodista  argentino Gustavo Veiga sobre el club Che Guevara, publicada en Página 12. Hacía menos de un año que se había fundado el club que más la impactaría. Con la novedad, logró la aprobación de su editor y hacer la primera nota televisiva internacional del equipo de Jesús María. La fama fuera de Argentina se tradujo también en el documental de la Trans Word de Inglaterra. Porque hay cosas que en Europa no se consiguen.
El padrino. “Fabio Celestini va a colaborar con nosotros”, se entusiasma la presidenta del Che. El actual entrenador del Lausanne, de Suiza, se enteró de la existencia del club de Jesús María por una compatriota guevarista. Luego de varios intercambios de e-mails con Nielsen, se comprometió a enviar dinero para financiar un proyecto sembrado por voluntades. Celestini (suizo, de padres italianos) jugó en el Olympique de Marsella y el Getafe, de España. Se endureció en el fútbol profesional pero no quiere perder la ternura jamás.  
Los albañiles. El terreno para construir la cancha propia es aún el horizonte de un club que juega de prestado. En diciembre de 2009, luego de un temporal, se cayó parte de la tapia que rodeaba el campo de juego del club Alianza. Los jugadores-albañiles del Che Guevara se ofrecieron a levantarla ladrillo por ladrillo y a cambio consiguieron jugar ahí como locales en 2010 y 2011. Nielsen dice que de eso se trata “ponerle el cuerpo a la camiseta”. Los pibes del Che volvieron a sacar el pico y la pala en 2012, 2013 y 2014, cuando construyeron la cancha y el perimetral de Deportivo Colón de Colonia Caroya, además de hacer vestuarios y baños. Su fuerza de trabajo les permitió ganarse la localía durante esos tres años.  
La izquierda unida. Si “la historia la escriben los que ganan”, la Copa Alternativa Hombre Nuevo organizada en 2012 por el club Che Guevara y Autónomos, de Brasil, significó el revés de esa frase. Jesús María se convirtió por aquellos días en un Woodstock futbolístico. El acampe de varones y mujeres alrededor de las canchas (los equipos de clubes punk, anarquistas y de izquierda eran mixtos) fue una postal del triunfo más allá del éxito deportivo. Lituanos, belgas, ingleses, chilenos, bolivianos, brasileños y argentinos convivieron con sus lenguas enhebradas por un idioma: el de la solidaridad. “No hubo ni una pelea”, dice Nielsen. Ni una.
“Somos locales, otra vez”. La Moni tiene todo anotado. La transparencia de las cuentas podría ser la envidia de cualquier club del fútbol argentino, que muchas veces no pueden justificar sus balances. Cuando juega de local la Primera y el resto de las categorías (ahora lo hacen en un predio de la sociedad rural), el club Che Guevara desembolsa 3.500 pesos para el alquilar de cancha, 4.200 para el arbitraje, 2.000 para la Policía y 1.500 para el médico. A esos 11.200 pesos por partido de local hay que sumarle 2.000 pesos mensuales por el seguro de los jugadores. De eso, también, se hace cargo club.  
“Hasta la victoria, siempre”. La historia de la escuelita de fútbol (los más chiquitos: cinco años) empezó hace diez años con tres protagonistas. El Joaquín, el Puno y el Papa insistieron para tener su lugar y en 2017 consiguieron lo que ningún otro equipo del Che Guevara: ser campeones. La categoría 2004-2005 dio la vuelta olímpica y selló en la cancha una consigna inmortalizada por su inspirador.
En el nombre de las madres. Es este club los apellidos son prescindentes. Graciela es la mamá de Fito, Pablo y Martín. Según le cuenta Nielsen a Enganche, es la primera madre que se acercó a colaborar, cuando vio qué bien les hacía a sus hijos la pertenencia a un club que los contenía. En 2017 Graciela y Marta, la mamá de Wilson y Truchudo, se hicieron cargo de las principales actividades del club. La Moni, acostumbrada a ser una presidenta todoterreno, delegó sus funciones en quienes, dice, “hicieron una tarea maravillosa”. Graciela lo hace por el club y por una causa muy personal: “ahora mis hijos están contentos, encaminados”. Los barrios Güemes y Sierras y Parque están en los márgenes de una geografía donde no derrama la bonanza de la soja. Pero la gente de esas zonas descubrió hace 11 años un tesoro. No estaba debajo de ningún yuyo.

en estos links verás entrevistas y video sobre nuestro museo.


Tania la argentina que murió en la guerrilla del Che    https://youtu.be/mgtVfWNyGAA


la revolucion en Argentina que quiso el Che     Museo Ernesto Che Guevara Primer Museo Suramericano en Buenos Aires CABA Argentina


Argentina: El Che lives on! Get lost in Buenos Aires ...
Izquierdista entusiasta, y compañero revolucionario Eladio Gonzalez muestra el contenido de su afamado museo Che Guevara en Caballito, Buenos Aires.. 


informó el Museo “ ERNESTO CHE GUEVARA ” de Caballito, CABA calle Rojas 129, esq. Yerbal, Buenos Aires  (AAC 1405) Argentina Visitar lunes a viernes de 10 a 19 hs. (corrido) – entrada libre y gratuita Escuela de Solidaridad con Cuba “ CHAUBLOQUEO ”
Registro donantes voluntarios de Células Madre  (INCUCAI) Coordinador ex Mesa Vecinal Participativa en Seguridad de Caballito Tel.  4 903 3285   Irene Rosa Perpiñal  -  Eladio González (Toto) email -  museocheguevara@fibertel.com.ar Blog museo   http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/  accidentes  -  http://nomuertesevitables.blogspot.com  protege hijos y nietos, aportá ideas y experiencias.
Lea libro Cuba Existe, es Socialista y No está en Coma del Arq. Rodolfo Livingston en http://estudiolivingston.com.ar/libros/cubaexiste.php  y emocionate.
en Sao Paulo Brasil buscá  http://museuvirtualcheguevara.blogspot.com.br/"
¡ Salven a los argentinos !.....   “las ballenas”. Las Islas Malvinas fueron, son y serán siempre ARGENTINAS. Guantánamo es cubano ¡ fuera los norteamericanos de allí ! invasores colonialistas como los ingleses.