sábado, 23 de junio de 2018
"Los Donald Trump(s) que José Martí conoció"
Por: Lil María Pichs Hernández (Estudiante del ISRI, 4to año y miembro del Movimiento Juvenil Martiano)
Una vez, no hace tanto, cerca de un 19 de mayo, le oí a LuisToledo Sande, gran cubano y gran estudioso de José Martí,
algo que me sacó del limbo en el que a veces se cae cuando se escucha una conferencia sobre algún tema importante…
"A veces maldigo la vigencia de Martí; a veces la detesto". Más de uno en el público se despertó con aquella sentencia,
se removieron, incomodos, otros cuantos. Entonces siguió Toledo: " Que esté vigente significa que los problemas que
vio, que denunció, contra los que alertó, siguen ahí, incluso más graves". Hoy quisiéramos compartir con los lectores una
joya de las tantas que permanecen guardadas en las páginas de las Obras Completas de José Martí. Encontramos esta
carta en la edición impresa por la Editorial de Ciencias Sociales en La Habana, en 1991. El volumen: 13, las páginas: de
la 287 a la 290. Sin título, sin introducción. Una carta de apenas dos cuartillas que merece ser leída y releída, citada y
reseñada. Acá ponemos, de cara al sol, el texto completo; y ofrecemos algunos comentarios al final. Y aunque dejamos la
fecha original, siéntase libre el lector de tacharla, y poner en su lugar el día en que este texto llegue a sus manos:
Nueva York, agosto de 1885
Señor Director de La Nación: (de la República Argentina)
Era un John Roach amigo grande de los republicanos. Tiene arsenal, y no menos de 10.000,000 le han sido pagados,
no más que por remiendos de buques mohínos, que nunca salen de un mal paso. Pero más se han pagado en
realidad, porque año sobre año, en certámenes simulados, le ha estado adjudicando la Secretaria de Marina a precios
nominales, y como hierro viejo, maquinarias enteras de buques en buen estado y material de toda clase.
Y ¿ cómo no, si el Secretario de Marina era el propio abogado de John Roach ? Así fue que cuando el gobierno
sacó a licitación sus nuevos buques de guerra, aunque John Roach ofreció hacerlos a precios que, por lo bajo eran
sospechosos, a él se le adjudicaron, y en pocos meses, aun sin haber acabado el primer buque, que le salido tal
que no puede aceptarlo el gobierno, ya el Secretario de Marina y abogado de Roach había pagado a éste, so capa
de adelanto una considerable parte, en total a veces, del valor de los barcos. No en balde, cuando la elección de
Garfield, dio Roach para gastos del partido cien mil pesos. Y para la de Blaine, con cuya ruina le ha venido la
suya, no parece que dio menos: así quedan inmoralmente obligados a los especuladores los candidatos que no
triunfarían sin su ayuda: así afrontan los partidos los desembolsos extraordinarios que requiere una campaña de
elecciones. Los especuladores dan, a cambio de legislación y favor que adelanten sus intereses: los empleados dan
a cambio de la promesa de ser conservados en sus puestos en atención a sus contribuciones. De ese doble punto,
escasamente adicionado con el de algunos partidarios entusiastas se pagan los oradores, los periódicos, las calumnias,
los viajes, las paradas de uniforme y antorcha, las vagonadas de documentos impresos, las ricas enseñas con
inscripciones y retratos que izan en las calles, y los demás quehaceres oscuros del día de elecciones. Vencidos los republicanos, sacada la Secretaría de manos de su abogado, llegado el momento de entregar a un
Secretario austero y desconocido el primer buque de la serie, conforme a requisitos estipulados en el contrato,
hubo de serle devuelto el buque a Roach, porque, a pesar de que todo el Consejo de Marina había aprobado los
planos y proyectos de la embarcación, ésta demostraba no reunir, en pruebas generosas e imparciales, las
condiciones estipuladas en el contrato. Rechaza el gobierno el barco: pone Roach a salvo su fortuna, y quiebra.
Se publica la lista de los injustificables anticipos del Secretario anterior a su cliente, en pago de buques que acaso
no pueda comenzar a hacer jamás. El Consejo de Marina dio por buenos, y con ciertas especificaciones, planos
que no lo eran, ni las tenían. Antes de enseñar el contratista el primer buque, el Secretario de Marina le había
adelantado poco menos que el valor de todos. Ni inclemencia, ni encono, ni inmerecida gracia ha mostrado el
Secretario. Al Consejo de Marina lo ha reprendido ante la nación. A su antecesor en la Secretaría, harto lo reprende
el voto público. A Roach, se propone tratarlo como si fuese el gobierno, como es, un mero aunque importante
acreedor de la quiebra. La sencillez y justicia de este escarmiento ha ganado honrosa popularidad al Secretario
Whitney. La política tiene sus púgiles. Las costumbres físicas de un pueblo se entran en su espíritu y lo forman a su
semejanza. Estos hombres desconsiderados y acometedores, pies en mesa, bolsa rica, habla insolente, puño presto;
estos afortunados pujantes, ayer mineros, luego nababs [1], luego senadores; esta gente búfaga [2], de rostro
colorado, cuello toral [3], mano de maza, pie chato y ciclópeo; estos aventureros, criaturas de lo imposible, hijo
ventrudos de una época gigante, vaqueros rufianes: vaqueros perpetuos; estos mercenarios, nacidos, acá como
allá, de padres perdidos al viento, de generaciones de deseadores enconados, que al hallarse, en una tierra que
satisface sus deseos, los expelen más que los cumplen, y se vengan con ira, se repletan, se sacian en la fortuna
que viene, de aquella que esperaron generación tras generación, como siervos, como soldados, como lacayos,
y nunca vino; estos tártaros nuevos, que merodean y devastan a la usanza moderna, montados en locomotoras;
estos colosales rufianes, elemento temible y numeroso de esta tierra sanguínea, emprenden su política de pugilato,
y, recién venidos de la selva, como en la selva viven en la política, y donde ven un débil comen de él, y veneran
en sí la fuerza, única ley que acatan, y se miran como sacerdotes de ella, y como con cierta superior investidura
e innato derecho a tomar cuanto su fuerza alcance. En Cartago, estos hombres se asentaban en el palacio de
Amílcar [4]; se comían sus bueyes y bebían su vino; se revolcaban ebrios, repletos de germen desocupado, al pie
de sus rosales olorosos; se echaban vientre a tierra, cubiertos de oro y de perfumes, y luego se alzaban como la
esfinge, las palmas de las manos apoyadas en el césped, en los ojos una mirada redonda como la de trilobites,
asido entre los dientes el rosal roto: y luego cargados de botín, rugiendo por su soldada, se iban como una plaga,
por los campos, a juntarse anca a anca para caer, con las lanzas tendidas y secando a su aliento la tierra, contra
la República. La inmigración tumultuosa; la fantástica fortuna que la recibió en el Oeste; la fuerza y riqueza mágicas
que surgieron y rebosaron con la guerra, produjeron en los Estados Unidos esas nuevas cohortes de gente de presa,
plaga de la República, que arremete y devasta como aquélla. El país bueno la ve con encono, pero alguna vez:
envuelto en sus redes, o deslumbrado con sus planes, va detrás de ella. Algunos Presidentes, como Grant mismo,
hecho a tropa y conquista, la aceptan y mantienen, y comercian con ella su apoyo y la accesión de una tierra
extranjera. Forman sindicatos, ofrecen dividendos, compran elocuencia e influencia, cercan con lazos invisibles al
Congreso, sujetan de la rienda la legislación, como un caballo vencido, y, ladrones colosales, acumulan y se
reparten ganancias en la sombra. Son los mismos siempre; siempre con la pechera llena de diamantes; sórdidos,
finchados[5], recios: los senadores los visitan por puertas excusadas; los Secretarios los visitan en las horas
silenciosas; abren y cierran la puerta a los millones: son banqueros privados. Si los tiempos sólo se prestan a cábalas
interiores, urden una camarilla, influyen en los decretos del gobierno de manera que ayuden a sus fines, levantan
por el aire una empresa, la venden mientras excita la confianza pública mantenida por medios artificiales e
inmundos y luego la dejan caer a tierra. Si el gobierno no tiene más que contratos domésticos en que repacear,
caen sobre los contratos, y pagan suntuosamente a los que les auxiliaren en acapararlos. Caen sobre los gobiernos,
como los buitres, cuando los creen muertos; huyen por donde no se les ve, como los buitres por las nubes arremolinadas,
cuando hallan vivo el cuerpo que creyeron muerto. Tienen soluciones dispuestas para todo: periódicos, telégrafos,
damas sociales, personajes floridos y rotundos, polemistas ardientes que defienden sus intereses en el Congreso
con palabra de plata y magnifico acento. Todo lo tienen: se les vende todo: cuando hallan algo que no se les
vende, se coligan con todo los vendidos, y lo arrollan. Es un presidio ambulante, con el que bailan las damas
en los saraos, y coquetean los prohombres respetuosos, que esperan en su antesala y comen a su mesa. Esta
camarilla, que cuando es descubierta en una empresa, reaparece en otra, ha estudiado todas las posibilidades de la política exterior, todas las combinaciones que pueden resultar de la política interna, hasta las más problemáticas
y extrañas. Como con piezas de ajedrez, estudian de antemano, en sus diversas posiciones, los acontecimientos
y sus resultados, y para toda combinación posible de ellos, tienen la jugada lista. Un deseo absorbente les anima
siempre, rueda continua de esta tremenda máquina: adquirir: tierra, dinero, subvenciones, el guano del Perú, los
Estados del Norte de México. Esto quiere ahora la camarilla, que cree ver en la suspensión del pago de las subvenciones a los ferrocarriles americanos, decretada últimamente como medida angustiosa por México, buena
ocasión para estimular el descontento y arriar los apetitos alejandrinos que, como que los llevan en si suponen
en el pueblo norteamericano hacia sus vecinos de lengua española. Esto propone ahora la camarilla: comprar
en 100.000,000 de pesos la frontera del norte de México. No han hallado todavía, como hubieran hallado en
tiempo de Blaine, el camino del gobierno: la Casa Blanca es ahora honrada. Pero insisten; pero pujan; pero arman
sin escrúpulos el reconocimiento y desdén con que acá en lo general se mira a la gente latina, y más, por lo
más cercana, a la de México; pero acusan falsamente a México de traición, y de liga con los ingleses pero no pasa día sin que pongan un leño encendido, con paciencia satánica, en la hoguera de los resentimientos.
¡ En cuerda pública, descalzos y con la cabeza mondada, debían ser paseados por las calles esos malvados que
amasan su fortuna con las preocupaciones y los odios de los pueblos !
-¡ Banqueros no : bandidos !
José Martí
La Nación, Buenos Aires, 4 de octubre de 1885
Ufff!... No sé los lectores, pero en nuestra opinión, pocas veces viene la vigencia martiana a golpearnos en el rostro de
esta manera, con esta contundencia, con esta precisión quirúrgica.
Martí le llamó "camarilla", hoy le llamamos "lobby"; Martí les llamaba " buitres ", hoy les llamamos " Fondos buitres y
otros demonios ". Martí vio nacer esa clase de nuevos ricos, nuevos políticos, nuevos banqueros: bastos, hostiles, con
astucia porcina, viejos bandidos con poder nuevo; nosotros los vemos crecer, mutar y revolcarse en el lodo de lo que
queda de constitucionalidad en " América ". Los vemos aún montados en sus locomotoras, en sus portaviones, en sus
satélites; cada vez más dependientes del complejo militar industrial, cada vez más belicosos hacia México, hacia todo
el Sur…
Solo alcanzamos a ver una clara diferencia entre aquellos que describe Martí, y los Donald Trumps de hoy: aquellos
urdían, pujaban, acorralaban al gobierno de los Estados Unidos… los de hoy no solo hacen eso, sino que son,
literalmente, el gobierno de los Estados Unidos.
Gobiernos y periodismo del mundo cómplices de Trump por Eladio González toto
90 por ciento de los gobiernos del mundo, HAN SIDO por 55 años y SON cómplices
del holocausto espiritual que ha sufrido el pueblo cubano. Estados Unidos decidió en 1961
aislar a todos los habitantes de la isla. Con su pecaminosa, inhumana y genocida actitud
separó a once millones de seres humanos del resto de la humanidad. Repitió multiplicado trescientas veces al ghetto de Varsovia hitleriano, desgajando de la PATRIA HUMANIDAD a esta pequeña hija que es Cuba. Pequeña pero no por ello menos necesaria, para el saludable equilibrio de la raza humana. Anualmente estos gobiernos cómplices emiten en la ONU un hipócrita voto contra el bloqueo "lavándose como Poncio Pilatos las manos" para luego hacer el juego que dicta el despótico pero "democrático" dueño del mundo. La UNIÓN EUROPEA obedece la voz del amo también y bloquea a los hermosos locos que ostentan la MENOR
MORTALIDAD INFANTIL de toda América (del Norte, del Centro y del Sur). El gobierno de Israel no tolera que los revolucionarios cubanos tengan CERO en Desnutrición Infantil y a pesar de que millones de judíos murieron en el Holocausto ( ¿cómplicidad mundial por no intervenir? ) los israelitas son hoy quienes votan año tras año para que se perpetúe el BLOQUEO – GHETTO a la patria de José Martí. Y la humanidad se pierde la hermosa y fructífera experiencia de interactuar con el criterio amoroso, la ciencia, la cultura, el arte y la experiencia de vida cubanas. En Argentina mi patria de cada mil niñitos nacidos vivos mueren doce antes del año de vida. La prohibición de vincularnos a ellos y a su experiencia médica hace que no podamos aprender como es que de mil cubanitos nacidos mueran solo CUATRO en el primer año de vida. Ellos "ahorran" ocho niños, nosotros vemos morir a nuestros ocho finaditos ("Ay, ay, ayaya, yita pobre, pobre mi guagüita". Al rincón más apartado del planeta que haya sido tocado por la tragedia llega primero y donado el plasma cubano. No tienen dinero, no tienen transportes ultrasofisticados pero tienen lo que muchos no tienen…. El PLASMA. Que no es un modelo de televisor chato, es la concreción de un hecho amoroso que los seres humanos deben practicar… la donación de sangre. Y en Cuba rebosan los bancos de sangre porque jóvenes y adolescentes acuden dos veces por año voluntariamente a aportar amor o "combustible" para los cuerpos de sus semejantes en el mundo. En Georgia, Estados Unidos, de la Escuela Militar han egresado miles de militares extranjeros convertidos en TORTURADORES deshumanizados (hoy siguen egresando). En La Habana miles de jóvenes extranjeros del tercer mundo han egresado tras seis años de estudios gratuitos, prácticas y el Juramento de Hipócrates como MEDICOS y ejercen el amor con los pacientes pobres de sus pueblos. Hoy siguen egresando de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana y de la Primera Escuela de Medicina de Santiago de Cuba, fundada por un petizo pícaro, argentino, cordobés que a instancias de su íntimo amigo Ernesto Che Guevara dejó fama y dinero en Venezuela para compartir su suerte con los pobres de la tierra de la Revolución Cubana y fundó dicha Universidad. ¡ Honor a Alberto Granado Jiménez el dueño de la moto "Poderosa" y fabricante de médicos para el mundo !. Cuba cuenta solo en el paupérrimo nordeste brasileño con CINCO MIL médicos solidarios. Estados Unidos envía marines y soldados a matar a cualquier lugar del mundo. El periodismo argentino al servicio de los medios hegemónicos cumple su triste, traidora y miserable misión. Ocultaron medio siglo y ocultan hoy estas realidades y acompañan el coro de mentiras que fabrican los gobiernos norteamericanos. Malhaya triste destino periodistas argentinos, traidores a la patria, anexionistas culturales destructores de la memoria histórica nacional para injertar en alma y cerebro de nuestros niñitos y preadolescentes un cóctel de Harry Potter, He Man, Pokemon y el Hombre Araña. Reiteraría nuestra poetisa María Elena Walsh su…"Argentina es un país Jardín de Infantes". Ciudadanos y medios INTACHABLES: (no entran en un tacho de basura). ¿ QUÉ TIENEN EN COMUN ? Ambito Financiero, diario Clarín, La Nación, Adelina Dalesio de Viola, Baby Echecopar, Chiche Gelblung, Ernestina Herrera De Noble, González Oro, Hadad, Feinman, Lage, Jorge Lanata, Manzano, Mariano Grondona, Mario Markic, Mirta Legrand, Nelson Castro, Openheimer, Petinato, Rolando Hanglin, Susana Gimenez, Marcos Aguinis, Gerardo Sofovich y Pepe Eliaschev ya fallecidos pero no me olvido, Julio Bárbaro, Leuco (padre) Chiche Duhalde, Jorge Giacobbe, Felipe Solá, Beatriz Sarlo, Joaquín Morales Solá, Juan Sebrelli, Salvia, Mauro Viale, Tenenbaun, Majul, Pablo Docimo, Santiago del Moro y algunos otros. Aunque "siniestro" es sinónimo de izquierda, entre estos comunicadores sociales, medios y personajes políticos hay muchos de derecha (diestra). Eso sí, todos coinciden siniestramente en denostar con fruicción a las Revoluciónes cubana, venezolana, boliviana, ecuatoriana y es que son soldados del colonialismo. Trabajan para que "democráticamente" la administración Macri nos esclavize al máximo.