LOCO DE LA BANDERA ó CRONICA DE UNA NOCHE PATRIÓTICA por Toto (Eladio González)
Buenos Aires verano de 2013, llueve sobre la Plaza del Caballito en la calle Rojas 130, del mismo barrio. El vecino había leído por la mañana un hermoso artículo de Javier Garín sobre la gesta de Manuel Belgrano en la batalla de Salta y quedó muy emocionado. Saber que hoy es un aniversario, de ese combate triunfal del general creador de la bandera nacional, lo termina de decidir y despegándose de la modorra de cuatro meses cruza su propio límite y ya no puede dominarse. Son las 23 horas, el día termina, toma su Bandera Argentina - con bellísimo sol - e ingresa a la plaza, atrás deja la vacía e inundada cancha de basket, el vacío e inundado patio de juego de niños, las empapadas mesas vacías de ajedrecistas, mateadores ó enamorados y llega hasta el alto mástil que lleva un año y medio desnudo,” sin bandera” enfrentando al anfiteatro en semicírculo y casi a espaldas de la casilla de controles ferroviarios. Con la gran tijera cortapernos deshace el candado municipal y desdobla cuidadosa y amorosamente la bandera celeste y blanca y la sujeta al cable con cuatro ganchos metálicos. Las luces de los faroles de la plaza del Caballito y las que iluminan el andén de la Estación aledaña del mismo nombre, son únicas testigos del izado de la enseña patria a tan desusada hora. Llueve y la bandera lentamente comienza a tomar altura y con ello se entrega al viento, que la descubre, extiende, acaricia y hace flamear activamente. Al verla al tope del mástil el hombre siente que, por fin y tras meses de parálisis ha dado cumplimiento a la voluntad de los dos centenares de vecinos, que firmaron el petitorio a la Comuna 6 o alzaron unánimemente sus manos en la Asamblea, donde Eladio propuso ser el responsable de la colocación, izado y arriado de la AUSENTE (por mas de un año) enseña patria. Coloca ahora en la rueda el candado nuevo de cuyas llaves es poseedor y feliz desanda su recorrido cruzando la calle Rojas e ingresando a Rojas 129, la compraventa y juguetería (su hogar) donde funciona el Museo Ernesto Che Guevara. Allí se arma de un paraguas y una máquina de fotos. Selecciona el modo “película con sonido” y caminando bajo el paraguas ingresa filmando la plaza vacía y su propio recorrido anterior. Al arribar al sector del mástil siente que su frialdad, producto de la adrenalina del momento, se disuelve por la emoción de filmar la bandera llena de vida, y no puede evitar gritar ¡ Viva la Patria ! , solo como un loco, y declamar la letra de la primera estrofa de nuestro Himno Nacional Argentino. Regresa a su hogar que está a solo metros de allí insatisfecho. Ya acostado rumia recuerdos desagradables, la recogida de firmas de un centenar de vecinos para que le autorizaran hacer lo que hoy hace, para que pudiera colocar su bandera, izarla y arriarla a fin de que miles de personas al día la visualizen y disfruten. Demoró meses y expuso planteos en Asambleas Barriales, donde ciento cincuenta vecinos todos a mano alzada dijeron SI. Las actas lo demuestran, pero están también los vecinos y funcionarios grises que impidieron por cuatro meses que el Eladio supla una ineficiencia municipal con su voluntarismo patrio. La Comuna 6 no escuchó a Eladio González (Toto) , el vecino ingenuo que creía que no tenía sentido una bandera argentina sin mástil, o un mástil en la Plaza del Caballito sin su bandera argentina. La revista Nuevo Horizonte seguramente había tomado fotos durante todo el 2012 detectando tan grave anomalía. Tras un año de masticar impotencia, el vecino recordó una frase de un argentino que decía…. “Los derechos NO se mendigan…. Se arrancan.” Y como Eladio González justamente es el fundador y director del museo que conserva la memoria, de la épica gesta de este gran rosarino Ernesto Che Guevara, hizo en el mes de Febrero lo que cuenta la crónica.
p.d. la bandera de Toto es linda pero es chica en proporción al mástil
por Eladio González – Toto -
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