|
Foto: Bill Hackwell |
La agresión contra Cuba y la retórica de la administración Trump regresaron el día ayer a Miami ante los mercenarios de la Brigada 2506.
El asesor de seguridad nacional, John Bolton, "halcón de guerra", también conocido como Jhon "bomba" Bolton, promotor del cambio de régimen en Irán, Siria, Libia, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Somalia, Yemen y Corea del Norte y uno de los primeros impulsores de la guerra en Irak dio el anuncio. A la vez el mismo día en Washington lo hizo oficialmente ante la prensa el ex director de la CIA y actual Secretario de Estado Mike Pompeo.
A partir del 2 de mayo se pondrá en vigor los títulos III y IV de la Ley Helms-Burton que desde 1996 fueron suspendidos cada seis meses por razones de política exterior estadounidense.
Haber elegido el 17 de abril para anunciar las nuevas medidas que internacionalizan el bloqueo genocida contra Cuba demuestra la ceguera y odio del actual gobierno estadounidense hacia un país que lo único que ha hecho desde 1959, es defender su soberanía y lograr reconocimiento mundial por su carácter humanitario, altruista y solidario en materia de salud y educación.
Cuba no exporta bombas, guerras ni ocupa países; no propicia el cambio de régimen en ningún país. Cuba lleva a sus médicos a los lugares más remotos del planeta para curar las heridas que el capitalismo provoca a millones de pobres en la tierra.
Irónicamente el 17 de abril de 1961, los Estados Unidos sufrieron su primera derrota en el continente americano cuando fuerzas mercenarias patrocinadas por la Agencia Central de Inteligencia - CIA- desembarcaron en Playa Girón para invadir a Cuba, pero fueron derrotadas en solo 72 horas. La espina quedó clavada en la yugular del imperialismo y la pequeña Cuba logró incluso que EE.UU reconociera el costo de los numerosos daños provocados durante la fracasada invasión. La vergonzosa derrota de Girón fue estrepitosa.
El cinismo de elegir ese día se basa en la necesidad de contar con lo más retrógrado del electorado de La Florida ante las próximas elecciones.
Las nuevas medidas anunciadas por Pompeo y Bolton van más allá de un retroceso en las relaciones bilaterales que lograron el mayor avance durante la administración de Obama. Tienen como objetivo fundamental destruir a la Revolución y que Cuba vuelva a ser su colonia.
La ley Helms-Burton repudiada por el mundo por su carácter extraterritorial desde su promulgación en 1996, auspicia presentar ante las cortes de EE.UU demandas judiciales por propiedades que con toda justeza fueron nacionalizadas al comienzo de la Revolución. A partir de mayo podrán presentar reclamaciones contra una lista arbitraria en la que incluyen a entidades cubanas y extranjeras, sin importar que estén fuera de la jurisdicción de los Estados Unidos, en violación flagrante al Derecho Internacional. La brutalidad de la ley y sus capítulos advierte sancionar e impedir el ingreso a EE.UU a los empresarios que tienen negocios en Cuba, incluso a sus familiares.
Limitará nuevamente, como en la época de Bush (hijo), las remesas que los residentes cubanos en EE.UU envían a sus familiares, reducirá más todavía las posibilidades de los estadounidenses de viajar a la isla y aplicará fuertes sanciones financieras. Ya han sido afectados 44 barcos de transporte de petróleo de Venezuela a Cuba y seis compañías, varias europeas.
Para revivir la doctrina Monroe, Bolton anunció sanciones contra "la troica de la tiranía", el nuevo "eje del mal" que integran Cuba, Venezuela y Nicaragua. El Departamento del Tesoro sancionará al Banco Central de Venezuela y el Banco Corporativo de Nicaragua.
Los que se llenan la boca hablando de democracia, libertad y derechos humanos deberían preguntarse porque tanto odio de Estados Unidos hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Al mejor estilo de la propaganda nazi de Goebbels "miente que algo queda", se acusa a Cuba de lo que solo el imperialismo es capaz de hacer y concebir. Desde los supuestos ataques sónicos jamás comprobados "finalmente eran sólo los grillos" afirmaban irónicamente dos periodistas de investigación estadounidenses sobre el último serial al peor estilo James Bond, cuya narrativa valió para vaciar las embajadas de ambos países, provocar el retroceso de las relaciones al extremo, sin arrojar prueba alguna de la supuesta agresión de Cuba, el país más agredido del planeta por la potencia más grande de la historia.
Parafraseando al cineasta estadounidense Saúl Landau, cuando decía "Explíquenme otra vez... ¿que nos ha hecho Cuba?
Será que Estados Unidos no soporta el "mal ejemplo de Cuba" por haber elegido una forma diferente de organizar su sociedad, donde el ser humano y no el dinero está en el centro del sistema y las prioridades de la nación. En la que la solidaridad es parte de la vida cotidiana de un pueblo alegre y culto, donde se entrenan médicos de forma gratuita, incluidos estadounidenses, para regresar a sus comunidades pobres y aplicar lo que aprendieron en Cuba, que jamás ha causado daño alguno al país del norte ni a ningún otro país, y que ha extendido su solidaridad en momentos difíciles en todo el mundo.
Se la acusa también de ser el sostén de la resistencia, hoy tan heroica como la cubana, del pueblo y gobierno de Venezuela Bolivariana contra el golpe y la brutal agresión de EE.UU.
Tanto subestiman a nuestros pueblos, tan grande es el desprecio y el insulto a la inteligencia, que intentan convencer a la opinión pública internacional, que el fracaso del títere impostor que presentaron al mundo para tratar de despojar del poder al legítimo Presidente Nicolás Maduro y los infinitos llamados a la deserción de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se debe a la supuesta presencia militar de Cuba en ese país hermano.
Hay que ser cínico y ruin para negar la verdad: lo único que tiene Cuba en Venezuela son las manos sanadoras de sus médicos y el ejemplo digno de su resistencia. Eso es en definitiva a lo que tanto teme el imperio.
La respuesta del gobierno y el pueblo han sido contundentes. Las cubanas y cubanos están preparados para resistir, lo han demostrado con creces durante seis décadas. Todas las administraciones anteriores, demócratas o republicanas vieron fracasar una tras otra, la política retrógrada signada por el odio y la hostilidad. Ni el carácter genocida del bloqueo, ni las arbitrarias e injustas sanciones extraterritoriales, ni los atentados terroristas que llenaron de luto a las familias cubanas, ni las campañas inmorales de difamación pudieron hacer que Cuba retrocediera un milímetro en la defensa de su soberanía, su solidaridad internacional y el carácter socialista de su Revolución.
Las medidas del gobierno de Trump anunciadas por los dos exponentes de la guerra, constituyen lo peor de una vieja política criminal y fracasada, que una y otra vez se ha estrellado contra la voluntad de un pueblo decidido a ser libre, independiente y soberano.
El Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, rechaza con todas sus fuerzas la agresión feroz contra la Revolución cubana, llama a los amigos del mundo a movilizarse en defensa de Cuba Socialista y los países agredidos de la región. Llama a repudiar la política del gobierno guerrista e inmoral de Donald Trump.
Contra el bloqueo genocida: Mayor solidaridad Internacional
Contra la Doctrina Monroe: Consenso de Nuestra América.
Contra la guerra y la intervención: Defendamos la Proclama América Latina y el Caribe Zona de Paz.
Contra la agresión del imperialismo y sus lacayos: Unidad de los que luchan y resisten en un gran Frente Antifascista.
Ni un paso atrás! Yanquis recuerden Girón!!!
Viva Cuba Soberana, Libre y Socialista!!
18 de Abril, 2019