DOSSIER
PANORAMA MUNDIAL
No. 24/La Habana, viernes 21 de junio del 2019/Año 61 de la Revolución/RNPS 2442
Sumario
POLÍTICA
· Bolivia frente al "no hay alternativa" (Celag)
· Salir de las ruinas (Página 12)
· La maldición de Sísifo (El Quinto Patio)
· "Revolucionar al país" (Rebelión)
ASUNTOS MILITARES
ECONOMÍA
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
POLÍTICA
REBELIÓN 7 de junio del 2019 ESPAÑA
Antonio Maira*
Los grandes estadistas de los Estados Unidos, empezando por Donald Trump y sus Jinetes del Apocalipsis están desconcertados –tal vez podría decirse, con mayor precisión: estupefactos-, porque no llegan a aceptar como reales varios cambios estructurales imprevistos, acumulados, casi simultáneos e interrelacionados, que han comenzado a producirse en su escenario económico, político, militar, tecnológico, comunicacional e ideológico global.
Han reaccionado ante estos hechos con una rabieta colosal que les ha llevado a una generalizada amenaza en todas las zonas de conflicto. De la disponibilidad para combatir “dos guerras y media” han pasado a hacerlo en seis o más frentes distintos: Corea, Siria, China, Rusia, Irán, Irak, Turquía, Ucrania, Palestina y Venezuela. Sin contar con sus posibles derivaciones y ramificaciones, que son muchas y muy complejas. Todas, sin embargo conducen al mismo desastre.
Así que sus políticos y asesores presidenciales –empezando por el propio Trump-, han empezado un tuiteo continuo y una gira rápida de amenazas represivas en todos los frentes de conflicto abiertos por el propio Washington. Lo han hecho con aire de suficiencia, rompiendo -con descaro indisimulado y ostentoso-; la legalidad, los acuerdos, tratados y convenios internacionales. Parten de dos convicciones muy arraigadas:
-Ellos gobiernan el mundo con edictos imperiales y con la seguridad absoluta de que sus Grupos de portaviones y sus bases militares, con sus equipamientos y tropas distribuidas por todo el mundo harán, como hasta ahora han hecho, el trabajo de asegurar una amenaza irresistible.
-De no ser así, tienen la capacidad de aniquilación total de los países rebeldes que no admiten la hegemonía imperial como alternativa obligada a su destrucción y su soberanía. Por eso los dirigentes del Pentágono, del Departamento de Estado y los asesores presidenciales, como autómatas de otros tiempos, repiten las terroríficas fórmulas que ya suenan a ecos de tambores lejanos: ¡Tenemos todas las cartas sobre la mesa!
Hace tanto tiempo que hacen de matones que esta actitud se ha convertido en el componente genético básico de su relación con el mundo. No respetan las leyes y compromisos internacionales porque, simplemente, nunca lo han hecho y porque ya lo han anunciado así y lo han hecho en múltiples ocasiones. Proclaman un sistema de valores, libertad, respeto a los derechos humanos que identifican con la libertad de comercio, igualdad de derechos, democracia, búsqueda de la felicidad, igualdad de oportunidades, que nunca han tenido y, sobre todo, que nunca han permitido en los demás.
Los perros de la guerra
Ellos, los Estados Unidos, no admiten un mundo multipolar regido por la soberanía de los estados, el comercio de los recursos, la independencia de los pueblos, la posibilidad de salir de la pobreza y del saqueo, la ausencia de coacciones económicas, y de amenazas militares, la vida regida por la solidaridad y un limitado consumo. El mundo ha cambiado hasta hacer que el paseíllo de cowboy por todos los lugares del planeta resuene ya bastante ridículo, poco creíble; en general insoportable y generador de rebeldía creciente y de solidaridad de los pueblos contra la violencia del imperio. La política imperial ha ayudado a definir fronteras, posiciones y líneas rojas entre el capitalismo y el socialismo como camino y proceso hacia el comunismo, entendido como sociedad sin explotación igualitaria, solidaria, que gestiona los bienes comunes y garantiza la supervivencia del planeta,
Los escenarios a los que me referí en el primer párrafo del artículo habían sido definidos y codificados como invariables y como Ley Universal, casi natural, en el dogma estratégico proclamado “urbi et orbe” como el “mater et magistra” documental y conceptual del imperio: “La Doctrina de Seguridad Nacional de los Estados Unidos”; promulgada públicamente por el Presidente George W. Bush y calificada inmediata, y eufemísticamente, como “doctrina contra el terrorismo” o "doctrina de agresión positiva". De ese documento básico han salido todas las doctrinas sobre la dominación del mundo y sobre los instrumentos guerreros que había que mantener en funcionamiento.
La barbarie
Tal es la barbarie que se desprende de esos códigos para pensar y actuar que sorprende incluso que sus aliados serviles, pertenecientes al “mundo occidental” y que se jactan de ello -en los que las doctrinas coloniales son la parte oscura, oculta pero dominante, de sus culturas-, hayan aceptado ese “sapo” y lo hayan transmitido a sus ciudadanos para generar “matrices de opinión” que universalizan el conformismo, la actitud canalla, la indiferencia; y desalojan todo análisis crítico, toda conexión con la realidad, capacidad de observación y sentimiento de solidaridad.
Por el momento las técnicas de desinformación se imponen aquí sobre la resistencia organizada, pero no ocurrirá durante mucho tiempo.
En resumen esos cambios son –en una enumeración no exhaustiva-, los siguientes:
En el escenario Venezolano
-En primer lugar hay que insistir en que, a mi juicio, los EEUU han perdido la guerra que habían planificado contra Venezuela y que llevan desarrollando activamente durante cerca de veinte años. Han fracasado durante la etapa de Hugo Chávez y han fracasado también durante la Presidencia, democrática y constitucional de Nicolás Maduro.
-Es necesario señalar también que esa profunda derrota que se ha reafirmado ahora (salvo algunas salvas verbales, mucho menos enfáticas, de los asesores de segundo nivel que están ya muy quemados, como el asesor de Seguridad Nacional John Bolton y Elliot Abrams, asesor especial para Venezuela), con los titubeos de Mike Pompeo, secretario de Estado, y de Mike Pence Vicepresidente; ha tenido lugar en la etapa más acentuada de la agresión imperial, y, precisamente la más desembozada (durante los dos últimos años).
-En ellos han aplicado, o amenazado con aplicar, todos los instrumentos posibles: desde la guerra económica de ablandamiento, que serviría de plataforma para todas las intervenciones e injerencias sucesivas, hasta la intervención directa en una guerra de invasión que Washington concebía como Guerra de Cero Muertos (G0M) o Guerra de Destrucción Unilateral Asegurada (GDUA).
-Tal guerra que libraría de una vez por todas a los políticos y militares estadounidenses del “síndrome de Vietnam”, sería viable con una intervención militar de diseño basada en una superioridad aérea, misilística y de fuego terrestre aplastante; de ocupación posterior rápida –blitzkrieg-, en tierra arrasada. Sería posible siempre que las fuerzas regulares del ejército USA no fuesen muy vulnerables y pudiesen ser sustituidas por las de países aliados como Colombia y Brasil o por tropas mercenarias aportadas por las grandes empresas de mercenarios reclutados y armados por Blackwater, sus filiales especializadas y sus centros de reclutamiento en la zona de combate, en los propios EEUU, o en la proximidad de sus bases militares dispersas por todo el mundo.
El fracaso
-Los estrategas estadounidenses han fracasado en sus primeros planteamientos relativos a la utilización de varios instrumentos de guerra, planificados bajo la cobertura de la “guerra económica”, y su acompañante permanente: la guerra mediática. La presunción era que el desánimo y la desmoralización creciente, que las carencias graves que tal guerra iba a producir en la mayoría de la población, fundamentalmente en los sectores populares, terminaría, de una vez para siempre, con la absolutamente inaceptable revolución bolivariana que transitaba hacia la independencia, la soberanía y el socialismo.
El punto de partida, experimental en parte (basado en las guerras contra Yugoslavia, Irak, Libia, Irán, el Yemen), y con desarrollos analíticos de los geoestrategas del Pentágono, fue que la guerra económica es la primera de las guerras, la que engloba a todas las demás, la que causa daños irreversibles. Es decir: la que actúa como guerra de desgaste y como guerra de cobertura.
En tales presunciones el imperio estadounidense olvidaba dos cosas: la primera la capacidad de resistencia de un pueblo; la segunda, la capacidad de englobar en torno de la República Bolivariana de Venezuela unas alianzas estratégicas y políticas de otros pueblos y potencias que habían sufrido, o sufren las amenazas de Washington.
-La guerra económica cuyas consecuencias humanas para la población civil más vulnerable son explicadas en un magnífico artículo de Pablo Siris Seade publicado en Rebelión.es. La guerra económica es fundamentalmente, la guerra de los países ricos y sus acólitos contra los países pobres o que pueden empobrecerse a corto, medio o largo plazo. Se realizan con ese objetivo genocida, plenamente reconocido. Se realiza por la aplicación contra ellos de medidas codificadas, puestas a prueba, corregidas, ajustadas a los instrumentos económicos y financieros que existen en cada tiempo y para cada lugar y sistema económico. Son ampliadas constantemente según el dominio –creciente hasta ahora-, de los Estados Unidos sobre las instituciones políticas, económicas, comerciales y financieras internacionales. Se lanzan siempre contra países que niegan la potestad soberana del imperio, contra los que intentan modificar el sistema económico o el sistema de poder reinante.
Para ello se emplearon a fondo con la ayuda imprescindible de la oligarquía interior y de los países quisling e instituciones económicas bajo dependencia de Washington en el exterior.
Las etapas y fases de esa guerra económica –que, repito-, es una guerra híbrida; es decir: combinada; y además, asimétrica y violadora de los tratados, convenciones y tratados internacionales- pueden resumirse así:
1º.- Introducción del “dólar paralelo” publicado diariamente por los medios estadounidenses y reproducidos por la cadena de medios privados. Los efectos han sido devastadores al generar una inflación artificial y producir procesos de acaparamiento, imposibilidad de pagar insumos industriales, convertir los dólares preferenciales en una fuente de corrupción, comprometer la solución del petro, liquidar el sistema productivo y comprometer también el financiamiento de las Misiones Bolivarianas de las que depende la fuerza social de la revolución bolivariana. La guerra económica abrió sus posibilidades por la profunda bajada de los precios del petróleo.
2º.- Activar el bloqueo económico con la imposibilidad derivada de la importación de bienes necesarios para la supervivencia como alimentos, medicinas, productos de primera necesidad, insumos y equipos industriales, maquinaria agraria, de transportes y de servicios: fundamentalmente salud, educación, construcción, equipamiento de vivienda, obras públicas, etc.
3º.- Activar el robo, por parte de EEUU y sus aliados, de todos los activos venezolanos en el exterior: fondos petroleros, reservas en petróleo, reservas en oro.
4º.- Bloqueo financiero total incluidos los fondos mantenidos en bancos extranjeros que se someten a las amenazas de los EEUU.
5º.- Prohibición de inversiones en Venezuela de países que comercian con los EEUU.
6º.- Prohibición de entrada en EEUU de buques que comercien o transporten toda clase de productos a Venezuela. El bloqueo se extiende a la empresa de distribución de petróleo en EEUU dependiente de PDVSA (CITGO).
-En segundo lugar los EEUU han lanzado contra Venezuela la guerra terrorista de pequeña o gran intensidad a través de las guarimbas y atentados contra instalaciones del gobierno y equipamientos médicos y escolares.
Las guarimbas en las que son especialistas Borges, Capriles y Guaidó, causó centenares de asesinados algunos quemados vivos por “tener aspecto de chavista”.
-En tercer lugar los EEUU han promovido, financiado y celebrado el magnicidio contra Nicolás Maduro, que fue realizado por drones y que pudo suponer la muerte del presidente electo y de cientos de personas en buena parte de las FANB.
-En cuarto lugar los EEUU han promovido, financiado y anticipado en las redes, en una expresión de crueldad extrema y de evidencia de autoculpación, dos ataques cibernéticos y de pulso electromagnético a la red de generación y distribución de energía. Los ataques, largos, casi una semana cada uno han provocado además de los apagones y de la inutilización de los equipamientos de las viviendas, el desabastecimiento de agua, de energía para los hospitales, la caída del transporte público, la imposibilidad de suministro de combustible, etc. Elliot Abrams ha hablado casi con fruición sobre el sufrimiento del pueblo, fundamentalmente los trabajadores y trabajadoras y las clases populares, fundamentalmente las mujeres. La medida, proclamada como un “apagón de la tiranía de Maduro”, fracasó, indignó a la población venezolana contra el “autoproclamado”, y también contra los EEUU.
-En quinto lugar, la oposición que ya había convocado a la invasión de Venezuela pretextando una crisis humanitaria y la llegada de medicamentos y alimentos del exterior, fracasó completamente –no obstante el uso continuo de fake news de factura yanqui- en la captación de jefes, oficiales, suboficiales y tropa, para completar esta maniobra. La respuesta militar, miliciana y popular bolivarianas, constituyeron un éxito completo, tanto en la frontera colombiana, como en la brasilera y la de la Guayana. El despliegue militar y miliciano comprobó su eficacia y aumentó su coordinación. La necesidad de nombrar un delegado del Gobierno en uno de los pocos estados dominados por la oposición permitió la coordinación entre Freddy Bernal y Diosdado Cabello mientras el autoproclamado Guaidó y su patrocinador, el presidente de los EEUU, Donald Trump, hacían el ridículo.
-En sexto lugar Guaidó, acompañado de Leopoldo López intentaban un golpe de Estado en el distribuidor de Altamira, el 30 de abril deL 2019. El resultado fue bochornoso, lo mismo que la manifestación posterior convocada por los líderes opositores, que fue precedida por la huida de los mismos.
-Desde entonces, Nicolás Maduro, que durante todo este proceso había restablecido por completo la capacidad de movilización popular bolivariana y mantenía el control total de las FANB y de la Milicia Nacional; había reforzado notablemente su capacidad para proporcionar alimentación, a través de los CLAP a las familias venezolanas. El “carnet de la patria” había sido un instrumento de unificación y de organización en las unidades territoriales que exigía la producción y la defensa en tiempos de guerra. Al mismo tiempo Nicolás Maduro aceptó la oferta de mediación de Noruega (que ha aceptado de hecho la presidencia de Nicolás Maduro) y con la convocatoria del poder electoral para realizar unas elecciones a la Asamblea Nacional Legislativa.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
*Licenciado en Ciencias Políticas Sociales y Económicas en la Universidad Complutense. Fue militar profesional, marino, hasta 1986. Fue fundador, co-editor y co-director de Insurgente. Desde su fundación ha sido colaborador permanente del diario digital cubano Cubadebate.
CELAG 6 de junio del 2019 ESPAÑA
Bolivia viene ganando la partida al "no hay alternativa" (al neoliberalismo), demostrando que con la justicia social y la eficiencia se ven los buenos resultados
Alfredo Serrano*
Vuelve con toda su fuerza. La vieja receta del “no hay alternativa” cobra su máxima importancia en estos tiempos de alta intensidad en la disputa geopolítica y geoeconómica. La vieja tesis resurge como si fuera nueva, con gran ímpetu y con la intención de convencernos de que el único camino es el neoliberal.
La fuerte restricción externa que acecha a Latinoamérica desde hace varios años ha puesto en tensión a la mayoría de los modelos económicos, con independencia del signo político que los gestione. Salvo en contadas excepciones, la mayoría de las economías no ha sabido conducir el nuevo ciclo a la baja del precio de los commodities. La caída de las divisas procedente de la venta de materias primas ha resultado, finalmente, ser el principal adversario electoral para muchos gobiernos de la región, que siguen buscando la fórmula para superar un frente externo tan adverso.
La ecuación se hace cada vez más compleja. ¿Cómo contentar a todos los sectores de la economía en un marco de escasez de divisas? ¿Cómo sostener la política de derechos sociales en aquellos países que no están dispuestos a renunciar a ello, a pesar del frente externo desfavorable? ¿Cómo reactivar economías altamente extranjerizadas si no hay divisas? ¿Cómo cambiar el modelo productivo si hay una elevada dependencia de los insumos productivos importados? Son preguntas que no tienen respuestas sencillas. Y es en este contexto donde pretende imponerse el “no hay alternativa”. Es habitual que, ante la generalizada falta de previsión por la caída de divisas, aparezca el gran prestamista que está dispuesto a entregar dólares únicamente a cambio de la implementación de sus políticas económicas, las llamadas “pragmáticas”, las únicas posibles, esto es, todas las medidas económicas neoliberales que ya conocemos.
Es así como juntan “el hambre con las ganas de comer”. Por un lado, ganan los que se beneficiaron del exceso de liquidez propiciado por la megaemisión monetaria realizada en el periodo 2008-2015 en Estados Unidos y Europa; y, por el otro lado, están los necesitados de divisas. El caso argentino, seguramente, es el más emblemático por la velocidad de implementación del programa made in FMI. Algo similar se está haciendo también en Ecuador. Te presto dólares a cambio de no tomar otra salida que no sea la neoliberal.
De esta forma, la restauración conservadora procura ganar el pulso geopolítico regional con el “no hay alternativa” como bandera. Y, sin embargo, les salió un incómodo caso que contradice todo su relato. Se les olvida, adrede, lo que pasa en Bolivia, donde sí hubo alternativa, y aún la hay. De hecho, muy exitosa. Y, además, con el aval y satisfacción de la mayoría. En la encuesta realizada por CELAG en marzo de este año, 6 de cada 10 personas creen que ha habido una mejora de las condiciones de vida gracias al actual modelo económico.
En la fórmula económica boliviana se parte de un principio básico: no sOlo es posible conciliar la justicia social con la eficacia económica, sino que, además, crean sinergia entre sí. La demanda interna es la base sólida del crecimiento económico que permite, asimismo, tener capacidad de amortiguar cualquier shock externo adverso. Las políticas redistributivas en materia de derechos sociales en Bolivia (Bono Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy de Padilla, Renta Dignidad) fueron fundamentales para constituir una robusta demanda interna sostenida en el tiempo. Esas políticas sociales se lograron financiar con recursos que antes se iban del país. Gracias a la nacionalización se evitó esa fuga y, además, se demostró que lo estatal, si se hacen bien las cosas, es capaz de presentar un funcionamiento eficaz y eficiente en clave económica.
La mayoría de las empresas públicas nacionalizadas en sectores estratégicos (YPFB, Entel o Boa) revalorizaron su patrimonio y tienen un flujo de caja con un saldo muy positivo, que permite mayor inversión pública productiva, así como garantizar derechos sociales. En reciente estudio de CELAG se demostró que, si no se hubiera producido nacionalización, Bolivia hubiera dejado de generar riqueza económica por un valor de 74 mil millones de dólares (que, por ejemplo, representa dos veces el PIB del año 2017).
Bolivia ha demostrado que sí se puede tener una inserción soberana e inteligente contra la restricción externa. Que se puede desdolarizar la economía y tener, al mismo tiempo, un sistema financiero sólido. En la actualidad, el sistema financiero se ha bolivianizado; por ejemplo, más del 95% de los depósitos se hacen en moneda nacional. Que se puede tener estable el nivel de precios al mismo tiempo que los ingresos y el consumo crece. Que se pueden reducir la desigualdad y la pobreza mientras la economía sigue creciendo a tasas récord en Latinoamérica. Que se puede mejorar notablemente el bienestar social en condiciones macroeconómicas sólidas.
Que se puede y se debe. Es así como Bolivia le viene ganando la partida al “no hay alternativa”, demostrando que, con una forma diferente de hacer política económica, soberana y ordenada, con justicia y eficiencia, se ven los buenos resultados, que se visualizan tanto en las cifras como en cualquier aspecto de la vida cotidiana del pueblo boliviano.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
*Economista y académico español, actual director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
PÁGINA 12 9 de junio del 2019 ARGENTINA
Lula y CFK desvelan al mandatario brasileño
El presidente del Brasil explicita su preocupación y oposición a que Lula recupere la libertad y a que Cristina Fernández gane en octubre.
Dario Pignotti*
Durante las cerca de 24 horas que permaneció en Buenos Aires Jair Bolsonaro puso de manifiesto dos preocupaciones: que la fórmula integrada por Cristina Fernández venza las elecciones de octubre convirtiendo a la Argentina en otra Venezuela y que Luiz Inácio Lula da Silva recupere la libertad.
Su aprehensión frente a Cristina (de la cual ya habló ante empresarios norteamericanos en Texas) obedece a una serie de razones como el riesgo de quedar aislado en una América del Sur eventualmente gobernada por varios líderes progresistas (este año también habrá elecciones en Bolivia y Uruguay). Además responde a su estilo brutal, falto de compostura diplomática, que quedó evidenciado al hacer proselitismo partidario en un país extranjero durante una visita oficial.
Modales de un nostálgico del “subimperialismo” implementado por la dictadura brasileña que fue responsable de la desestabilización de líderes de la región cuyo ejemplo más notorio, y documentado, fue el de Salvador Allende. El Plan Cóndor y la Doctrina de la Seguridad Nacional fueron subsidiarios de aquella diplomacia intervencionista que parece ser evocada por Bolsonaro.
Otro dato de contexto: tanto el presidente como su ministro de Economía, Paulo Guedes, un liberal extremo, son apologetas del régimen militar chileno surgido después del golpe que derrocó a Allende en el 1973.
Con todo, la situación legal de Lula resulta el tema más acuciante para el excapitán cuya popularidad se ha evaporado con un vértigo inesperado hasta caer al 28% a fines de mayo, contra el 49 que tenía al asumir el cargo en enero, y cerca del 60% con que contaba a fines del año pasado.
Pese a estar encerrado y durante meses censurado, situación corregida recientemente cuando fue autorizado a dar entrevistas, Lula no ha perdido su dimensión de principal líder opositor. Su vigencia política sorprende.
“Lula Libre” fue una de las consignas voceadas por miles de manifestantes en la protesta del 15 de mayo en defensa de la educación en la que participaron cerca de 2 millones de personas en más de 150 ciudades. La movilización estremeció al Planalto por su magnitud. También porque restituyó al campo popular la hegemonía de la calle perdida desde al ascenso derechista que derivó en la caída de Dilma Rousseff en el 2016 y abonó el ascenso neofascista a la presidencia en octubre del 2018.
Que el jefe del Partido de los Trabajadores se convierta en un antagonista temible en caso de dejar la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba es una hipótesis plausible, por decir lo menos. Cabe recordar que hace nueve meses, cuando fue impedido de disputar las elecciones, contaba con una intención de voto que rozaba el 40% frente al veinte del entonces candidato Bolsonaro.
“Espero que Lula se quede allá (Superintendencia) por mucho tiempo” se sinceró el gobernante brasileño al ser abordado por turistas de Curitiba en el hall del porteño Hotel Alvear el jueves pasado. Dos días antes de esa declaración la Procuraduría General de la República había recomendado al Superior Tribunal de Justicia (STJ) que el jefe petista sea beneficiado con el régimen semiabierto.
Esa fue su segunda victoria judicial en 50 días: en mayo el mismo STJ, de la tercera instancia, redujo la condena de 12 años y un mes a otra de ocho años y diez meses.
Con la declaración en favor del encierro del ex tornero mecánico, el Jefe de Estado envió un mensaje hacia un Poder Judicial permeable a las presiones políticas a la par de una tutela militar institucionalizada desde que el presidente de la Corte Suprema (Supremo Tribunal Federal), Antonio Dias Toffoli, designó a un general dentro de su staff de consejeros. El propio Dias Toffoli visitó recientemente la residencia presidencial donde fue lanzado un “pacto” junto a Bolsonaro considerado por juristas como una forma de renunciar a un mínimo de independencia frente al Ejecutivo.
En ese contexto de baja calidad institucional la recomendación presentada por la Procuraduría para que Lula salga tendrá que sortear una serie de escollos políticos, disimulados a través de formalismos procesales, antes de ser puesta en práctica.
Se trata de una disputa de resultado incierto, porque pese al estilo truculento de Bolsonaro dentro de la justicia comienzan a surgir voces de disenso, expresadas incluso por miembros de la máxima Corte.
El destino del preso político se jugará también, y quizá fundamentalmente, en las calles que tendrán su próximo barómetro el 14 de junio con la huelga general convocada de forma unitaria, y prácticamente inédita, por todas las centrales sindicales entonadas con la protesta del 15 de mayo.
La desocupación de más del 13% y la precarización laboral del 28% de la población económicamente activa añaden más ingredientes del descontento en alza.
Un menú indigesto para el militar retirado que bien podría fugar hacia una ruptura institucional al modo del “autogolpe” dado en el 1992 por el dictador peruano Alberto Fujimori.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Corresponsal de Pagina12 y Agencia ANSA. Colabora con Le Monde Diplomatique y Milenio. Doctor en Comunicación por la Universidad de San Pablo.
LA HAINE 11 de junio del 2019 ESPAÑA
Movimientos sociales, políticos y sindicales convocaron a una jornada
de protesta en Plaza de Mayo en rechazo a la visita del fascista
de protesta en Plaza de Mayo en rechazo a la visita del fascista
Rubén Armendáriz*
Luego de visitar EEUU, Israel y Chile [regímenes derechistas], entre otros países, finalmente el ultraconservador mandatario brasileño Jair Bolsonaro realizó una visita oficial a la Argentina [otro régimen derechista], huyendo de la grave crisis política, económica y social en su país, para abrazarse con un presidente de salida como Mauricio Macri, tan debilitado como él.
Consciente de su necesidad de que el macrismo conserve el gobierno y el poder, Bolsonaro se sumó a la campaña electoral de Macri, preocupado por mostrar buenas noticias (alianzas con la Unión Europea, Canadá y Corea, cuyas negociaciones siguen fracasando) que hicieran olvidar al menos por unos instantes las graves crisis que ambos países viven en pleno fracaso de sus políticas neoliberales y antinacionales.
“Mi hermano, tenemos prácticamente los mismos ideales”. Así comenzó su discurso Bolsonaro. “Queremos lo mejor para nuestros pueblos, toda América del Sur está preocupada en que no haya nuevas Venezuelas en la región”, afirmó Bolsonaro.
Leales a la posición trazada por Washington, ambos se refirieron al conflicto venezolano y criticaron al presidente Nicolás Maduro: “Vamos a hacer todo lo posible para que se restablezca la democracia en Venezuela. No queremos nuevas Venezuelas en la región”, dijo Bolsonaro, antes de meterse sin disimulo en los asuntos internos y la campaña electoral argentina, al pedir a los argentinos tener “mucha responsabilidad y menos emoción” para votar.
Señaló que es «inminente» la firma de un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea «que beneficiará a Brasil, a Argentina y al resto del bloque regional, y eso se lo debemos a su trabajo». Pero la realidad es que las negociaciones siguen estancadas.
“Siempre les digo: ‘nosotros combatimos la corrupción’, sí. Pero algo mucho, mucho más importante para combatir es el tema ideológico. Eso no puede volver a ningún país de América del Sur. Así como le debo mi vida a Dios, también debemos a Dios esta libertad maravillosa que tenemos. Si la corrupción se lleva algo concreto, la ideología se lleva algo a lo que solo se le da valor después que se pierde, que es la libertad que tenemos en este momento”, dijo Bolsonaro, incluso antes de probar los vinos locales.
La agenda de acuerdos bilaterales se discutió en torno a seguridad, defensa, energía y comercio, sumado a la fuerte apuesta común por reformular la estructura completa del Mercosur, y se suscribieron acuerdos sobre bioenergía y biocombustibles, que apunta a potenciar la cooperación y el comercio conjunto entre ambos países en estos productos.
Junto a Bolsonaro llegaron al país el jefe de Economía, Paulo Guedes; el de Defensa, Fernando Azevedo; el de Energía, Bento Albuquerque; la ministra de Agricultura Tereza Cristina y el de Ciencia y Tecnología, el astronauta Marcos Pontes.
Estuvieron a su lado, también, dos de sus consejeros más íntimos: el general Augusto Heleno, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional y el ministro Jefe de la Casa Civil (coordinador) Onyx Lorenzoni. La comitiva se integró con la primera dama Michelle y el hijo Eduardo Bolsonaro, diputado nacional y presidente de la Comisión de Relaciones de la Cámara Baja.
Bajo el comando del ultraderechista ministro Ernesto Araújo la cancillería brasileña reforzó el carácter “estratégico” de la alianza con Argentina. Las áreas donde piensan poner el énfasis son las de integración económica, energía, ciencia y tecnología, defensa y asuntos regionales.
¿Moneda única?
Ante importantes empresarios argentinos habló sobre el futuro del Mercosur, recibió reclamos de los industriales y sorprendió al hablar de “una moneda única” para el bloque., se mostró entusiasmado y contó que se conversó sobre “la industria, el sector energético y las posibilidades de abrirse al mundo”.
El canciller argentino Jorge Faurie admitió que los empresarios argentinos habían planteado reclamos a la comitiva brasileña, pero destacó que hubo “una gran coincidencia” con los planes futuros de Brasil. Unos 30 empresarios asistieron a la reunión con Bolsonaro para plantear la necesidad de alcanzar una mayor “armonía tributaria e integración industrial”, revelaron directivos de la Unión Industrial Argentina.
“Bolsonaro habló de implementar una moneda única”, comentó el titular local de la trasnacional Fiat Chrysler, Cristiano Ratazzi, lo que ayudaría a “cortar el drama de la inflación sin el costo tremendo que tenemos en la Argentina”.
Fueron invitados al encuentro empresarial con el mandatario brasileño los popes del Grupo de los Seis y el Consejo Interamericano de Comercio y Producción. El Grupo de los Seis está integrado por la Unión Industrial (UIA), la Sociedad Rural (SRA), las cámaras de Comercio y Construcción, la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos privados de capital argentino (ADEBA).
Funes de Rioja, presidente de la UIA destacó la necesidad de “una armonización normativa, ya que nos estamos creando nosotros mismos barreras paraarancelarias” y al respecto hay sectores fuertemente interrelacionados, como el energético, el automotriz y el alimentario”.
Macri dijo que “Mercosur está llegando a cumplir 30 años y tenemos que focalizarnos en cómo nos incluimos en el mercado mundial”, y destacó “los acuerdos (en negociación) con la Unión Europea, Canadá y Corea que van a permitirnos crecimiento industrial y agropecuaria”.
“Hablamos de la importancia de la lucha contra el narcotráfico. Y de la importancia de la energía renovable, de (los yacimientos hidrocarburíferos de) Vaca Muerta para producir energía barata, del compromiso que tenemos con la defensa de los Derechos Humanos y la democracia y del duro momento que estamos viviendo con nuestros hermanos venezolanos”, añadió para los micrófonos el mandatario argentino.
Recibimiento popular: ¡fuera Bolsonaro!
Movimientos sociales, políticos y sindicales convocaron a una jornada de protesta en Plaza de Mayo en rechazo a la visita del presidente de Brasil., bajo el lema “Argentina rechaza a Bolsonaro. Tu odio no es bienvenido acá”. Fue la nota más colorida de las escasas horas que el mandatario homofóbico, xenófobo, misógino, fascista, se animó a pasar en Buenos Aires.
La multitud se concentró este jueves en la céntrica Plaza de Mayo, con pancartas que marcaban a fuego a la indeseada visita del mandatario brasileño, y carteles alusivos a que ambos presidentes, el argentino y el de Brasil, son títeres manejados por Trump, coreando alternativamente «ellos NO» y «odiosos fuera de aquí».
Por el escenario montado de espaldas a la Casa Rosada, pasaron Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo), el senador y cineasta Fernando «Pino» Solanas y representantes de organizaciones sociales, sindicales y políticas, que junto a grupos activistas de residentes brasileños proclamaron su repudio total a Bolsonaro y su anfitrión.
Norita Cortiñas proclamó varias veces «fuera Bolsonaro, no te queremos aquí» y, como siempre, recordó a los 30 mil desaparecidos por la dictadura militar. Luego de varios discursos y de la lectura de un documento unitario, tocaron varias bandas musicales y cantantes populares de Argentina y Brasil, entre ellos Paula Maffia, Shirlene Oliveira, Kris Alaniz, Valdir Silva, Malena Dalessio y Sudor Marika.
Como dijo desde el escenario la cantante y militante social Malena Dalessio «es necesario tomar conciencia y estar a la altura de las circunstancias» de lo que Bolsonaro y Macri significan. Para echarlos, para liberar a Lula y también para que las gentes de ambos pueblos recuperen la alegría de vivir y no que sus existencias -con estos capitalismos salvajes y estas democracias amañadas que padecen- se conviertan en devaluada sobrevivencia”.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Periodista y politólogo uruguayo, investigador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
PÁGINA 12 9 de junio del 2019 ARGENTINA
Carlos Heller*
En la Argentina de Cambiemos cierran 50 empresas por día. Así lo afirma un comunicado conjunto de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) y de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC). Es decir: si la actual política económica del gobierno es el único camino, como dice el Presidente, entonces hay que esperar el deterioro progresivo del empresariado nacional. Es paradójico: los defensores a ultranza del mercado terminan atentando contra el mercado. Porque no solo quieren un Estado mínimo. También quieren un mercado interno reducido y concentrado. Es mercado contra Estado. Pero, también, mercado contra mercado.
Las pymes son las mayores generadoras de empleo de la Argentina. Por eso, cuando la política económica conduce al debilitamiento extremo de este sector, los que resultan afectados son el mercado interno, la demanda, el consumo y el empleo. Ese único camino del que habla el gobierno nos conduce a un callejón sin salida. De allí que hay que optar por otra ruta, la que nos lleva en la dirección contraria.
El gobierno lo sabe. Porque, cuando comienza a estar presionado por las encuestas y las dificultades electorales, recurre a medidas que ha criticado desde el comienzo de su gestión. Por ejemplo, vuelve a la política de Precios Cuidados (que ahora llaman Precios Esenciales) aunque, tal como ellos la implementan, no funciona, pero intenta parecerse a la del gobierno anterior. También ensaya con las cuotas con interés del 20% del Ahora 12, que no es igual a la iniciativa que se implementó durante la gestión pasada pero que es presentada como similar.
Es decir: la continuidad de su propia política que fracasa es una simulación de la política anterior, que a su vez no toleran. Intentan que se noten menos los efectos que su proyecto produce sobre los argentinos y argentinas, sobre las pymes, las empresas y entidades de la economía social y las economías regionales, entre otros sectores. Continúan por “el único camino” mientras recurren a supuestas políticas expansivas, la mayoría de ellas ficcionales. Se trata de iniciativas que quienes las aplican ni siquiera creen en ellas.
El horizonte dista de ser alentador. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que recoge las proyecciones de consultoras, bancos y otras entidades del sector sobre distintos ítems de la economía y de las finanzas, en mayo la expectativa de inflación para diciembre del 2019 pasó del 40 al 40,3%. En julio del año pasado, esa estimación había sido del 20,6%.
Por otro lado, el mismo REM prevé para fin de año una tasa de política monetaria del 55%, un 5% mayor a la que estimaba hace un mes. Este es un dato importantísimo: la comparación entre la inflación del 40% y la tasa de interés de referencia del 55% (hoy es del 70%) indica la positividad de esta última respecto de la inflación y su consecuente impacto sobre la actividad económica.
El presupuesto vigente aprobado por el Congreso estima un 0,5% de caída del PBI para este año. El REM pronostica un descenso de un 1,5%. En paralelo, el FMI, el Banco Mundial, la OCDE, entre otros organismos internacionales, prevén una caída aún superior. Por eso, vamos hacia una economía más chica con relación a lo presupuestado, con menores ingresos fiscales y, por lo tanto, con más necesidad de ajuste del gasto. Con ello, se agrava el círculo recesivo.
El modelo de subordinación pasiva al orden financiero global está demostrando total incapacidad para generar crecimiento económico y mucho menos aún distribución del ingreso y de la riqueza. Por el contrario, lleva a la desaparición de miles de pequeñas y medianas empresas, al aumento del desempleo, la caída de la demanda y la reducción del mercado interno.
Es en este escenario que APYME y ENAC proponen la discusión de una agenda productiva para lo cual plantean que es necesaria “la confluencia con el empresariado Pyme, urbano y rural, trabajadores, cooperativistas, científicos, estudiantes, profesionales y resto de los sectores perjudicados por el actual modelo”.
Es decir: proponen contribuir a la creación de un proyecto de país en el que los pequeños y medianos empresarios dejen de ser “víctimas” de las políticas económicas para pasar a ser uno de sus protagonistas más importantes. Hoy se les pide a los empresarios que produzcan para un mercado que no existe o que está sumamente reducido. No hay proyecto de país independiente sin empresariado nacional. Tampoco al revés: no hay empresariado nacional sin un proyecto de país independiente. Eso es lo que entendió José Ber Gelbard y eso es lo que se plasmó en el Pacto Social al que hizo referencia Cristina cuando habló de la necesidad de un nuevo contrato social de ciudadanía responsable.
El camino que propone el gobierno es el que favorece a los sectores económicos concentrados locales y globales. El otro camino, el que nosotros impulsamos, necesita de otros actores. Por ello la insistencia en la construcción de una coalición amplia de sectores políticos, sociales y económicos. Es en esa unidad plural y diversa donde los pequeños y medianos empresarios también deben confluir. Hay un proyecto, el del gobierno, en el que no tienen lugar. Hay otro, el de la oposición, en el que su protagonismo es indispensable.
Hay que llegar al Estado para cambiar la dirección de la política económica. Para ello, primero hay que ganar las elecciones. Y, luego, comenzar a impulsar un país con un Estado presente, que defienda la producción nacional, las pymes y las economías regionales, con paritarias libres, con servicios públicos accesibles y con inclusión social y distribución de los ingresos para todos y todas. Un país que impulse la integración regional y la alianza con otras naciones, que aporte recursos a la educación, a la ciencia y a la tecnología y que privilegie el uso racional de los recursos naturales, entre otras políticas troncales.
Se trata de un país para todos en contraposición al proyecto del gobierno en el que entran unos pocos. Un país en el que se multipliquen las pymes en lugar del actual, donde medio centenar cierra todos los días.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Presidente Partido Solidario.
EL QUINTO PATIO 20 de mayo del 2019 GUATEMALA
Carolina Vásquez Araya*
“…Pensaron que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza”.
(Camus)
Sísifo fue sentenciado por los dioses a cargar una enorme piedra hasta la cima de la montaña, desde donde ésta volvería a caer por su propio peso para que Sísifo nuevamente la cargara y así, repitiera su castigo hasta el infinito… Un mito cuya lección habla de lo absurdo del esfuerzo sin perspectivas; como una maldición convertida en el leit motiv de la vida moderna, en donde millones de seres humanos repiten la historia (sin conocerla) en un círculo vicioso de esfuerzo y fracaso gracias a un sistema impuesto por otros dioses, los del Hades corporativo cuyas decisiones son inapelables.
Esto trae a mi mente el estrecho callejón de las decisiones políticas en un país castigado sin tregua y transformado en el ejemplo más ilustrativo de cómo se repite la maldición una, y otra, y otra vez. Guatemala está a punto de celebrar –si acaso es posible llamar celebración al doloroso proceso de elegir autoridades sin muchas opciones de cambio- las elecciones para presidente, diputados y alcaldes. En un proceso marcado por las trampas sembradas en todos los pasos de la ruta institucional, una vez más la población se enfrenta a la devastadora perspectiva de elegir a quienes no solo han legislado para beneficiarse del poder, sino además se han apoderado de la voluntad de jueces y magistrados en su afán de perpetuar su reino de la corrupción.
Guatemala es ejemplo para el mundo de lo que no debe ser. Las sólidas alianzas entre empresarios, militares, políticos y cárteles de narcotráfico y de trata de personas han tejido redes inexpugnables alrededor de las altas cortes y, de ese modo, con la abierta complicidad de algunos medios de comunicación –la televisión abierta a la cabeza- manipulan y engañan a su gusto a una ciudadanía indefensa y empobrecida hasta el extremo de la más profunda miseria.
En el escenario de opciones, sin embargo, han surgido movimientos de oposición liderados por ciudadanos capaces, honestos y conscientes del momento histórico que atraviesa el país. Muchos de ellos han experimentado en carne propia la profunda impotencia de encontrarse –como Sísifo- acarreando la piedra hasta la cima de la montaña para verla, nuevamente, caer. Pero también han comprendido que con ese esfuerzo y quizá con el concurso de otros como ellos, sea posible conjurar la maldición de ver a Guatemala sumida nuevamente en el círculo vicioso de la corrupción y del sistema colonialista impuesto por un empresariado miope y codicioso, capaz de cualquier abuso con tal de conservar sus privilegios.
La unión, por lo tanto, es imperativa en el momento actual. Un frente unido de esa gran masa ciudadana cansada de la corrupción y de los excesos del poder, es el único camino para anular el castigo histórico que ha llevado a un país rico y próspero hasta lo más profundo del subdesarrollo político, social y económico. Un movimiento colectivo de rechazo al sistema actual y a las organizaciones criminales que lo lideran debería dar el golpe de timón definitivo, llevando al poder a ciudadanos capaces de retomar el rumbo de una institucionalidad sólida y un respeto irrestricto al estado de Derecho. Sin embargo, eso dependerá de la voluntad decidida de abolir los personalismos, las ambiciones propias y las divisiones ideológicas. Además, de echar abajo los prejuicios racistas y comprender que solo la unión de las fuerzas vivas y positivas de la nación puede levantar la roca y colocarla, firme y sólida en la cima de la montaña, para iniciar una nueva era.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
*Periodista, editora y columnista chilena radicada en Guatemala.
REBELIÓN 20 de junio del 2019 ESPAÑA
Entrevista a María de Lourdes Santiago Negrón, vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño
Rafael Rodríguez Cruz*
Conversamos de manera franca con María de Lourdes Santiago Negrón, vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), acerca de temas amplios que nos revelan su personalidad y las raíces profundas de su compromiso con la libertad de Puerto Rico. Exploramos su conexión con la cultura puertorriqueña; lo que la inspira; su visión del feminismo y las luchas de la mujer boricua; el impacto personal del huracán María; la temática étnica y racial de Puerto Rico; la necesaria unidad del independentismo y la importancia de las consignas.
Conexión con la cultura boricua:
Eres oriunda de Adjuntas, un pueblo de mucha tradición agrícola, de una belleza natural cautivante y considerado por alguna gente como la cuna del modernismo literario puertorriqueño. ¿Cómo se refleja todo eso en tu personalidad?
Es distinta la crianza de pueblo pequeño, y con la adultez va llegando una nostalgia de ese sentido de comunidad, tan ajeno al área metropolitana. Y te digo en la adultez porque de jóvenes todos —o casi todos— queríamos salir de lo que en la adolescencia a una le parece una pequeñez que asfixia.
Hace poco murió mi mamá, que fue una maestra queridísima en el pueblo, y en esos días hablé con tanta gente a la que hacía tiempo no veía, me enteré de noticias buenas y malas, y, de verdad, aunque suene medio cursi, hay algo reconfortante en regresar a ese sentido de origen, de relación única con el lugar de donde se salió.
Esa sensación de que en cada esquina hay un recuerdo, una conexión con algo. Qué sé yo, entrar a la farmacia que ahora pertenece a una amiga de la infancia, cuya familia queremos mucho en casa, y recordar que en esa farmacia, cuando era de los Figueroa —también amigos— era en la que me compraban los paquines (ya nadie les dice así, ahora son comics), no se sé si te acuerdas, que venían tamaño Avestruz, Águila y Colibrí.
Los publicaba en México la editorial Novaro, Sociedad Anónima. De chiquita, yo me preguntaba cómo era eso de una sociedad en que no se sabía quién era quién, porque era anónima... Cosas así.
¿Podrías compartir algunas anécdotas poco conocidas de tu infancia o juventud en el pueblo de Adjuntas?
Resulta que desde pequeña, yo declamaba. Me aprendía los poemas de aquellas publicaciones de Educación para la Comunidad y de los Cuadernos de Poesía del Instituto de Cultura, ilustrados tan maravillosamente por los grandes artistas gráficos de la época, y de los libros de la Editorial Salvat, que se compraban con ofertas de los Supermercados Grand Union. Y algunos libros que compraba mi papá, como La Juventud de Luis Muñoz Marín.
Porque mis papás son populares, pero lo que se dice del corazón del rollo. Mami sufrió la muerte de Luis Muñoz Marín como quien pierde a un padre. Así que imagínate, ¿cómo no poner a la nena a recitar Panfleto de Muñoz Marín cuando Miguel Hernández Agosto está de visita en casa de la familia Panelli? Y ahí estaba yo, como con diez años: «He roto el arcoriris contra mi corazón / como se rompe una espada inútil contra una rodilla». ¡Y esa espada inútil que decía Muñoz es la causa por la independencia a la que he dedicado mi vida!
¿Cuándo te sentiste independentista por primera vez? ¿Cuál fue la reacción de tu familia?
Creo que soy independentista desde que tengo algo de conciencia política, a principios de la adolescencia. Yo siempre he tenido mucha influencia de mi hermana Carmen, y estaba en octavo grado cuando ella fue a la UPR, justo para la huelga estudiantil del 1981. Una tarde, están mis papás viendo las noticias y ahí aparece mi hermana, corriendo por las calles de Río Piedras con sus compañeros y la policía detrás de ellos. ¡Aquello fue terrible en casa! Así que cuando poco tiempo después, a mí se me cae el bulto de la escuela y, casi en cámara lenta, como en las películas, cae en primer plano El Diario del Che en Bolivia, que yo escondía con tanto cuidado, para mis papás fue como si les dijera que dejaba la escuela para fugarme con el circo o algo así. Cuando Carmen y yo fuimos por primera vez funcionarias de colegio del Partido Independentista, mami estuvo días sin hablarnos.
Y no podía ser de otra manera. Mis papás fueron criados por sus madres —no existía pensión alimentaria ni nada de eso— en condiciones de gran pobreza. Mi abuela paterna, Fina, fue de las fundadoras en Adjuntas del Partido Popular. Ella era costurera en una de las fábricas de Fomento. Mi abuela materna, que nunca aprendió a leer, pero realizaba operaciones matemáticas a la perfección, tenía un colmadito. Papi y mami fueron los primeros de sus familias en ir a la Universidad.
Para ellos, la salida de la pobreza fue gracias a Muñoz. Son populares porque sienten esa gratitud, esa deuda, y eso yo lo respeto. Y porque vivieron los tiempos de la gran persecución contra los independentistas. Mi mamá me contaba, como si lo hubiera visto, cómo se llevaron presos a todos los independentistas de Adjuntas cuando ocurrió la Revolución Nacionalista de 1950. Con el tiempo, me han apoyado enormemente, y sé que se sienten orgullosos… Y sigo hablando de ellos en plural y en presente, porque me cuesta lo que sería la admisión gramatical de que mi madre ya no está.
Fuentes de inspiración: ¿Quisiste ser siempre abogada o contemplaste alguna vez otra profesión?
¡Para nada! Yo lo que siempre quise ser fue maestra, como mi mamá. Me gradué del Departamento de Drama de la UPR, con créditos en Educación. Entré a la Escuela de Derecho porque pensaba que era la única opción que tenía en ese momento. Para mí fue un gran choque. En Humanidades, donde había gente de todos lados, no era tan evidente la distinción de clases.
Aun así, ha sido el grado en Derecho el que en buena medida ha dirigido mi vida —para bien, creo. Por ejemplo, para mí fue determinante mi primer trabajo como oficial jurídico del juez Jorge Segarra. Era un hombre extraordinario, con un auténtico sentido de justicia; el único independentista nombrado por Hernández Colón al Tribunal Apelativo que, una vez llega Pedro Rosselló a la gobernación, fue convertido en una «Unidad Especial» que básicamente atendía los casos administrativos que sobrecargaban al Tribunal Superior. Pero eso nunca pesó en el ánimo del juez Segarra.
Trabajábamos cada caso como si el balance cósmico dependiera de cada sentencia. Y ser abogada ha sido importantísimo en mi desarrollo político. Hay temas, como el de educación especial —que me toca de cerca como madre—, que he podido entender más cabalmente llevando o asistiendo en litigios. Cuando Vieques, podía visitar a nuestros desobedientes presos porque era una de sus abogadas. Pero me quedé con esa espinita de no haber sido maestra. Creo que por eso disfruto tanto el visitar escuelas y el recibir estudiantes.
¿Cómo compaginas tu vida personal, particularmente de madre, con tus numerosos compromisos políticos?
No se puede cumplir con todo. Siempre algo sufre. Me ha costado mucho admitirlo porque nuestra generación está programada para asumir todas las responsabilidades, para ser supermujeres. Pero no hay día en que no sienta el agobio, la angustia, de tener que escoger entre una u otra responsabilidad. Mi hijo nació en febrero de 2004, cuando me postulé por primera vez para el Senado. Estuve haciendo campaña por toda la isla hasta dos semanas antes de parir, y a las seis semanas, justo el día que me reintegraba, hubo que hospitalizar a mi hijo, y se trastocó todo el calendario de campaña.
Una vez, antes de una caravana en Mayagüez, me eché a llorar en pleno comité porque José Julián, que tendría unos seis meses, estaba con un ataque de asma y yo no podía estar con él. Aún hoy, que ya tiene quince años, me pesa mucho no poder dedicarle tanto tiempo, como lo hacen otras madres, porque siempre hay alguna reunión, una actividad, un trabajo que terminar, algún lugar en el que hay que estar. Creo que es algo que sufren todas las madres trabajadoras en alguna medida, no solo las que estamos en política.
Una trata de consolarse pensado en que lo que cuenta es el quality time o que las cosas que hacemos las hacemos por ellos. Pero el cálculo no es tan sencillo. Y claro, también pasa a la inversa. Si cancelo una reunión o no llego a una vista pública, o falto a una actividad porque necesito estar con mi hijo, quedo mal yo, queda mal el Partido. Así que esa compaginación, me parece que no es plenamente alcanzable. Todos los días se escoge. Todos los días se paga un precio de uno u otro lado.
Eso sí, estoy muy clara. Para mí la política es un imperativo moral. Creo que no podría no estar en política. Hay días grises, claro. Pero eso no dura. Lo que persiste es la convicción de que hay que hacer cosas para mejorar el reino de este mundo. Y para mí, eso es mi trabajo desde el Partido Independentista.
De todos los problemas que se viven en Puerto Rico, ¿hay alguno que te mueva más que los demás, que sea, por alguna razón, tu mayor inspiración para luchar?
La educación pública. Estudié toda la vida, desde kinder hasta Derecho, en el sistema público, que es —o debe ser— el gran democratizador de una sociedad. Y en particular, la educación especial. Una sociedad se mide por la forma en que trata a sus más vulnerables, y en Puerto Rico, esos son nuestras niñas y niños con diversidad funcional. Pero a la gente en el poder, sencillamente, no les importa. Lo que tienen de humanidad no les da para entender lo que significa diversidad, integración.
La estrategia es tirar a los niños a pérdida. Y, claro, el sector de las familias con niños de educación especial es uno difícil de movilizar para reclamos políticos. Por el miedo, por lo abrumadoras que son sus vidas, por la falta de esperanza. Hace un tiempo, ayudamos a una niña que estaba en salón a tiempo completo, donde se segrega a los niños con diagnósticos más severos, solo porque era sorda. No tenía ninguna deficiencia intelectual, nada. Y allí estaba, contando del uno al diez porque es lo único que le enseñaban.
En otra ocasión, conocí a una adolescente ubicada también en salón a tiempo completo porque no aprendía a leer. Llegó a una maestra que le enseñó a leer en par de meses, y ya la niña estaban tan adelantada que tomaba preálgebra con la corriente regular. Quería entrar a la vocacional para estudiar cosmetología, pero el Departamento no la dejaba porque en salón a tiempo completo no se dan notas y, claro, no tenía promedio para entrar. Son cosas absurdas. Crueles.
No se necesita reinventar la rueda para que eso cambie. Pero se necesita sensibilidad, capacidad; y esos son bienes escasos en los altos niveles del Departamento de Educación.
Feminismo: Perteneces a varias iniciativas que destacan el importante papel de la mujer en las luchas sociales y reivindicativas de Puerto Rico ¿te consideras feminista? A tu juicio, ¿qué podría significar el que se le exija ser “simpática” a una candidata política?
Feministas debemos ser todas y todos. Y no deja de molestarme a un nivel muy visceral, muy instintivo, la necesidad de la etiqueta para definir la idea tan básica, tan humana, de la equidad. Todos los días, en todas las instancias, siguen vivas y fuertes costumbres amarradas a la desigualdad. Desde la distribución de las responsabilidades domésticas (lo más cercano a todas) hasta la paga en producciones hollywoodenses (en ese mundo lejano a la vida de la mayoría).
Y pasan los años, las décadas, y el debate sobre la violencia hacia la mujer sigue dando vueltas, con avances lentos, muy lentos. Matan a una, matan a diez, y el tema de perspectiva de género en las escuelas sigue de balón político. Y entonces es malo si las mujeres detienen el tráfico en el expreso, si se plantan frente a la Fortaleza, si grafitean.
Creo que si en un asunto se puede decir que las vías de la legalidad se han quedado cortas, es en el de la equidad de género. Y cuando añadimos —y creo que siempre hay que añadirlo— la institucionalización del discrimen, del odio, hacia las comunidades LGBTT; oye, si no da una rabia inmensa, es que no corre sangre por las venas.
Entonces vamos a tu otra pregunta, la de la simpatía. Creo que alguna gente y algunos medios equiparan lo de simpatía a bailar y cantar por ahí o a compartir cosas muy íntimas de la familia. No es que esté mal quien lo haga; es que esa no soy yo. Si el precio para lucir «simpática» es crear un personaje, no me apunto para esa.
Además, creo que todavía sigue la idea de que las mujeres tienen que ser dulces y tiernas. Mi discurso político no es dulce y tierno. Yo hablo desde la perspectiva de quien ve y denuncia la injusticia, la incompetencia, la insensibilidad, la sinrazón.
Si pudieras cambiar de un tirón un aspecto del machismo boricua, que atrase la lucha independentista, ¿cuál sería?
Creo que en el independentismo existe una conciencia mayor del tema de género que en otros sectores, pero no sería realista decir que estamos exentas del machismo. Un ejemplo muy puntual: es más frecuente que una compañera invoque sus responsabilidades familiares como razón para, digamos, no aceptar una candidatura o un puesto de liderato, que el que lo haga un varón.
Estamos en el punto en el que muchas de las reivindicaciones que nos quedan por alcanzar a las mujeres están más allá de lo legislable o reglamentable. Para mí, es fundamental avanzar en la igualdad en el entorno familiar y doméstico; ahí falta mucho aún, por no hablar fuera del independentismo, en la política de las mayorías, donde tantas mujeres se prestan a ser gatilleras de la desigualdad.
El huracán María y la lucha por la independencia: ¿Cómo te afectó a ti y a tu familia el huracán? ¿Cuál fue la reacción de tu comunidad cercana a la escasez de agua, comida y energía eléctrica? ¿Tienes alguna anécdota que quieras compartir?
Justo después de Irma, antes de que anunciaran María, salí de viaje y no pude regresar hasta que reabrieron el aeropuerto, así que quedé con algo de sentimiento de culpa por no estar esos primeros días. Yo no sufrí pérdidas importantes en mi apartamento. Estuvimos sin luz, hasta finales de noviembre, y en el edificio en que vivimos no hay planta; pero eso es poca cosa. Mi hermana la pasó muy mal; el huracán le destrozó el apartamento y como tanta gente, pasó horas guarecida en un clóset. Mis papás no sufrieron grandes daños, pero la precariedad de la falta de agua y luz, la interrupción de la normalidad, aceleró el desarrollo del alzhéimer en mi mamá. Tuvo las últimas conversaciones coherentes para esas fechas.
Cuando con compañeros del partido comenzamos a llevar ayuda a distintos pueblos, lo más chocante fue la incapacidad del Estado para atender comunidades que no eran nada remotas. Estuvimos con una familia en Caguas, a 15 minutos de la autopista, hacinados en una casita de dos habitaciones con ventanas de tablas que se amarraban con soga, no por el huracán, sino de siempre. En Maricao, la policía trató de disuadirnos de que llegáramos a Indiera Alta porque «era una carretera de muchas curvas». En Vieques, llevamos casa a casa, en la comunidad Lucila Franco, comida, agua embotellada, filtros de agua, pañales para bebés y adultos, repelentes de mosquitos, antes de que el alcalde los visitara.
Creo que a todos nos impactó cómo en la desgracia, el país buscó refugio en la nacionalidad; tanto así que en WAPA Radio me entrevistaron varias veces preocupados por que el despliegue de banderas de Puerto Rico llevara a los Estados Unidos un mensaje de ingratitud. El cinismo de la respuesta estadounidense ha provocado un fortalecimiento en el sentido de identidad nacional; pero falta transformar ese instinto en un ejercicio de reivindicaciones políticas.
Esa es la tarea por hacer del independentismo, con la gravísima dificultad de que demasiadas cosas dependen de circunstancias fuera de nuestro control. Sobre las que sí podemos controlar, me parece que hay que hacer un trabajo mucho más eficiente en Estados Unidos ahora que se ha despertado el interés por Puerto Rico. Hay que llegar a los sectores progresistas encandilados con la idea de la anexión y hay que establecer relaciones más firmes con la diáspora.
¿Afectó el huracán María la visión general que se tenía del lugar de la mujer en la sociedad puertorriqueña? ¿Qué retos ha traído para la lucha independentista el huracán María y sus secuelas?
El huracán y sus secuelas nos han traído recordatorios importantes sobre las muchas manifestaciones de la forma desigual en que se percibe a la mujer. Muchas de las iniciativas de reconstrucción en las comunidades han surgido y se han mantenido por mujeres. Pero, mientras por un lado se reconoce ese trabajo, por otro se ataca de forma virulenta a las mujeres del documental After María y a lo que ellas representan. Se da una solidaridad selectiva, anclada en el echapalantismo cultivado por la publicidad corporativa. Porque no solo es el tema del género; es el tema de clases, que es el más duro.
Visión del sureste: Es común verte en las manifestaciones y luchas de las comunidades pobres y negras del sureste de Puerto Rico, ¿crees que es correcta la visión de muchos habitantes del sureste de que se trata de una región victimizada por sus fuertes raíces negras?
Mi compañero Orlando Flores es de Arroyo y está muy involucrado en la lucha contra las cenizas. En estos días me comentaba que él sentía que el tema de la negritud en Puerto Rico se ha querido confinar, que mucha gente no percibe a las comunidades de Arroyo, de Guayama, como comunidades negras, en la forma en que se perciben otros sitios, como Loíza. Las razones para eso son complejas, pero, volvemos: igual que con el género, no se puede desvincular la raza del tema de clase.
En todas las barbaridades ambientales, ves cómo la gente pobre es la que sufre. Peñuelas es el mejor ejemplo: la planta de ácido, la CORCO, la quema de neumáticos, el asbestos, el depósito de cenizas. Todo alrededor de las comunidades pobres como Tallaboa y Encarnación.
En Puerto Rico nos cuesta asumir el racismo, aceptar que existe. La idea es, por un lado, que si no hay linchamientos en las calles, la cosa no está tan mal y, por otro, que, como al fin y al cabo aquí blanco, blanco, no es nadie, pues entonces no podemos ser capaces de ser racistas. Ambas nociones están mal.
Si es así, ¿qué espacio debería de crearse en la república para este tipo de reivindicaciones culturales y étnicas?
Como en tantas cosas, hay que empezar por nuestra historia: quién y cómo la cuenta, qué está y qué se ha dejado fuera de los libros de texto de las escuelas. El diseño de cómo eso se debe materializar debe ser producto de un ejercicio amplio; pero sí me atrevo a decir que, como mínimo, se impone una revisión de las políticas de promoción cultural, de cómo han servido para la negación de parte de nuestra identidad.
Diáspora: ¿Tienes lazos familiares con la diáspora? Háblanos de tus experiencias con grupos boricuas en lugares como el Bronx y los barrios de Chicago. ¿Qué particularidades culturales, si alguna, has aprendido de las luchas boricuas en Estados Unidos?
Varios hermanos de mi mamá emigraron hace mucho a Estados Unidos. En los últimos tiempos, se han ido amigos y, sobre todo, hijas e hijos de amigos. El PIP tiene un comité en Nueva York, que ha sido importantísimo en la formación del Frente Independentista Boricua; pero nos hace falta consolidar nuestro vínculo con la diáspora, sobre todo en lugares como Florida, Chicago, Filadelfia.
La primera vez que estuve en Nueva York para trabajo político, me impresionó la solidez de la identidad nacional boricua en jóvenes que nunca habían vivido en Puerto Rico. Creo que es importante también entender las diferentes circunstancias de las diferentes generaciones de la diáspora. Por ejemplo, los jóvenes que se han ido como parte del exilio económico de la última década tienen su historia particular.
En el pasado, existió un vínculo muy fuerte entre el independentismo en la diáspora y otras luchas de reivindicación en Estados Unidos, como las de los negros. A mí me emocionó muchísimo el episodio que filmó en Puerto Rico Spike Lee para su serie de Netflix "She's gotta have it". La escena de los niños en bicicleta, el himno revolucionario, el final con el mensaje de don Pedro... Hay espacio para muchas cosas, y los tiempos llaman a crear nuevos lazos.
Unidad: En todas las marchas y protestas de los últimos meses, es visible un aire de unidad, en particular entre la juventud. ¿Eres optimista respecto a la unidad de este pueblo frente al coloniaje? ¿Cuán importante es, en tu opinión, la unidad del independentismo en la coyuntura actual?
Los medios se han ocupado de generar una impresión falsa, desproporcionada, de la relación entre los movimientos independentistas. Claro que tenemos diferencias entre nosotros, pero ni de lejos llegamos a ese odio envenenado que públicamente se expresan las facciones del Partido Popular o a las intrigas e insultos dentro del PNP. En este momento, en el PIP participamos de varias iniciativas unitarias. El año pasado, por ejemplo, convoqué a un grupo de mujeres, de distintas organizaciones o no afiliadas, para conmemorar el centenario de Lolita Lebrón, y así nació Las Lolitas en su Centenario, que ha sido una gran experiencia para todas.
Como en todo proyecto político, hay que partir de iniciativas concretas. Entonces, en la medida en que no contamos con una ruta de escape absolutamente clara, para salir del encierro colonial, es más difícil señalar un camino único. Pero sí tengo esperanzas. Hablamos de “organizaciones”, pero de lo que se trata es de gente. Con muchas personas que no militan en el PIP, yo tengo una relación de genuino afecto y respeto. Y creo que con los cambios de circunstancias que se pueden atisbar ya, esos vínculos entre nosotros tendrán efectos importantes.
Consignas: Una de las consignas más efectivas de tu campaña para gobernadora en 2016 fue la de «A la junta, ni un vaso de agua». Recientemente se te escuchó otra consigna: «A este país hay que revolucionarlo». ¿Puedes hablar un poquito de esto? ¿Se trata de una evolución de tu pensamiento?
Pues ese sería un buen lema: «La evolución es la revolución». Todo el mundo habla y celebra revoluciones: la revolución tecnológica, la sexual, la musical. Es con la idea de revolución política que tienen problemas, por la asociación con la violencia, con la lucha armada. Pero la revolución no es sólo George Washington destripando gente en nombre de la independencia de Estados Unidos.
El carácter de revolucionario no lo determina el medio, sino el fin, y nuestra única salvación es la transformación absoluta de un sistema de inferioridad política, de injusticia económica, de opresión, de inequidad. Eso tiene un nombre: revolucionar al país. Si algo ha quedado claro en estos últimos años es que no basta con el reformismo que proponen por ahí; el reformismo es parte del libreto colonial. No es «buscar un gobierno limpio», «llevar ayuda a los necesitados»; es sacar del medio al sistema que vive de esa corrupción y esa pobreza.
Nuestra patria ha sobrevivido a la invasión del país más poderoso que ha conocido la humanidad. Tras 122 años de coloniaje, nuestra identidad persiste. Ese es un auténtico milagro político. No es teoría, no es elucubración sociológica. Es gente de verdad a la que se le acelera el pulso gritando «Yo soy boricua, pa' que tú lo sepas». Hay que ser muy cínico o estar muy cansado para no ver señales de esperanza. Está en la gente vieja que no se quita y en los jóvenes que se levantan. Está ahí, la posibilidad real, el imperativo moral, la urgencia, de revolucionar al país.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Jurista y periodista puertorriqueño.
REBELIÓN 7 de junio del 2019 REBELIÓN
Cristóbal León Campos*
Señor Donald Trump:
Sirvan estas líneas para expresar inequívocamente el rechazo total y consciente a las políticas de confrontación, racismo, discriminación, explotación, injerencia imperialista y claro genocidio que Usted representa y practica, los pueblos del mundo no buscamos la guerra como Usted lo hace ni pretendemos imponer a otros la forma particular que nos caracteriza al entender e interpretar el mundo.
La humanidad con toda su diversidad y riqueza busca sobrevivir frente a las condiciones de violencia y opresión que durante siglos gobiernos como el suyo han impuesto, dividiéndonos con fronteras y nacionalismos sustentados por el odio y el culto al fanatismo, separándonos en clases sociales que se confrontan como sostén del sistema capitalista que por naturaleza y origen es inhumano.
Las voces que hoy alzamos para rechazarle a Usted en todo el mundo, son las mismas que alzamos para denunciar y resistir el constante deseo de exterminarnos que ha guiado la política de su país desde su constitución como nación convirtiéndola en el imperio que ahora se desquebraja y que Usted dirige, sabemos muy bien que al escribirle lo hacemos también a quienes le precedieron y a quienes acompañan y aplauden sus medidas, ya sea porque estén gobernando alguna otra nación imperialista o lacaya, o ya sea porque simplemente disfrutan el sabor cruel de la codicia.
La violencia con que Usted busca imponer su forma de ver el mundo, sus intereses y los del imperialismo estadounidense, es la misma violencia que ha invadido a nuestros países, que nos ha hecho por muchos años dependientes, que ha impuesto dictaduras y condenado al dolor a millones de seres humanos, no crea que hemos olvidado los asesinatos ni las desapariciones forzadas, mucho menos la tortura y la represión aún hoy presente, seguimos buscando los fragmentos y los rostros que nos arrancaron en nombre de eso que con todo el cinismo posible llaman “democracia y libertad”.
Señor Trump, no viene usted a sembrar el miedo ni el pánico, no viene a tampoco a procurarnos la desolación, nuestros pueblos se forjaron al calor de la batalla, en la lucha por la independencia y la soberanía, esas grandes hazañas guiadas con la luz de Simón Bolívar, José Martí, Sandino, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, San Martín, Fidel Castro y el Che Guevara entre muchos otros hombres y mujeres, son las conquistas que hoy busca Usted con sus aliados arrebatarnos para convertirnos en nuevas colonias y saquearnos, sobre-explotarnos y destruirnos.
Es Usted el símbolo de la muerte, representante de los cuatro jinetes del apocalipsis. Desea doblegar nuestra dignidad con amenazas, con golpes de Estado, con intervenciones militares, con propaganda vulgar generada por las grandes corporaciones mediáticas a su servicio; al servicio del capitalismo. ¿Por qué se empeña en sofocar a pueblos libres y soberanos como Cuba y Venezuela con bloqueos económicos genocidas? ¿Por qué si por todo el mundo y a lo largo de la historia de su nación han pregonado ser los defensores de las libertades y la democracia insisten en intervenir en países que viven verdaderos procesos democráticos emanados de sus pueblos como sucede en Venezuela? ¿Por qué les duele tanto la libertad y la soberanía de las naciones latinoamericanas? No somos ingenuos, Usted no se cree su propio discurso, sabe muy bien lo que hace y quienes le acompañan también lo saben, a ustedes la historia no los absolverá de nada, muy al contrario, la historia los condenará por todos sus crímenes de lesa humanidad y todo el daño que han causado al planeta y a las culturas, nosotros, lo pueblos sabremos resistir como lo hemos hecho desde siempre. Usted, señor Trump, nunca conocerá el verdadero significado de las palabras dignidad, justicia, solidaridad, amor y paz, pues Usted y quienes le acompañan representan en su totalidad absolutamente lo contrario: son los agentes provocadores de la crisis que vivimos.
¿Por qué se empeña en discriminar a los inmigrantes mexicanos y centroamericanos? Parece disfrutar enjaular a los niños y separarlos de sus padres sabiendo el daño que se les causa, fomenta con sus discursos de odio y racismo la persecución y el asesinato de inmigrantes en la frontera de su país, sabe muy bien de los grupos extremistas que armados patrullan la línea divisoria de las dos Américas. Resulta necesario reconocer que a pesar de que nuestros pueblos no buscan las divisiones y reconocen hermandad en quien les tiende la mano de la concordia, es imposible no reconocer que sigue siendo justa la distinción de Martí al hablar de la América sajona y de Nuestra América, pues por un lado está la América imperialista que busca imponerse, pisotear y dominar sin importar las formas para lograrlo y, por el otro lado, la América nuestra que se edificó de la tragedia misma y que de ella resurgió para redefinirse en lo que somos; un conjunto de pueblos hermanados por la historia y por nuestra realidad compartida.
¿Por qué pretender amedrentar al pueblo y gobierno de México mediante medidas económicas como la imposición de aranceles a los principales productos comerciados? ¿Acaso en verdad ignora usted el daño que han causado las políticas capitalistas en toda Latinoamérica obligando a millones de seres humanos a abandonar sus lugares de origen? ¿Ignora usted que es precisamente su país, los Estados Unidos, quien ha difundido, promovido e impuesto esas políticas a través de las prácticas ya descritas? ¿Desconoce Usted que la migración que se observa en América Latina en su mayoría es de carácter económico resultado de la precariedad y sobre-explotación humana y de los recursos naturales? No señor Trump, no puede engañarnos, Usted es consciente del daño que han causado y lo oculta con el descaro propio de un tirano.
Señor Trump, no somos ignorantes de nuestra historia aunque pretendan robarnos la memoria, sabemos quiénes y cómo se ha generado la crisis ecológica y humana que padece el mundo, sabemos en carne propia lo que significa la palabra imperialismo, sin importar que con grandes sumas de dinero implanten en las universidades del continente líneas de pensamiento enajenante que buscan negar la verdad. No hay forma de ocultar lo que se observa tan claramente en las llagas aún abiertas de Nuestra América, sabemos que el imperialismo significa devastación y que Usted es por ahora el dirigente. Su deseo como de quienes le acompañan y aplauden es vernos de rodillas, callados y sometidos. Es verdad que en nuestras propias patrias hemos tenido y tenemos cómplices del imperialismo, hay quienes prefieren el brillo falso del alago que el sincero resplandor del origen humilde, pero a pesar de ellos, nuestra dignidad está intacta.
Señor Trump, seamos claros, la única forma de frenar la migración por causas económicas es la erradicación del capitalismo y desde luego del imperialismo, pero además, no olvide jamás que la migración es un derecho humano y es obligación de los pueblos defender sus derechos. La soberanía de nuestras naciones no se negocia, se respeta y se asume. A lo largo de la historia se ha demostrado que los imperios se derrumban y los pueblos se erigen por sobre sus ruinas, nuestras naciones desean la paz, pero eso no significa ni significará jamás que permitiremos ser sometidos, ninguneados y humillados.
Señor Trump, exigimos el fin del hostigamiento, el fin de las amenazas y violaciones de los derechos humanos que el imperialismo estadunidense comete en todo el mundo, exigimos el fin de los bloqueos económicos y las medidas genocidas, el fin de toda injerencia imperialista de los Estados Unidos en Latinoamérica y en el mundo, exigimos respeto a nuestras naciones y culturas, respeto a la vida humana y a la naturaleza, respeto a su propio pueblo, un pueblo hermano alejado en muchos sentidos por las políticas y los discursos que ponderan la soberbia en vez de la armonía.
Es tiempo ya de dejar atrás las guerras, invasiones y golpes de Estado, es el tiempo de las naciones y las culturas libres, autónomas, soberanas y autodeterminadas, es el tiempo de poner fin a los imperios y dar paso al gobierno de los pueblos.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
*Escritor e historiador, editor de Disyuntivas Cuaderno de Pensamiento y Cultura.
POR ESTO! 10 de junio del 2019 MÉXICO
Pedro Díaz Arcia*
El mundo “revuelto y brutal” en el que vivimos no puede limitar, mucho menos impedir nuestra lucha por principios elementales de respeto a la igualdad, considerando el concepto en su dimensión multifacética. La ola de ultraderecha que se ha entronizado en el poder en numerosos países ha empeorado la vida de millones de seres a los que se les persigue y castiga sin otro fundamento que el odio por razones políticas, religiosas, o de otro carácter. Por supuesto, santificado por el cuño del sistema vigente.
Es indignante conocer que en Gran Bretaña, estrecha aliada de Estados Unidos cuyo gobierno estimula los sentimientos de odio, niños de 10 años estén blanqueando su piel para evitar abusos racistas o incluso la muerte. Entre el 2017 y el 2018, se produjeron más de 10 500 delitos de este tipo, según la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad con los Niños del país anglosajón.
Mientras, la polarización de las riquezas hace posible que los multimillonarios podrían gastar hasta un millón de dólares al día sin que se agotaran sus finanzas en 200 años. En este desbalance global los pobres no pueden administrar sus destinos.
José Carlos Mariátegui, fundador del Partido Comunista de Perú, afirmó: “Cuando sobre los hombros de una clase productora, pesa la más dura opresión económica, se agrega aún el desprecio y el odio de que es víctima como raza, no falta más que una comprensión sencilla y clara de la situación, para que esta masa se levante como un solo hombre y arroje todas las formas de explotación”.
Pero el mundo es otro, con un acelerado desarrollo científico, industrial, tecnológico y cultural como nunca antes, que obliga a un ajuste programático de una ideología que pretende un cambio radical del sistema vigente. En realidad, los cambios estructurales han estado presentes en el paso de una formación socio-económica a otra; por lo que tampoco implica lanzar por la borda la fidelidad a un ideario.
Los cristianos fueron lanzados a los leones hace siglos y, actualmente, existe una crisis en el seno de la Iglesia Católica por los abusos sexuales de sacerdotes sin escrúpulos, pero ni antes ni ahora los creyentes han renunciado a su fe; los coptos, hoy, mueren incendiados en templos árabes y no abandonan su sitial; los islámicos no renuncian al Corán por la aberrante interpretación que hacen de su prédica los yihadistas; en fin, quienes suscriben una determinada ideología, sin fanatismo, no la abandonan cuando aprieta el yugo.
Sin embargo, es difícil visualizar una solución global de tal magnitud en la coyuntura actual. El quid de la cuestión podría radicar en ¿cómo unir la diversidad de agrupaciones políticas y sociales de naturaleza progresista, que rompen lanzas en favor de los desprotegidos, si a veces no existe la capacidad, o falta la voluntad para zanjar diferencias salvables y subordinarlas al objetivo principal de transformar la sociedad?
La respuesta no se adquiere en una oferta del “Buen Fin”.
Quizá lo peor es que la ideología transformadora habita hoy en una Torre de Babel en la que se cruzan las lenguas sin entenderse.
Una vanguardia revolucionaria, a veces diluida en la entelequia de un lenguaje enrarecido por la retórica que no dice lo que debe o trafica con la verdad, no está a la altura de su papel en la historia. Además, no puede prestarse a callar ante quienes tratan de aletargar la conciencia social y dificultar el ejercicio de separar la paja de la semilla…para aquellos que realmente buscan el grano.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Investigador y analista político cubano.
BBC 9 de junio del 2019 REINO UNIDO
Guerra comercial: cómo Rusia y China están reforzando
sus lazos a "un nivel sin precedentes" como respuesta
a Estados Unidos
sus lazos a "un nivel sin precedentes" como respuesta
a Estados Unidos
En menos de medio siglo pasaron de enemigos en guerra a "mejores amigos".
En marzo del 1969, las tropas chinas y los ejércitos de la antigua Unión Soviética se enfrascaron en una cruenta batalla fronteriza que duró meses y marcó por más de dos décadas las relaciones entre los dos países.
Más de 50 años después, poco parece quedar de las viejas tensiones y reparos que dejaron los conflictos entre Mao Zedong y el "revisionismo comunista" de la URSS.
Ahora, los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, aseguran que los vínculos entre Pekín y Moscú están en sus "mejores momentos" y que "han soportado las pruebas del tiempo y las tribulaciones".
Ambos mandatarios, de hecho, se reunieron la semana pasada en una cumbre en San Petersburgo, firmaron una treintena de acuerdos y prometieron reforzar la cooperación entre las dos naciones.
"En los últimos seis años, nos hemos reunido casi 30 veces. Rusia es el país que más veces he visitado, y el presidente Putin es mi mejor amigo y colega", aseguró Xi en una conferencia de prensa la pasada semana.
"Hemos logrado llevar nuestra relación al nivel más alto de nuestra historia", añadió Xi, quien visitó junto a Putin un par de osos que su país prestó a Rusia como parte de su tradicional "diplomacia del panda" (los animales como símbolo de la voluntad de diálogo político).
Putin, por su parte, aseguró que los lazos entre Rusia y China se mantienen a "un nivel sin precedentes" y que seguirán "mejorándose".
"Estamos listos para ir de la mano con ustedes", afirmó el mandatario, que destacó la visión común entre los dos países sobre las tensiones en la península de Corea, sobre la crisis en Venezuela y el conflicto en Siria.
La nueva cercanía entre Moscú y Pekín es visto por muchos como una respuesta de las dos potencias contra un enemigo común: Estados Unidos.
Desde el 2014 Washington mantiene al Kremlin aislado de Occidente, como represalia por la anexión de Crimea y en los últimos dos años, las sanciones crecieron, luego de que el Congreso de EEUU propusiera nuevas medidas contra Rusia por su injerencia en las elecciones del 2016.
Ahora, otra ficha de la política internacional hizo que el Kremlin mire nuevamente hacia el oriente: la guerra comercial que declaró el presidente Donald Trump a China.
Tras más de un año de tensiones comerciales, en mayo pasado, Trump impuso nuevos aranceles por más US$200.000 millones a productos chinos.
Pekín respondió con nuevos impuestos para las importaciones provenientes de EEUU por unos US$60 mil millones a partir del 1 de junio.
Y sin una solución aparente a corto plazo para la guerra comercial, Pekín también parece haber constatado que el enemigo de su enemigo, puede ser su mejor aliado.
El enemigo de mi enemigo es mi amigo
Aunque por más de un año China mantuvo en bajo perfil su guerra comercial con Estados Unidos, desde hace más de un mes lanzó su maquinaria de propaganda contra Washington.
"Toda China y su pueblo están siendo amenazados. Para nosotros, esto es una verdadera 'guerra del pueblo'", afirmaba a mediados de mayo un editorial publicado por la agencia Xinhua y el Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista.
Mientras, a finales del mes pasado, el gobierno chino acusó a Estados Unidos de "terrorismo económico".
Putin, por su parte, acusó esta semana a Washington de padecer de un "egoísmo económico desenfrenado" y criticó los "esfuerzos" de la Casa Blanca para frenar un gasoducto ruso a Europa y la "campaña" contra Huawei, el mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones que enfrenta severas sanciones en EEUU.
Como respuesta, ofreció a la compañía china construir la red 5G de Rusia.
"Este año se cumple el 70 aniversario del establecimiento de las relaciones entre Rusia y Moscú. Es entonces un año para nuevos tratados y acuerdos, pero lógicamente pasa algo más", asegura el al programa PRI The World el colaborador de la BBC en Moscú Charles Maynes.
"Los dos países han sido forzados a este rol por Estados Unidos, ahora tienen que unir fuerzas ante las sanciones que los dos enfrentan", asegura.
Pero la nueva alianza entre Rusia y China es un camino que muchos veían venir desde hace tiempo.
"Mejores amigos"
En los últimos años, China se ha convertido en el principal socio comercial de Rusia.
En el 2018, el volumen de negocios entre ambos países ascendió a los US$107 mil millones, un 27,1% mayor respecto al año anterior, según datos del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia.
Y, de acuerdo con las previsiones, las cifras podrían duplicarse en un futuro cercano.
Bajo la iniciativa de la Ruta de la Seda, que busca ampliar el comercio chino por todo el mundo, Pekín invirtió US$373 millones en la construcción de su parte de un puente sobre el río Amur para unir la provincia de Heilongjiang y la ciudad rusa de Blagoveshchensk.
Según los expertos, esto podría facilitar aún más el transporte de productos agrícolas.
Desde hace años, ambos países han incrementado también su cooperación en el sector de la energía y promovido la estabilidad del rublo y el yuan, como un intento de reducir la dependencia del dólar estadounidense y otras monedas occidentales.
En respuesta a la escalada de la guerra comercial, Pekín redujo significativamente sus importaciones de gas natural licuado de Estados Unidos en los últimos meses, pero según pronósticos, la ausencia podría compensarse cuando comience a operar un oleoducto que conectará Siberia con China.
Según datos del Observatorio de la Complejidad Económica, en los últimos años Rusia ha incrementado sus exportaciones de petróleo crudo, carbón, fertilizantes y pescado congelado a China, aunque en el camino contrario es donde aparecen los problemas.
Dudas sobre el plan
Y es que las cifras de comercio entre los dos países muestran una balanza desigual: las importaciones de productos chinos que hizo Moscú del 2017 solo representan el 1,8% de las exportaciones de Pekín, en comparación con el 20% de las mercancías que fueron el mismo año hacia Estados Unidos.
De hecho, Rusia ocupa el décimo lugar en exportaciones chinas y no se ubica ni siquiera entre los diez primeros en importaciones o comercio total.
Este hecho, unido a las limitaciones de la economía rusa, hace dudar a muchos expertos que, más allá de las promesas diplomáticas de la pasada semana, Xi pueda encontrar un alivio en Rusia para las sanciones de Estados Unidos.
Las relaciones entre los dos países en fechas
1961: China denuncia formalmente la versión soviética del comunismo.
1969: Guerra fronteriza entre las dos naciones.
1976: Las tensiones comienzan a disminuir tras la muerte de Mao Zedong.
1992: El presidente ruso, Boris Yeltsin, visita China.
1998: Comunicado conjunto prometiendo construir una "asociación igualitaria y confiable".
2001: Firman un tratado que establece una estrategia de 20 años para trabajar juntos.
2009: Firman más de 40 contratos por un valor aproximado de US$3 mil millones.
2010: finalización del primer gasoducto construido entre China y Rusia.
2014-2019: Consolidación de las relaciones bajo los mandatos de Xi y Putin.
Un dolor de cabeza
Pero más allá de lo económico, la mayoría de los expertos coinciden en que una consolidación de la alianza entre las dos potencias puede convertirse en un dolor de cabeza estratégico para Estados Unidos por otras razones.
Según la agencia estatal rusa, TASS, durante la visita de Xi a Rusia, ambos mandatarios firmaron alrededor de 30 acuerdos que fueron desde comercio y energía hasta "el fortalecimiento de la estabilidad estratégica, que incluye temas internacionales de interés mutuo, así como temas de estabilidad estratégica global".
Y de hecho, el pasado viernes, un suceso insólito fue interpretado como una potencial señal detrás de esos acuerdos: un crucero de misiles guiados de Estados Unidos y un destructor ruso estuvieron a punto de colisionar en aguas del Pacífico oriental.
Cada país ofreció una versión diferente sobre lo sucedido y sobre la responsabilidad en el incidente, pero las dos coincidieron en un punto: tuvo lugar en el disputado Mar de China Meridional, una región de más de 3 millones de kilómetros cuadrados que Pekín considera su territorio soberano.
Y si bien los incidentes navales y aéreos entre los ejércitos de Washington y Moscú son frecuentes, no suelen serlo en una zona donde tradicionalmente las tensiones suelen ser con China.
De ahí que el incidente, ocurrido solo dos días después del primer encuentro entre Xi y Putin fuera visto no solo como un mensaje político del Kremlin hacia su aliado, sino también como una señal para Washington.
"Claramente, esto envía un fuerte mensaje al presidente Xi, desde la perspectiva de Putin, de que estamos en su equipo" comentó a CNN John Kirby, un militar retirado de la Armada de EEUU.
El momento en que un crucero de misiles de Estados Unidos y un destructor ruso casi colisionan en el Pacífico
Y es que una posible alianza militar de China con Rusia ha sido por años una pesadilla en potencia para Estados Unidos.
Poco antes de morir en el2017, Zbigniew Brzezinski, quien fuera consejero de Seguridad Nacional del del presidente Jimmy Carter había alertado que el "escenario más peligroso" no eran sus múltiples guerras, sino "una gran coalición de China y Rusia, unidas no por ideología sino por agravios complementarios".
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
REBELIÓN 10 de junio del 2019 ESPAÑA
Enrique Amestoy*
Fundada en el 1987 por el exingeniero militar Ren Zhengfei y dedicada a la venta de centrales telefónicas, Huawei juega hoy día en el top cinco de empresas fabricantes de teléfonos inteligentes a nivel mundial. El nombre Huawei se podría traducir como «acto magnífico» o «acto espléndido».
Statista informó que a diciembre del 2018 Huawei avanzó sobre Apple y se coloca más cerca de Samsung, líder del segmento a nivel global. Samsung lidera con un 18.9%, seguido por Huawei con el 13.4%, Apple con un 11.8% del mercado para completar el top cinco con dos firmas también chinas: Xiaomi y OVO o VIVO (según sea la empresa que genere estadísticas).
No es menos importante analizar la caída del conglomerado surcoreano: en el 2012 se estimaba que Samsung lideraba el mercado de teléfonos inteligentes con el 30.3% contra el 18.7% de Apple. Eran seguidos en tercer lugar por Huawei con un 4%.
Huawei tiene presencia comercial en más de 70 países, una facturación anual de 13 mil millones de dólares y una plantilla que supera los 70 000 empleados. La firma señala que es una empresa propiedad de los empleados. Se señala que el 98,99% de la compañía se encuentra en manos del 61% de los trabajadores, de nacionalidad china, organizados en «comités sindicales».
Los trabajadores reciben sus acciones cuando entran a trabajar. Las acciones no se compran ni venden y la empresa las recompra cuando termina la relación laboral. Se indica que el 1,01% de acciones estarían en manos de Zhengfei.
Huawei tiene contrato de implementaciones de redes 3G, 4G y 5G en más de 50 países. A finales de abril tuvo el visto bueno de Theresa May para la construcción de parte de las redes 5G en Gran Bretaña. La canciller alemana, Angela Merkel, ha expresado que se opone a excluir a Huawei o a cualquier otra compañía del desarrollo de la red móvil 5G alemana solo porque proviene de un determinado país.
Países como España, Alemania, Francia o Canadá ya han firmado acuerdos con Huawei para la instalación de antenas 5G. En América Latina tanto Cuba como Venezuela basan sus redes y puntos de acceso de internet de 3G y 4G en tecnología de Huawei. La mayoría de los países de nuestro continente tienen algún tipo de acuerdo en materia de infraestructura tecnológica con la empresa china.
El primer país del mundo en ofrecer servicios de internet 5G ha sido Corea del Sur en el mes de abril. Se señala que entre las tres firmas de telefonía (SK Telecom, KT Corporation, LG U Plus) han desplegado cerca de 90 000 radiobases con la nueva tecnología. Pese a varios desmentidos, hay quienes señalan que se ha utilizado tecnología Huawei de la mano de terceros proveedores de tecnología en oriente.
¿El “problema” comenzó con Trump?
El veto impuesto por Donald Trump a la firma Huawei se concreta imponiendo la restricción a la firma Google de brindar actualizaciones de los sistemas operativos Android utilizado por sus móviles y tabletas. Suena extraño ver como el imperio del norte pone a una de sus principales firmas de espionaje, Google, como herramienta contra el supuesto espionaje del gigante chino a favor del gobierno de Pekín. Continuó con la ruptura con empresas como Intel, Qualcomm, Broadcom, Xilinx y ARM.
Importante es recordar el plan PRISM denunciado por el exagente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en ingles) Edward Snowden en el año 2013. En aquel momento se señalaba que desde su creación en el 2007, PRISM contaba con el aporte de información de Microsoft, Google, Yahoo, Facebook, AOL y Apple.
En el 2003 Cisco (una de las más importantes empresas estadounidenses de telecomunicaciones) denunció a Huawei por supuesto robo de patentes. Como generalmente sucede en este tipo de litigio, éste se arregló con dinero, quita de determinado software de algunos routers por parte de Huawei y con el levantamiento de la demanda de Cisco. En ningún caso se pudo determinar si denunciante o denunciado tenían razón.
Por otro lado y en el mismo año se difundió la existencia de un documento de 12 000 páginas elaborado por Naciones Unidas en el que se señalaba a Huawei como una de las empresas que vendían tecnología militar de la ONU a Saddam Hussein en Irak. Probablemente el informe sea tan veraz como el que indicaba la existencia de armas químicas también en Irak.
En el 2006 el Partido Conservador Británico alertó sobre el supuesto peligro de permitir a Huawei comprar la firma británica de telecomunicaciones Marconi. Luego en el 2009 el Comité de Inteligencia Conjunta del Gobierno Británico señaló a Huawei como «una potencial amenaza para la seguridad nacional». La preocupación se hizo extensiva a aliados de la Commonwealth como Australia, Canadá, Nueva Zelanda e India, quienes comenzaron a desarrollar legislación y vetos para poner límites a la implantación de Huawei.
Tanto como comprador de firmas de telecomunicaciones, así como proveedor de hardware e infraestructura tecnológica en ámbitos sensibles para la Defensa Nacional, como pueden ser redes militares, routers y demás equipos de infraestructura en ámbitos definidos como críticos en materia de Seguridad de Estado.
A finales del 2011 Barack Obama hacía uso de poderes asignados al presidente desde la Guerra Fría para obligar a las firmas de telecomunicaciones norteamericanas a entregar información confidencial. La idea de Obama era poder detectar espionaje chino. El propio Comité de Inteligencia del Congreso abrió una investigación.
A diferencia del Reino Unido, en el Congreso estadounidense fueron ambos partidos quienes participaron con la intención de investigar. Se concluyó, un año después, con un señalamiento de que Huawei y ZTE (otro gigante chino en el campo de las telecomunicaciones) eran una “amenaza para la seguridad nacional”.
Huawei comienza entonces a ser excluido de concursos públicos para redes de telecomunicaciones norteamericanas, especialmente las calificadas como críticas. De todas formas Huawei pudo continuar vendiendo servicios e infraestructura en diferentes ámbitos como universidades, hospitales, grandes compañías privadas entre otras.
La Casa Blanca revisó el informe del Congreso y llegó a la conclusión de que no había evidencias del espionaje de Huawei. De todas formas, como cuando debieron reconocer la inexistencia de armas químicas en Irak, el gobierno mantuvo la idea de que Huawei era un potencial problema de “seguridad nacional” para los Estados Unidos.
En términos algo más técnico debemos decir que no existen pruebas que demuestren el espionaje de Huawei o que Huawei instale puertas traseras en sus equipos que permitan el acceso del gobierno de Pekín a información reservada de otros países.
Administración Trump vs. Huawei
En enero del 2018, se conoció un documento del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos que pedía que la administración pública construyese y gestionase las redes 5G del país. Justificaban su planteo por el dominio chino del mercado de procesadores y antenas para el despliegue de la tecnología 5G, un liderazgo que suponía una amenaza de seguridad para los Estados Unidos.
Recordemos que Huawei es la firma que lidera en investigación, avance y despliegue de tecnología 5G, la que sustituirá las actuales tecnologías de comunicaciones por su baja latencia, capacidad de conectar miles de dispositivos, el “internet de las cosas” (IOT por sus siglas en ingles) con menos recursos y multiplicar la velocidad que hoy conocemos.
En la guerra “Trump vs. Huawei” hay quienes sostienen que el detonador del pedido de Washington al gobierno canadiense de prisión y extradición de la hija del dueño de Huawei Meng Wanzhou a fines del 2018, tuvo como motivo fundamental la negativa del gigante chino a una solicitud de colaborar y ceder sus avances tecnológicos en materia de 5G a firmas norteamericanas. El 2019 comenzó con el arresto en Polonia del director de ventas de Huawei, Wang Weijing. Se le acusó de supuesto espionaje.
En enero en Las Vegas, con motivos de la celebración de la feria tecnológica más grande del mundo, la CES 2019, el FBI montaba operativos de cara a espiar a directivos de Huawei. El resultado fue más de 10 cargos contra Huawei por supuestas infracciones en secretos comerciales e industriales, fraude bancario, entre otros.
Es interesante en este momento analizar la posición de la Unión Europea respecto a esta disputa. Es que si se lograra dejar fuera de la cancha a Huawei en el avance del 5G serían las europeas Nokia y Ericsson las únicas firmas que, al día de hoy, detentarían el control de dicha tecnología. Vemos a Europa por acción pero sobre todo por omisión, colocada en una posición a favor de las demencias de los jefes de turno en Washington.
En este caso claramente se ve una defensa de lo que creemos es esencial en todo este ruido Huawei-China-Google-EEUU: la dominación en el plano tecnológico y comercial. El capitalismo puro y duro beneficiaría a la Unión Europea si es que se logra debilitar a Huawei y sin dudas con el control de la tecnología se logra el control, de facto y en la mayoría de los casos invisible, del mundo entero.
«Cualquier cortina de hierro digital (la generada por Estados Unidos sobre Huawei por motivos económicos y políticos) solo puede ser perjudicial para el desarrollo de América Latina», alerta Martín Hilbert, profesor de la Universidad de California-Davis y gurú en temas de BigData en entrevista concedida a BBC.
Hasta aquí las cosas
Es innegable que a lo largo de la historia, en situaciones en que un país quiere o entra en guerra con otro lo primero que debe “desconectar” es la infraestructura. Tradicionalmente se ha hecho sobre puentes, plantas termonucleares, represas, carreteras o aeropuertos. Las bombas han jugado su rol preponderante.
Sin embargo en estos momentos la utilización de aviones o tanques parecería innecesaria: basta lograr hacerse con el interruptor para apagar tecnológicamente a un país. O controlar a la empresa que detenta el tope de la tecnología para evitar su avance o incluso hacerlo retroceder.
Recordemos el icónico ciberataque (atribuido de forma no oficial a agencias norteamericanas y con el apoyo “pasivo” de Microsoft) al sistema de centrifugadoras de uranio en Irán con el virus StuxNet que –según información del gobierno de Teherán– hizo retroceder al menos en diez años a Irán en sus desarrollos con energía atómica.
Para investigadores, expertos en seguridad, docentes y hackers del mundo entero, Stuxtnet en enero del 2010 ha pasado a ser un punto de inflexión y de referencia en materia de la importancia geopolítica y estratégica que implica el control de la tecnología.
Estados Unidos se encuentra claramente en guerra contra China por detentar el control de la tecnología de punta que hoy es propiedad del gigante chino Huawei.
Trump teme que las antenas de 5G de Huawei le ofrezcan a China una inmejorable oportunidad para atacar infraestructuras críticas o comprometer el intercambio de inteligencia con sus aliados clave. En estos momentos se ocupa de intentar convencer a sus aliados de este supuesto peligro.
Claro está que Trump también debe ocuparse de su muro con México, de la Helms Burton contra Cuba más reforzar el bloqueo (acaban de anunciar la prohibición a sus ciudadanos de viajar en cruceros a la mayor de las Antillas) e intentar justificar por todos los medios el bloqueo e intervención militar en Venezuela.
Como si fuera poco, Washington acaba de anunciar que en cada solicitud de visa turista parar ingresar a EEUU se deberá aportar datos de usuarios en las redes sociales, teléfonos y direcciones de correo electrónico utilizados en los últimos cinco años entre tantos otros requisitos.
No se han visto señales de preocupación, respuesta o rechazo al sur del Río Bravo a esta nueva bravuconada imperialista del gobierno de Washington. Las pruebas o primeras implementaciones realizadas en Latinoamérica han sido con tecnología europea o norteamericana.
En Uruguay ha sido Nokia quien proporcione la tecnología, en Chile y Argentina las pruebas se hicieron con Nokia y con Ericsson, México ha señalado que seguramente utilizará tecnología de la norteamericana Qualcomm. Brasil ha avanzado con tecnología de Ericsson y Qualcomm.
¿Simplemente no hemos visto expresiones de rechazo porque vamos de la mano de empresas que responden a Washington o a alguno de sus aliados? ¿Es que el avance hacia la derecha de nuestros gobiernos nos ha llevando a alianzas no escritas contra China? ¿Es acaso solamente una “cosa de técnicos” como la elección de la norma europea o japonesa para la TV digital? ¿Es que no se logra ver que la lucha por el dominio de la tecnología es la lucha por el dominio del mundo?
Siempre parece haber un “mejor momento” para tomar decisiones que puedan mover el eje en el escenario multipolar en que vivimos. Tal vez estemos viviendo ese momento. La cosa viene linda, dijo un colega hace algunos días. Y lo comparto: estamos ante un escenario jamás visto que seguramente será estudiado por futuras generaciones como el momento en que las guerras mundiales se mudaron al escenario tecnológico.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Investigador uruguayo, asesor en Tecnologías de Información y Comunicación.
ASUNTOS MILITARES
EL DIARIO/LA PRENSA 11 de junio del 2019 EEUU
Editorial
Hasta cuándo seguirá abierta esta prisión
La prisión en la Base Naval de Guantánamo es una afrenta a los derechos humanos. Es un capítulo vergonzoso de la Guerra contra el Terrorismo que debe cerrarse de una vez por todas.
La idea de que hay crímenes tan horribles que merecen ser castigados con décadas de encierro, a pesar de no haberse declarado la culpabilidad de la persona, se opone al respeto de los valores del individuo. Hasta la persona más despreciable tiene su oportunidad de ser acusado, de defenderse y de que se declare su culpabilidad o falta de ella.
La Suprema Corte de Justicia pudo intervenir en el caso del detenido yemení Moath Hamza Ahmed al Alwi, detenido en Paquistán en diciembre del 2001, alojado en la isla de Cuba desde entonces. Los magistrados rechazaron el caso. El juez Stephen Breyer escribió que en algún momento el Alto Tribunal tiene que decidir “si el Congreso autorizó y si la Constitución permite la continua detención dado la duración y otros aspectos relevantes al conflicto”.
Es lamentable que los jueces se nieguen a intervenir. Esta no es la primera vez que le llegan casos procedentes de Guantánamo. En el 2008 la Suprema Corte determinó que los presos tienen el derecho legal de ir ante el juez a desafiar la legalidad de su detención y solicitar su liberación. Durante los últimos 10 años el Alto Tribunal rechazó subsecuentes apelaciones de los detenidos.
Los procesos judiciales autorizados por la Suprema Corte hoy están paralizados por las disputas ante la negativa del gobierno de proveer a la defensa documentación secreta, ante testimonios obtenidos con la tortura. Se gastaron mil 500 millones de dólares en casi 20 años. El Pentágono solicitó $88,5 millones de dólares para construir rampas para sillas de ruedas en la prisión ante el envejecimiento de los detenidos.
Los ataques terroristas del 2001 desencadenaron, acciones, leyes y decisiones al calor de las emociones. Uno de ellos fue la base naval de Guantánamo para encerrar a los “peor de lo peor” tal como se definió en su momento. No todos fueron los peores, y de los cientos de personas que pasaron por allí, hoy quedan 40, incluso Khalid Shaik Mohammed, sospechoso de ser el cerebro de los ataques.
La idea era tenerlos en un limbo legal, sin derechos ni protección alguna. Ya es hora de asumir la responsabilidad.
El expresidente Obama quiso cerrar la prisión. Declaró en 2014 el fin de las operaciones de combate. Ordenó el cierre y las opciones para trasladar a los detenidos. El Congreso se negó a traerlos a Estados Unidos. La administración Trump extendió la vida de la prisión por 25 años más y trató sin éxito llevar a la base a los detenidos del Estado Islámico.
La prisión de Guantánamo es un desprestigio internacional para nuestro país. Es una pérdida de dinero y una vergüenza que ya debe clausurarse.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
SPANISH REVOLUTION 6 de junio del 2019 ESPAÑA
Xan Pereira Castro*
Hoy se cumplen 75 años del Desembarco de Normandía (el Día D), la operación militar efectuada por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial que culminó con la liberación de los territorios de la Europa occidental ocupados por la Alemania nazi. La percepción general hoy en día es que la victoria de los aliados se debió casi únicamente al poderío militar de Estados Unidos. Nada más lejos de la realidad. Los propios alemanes asumieron que el principio del fin del Reich empezó el día que Hitler cometió el monumental error estratégico de saltarse el pacto de no agresión firmado en el 1939 con Stalin y atacar la URSS.
Una reveladora encuesta realizada en Francia por el Institut D’Etudes de Opinion et Marketing en France et à L’International en cinco momentos diferentes: 1945, 1994 y 2004, 2014 y 2015, pone en evidencia el cambio de percepción de los franceses acerca de qué país fue el responsable último de la liberación de su país. Si recién terminada la contienda, el 57% de los franceses consideraban que la URSS fue el país que más contribuyó a la derrota nazi y solo el 20% a EEUU, en el 2015 estos porcentajes se invirtieron pasando a un 23% para la URSS y un 54% para los Estados Unidos.
¿A qué se debe este cambio de percepción con el paso de los años? Pues a una cosa muy sencilla: la propaganda de los Estados Unidos vestida en películas de Hollywood.
Como cuenta Iñaki Berazaluce en el diario Público: “La propaganda norteamericana ha sido tan eficaz que durante la segunda mitad del siglo XX hemos llegado a creer que Estados Unidos “ganó” la contienda”.
La Propaganda:
“Si la maquinaria de guerra estadounidense fue esencial para dar la puntilla a Hitler y los suyos, la máquina de propaganda de Hollywood consiguió otra proeza: convencer al mundo durante la Guerra Fría de que la derrota nazi fue cosa de EEUU con el apoyo de los amigos ingleses y la resistance francesa… y, bien, un puñado de rusos al otro lado de Berlín. Todos recordamos ‘El Día más largo’, ‘Salvad al soldado Ryan’, ‘Band of Brothers’ o ‘El puente sobre el río Kwai’, pero apenas nadie fuera del bloque soviético vio las películas soviéticas sobre la épica batalla de Stalingrado. De hecho, las dos películas más famosas sobre aquella batalla son alemana (‘Stalingrad’, 1993) y una coproducción “aliada” dirigida por un francés (‘Enemigo a las puertas’, 2001)”.
Pero la historia fue otra:
La Segunda Guerra Mundial comenzó, al menos en términos europeos, con la embestida imparable del ejército alemán en Polonia en septiembre del 1939. Unos seis meses después, siguieron victorias aún más espectaculares, esta vez en Bélgica, Luxemburgo y Francia. En el verano del 1940, Alemania parecía invencible y predestinada a dominar de forma indefinida el continente europeo.
Gran Bretaña claramente se negó a tirar la toalla, pero no podía aspirar a ganar la guerra sóla y temía que Hitler dirigiera su atención a Gibraltar, Egipto u otras joyas de la corona del Imperio Británico. Sin embargo, cinco años más tarde, era Alemania la que estaba experimentando el dolor y la humillación de la derrota total. El 30 de abril del 1945, Hitler se suicidó en Berlín en un momento en que el Ejército Rojo estaba haciendo entrada en la ciudad arrasada, reducida a un enorme montón de ruinas humeantes. El 8 y 9 de mayo, Alemania se rendía de manera incondicional.
El punto de inflexión se produjo en diciembre del 1941, en la Unión Soviética, más específicamente en las llanuras al oeste de Moscú. En palabras de un historiador alemán de la guerra contra la Unión Soviética: «Esta victoria del Ejército Rojo [en Moscú], ha sido sin duda la ruptura principal [Zäsur, en alemán] de toda la Guerra Mundial.»
La guerra contra la Unión Soviética fue la guerra que Hitler había deseado desde el principio, como dejó claro en las páginas de Mein Kampf, escrito a mediados de la década del 1920. Pero, la Ostkrieg, la guerra contra el este, en otras palabras contra los soviéticos, era también el deseo de los generales alemanes, de los principales industriales en Alemania y otros «pilares» del establishment alemán.
El 11 de agosto de ese año, Hitler había dicho a Carl J. Burckhardt, un funcionario de la Liga de las Naciones, que “todo lo que él había preparado era en contra de Rusia” y que “si Occidente [es decir, los franceses y los británicos] eran demasiado estúpidos y ciegos para entenderlo, se vería obligado a llegar a un compromiso con los rusos para vencer a Occidente y luego dar la vuelta con todo su poder a la Unión Soviética”. Es lo que sucedió.
Hitler y sus generales estaban confiados en que la Blitzkrieg que estaba a punto de estallar contra la Unión Soviética experimentaría el mismo éxito que su primera «guerra relámpago» contra Polonia y Francia. Consideraban a la Unión Soviética como «un gigante con pies de barro», que el ejército, supuestamente decapitado por las purgas de Stalin a finales del 1930, era «nada más que una broma», como Hitler había dicho una vez.
Con el fin de librar –y por supuesto ganar– las batallas decisivas, autorizaron una campaña de cuatro a seis semanas, probablemente seguida por operaciones de limpieza, en la que los restos de la Ejército soviético sería «perseguido por todo el país como un grupo de cosacos derrotado.» De todos modos, Hitler era extremadamente confiado y, el día antes del ataque, pensaba «en los albores del mayor triunfo de su existencia.»
El ataque alemán comenzó en las primeras horas del 22 de junio del 1941. Tres millones de soldados alemanes y cerca de 700 000 aliados de la Alemania nazi en la frontera; su equipo constaba de 600 000 vehículos, 3 648 tanques, más de 2 700 aviones y algo más de 7 000 piezas de artillería.
Muy pronto se hizo evidente que la guerra relámpago no iba a ser una victoria fácil como habían esperado. Frente a la máquina militar más poderosa de la tierra, el Ejército Rojo había sufrido como se esperaba una dura paliza, pero, como escribe el Ministro de Propaganda Joseph Goebbels en su diario el 2 de julio, había opuesto una resistencia tenaz. Informes de la Wehrmacht reportaron una resistencia «terca», «ruda» e incluso «salvaje», causando grandes pérdidas en hombres y material en el campo alemán. También encontraron que el Ejército Rojo estaba mucho mejor equipado de lo que esperaban.
A mediados de julio, como la guerra de Hitler en el este estaba empezando a perder sus características de «guerra relámpago», algunos líderes alemanes habían comenzado a expresar serias preocupaciones. A finales de agosto, cuando la operación Barbarroja debería haber llegado a su fin, un memorando del Alto Mando de la Wehrmacht reconoce que tal vez no fuera posible ganar la guerra en el 1941.
Hitler creía, o al menos fingió creer que el fin de los soviéticos estaba cerca. En un discurso público en el Palacio de Deportes de Berlín el 3 de octubre, dijo que la guerra en el este estaba prácticamente terminada. La Wehrmacht había recibido la orden de asestar el golpe definitivo con el lanzamiento de la «Operación Typhoon»: una ofensiva para apoderarse de Moscú.
Sin embargo, los soviéticos estaban incorporando unidades traídas de la reserva del lejano oriente. El suministro de municiones y alimentos desde la retaguardia era insuficiente, ya que las largas líneas de suministro se vieron gravemente obstaculizadas por la actividad de los partisanos. Y, finalmente, llegó el frío.
Cuando el Ejército Rojo lanzó su devastadora contraofensiva el 5 de diciembre, el propio Hitler se había dado cuenta de que iba a perder la guerra debido a la fuerza soviética junto con la diezma debido al frío de las tropas alemanas. Pero por supuesto no estaba dispuesto a hacerlo público ante el público alemán. Las malas noticias del frente, en las cercanías de Moscú habían sido presentadas al público como una desaceleración temporal, debido a la llegada temprana, supuestamente inesperada del invierno y/o a la incompetencia o cobardía de algunos comandantes.
Sería algo más de un año más tarde, después de la catastrófica derrota de la batalla de Stalingrado en el invierno del 1942-1943, cuando el público alemán y el mundo entenderían que Alemania estaba condenada. Rusia había vencido al terrible ejército alemán.
Los datos que casi nadie conoce:
1. La URSS fue, de lejos, el país que más sufrió durante la II Guerra Mundial, al menos en términos absolutos (en términos relativos fue Polonia la más castigada): 24 millones de combatientes y civiles rusos murieron durante la guerra, comparados con 450.000 ingleses y 420.000 estadounidenses (14% de la población contra el 1% en Gran Bretaña y el 0,2% en EEUU).
2. El 93% de las bajas del ejército alemán se produjeron en el frente ruso.
3. En los seis meses que duró la batalla de Stalingrado murieron 2 millones de soldados y civiles, una cifra que iguala a los muertos de Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Holanda durante toda la conflagración.
«Muchos siguen pensando que la Guerra Mundial se decidió en Normandía. Obviamente, el desembarco de Normandía fue la puntilla a la Wehrmacht, que se había desangrado durante cuatro eternos años en el frente oriental».
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
*Periodista de calle. Escribe en Spanish Revolution, Nueva Revolución y Contrainformación.
ECONOMÍA
EXPANSIÓN 6 de junio del 2019 ESPAÑA
C. Ruiz de Gauna*
El mes que viene, la economía de Estados Unidos habrá alcanzado el periodo de expansión más larga registrado en la historia del país. Desde junio del 2009, se han creado dos millones de empleos al año y se espera que el PIB siga creciendo a un ritmo del 2,6% este año para moderarse en el 2% en 2020. Estas cifras son superiores a la previsión del 2,3% y del 1,9% calculadas en el informe de abril.
Sin embargo, las incertidumbres son evidentes. El FMI destaca que «la deuda pública de los Estados Unidos está en un camino insostenible», situándose ya en el 107% del PIB. Según el organismo, «se necesitan ajustes de políticas para revertir constantemente el aumento del déficit fiscal y poner la deuda pública en una trayectoria descendente». Entre ellas, el Fondo considera que legislar una reforma migratoria basada en habilidades podría aumentar la productividad y el tamaño de la fuerza laboral, así como disminuir las presiones del envejecimiento, con consecuencias beneficiosas para la dinámica de la deuda con el PIB».
Además, el FMI destaca que el sistema financiero parece saludable, pero alerta de que los riesgos a medio plazo para la estabilidad financiera están aumentando. «Los bancos estadounidenses están bien capitalizados y la calidad de los activos parece ser generalmente buena. El crédito sigue disponible tanto para los hogares como para las corporaciones y el coste de los préstamos es relativamente bajo. Sin embargo, el apalancamiento corporativo es históricamente alto», dice. Por tanto, una reversión abrupta del entorno acomodaticio podría impactar en la inversión y la creación de empleos.
Las tensiones comerciales forman un capítulo destacado entre las preocupaciones del FMI. «Los aranceles de importación y otras medidas adoptadas por la Administración de Estados Unidos están socavando el sistema de comercio mundial, aumentando las restricciones al comercio de bienes y servicios, y catalizando un ciclo de respuestas comerciales de represalia», explica el organismo que dirige Christine Lagarde. El Fondo cree que, en lugar de ampliar las barreras comerciales, «Estados Unidos y sus socios comerciales deberían trabajar de manera constructiva para abordar mejor las distorsiones en el sistema de comercio para adaptarse a los cambios a largo plazo en el entorno internacional». El Fondo pide, especialmente, que las tensiones con China se resuelvan rápidamente, ya que representan una amenaza para la perspectiva global y crean importantes efectos secundarios negativos para otros países.
Por otra parte, el FMI apoya la estrategia de la Reserva Federal (FED) de frenar las subidas de los tipos y pide un esfuerzo por mejorar la comunicación y la transparencia.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
*Corresponsal de Expansión en Estados Unidos, con sede en Nueva York.
SIN PERMISO 2 de junio del 2019 ESPAÑA
Michael Roberts*
A pesar de todos los discursos optimistas del presidente de Trump sobre el estado de la economía estadounidense, los últimos datos sobre la actividad económica y la producción industrial sugieren que Estados Unidos se suma a Europa y Japón en una fuerte desaceleración al entrar en la segunda mitad del 2019. Y ello ocurre cuando la guerra comercial y tecnológica entre los EEUU y China ha subido un nuevo escalón y amenaza con desencadenar una recesión global antes de que termine el año.
Informan los economistas de JP Morgan de que el avance de mayo del PMI** de los EEUU, Europa y Japón (G-3) apunta una disminución de 0,7 puntos, consistente con un crecimiento anual de sólo un 2,5% del PIB mundial. Los índices de compra de los gerentes (PMI) son encuestas de opinión de las compañías sobre sus compras y ventas actuales y futuras. Han demostrado ser orientadores razonables de la producción real. Y un crecimiento del 2,5% a nivel mundial se considera una ‘pérdida de velocidad' de la economía mundial, por debajo de la cual se avecina una recesión.
Según JP Morgan la fabricación mundial de manufacturas está sufriendo la peor parte - de estar casi en 50 en el PMI (por debajo de 50 significa una contracción). Pero los servicios, que constituyen el 70-80% de la mayoría de las principales economías (al menos en la definición oficial), también se deslizan hacia los niveles de la mini-recesión del 2015-6.
Más preocupante aún, “los índices mundiales de expectativas de manufacturas y servicios parecen caer alrededor de 2 puntos en mayo y arrastraría los índices por debajo de los mínimos establecidos a principios del 2016.” (JPM).
Al igual que otros analistas, el Economic Outlook de la OCDE, publicado la semana pasada, predice un crecimiento más lento que el año pasado en la mayoría de las grandes economías -en algunos casos mucho más lento. Más aún, incluso en el 2020, el crecimiento mundial no volvería al ritmo que alcanzó en los últimos años, según afirma. Ángel Gurría, su secretario general, dijo: “La economía mundial está en zona peligrosa.”
Hasta ahora, ha sido en Europa y Japón dónde eran visibles las señales de una desaceleración e incluso de una franca recesión. Pero ahora la economía de Estados Unidos puede sumarse. El PMI manufacturero de Estados Unidos cayó a 50,6 en mayo, lo que implica casi un estancamiento. Es el índice más bajo desde septiembre del 2009 como consecuencia de que los nuevos pedidos cayeron por primera vez desde agosto del 2009, mientras que la producción y el empleo aumentaron menos.
PMI manufacturero de EEUU
El sector servicios también cayó. El indicador económico global mostró la expansión más débil en el sector privado desde mayo del 2016. El viernes pasado, conocimos datos reales de bienes duraderos fabricados en EEUU. En mayo, los nuevos pedidos cayeron un 2,1% respecto al mes anterior, en abril del 2019. Los equipos de transporte, también cayeron dos de los últimos tres meses. El modelo GDP Now de la Fed de Atlanta (un indicador muy fiable de crecimiento futuro) estima que el crecimiento del PIB real de EEUU en el segundo trimestre del 2019 será solo un 1,3%.
Cuando se llega a Europa, la última cifra para la locomotora de Europa, la industria manufacturera alemana, es una lectura particularmente triste. El índice de mayo apunta un quinto mes de contracción en el sector industrial, porque los nuevos pedidos continuaron cayendo bruscamente, en gran parte debido a la menor demanda en toda la industria del automóvil y los efectos de la liquidación de existencias. Además, la tasa de destrucción de empleo se aceleró hasta ser la mayor desde enero del 2013.
PMI manufacturero alemán
Incluso si el sector de servicios aguanta, la actividad general en Alemania es muy débil. Y la encuesta de confianza empresarial está en su punto más bajo desde hace casi cinco años. La actividad en la zona euro en su conjunto está también en su nivel más bajo en cinco años.
PMI compuesto de la zona euro
La economía de Japón está “empeorando” por primera vez en más de seis años, de acuerdo con uno de los principales indicadores del gobierno. El índice de condiciones económicas, compilado por la Oficina del Gabinete del Gobierno de Japón cayó un 0,9% de febrero a marzo. Esto obligó a los estadísticos del gobierno a reducir su evaluación de la economía de “debilitamiento” a “empeoramiento” -el más bajo de los cinco niveles. La última vez que la Oficina del Gabinete utilizó el grado inferior para describir su economía fue en enero del 2013. El economista de Barclays Kazuma Maeda señala que la rebaja “mecánica” de la evaluación no implica necesariamente una recesión en perspectiva. Sin embargo, agregó: “Dicho esto, existe una creciente preocupación acerca de una recesión económica”.
El crecimiento de la actividad nominal en Japón, que puede ser visto como una variante actualizada del PIB nominal, ha estado cayendo desde finales del 2017, ya que la disminución del crecimiento de la producción real ha sido mayor que el aumento de la inflación. El índice de la actividad nominal del núcleo, ha caído alrededor de un 0,5%, más bajo que durante el choque deflacionario del 2016.
Como acotación al margen, vale la pena señalar que Japón es un ejemplo de la política fiscal y monetaria keynesiana. El Banco de Japón tiene tasas de interés negativas y ha comprado casi todos los bonos gubernamentales disponibles de los bancos, así como deuda corporativa y valores, a través de inyecciones de crédito masivas en los últimos diez años. Y ha aplicado sistemáticamente déficits presupuestarios para tratar de impulsar la economía; tanto es así que la deuda pública en relación con el PIB es la más alta del mundo. Sin embargo, el crecimiento del PIB nominal y de los precios continúa estancado.
Los que defienden la Teoría Moderna Monetaria deberían tomar nota. Sí, se pueden ejecutar déficits presupuestarios de manera permanente y contraer deudas públicas sin consecuencias para la inflación o incluso la divisa en una economía como Japón. Pero no se puede conseguir un impulso permanente del crecimiento si las empresas japonesas o el gobierno no invierten. La creación de dinero no es necesariamente creación de valor. La ironía es que el primer ministro Abe planea elevar el impuesto sobre las ventas a finales de este año para tratar de reducir los déficits y los coeficientes de deuda en línea con las políticas neoliberales. La última vez que lo hizo, Japón entró en recesión.
Fuera de los bloques imperialistas, las economías de los llamados "mercados emergentes” también se están desacelerando. Turquía, Argentina y Pakistán ya están en recesión. Brasil y Sudáfrica están al borde. Y los flujos de capital a estas economías desde el bloque imperialista se están secando, mientras que la inversión del sector público casi se ha paralizado.
La inversión pública neta en los mercados emergentes ha caído por debajo del 1% del PIB por primera vez en su historia, aumentando los temores de un déficit de infraestructuras. La participación que los gobiernos de los países en desarrollo en la producción nacional que dedican a la inversión en activos como escuelas, hospitales, transporte e infraestructura de energía (neta, sin la depreciación del stock de capital existente), ha caído desde el 3,3% en el 1997 a un mínimo de sólo el 0,9% el año pasado, según datos del FMI. Es mucho menos que lo que el FMI cree que se necesita para satisfacer las necesidades básicas y permitir a estos países cerrar las brechas de infraestructura que están ralentizando su ritmo de desarrollo.
De hecho, si se excluye a China, el crecimiento de la inversión está cayendo en el resto de las economías del G-20. Solo los EEUU y la India están manteniendo la inversión positiva. Si fallasen, en la medida en que la inversión es el impulsor de la economía, se produciría una recesión global.
Si se descuenta a China de las cifras, el promedio ponderado para el resto del mundo emergente es del 3,9% del PIB, sensiblemente inferior a la cifra del 4,8% de una fecha tan reciente como en el 2010. Los 49 países en desarrollo de bajos ingresos, sobre todo en África, pero también países como Vietnam, Bangladesh y Moldavia, están aún peor situados, y el FMI calcula que necesitan invertir un 7.1% del PIB al año adicional hasta el 2030 en carreteras, electricidad y agua. Si se suma la sanidad y la educación, esta proporción se eleva a un colosal 15,4% del PIB, o $ 528 mil millones anuales.
La baja rentabilidad es lo que explica sobre todo por qué la inversión corporativa ha sido tan débil desde el 2009. Los beneficios realizados han sido desviados a la especulación financiera: fusiones y adquisiciones, la recompra de acciones y el pago de dividendos. Además, ha habido una cierta acumulación de dinero en efectivo por los FAANGS. Todo esto se debe a que la rentabilidad de la inversión productiva sigue siendo históricamente baja.
El otro factor clave en la larga depresión ha sido el aumento de la deuda, especialmente de la deuda corporativa. Con una baja rentabilidad, las empresas han acumulado más deuda para financiar proyectos o especular. Las grandes empresas como Apple o Microsoft pueden hacer esto porque tienen reservas de efectivo en las que apoyarse si algo va mal; las empresas más pequeñas pueden manejar esta espiral de la deuda porque las tasas de interés se mantienen en mínimos históricos y, por lo tanto, el servicio de la deuda sigue siendo viable - siempre y cuando no haya una caída de las ventas y ganancias.
Cuando los fundamentos como la rentabilidad y la deuda son negativos para el capital, cualquier cosa puede desencadenar una depresión. Cada crisis tiene un disparador diferente o causa próxima. La recesión internacional del 1974-5 fue provocada por un fuerte aumento de los precios del petróleo y la salida de EEUU del patrón dólar-oro. La caída del 1980-1982 fue provocada por una burbuja inmobiliaria en Europa y una crisis industrial en las principales economías. La recesión del 1990-2 fue provocada por los precios del petróleo y la guerra de Irak. La leve recesión del 2001 fue el resultado de la explosión de la burbuja dot.com. Y la Gran Recesión se inició con el colapso de la burbuja inmobiliaria en los EEUU y la consiguiente restricción de crédito provocada por la diversificación internacional de los derivados de crédito. Pero detrás de cada una de estas crisis hubo un movimiento a la baja en la rentabilidad del capital productivo y, finalmente, una desaceleración o disminución de la masa de ganancia. (El nexo entre inversión y beneficios).
Ahora parece posible que la amenaza de una guerra comercial entre los EEUU y China podría ser un nuevo detonante de una recesión global. Ciertamente, el banco de inversión estadounidense, Morgan Stanley ha elevado ese riesgo: “Si bien una escalada temporal de las tensiones comerciales podría gestionarse sin graves daños, un enfrentamiento duradero podría tener graves consecuencias. Si las conversaciones se estancan, no hay acuerdo y los EEUU imponen aranceles de un 25% sobre los restantes $ 300 mil millones en importaciones de China, creemos que la economía global tenderá a la recesión “.
La OCDE también ha puesto de relieve el peligro de una guerra comercial. Según la OCDE, el comercio internacional ha disminuido bruscamente. Su tasa de crecimiento ha caído del 5,5% en el 2017 a lo que la OCDE cree que será un 2,1% 3,1% este año y el próximo, respectivamente. Es menor que el crecimiento económico proyectado, es decir, el comercio se está reduciendo como proporción de la actividad económica mundial. Desde el año 2009, cuando se produjo la desaceleración del crecimiento de la inversión que ha llevado a una desaceleración en el crecimiento del comercio, el FMI estima que tres cuartas partes de la desaceleración del crecimiento del comercio podrían atribuirse a la débil actividad económica, especialmente de la inversión. Pero ahora la bota parece estar en el otro pie.
Los números de la OCDE sobre la inversión agregada son corroborados por estadística más precisa. La inversión de la mayoría de las grandes compañías estadounidenses, como se informa en la normativa reguladora, se ha frenado de forma espectacular. Según una investigación de The Wall Street Journal, 356 dude las 500 compañías del índice S & P invirtieron solo más del 3% en capital en el primer trimestre; desde una tasa de crecimiento del 20% del año anterior. Para los mayores inversores de capital, esta cayó de plano. Las fricciones comerciales parecen ser la causa principal -directamente para las empresas que dependen especialmente de la demanda china, como los productores de chips especializados, así como indirectamente por el aumento de la incertidumbre en toda la economía. Según otro estudio, muchas empresas estadounidenses que operan en China también están frenando la inversión.
Morgan Stanley también advierte que no hay que subestimar el impacto de las tensiones comerciales de varias maneras. En primer lugar, el impacto en el sector empresarial de Estados Unidos sería más generalizado si China pudiera decretar barreras no arancelarias como la restricción de compras. Dada la ralentización del crecimiento global que ello produciría, las ganancias de las operaciones internacionales de las empresas se verían afectadas y las empresas no serían capaces de trasladar completamente los aumentos de aranceles a los consumidores.
Lo que hace probable que la guerra comercial no se resuelva de manera amistosa para evitar una recesión global es que la batalla entre los EEUU y China no es sobre 'comercio desleal', sino un intento de los EEUU de mantener su superioridad tecnológica global frente al rápido ascenso como competidor de China. El ataque a Huawei, organizado a nivel mundial por los EEUU, es solo un comienzo.
Está en marcha una reacción en cadena en la medida en que una industria gigante se prepara para un choque violento. El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs ha observado que, desde el 2010, el único lugar donde los beneficios empresariales han crecido es en los EEUU. Y esto, según Goldman, se debe totalmente a las empresas de súper-tecnología. Las ganancias globales fuera de ese sector son sólo moderadamente más altas de lo que eran antes de la crisis financiera, mientras que los beneficios del sector tecnológico se han disparado bruscamente hacia arriba (lo que refleja principalmente el impacto de las grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos).
La desaceleración del crecimiento está siendo impulsada por una baja inversión y rentabilidad en la mayoría de las economías y en la mayoría de los sectores. Solo las grandes empresas de tecnología en los EEUU han evitado esta tendencia, ayudadas por una reciente bonanza de los beneficios procedentes de las reformas fiscales de Trump. Pero ahora la guerra tecnológica con China afectará también a las ganancias de las empresas de tecnología - incluso si los EEUU y China llegan a un acuerdo comercial.
El FMI está muy preocupado. El nuevo economista jefe del FMI, Gita Gopinath, comentó: “Si bien el impacto sobre el crecimiento global es relativamente modesto en este momento, la última escalada podría mellar significativamente los resultados empresariales y el clima existente en los mercados financieros, interrumpir las cadenas de suministro globales, y poner en peligro la recuperación prevista del crecimiento global en 2019.”
Roberto Azevedo, director general de la Organización Mundial del Comercio, dijo que la guerra comercial entre EEUU y China estaba perjudicando a la economía mundial. La OMC ha quedado al margen, en la medida en que la administración Trump dirige sus ataques directamente contra China. Azevedo ha señalado que: “se han introducido $ 580 mil millones de medidas restrictivas en el último año, siete veces más que el año anterior. Esto desanima a los inversores, está frenando a los consumidores, y por supuesto está teniendo un impacto en la expansión de la economía mundial. Todo el mundo pierde... cada uno de los países perderán si no encontramos una solución“.
Así es.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
*Reconocido economista marxista británico, que ha trabajado 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.
**Índice de gestores de compras, indicador macroeconómico que pretende reflejar la situación económica de un país basándose en los datos recabados por una encuesta mensual de sus empresas más representativas que realizan los gestores de compras
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
POR ESTO! 12 de junio del 2019 MÉXICO
Alfredo Jalife-Rahme*
En la Cumbre Económica Internacional de San Petersburgo, Vladimir Putin fustigó el veto de EEUU contra Huawei que catalogó de “Primera Guerra Tecnológica de la Era Digital”: “Nos preocupan las prácticas destructivas que afectan a los mercados tradicionales —energía, productos básicos, bienes de consumo- y que están virando hacia nuevos mercados en desarrollo”.
Putin fue puntual: “Huawei no sólo está siendo desplazada, sino forzada sin contemplaciones a abandonar el mercado global”.
Agregó que “el modelo actual de las relaciones económicas internacionales está en crisis hoy en día” y que se trata de una “crisis integral” ya que “EEUU está tratando de ‘imponer su poder legal’ en todo el planeta”.
Durante la visita de Xi Jinping a Moscú llamó la atención que Putin permitiera un acuerdo con la firma rusa de telecomunicaciones MTS para que Huawei desarrolle su tecnología 5G y su lanzamiento piloto de redes de la quinta generación en Rusia.
La rusófoba dupla anglosajona de EEUU y Gran Bretaña (GB), en la fase del Brexit/Trumpismo, repite la misma propaganda negra que le dio resultado durante la Guerra Fría mediante su trivial maniqueísmo: la dualidad ultrareduccionista de libertad/derechos humanos contra los antónimos abultados de autoritarismo/sofocación de libertades de sus contrincantes. Como si la libertad y los derechos humanos fueran radiantes y plenos en EEUU y GB…
Justin Sherman (JS), del portal Wired, alega que “Rusia e Irán planean fundamentalmente aislar al internet”: encabezan “un nuevo nivel de fragmentación del internet que amenaza la arquitectura de la red global (cables, servidores) y permite a los gobiernos controlar mayormente los flujos de información y someter las libertades”, lo cual podría ser imitado con “implicaciones geopolíticas”.
Irán anunció en mayo que su “Red de Información Nacional” —su internet doméstico— está 80% completo, mientras que Rusia lanzó su ley de la “soberanía del internet”, también doméstico, para defenderse de las amenazas a su ciberseguridad.
JS arremete contra China que “ha apretado el control de su internet y que pasó de su “Proyecto de Escudo Dorado (Golden Shield Project)”, como vigilancia de la base de datos de carácter policíaco, y ahora ha pasado a un nivel más sofisticado como un “Gran Cortafuegos (Great Firewall)” que filtra los flujos de información que entran al país.
James Reston, feroz crítico de la ley de la “soberanía del internet” de Rusia —que juzga en forma unidimensional como persecución de la disidencia y la oposición—, señala que el “Kremlin desea invertir US $50 mil millones o el 17% del presupuesto federal anual de Rusia para crear un internet soberano en los próximos cinco años” con “US $20 mil 800 millones, específicamente dedicados al “equipamiento que garantice la seguridad del segmento ruso del Internet”.
Rusia se dispone a crear un “internet soberano (Financial Times; 01.05.19 y 04.06.19)” que constituye una “red paralela manejada enteramente en los servidores rusos” que permite a Moscú mantener la operación del internet durante un discapacitante ciberataque foráneo.
En su diatriba, más que un extenso artículo de corte vulgarmente rusófobo, el globalista Financial Times fustiga que la “dependencia rusa en los sistemas foráneos sería ampliamente reducida, acelerando una balcanización global del internet, donde la influencia de Occidente es fragmentada”.
Refiere que en el 2014, “Putin declaró al internet como un “proyecto de la CIA” capaz de debilitar la soberanía de Rusia”.
Hace seis años, lo cual quizá tuvo mucho que ver con la destrucción de un “Brasil soberano” por el “evangelismo sionista”, los BRICS, hoy una agrupación alicaída, pregonaron la “balcanización del internet para contrarrestar el espionaje del NSA (National Security Agency)”.
Ahora resulta que si los gobiernos no se dejan espiar por la dupla NSA/CIA, pues son vilipendiados por la “prensa libre” como “autoritarios”.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Analista mexicano, de origen libanés, especializado en relaciones internacionales, economía, geopolítica y globalización.
Director: Amado Soto García Editora: Raquel Román Gambino Sala Digital: Chanel Hernández Rodríguez
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo, Melvis Rojas Soris, Raquel Román Gambino y Lilliam Riera
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