La imagen que tengo, desde los arcos coloniales
de la entonces Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, de aquellos chicos
estudiantes, Palmero y De la Rúa, caminando por el desolado jardín, ante la
estatua de Fray Fernando Trejo y Sanabria, en los albores de la década del cincuenta.
Ráfagas de tiempo. Siempre digo: ráfagas de
tiempo pasaron.
Ayer la muerte arrasadora se llevó esa imagen,
quedando en la memoria el helicóptero cobrando vuelo. Abajo, la Casa Rosada,
los muertos desolados en la Plaza de Mayo, bajo las patas de caballos asustados
por los estruendos. Balas inciertas, balas asesinas para matar personas pobres
y empobrecidas, imagen cruel de la Argentina , bajo la fuerza autoritaria del
Presidente De la Rúa que en ese momento huía, repudiado por el pueblo.
¿Ser verdaderamente radical ?.... El Dr. De la
Rúa militaba en las filas de la derecha. Enfrentado a Raúl Alfonsín, a quien
consideraba peronista, se sumó a la caterva de mendaces y cobardes que
acordaron con las maniobras golpistas para desalojar -al Dr Alfonsín- de la
primera magistratura, urdidas desde el Departamento de Estado de los Estados
Unidos de Norte América. Se trata del golpe de estado económico financiero del
que no se habla en los medios, atroces y mentirosos.
¿Verdaderamente radical?.. Nunca siguió las
enseñanzas, éticas, políticas, de Leandro N Alem, ni de Hipólito Yrigoyen,
nunca. Siempre fue todo lo contrario de lo que se puede entender por militante
radical. Yrigoyen basaba su doctrina en los principios revolucionarios
americanistas de San Martín y Bolívar, por eso rechazaba el
"acuerdismo" colonialista con el régimen... El Dr. De la Rúa,
contrariamente, mantuvo siempre una conducta pro acuerdista, pro
colonialista, partidaria del imperialismo capitalista, con el asesoramiento de
Cavallo y sus "ad-láteres" …
Así se explica que sus seguidores y los llamados
radicales de derecha, hayan pasado a engrosar las filas dictatoriales del
"Cambiemos" del Presidente Macri, genuino representante de la ultra
derecha monopolizada por las teorías desventuradas y esclavistas de la doctrina
del shock, para someter a los pueblos, urdidas por la Escuela de los Chicago
Boys de Milton Freedman...
Así se han vaciado los Comités del Radicalismo,
con estas doctrinas de quienes gobiernan contra el pueblo argentino, como
Macri, como De la Rúa, en su triste momento.
En nombre de los caídos en Plaza de Mayo por las
balas del régimen instaurado por ese gobernante que huía desde los tejados de
la Casa Rosada, en nombre de los jóvenes que murieron reclamando justicia, como
Pocho Lepratti en Santa Fé, en nombre de las más bellas canciones de León
Gieco, debemos afirmar, con certeza, que ayer no ha muerto un gran
demócrata. Ha muerto un representante de la derecha golpista y enfrentada a la
emancipación de los pueblos de Argentina, de la Patria Grande Americana.-
Isabel Cabezas
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