En la Paz los hijos entierran a sus padres.
En la Guerra los PADRES entierran a sus HIJOS. Herodoto
PALABRAS DEL MOVPAZ EN EL
COLOQUIO POR LA PAZ
UNEAC, 6 de
agosto de 2019
El programa organizado por la
Fundación está cuidadosamente elaborado acorde con el tema central del coloquio.
Tuvimos la intervención especial del compañero Javier Parra, y un panel de lujo
en el que disertaron los compañeros Miguel Barnet, Caridad Massón y Nicolás
Hernández Guillén sobre la paz y tres figuras cimeras que resultan
imprescindibles evocar cuando rememoramos la historia del Movimiento Mundial de
la Paz, el Movimiento Cubano por la Paz de nuestra región: Fernando Ortiz, Juan
Marinello y Nicolás Guillén.
Para esta actividad se escogió una
fecha significativa para la humanidad que nuestra organización conmemora todos
los años: el lanzamiento de una bomba atómica estadounidense a la ciudad
japonesa de Hiroshima el 6 de agosto de 1945, y tres días más tarde, otra a la ciudad de Nagasaki ambas arrasadas por las bombas nucleares. Para recordar esos
horrendos crímenes, mañana día 7 nos reuniremos como cada año en el “Callejón
de la Paz” con pobladores de la comunidad de Centro Habana y la “Casa del niño
y la niña” de esa localidad.
El compañero Nicolás Hernández Guillén
pidió que a nombre del MovPaz se dijeran algunas palabras introductorias que
centraremos en el período histórico de su formación.
En
el marco de la efervescencia pacifista que caracterizó la posguerra, en agosto
de 1948 se celebró en Polonia el Congreso Mundial de Intelectuales en Defensa
de la Paz, que sentó pautas para la posterior realización del Congreso Mundial
de Partidarios de la Paz efectuado entre el 20 y el 25 de abril de
1949 en la Sala Pleyel de París, Francia, presidido por el eminente científico Frédéric Joliot-Curie, y al que asistieron más de
dos mil delegados, entre ellos científicos, artistas, escritores, dirigentes
obreros, campesinos, mujeres, jóvenes y religiosos, militantes
de partidos comunistas y miembros del secretariado de la Federación Sindical Mundial, de la Federación Democrática
Internacional de Mujeres y de la Federación Mundial de la Juventud Democrática en representación de más de 600 millones de
personas de 72 países.
Nuestro
continente estuvo presente con 150 delegados de 17 naciones.
A pesar de la grave situación política nacional existente, en la que existía
una cruenta represión por parte del gobierno de Carlos Prío Socarrás contra el
movimiento comunista y obrero, al Congreso de París asistió una delegación de
12 cubanos presididos por el comunista e intelectual Juan Marinello Vidaurreta,
quien formó parte de la Presidencia, y estuvo integrada por Nicolás Guillén
Batista, Mirta Aguirre Carreras, Blas Roca Calderío, Raúl Valdés Vivó y Alfredo
Guevara, entre otros compañeros.
El temario del
Congreso fue muy abarcador. En él se trataron asuntos de gran importancia que
mantienen plena vigencia en la actualidad, entre ellos:
- La
denuncia de la carrera armamentista
- El
rol de la ONU en defensa de la paz
- La
denuncia de la propaganda bélica
- El
respeto a la soberanía de los pueblos
- La
participación femenina y de la juventud
- La
defensa de la cultura y
- La
condena a las guerras coloniales
Los principios
adoptados en el Congreso Mundial de Partidarios de la Paz continúan siendo en
esencia los mismos del Consejo Mundial de la Paz y de las organizaciones que lo
integran, teniendo como premisa fundamental la lucha contra el imperialismo.
A su regreso a Cuba, y permeados por
las discusiones y los acuerdos tomados durante el Congreso, los participantes
cubanos comenzaron a trabajar con vistas a la celebración del "Congreso Nacional
por la Paz y la Democracia".
Los organizadores del evento procedían de diferentes tendencias políticas y
sectores sociales, entre ellos representantes de la Federación
Estudiantil Universitaria (FEU), de la Juventud Socialista, prestigiosos
artistas e intelectuales, la Federación Democrática de Mujeres (FDM), que
trabajó bajo la consigna de abanderadas por la paz, obreros pertenecientes a la
Central de Trabajadores de Cuba (CTC), instituciones masónicas y religiosas,
entre otros.
La fecha escogida para el
Congreso en Cuba fue muy significativa: entre el 6 y el 9 de agosto, haciendo
coincidir su inauguración y clausura con el lanzamiento de las dos bombas
atómicas.
La apertura la realizó el
prestigioso intelectual cubano Don Fernando Ortiz en el Anfiteatro del hospital
“Calixto García” de la Habana ante un auditorio compuesto por 2500 delegados
procedentes de todas las provincias del país, y la clausura se efectuó el día 9
en el teatro “Auditórium”, posteriormente Amadeo Roldán, donde fue presentado
la máxima dirección del “Comité Permanente por la Defensa de la Paz y la
Democracia” presidido por el intelectual Don Fernando Ortiz. Después del
Triunfo de la Revolución, adoptó el nombre de Movimiento Cubano por la Paz y la
Soberanía de los Pueblos.
Durante los 70 años de
existencia, el Consejo Mundial de la Paz, el Movimiento Cubano por la Paz y
otras organizaciones pacifistas del planeta, han defendido la Paz como condición imprescindible
para la existencia y desarrollo de la humanidad, el derecho a la independencia
y la soberanía de todos los pueblos del mundo, han luchado porque prevalezcan
la solidaridad y la justicia, la protección del medio ambiente y los derechos
humanos, y ha condenado las guerras imperialistas, las armas nucleares y las
bases militares, y de la misma manera que lo hicieron las generaciones que nos
antecedieron, continuaremos la lucha por uno de los anhelos más justos y
merecidos de la humanidad: la PAZ.
¡¡¡VIVA EL
ANIVERSARIO 70 DEL CONSEJO MUNDIAL DE LA PAZ Y DEL MOVIMIENTO CUBANO POR LA PAZ!!!