sábado, 2 de noviembre de 2019

Maten a los cubanos Trump maten a Cuba Trump asesinen a Cuba Trump aplastenla Bolsonaro asfixienla Macri devuelvanle Guantanmo museo Che Guevara de Buenos Aires


 Segundo acto de una tragicomedia infame

Si se pretende, diabólicamente, acabar con un país, se le priva de petróleo...

Argelio Santiesteban
CUBAHORA, 3/10/2019
EXCLUSIVO

Si usted decide acabar con la vida de un mamífero, le basta con privarlo de la sangre. Cada una de sus células colapsará por asfixia, pues va a carecer del fluido que la surte de oxígeno.
Y, si se pretende, diabólicamente, acabar con un país, se le priva de petróleo. Porque éste es –sin recurrir a metáforas--  la sangre de una nación.
El periodista y escritor Ramón Gómez de la Serna declaró: “La gasolina es el incienso de la civilización.”
Y ya lo dijo aquel taimado personaje, fundador del  imperio de los hidrocarburos, John Davison Rockefeller I: “Levántate pronto, trabaja hasta tarde y encuentra petróleo”.

HAGAMOS UN POQUITO DE HISTORIA

Todo el que esté medianamente al tanto de los titulares periodísticos de hoy, bien sabrá del intento que llevan a cabo los retorcidos vecinos norteños para yugular a nuestra patria por medio del petróleo.
Ah, pero debe saberse que este asunto tiene su pasado.
Como si dispusiésemos de la wellesiana máquina del tiempo, vamos a trasladarnos hasta los días posteriores a la esplendorosa alborada de enero.
Unos periodistas extranjeros abordan a Ché Guevara:
--¿Hasta dónde va a llegar la revolución cubana?
Y el comandante argentino-cubano, mezclando picardía del Coño Sur  con chivadera cubiche,  les responde:
--¡Hasta donde la lleven los americanos!
Me explico. No es que el recién triunfante proceso careciese de una firme plataforma programática. No. Se asentaba sobre un basamento popular, agrarista, pro-obrero, nacionalista, antimperialista. “Con los pobres de la tierra…”.
Pero todo aquél que le haya dispensado --aunque sólo sea de paso--   un superficial vistazo a nuestro ayer reciente, bien sabe que el petulante, engreído, presuntuoso, prepotente, imperial  --¿cuántos adjetivos más?--  comportamiento de los vecinos yanquirules determinaron una aceleradísima radicalización del proceso cubano.
Todo comenzó con la Reforma Agraria, rubricada en mayo del ’59. Iban a salir del hueco nuestros guajiros: 100 mil aparceros, arrendatarios y precaristas.
Subráyese que una reforma agraria no constituye una medida comunista. Innumerables países, muy alejados  de tal línea, tomaron ese tipo de decisión. (Uruguay, a principios del siglo XIX; México, 1915; Colombia, 1936; Venezuela, 1945; Bolivia, 1953; Guatemala, en la década de los1950; Bolivia, 1953;  Chile, a partir de 1962; etc.).
Y nuestro asunto fue con indemnización, pagadera en azúcar. Pero los gringos suspendieron las compras del dulce. De manera que aquí dijimos: que iban a cobrar en casa del… bueno, en casa del badajo.
Entonces vino aquel primer intento de asfixiarnos, de yugularnos con el petróleo.
De inmediato, organizamos aquí los comités de recepción, pues desde los puertos soviéticos comenzaron a zarpar los tanqueros. Gracias al inglés –que hablan los marinos de todo el mundo--  pudimos dispararles a bordo nuestros discursitos de bienvenida, mientras nos atarugábamos de vodka.
Ahora, está en escena este segundo acto de la guerra de los hidrocarburos.
¿Por qué? Pues porque los infames vecinos que el buen Dios nos deparó siguen ahí y continúan siendo igualmente infames.




"Ante un niño con hambre cualquier discusión es inmoral". 
JEAN PAUL SARTRE. 

Los Trump de ocasión, emulan a Valeriano Weyler (gobernador colonial ibérico de finales del siglo XIX en Cuba) cuando utilizó similares procedimientos macabros que después A. Hitler aplicaría en gran escala durante la II Guerra Mundial; acto bestial, que la Ley Internacional tipifica como genocidio: "crimen contra la humanidad".  

Hay tremendas agravantes que no admiten perdón de Dios, muchas de ellas, aparecerán a la luz pública mundial en el Informe de Cuba en ONU contra el bloqueo genocida de EUA en los próximos días. 

Lo cierto es que "jamás tendrán a Cuba" y lo único que están logrando es convertir un pueblo entero en Aves Fénix, para desgracia del decadente imperio de EUA, a punto de implotar y darle el puntillazo final al Tío Sam, un viejo enfermo en fase terminal sin remedio.

Y CLARO, NO NOS ENTENDEMOS, NI CLAUDICAREMOS JAMAS; NO TEMEMOS A SU FUERZA BRUTAL NI A SUS SICARIOS DEL CONTINENTE, Y MUCHO MENOS A SUS AMENAZAS FASCISTAS QUE MUY PRONTO TENDRAN RESPUESTA. 

Ya empezamos a recibir barcos de petróleo y otros vitales recursos: 
sabremos vencer estas patrañas, ser dignos de la cubanía de Céspedes y los otros Padres fundadores: 
y un día, el propio pueblo de EEUU será el primero en pasar factura a sus malos representantes, que aún se creen dueños y señores de América Latina y el Caribe. 

PIENSO  QUE MUY PRONTO TRUMP PROBARA EN SU PELLEJO SU PROPIA MEDICINA, PARA BIEN DEL MUNDO Y DE LOS PROPIOS EUA, Y SU PUEBLO. 

"Nada espero de los americanos; mejor es luchar sin su ayuda que contraer deudas de gratitud que traerían demasiados peligros frente a un vecino tan poderoso". 
MAYOR GENERAL ANTONIO MACEO Y GRAJALES.


AMEN...!!!!!!                  <Panta>