jueves, 27 de febrero de 2020

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El pensamiento económico de Ernesto “Che” Guevara María Gabriela Brenes Guevara Economía Profesora Vanesa Gold Ciclo Básico Común Junio, 2011 Pensamiento del “Che” Guevara # ÍNDICE “Hasta siempre, Comandante”: El pensamiento económico de Ernesto “Che” Guevara I. “Hasta siempre, Comandante” ………………………………….... 3 II. Vivire militare est: vivir es luchar, vivir es milicia........................................................ 5 III. Conciencia engendra conciencia…….…….……….…………... 8 1. Sistema Presupuestario de Financiamiento……………...... 9 2. El trabajo voluntario………………………..……………..... 12 IV. Que se vayan todos, nos quedamos con el “Che”…….……………...………………..…...………...……………….. 16 V. Bibliografía……..……………...…………..…...………...…….…… 18 Pensamiento del “Che” Guevara $ I. “Hasta siempre, Comandante”: El pensamiento económico de Ernesto “Che” Guevara “Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia, de tu querida presencia, Comandante Che Guevara.” Carlos Puebla Hasta siempre, Comandante Asmático, morocho y rosarino, ¿quién hubiese augurado que ese rostro tiznado sería la imagen más reproducida en la historia de la humanidad? Ciertamente la CIA no. Tampoco Batista. Ernesto “Che” Guevara inmortalizó su nombre en una magnitud con la que sólo los más ambiciosos soñaron—no todos los días el propio J.P. Sartre se refería a alguien como “el ser humano más completo de nuestra época”—pero a través de caminos que apenas unos pocos abnegados transitaron: izando la bandera de la contra-hegemonía, luchando por la justicia social. Sus ideales trascienden las fronteras del mapa y también las del intelecto, por cuanto el “Che” procuró la revolución no sólo por el fusil, sino aún más importante, por la pluma y el papel. Por ello, lo menos que se puede hacer para honrar la memoria del Guerrillero Heroico es pesquisar hasta los más recónditos espacios en sus ideas, dialectizar con ellas. En el presente trabajo el foco estará sobre los aportes del “Che” Guevara al pensamiento económico—consustancial del político, claro está—mas cualesquiera que sean las posturas individuales respecto a sus propuestas, sería una atroz falacia argumentar que la vida del “Che” no permite explayarse en el resto de ámbitos. Como primera etapa se retratarán los eventos biográficos más significativos de Guevara, buscando así responder al por qué se erige como símbolo hasta el día de hoy. El segundo eje de análisis se centra específicamente en su Pensamiento del “Che” Guevara % pensamiento económico. En este apartado se hará breve mención del contexto en el que se ubican las ideas del “Che”, sus propuestas y las acciones que llevó a cabo para concretarlas, específicamente el sistema presupuestario de financiamiento y el concepto de “trabajo voluntario”. Asimismo, se presentarán algunos paradigmas con los cuales arrasó—armándose de amigos y enemigos—y algunas metas inconclusas que heredó. Finalmente se extrapolarán estos contenidos hasta nuestra realidad actual: ¿Qué caló del pensamiento del “Che”? Si reviviera hoy, ¿aprobaría el curso que ha tomado la actividad económica en América Latina? Pensamiento del “Che” Guevara & II. Vivire militare est: vivir es luchar, vivir es milicia “A Cuba le dio la gloria de la nación liberada. Bolivia también le llora su vida sacrificada. San Ernesto de La Higuera le llaman los campesinos, selvas, pampas y montañas, patria o muerte su destino.” Víctor Jara Zamba al "Che" Ernesto Guevara de la Serna recorrió América Latina para conocer más sobre las enfermedades tropicales y se enfrentó cara a cara con la peor de todas: la desigualdad, la injusticia social como producto de la dominación. Esta pandemia, tan afianzada ya en todo el mundo, fue lo que motivó su incansable labor, a tal punto que murió tratando de encontrarle solución. El 14 de junio de 1928, en Rosario, Argentina, nace Ernesto Guevara de la Serna. Sin fusil, insignias, ni gloria, sólo su asma—enfermedad que obligó a la familia Guevara a trasladarse de domicilio más de una vez y que luego le costaría al “Che” la participación en el servicio militar argentino. Inicia sus estudios en la Facultad de Medicina de la UBA (1946) y a partir de ahí emprende una serie de viajes a lo largo y ancho de la Argentina, esto con el fin de aprender más sobre las enfermedades tropicales, en especial la lepra. Una vez con el título de doctor bajo el brazo, el “Che” se embarca en ese afamado recorrido en moto por casi todo el continente americano, empresa que inspiraría luego la película “Diario de una motocicleta” (2004). Aprovechó este viaje—en especial su paso por el litoral pacífico suramericano—para visitar minas de cobre, poblados indígenas y leproserías, y nutrir así su posicionamiento intelectual. Para el año 1953, Guevara se encuentra en Bolivia con Ricardo Rojo y Eduardo García, con quienes parte hacia Guatemala para entrar en contacto con Pensamiento del “Che” Guevara ' la actividad revolucionaria allá. Tal fue su interés, que se involucró en la Alianza de la Juventud Democrática; no obstante, al estallido del conflicto militar en 1954, en el que se derrocó al Presidente Jacobo Arbenz, el “Che” se vio obligado a marcharse a México. La nación azteca sería el escenario de una convergencia decisiva para el rumbo histórico latinoamericano: fue justamente en México donde el “Che” conoció a los hermanos Raúl y Fidel Castro. Unos meses después de ese encuentro, se organiza una expedición como preámbulo de la Revolución en Cuba. Inicialmente, el “Che” se integra como médico del grupo, mas luego alcanzaría el rango de Comandante del Ejército Revolucionario. A partir de 1956, la actividad político-militar del “Che” se intensifica notoriamente. Ese año zarpa el “Gramma” rumbo a Cuba, con 82 expedicionarios, pero una única consigna: la revolución. A los pocos días de arribar a territorio cubano, las tropas de Fulgencio Batista arremeten contra el grupo y sólo 12 expedicionarios logran escapar con vida. Diezmado, este grupo de sobrevivientes consigue instalar su base de operaciones en la Sierra Maestra, desde la que organiza varios combates importantes y le confieren al “Che” el grado de Comandante de la Cuarta Columna. Un año después, se le asigna el cargo de Comandante de la Segunda Columna. Más aún, el “Che” buscaba la revolución por el frente de la educación y la información, por lo que en el año 1958 sale al aire Radio Rebelde. Ese mismo año se daría la toma definitiva de la ciudad de Santa Clara. Finalmente, en La Habana de 1959, la Revolución pudo cantar victoria. A pocos días del triunfo, el Colegio de Médicos en Cuba declara “Médico cubano honorario” a Ernesto Guevara. Se le otorga la nacionalidad cubana y escasos meses después lo nombran Jefe del Departamento de Industrias del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). A finales de ese año, el “Che” ya ocupaba la presidencia del Banco Nacional de Cuba. Lejos de estancarse, la lucha política del “Che” continuó en ascenso hasta el último de sus días. Viajó por los países promotores de la Conferencia de Pensamiento del “Che” Guevara ( Bandung—siendo esto el génesis de los No Alineados—y en 1961 fue nombrado Ministro de Industrias de Cuba y formó parte de la resistencia contra la invasión de Bahía Cochinos. Por el año 1963 se asoman las primeras controversias alrededor de los mecanismos de planificación en Cuba. El “Che” participa, entre otros, junto con Alberto Mora (Ministro de Comercio Exterior), Luis Álvarez Rom (Ministro de Finanzas) y Marcelo Fernández, entonces Presidente del Banco Central. Como parte de las medidas resolutivas, ese año se inauguraron distintas fábricas en toda Cuba. Asimismo, Guevara lideró delegaciones cubanas en diversos eventos, entre los cuales están el Consejo Interamericano y Social (Punta del Este, Uruguay), la Conferencia Mundial sobre Comercio y Desarrollo (Ginebra, Suiza), la Asamblea General de la ONU y el Segundo Seminario Económico de Solidaridad Afroasiática en Argel. Si bien la mayor parte de su accionar revolucionario se concentró en Cuba, el “Che” buscaba una liberación en términos más internacionales. Por ello, en 1965 preside un grupo de cubanos para trasladarse al Congo y apoyar el Movimiento de Liberación de ese país. Ese mismo año, desde La Habana hasta Santa Clara se tiñeron de tristeza cuando el Comandante en Jefe, Fidel Castro, reveló la carta de despedida de Ernesto “Che” Guevara, documento en el cual renunciaba tanto a sus cargos oficiales como a su misma nacionalidad cubana. El objetivo de tal sacrificio era incorporase a las guerrillas en Bolivia para luchar contra la tiranía militar. Finalmente, luego de un intenso combate el 8 de octubre de 1967 en la cañada del Yuro, la columna encabezada por el “Che” es severamente mermada por las fuerzas militares bolivianas—ataque realizado en confabulación con la CIA—y capturan a Guevara. El 9 de octubre de 1967, fatídico día en la historia de la contra hegemonía, Ernesto “Che” Guevara es ejecutado a manos del ejército de Bolivia. Pensamiento del “Che” Guevara ) III. Conciencia engendra conciencia “Explotan al campesino al minero y al obrero, cuanto dolor su destino, hambre miseria y dolor. Bolívar le dio el camino y Guevara lo siguió: liberar a nuestro pueblo del dominio explotador.” Víctor Jara Zamba al “Che” “Cada vez que se libera un país, es una derrota del sistema imperialista mundial” (Guevara, 1992, p.55), esta es una de las formas en las que el “Che” definía su actividad revolucionaria. Si bien es un enunciado cargado de claridad y determinación, a la luz de la labor guevariana no resulta tan fácil de etiquetar. ¿Será leninista? ¿Marxista? ¿Con tinte rojo comunista al mejor estilo soviético o es sencillamente “anti-yanqui”? En realidad, al pensamiento económico del “Che” sólo podemos darle una suerte de definición categorizándolo como una progresión lógica entre las ideas de Marx, Engels y Lenin, aplicadas al caso específico de Cuba (Estrada; Cruz, 2009, p. 10-11). Quizá este sea el primer mérito científico que podemos alabarle al planteamiento del “Che”, que tomó los lineamientos generales del marxismoleninismo y lo trasladó a la construcción de un socialismo particular en la Cuba post-revolucionaria, teorizando además sobre la etapa de transición de un modelo capitalista a uno socialista. Justamente este proceder abductivo-deductivo es lo que distingue hasta el día de hoy la ideología guevariana del resto de posturas. Afirmaba Fidel Castro en un discurso de conmemoración del Día Internacional del Trabajador (1966) que “nada enseña tanto como una revolución”, pero más que la lucha revolucionaria per se, lo que más lecciones deja es la etapa inmediatamente posterior: la instauración del nuevo orden, la reconstrucción social después de un evento revolucionario. Si se observa con detenimiento el panorama Pensamiento del “Che” Guevara * que enfrentó el “Che”, es evidente que el contexto de descubrimiento (Klimovsky, 1997) para establecer sus propuestas no era nada simple: una elevada tasa de desempleo, el bloqueo económico y saqueo de capital humano por parte de los EEUU, la inmadurez en las relaciones económicas con otros países (sobre todo aquellos socialistas) y en general la incertidumbre y el carácter aún experimental del modo de socialismo propuesto en el momento (Tablada, 2006). Las premisas fundadoras del pensamiento guevariano hacen hincapié en la conciencia y la certeza de que son los hombres los que hacen la historia. Con esta línea y dentro de ese contexto es que nace el “Sistema Presupuestario de Financiamiento”, un conjunto de medidas prácticas—tales como la centralización de los fondos bancarios de las empresas—para resolver problemas concretos del sector industrial, como los superávit en unas empresas en contraste con los déficit de otras (Estrada; Cruz, 2009, p. 7-10). 1. Sistema Presupuestario de Financiamiento Desde el seno del Departamento de Industrialización del INRA sale este nuevo modelo de planificación, en el que se emprendió una política económica expansiva, enfocada en aumentar la productividad, disminuir los costos, buscar nichos aptos para la tecnificación y ampliar la figura de los talleres. La situación monetaria de las empresas cubanas era convulsa al punto de que, cuando se tomó la decisión de unir todos los fondos bancarios, mientras que algunas contaban con un balance monetario positivo, otras tantas carecían de fondos siquiera para comprar las materias primas o materiales y pagarles a sus empleados (Estrada; Cruz, 2009, p. 7-13). El primer paso fue identificar el grado de necesidad o urgencia que representaba la actividad productiva de esa empresa para el país. Se procedió luego a unificar los fondos de todas las fábricas en uno centralizado, administrado por el mismo INRA y en el que todos los establecimientos depositaban sus Pensamiento del “Che” Guevara !+ ingresos y extraían los recursos destinados a su respectiva gestión. Estas transacciones se hacían con base en un presupuesto muy controlado. Precisamente esta dinámica es la que dio el origen al nombre, se llama “Sistema Presupuestario de Financiamiento” por cuanto la empresa o fábrica entrega sus ingresos de manera íntegra al presupuesto nacional, no se acumula ni retiene efectivo en cuentas particulares. En cuanto a los egresos de las empresas, los gastos se someten a un plan financiero y de ejecución anuales, así que sus posibilidades de inversión dependen de los fondos que se les asigne desde el presupuesto nacional. Más aún, los fondos para cada empresa se depositan en una agencia bancaria, cuya labor es registrar las operaciones de las empresas en tres cuentas: la de inversiones, la de salarios y la destinada a otros gastos (Estrada; Cruz, 2009, p. 8-19). Formalmente, el fondo centralizado se deposita en el Banco Nacional y lo administra la sección de “Finanzas, contabilidad y presupuesto” del Departamento de Industrialización del INRA. A esta división del INRA también le correspondía la planificación, así como la distribución de los documentos o copias presupuestarias y sus unidades. Los bancos debían fungir bajo lo estipulado en este presupuesto nacional. Dentro de este sistema no sólo se reubicaron los fondos, sino también la mano de obra. Aquel personal que estuviera como excedente o se estuviese subutilizando en alguna rama, se trasladaba a otro sector productivo donde se requiriese colaboración. En caso de no poder ubicar a alguien en determinado sector, el Estado asumía la tarea de financiar su educación, de modo que aumentara su valor agregado en términos de técnica y cultura y pudiese encontrar algún nicho en el proceso productivo (Estrada; Cruz, 2009, p. 12-19). Díaz (2006) cita al “Che” sobre este tema: “[el “Che” ] escribía: “ (…) desde el aporte del 4% de los trabajadores para la industrialización del país hasta el trabajo en cada cooperativa hasta el establecimiento de ramas ahora desconocidas en la industria, como la citroquímica, la química pesada Pensamiento del “Che” Guevara !! (…) tiene el principal objetivo (…) la conquista de la soberanía nacional.” (Guevara, E. (1977). Tomo V) El sistema presupuestario de financiamiento también representa una virtud como avance científico, ya que se abasteció de las distintas técnicas contables avanzadas y de computación y las aplicó a la economía, lo cual le permitía optimizar los procesos, poseer una mayor eficiencia y un mayor control de parte de la dirección centralizada y programar mejor la producción. Además, dado que la planificación era un eje central en la administración, estas técnicas del presupuesto permitía un mejor control económico por métodos administrativos y cuantificables. Para el “Che”, la experiencia de los otros países socialistas también fue un importante referente a la hora de construir todo este sistema (Tablada, 2006). Cabe destacar que el Departamento de Industrialización no surgió por una demagogia burocrática, sino como un ente de desarrollo industrial paralelo a la reforma agraria. Ergo, parte de sus labores era velar por el abastecimiento – incluido aquel del ejército rebelde—para lo cual creó diversos talleres (armería, sastrería, panadería, etc.). Con el Sistema Presupuestario de Financiamiento, el “Che” buscaba alcanzar la mayor eficiencia posible en la gestión económica, mas no a costa de la psique colectiva, sino que para él, la construcción del socialismo involucraba un proceso de producción, organización y conciencia. Este fue un punto decisivo para que consiguiese cierto grado de éxito pese al férreo bloqueo estadounidense. Tal como detallan Estrada y Cruz (2009, p.15): “Es poco conocido que el Sistema Presupuestario de Financiamiento funcionó con un alto grado de eficiencia a pesar de las circunstancias que entonces prevalecían nacionalmente y en el Ministerio de Industrias, que poseía en aquel momento el 70 por ciento de la producción industrial del país (las industrias azucarera, ligera, básica, parte de la alimentaria, mecánica, de materiales de la construcción, farmacéutica y otras), alrededor de 260 mil trabajadores, 48 empresas consolidadas y aproximadamente 1500 establecimientos con un valor de 1500 millones en medios básicos, de ellos, 930 millones de origen capitalista.” Pensamiento del “Che” Guevara !# El “Che” elabora todo el Sistema Presupuestario de Financiamiento precisamente porque no aprueba el cálculo económico. Además, con su sistema refleja la vital importancia que tiene la planificación en la etapa de transición y establecimiento del socialismo. No obstante, para Guevara lo más importante de la revolución es que fuese integral, que el desarrollo económico transcurriera de la mano con la transformación del hombre, multiplicando su capacidad creadora, su simbolismo y alejándolo el egoísmo residual del capitalismo. Este enfoque nos dirige al siguiente aporte conceptual del pensamiento guevariano: el trabajo voluntario. 2. El trabajo voluntario El trabajo voluntario se instaura como motor para ese giro copernicano en la industria y el pensamiento del hombre. El “Che” indicaba que “ [el trabajo voluntario] es el que se realiza fuera de las horas normales de trabajo sin percibir remuneración económica adicional, el mismo puede realizarse dentro o fuera de su centro de trabajo” (Díaz, 2006; Agosto, 2003). El valor real de este concepto se aprecia no por su definición teórica, sino por la manera en la que Guevara procuró operacionalizarlo: definiendo organización, modalidades, métodos de control y el posible desarrollo. Para el “Che” era muy importante reducir el burocratismo y el desperdicio de tiempo en el espacio laboral (Estrada; Cruz, 2009, p. 12-19). La diferencia recae en el camino: no a través de métodos impositivos y destructivos, sino con mecanismos de incentivación y de identificación del hombre con su trabajo, con el producto del sudor de su frente. El “Che” hacía énfasis en la misión de llevar el trabajo voluntario a las masas, pero con organización y contenido, de modo que las personas forjaran un vínculo con su labor y se sintiesen útiles. A Ernesto Guevara no le cabía duda de que el ser social determina la conciencia social y que “la nueva conciencia era el resultado de un proceso progresivo de transformación de las estructuras sociales vigentes de las que Pensamiento del “Che” Guevara !$ inevitablemente surge” (Estrada; Cruz, 2009, p. 13-16). Con base en esta perspectiva, proponía que para transformar al hombre, más que hacer un llamado a la conciencia solamente, la clave era transformar las relaciones sociales de producción y seleccionar cuidadosamente las palancas más adecuadas motivadoras de su acción. En términos más concretos, la propuesta guevariana se basa en un sistema salarial, de emulación y con estímulos morales y potenciadores. El fundamento debería ser el principio del pago según la cantidad y calidad del trabajo (Tablada, 2006). Más aún, Díaz (2006) agrega que con esta concepción, la simple socialización de los medios de producción no alcanzaría para instaurar una moral comunista, en oposición al “ ʻHombre Economicusʼ, egoísta e individualista, propio del sistema capitalista.” (Díaz, 2006, p.5). El rol que ocupa el trabajo voluntario va más allá de un incremento en la producción, sino que se posiciona como una fuente de educación para las masas y un método de acercamiento con los campesinos, con el fin de conciliar la escasa cooperación entre la ciudad y el campo, de limar las asperezas entre obreros y campesinos (Guevara, 1977, tomo VII). Asimismo, era menester resignificar el concepto de trabajo y desprenderle la connotación negativa que arrastraba del capitalismo. Para ello, se buscaba posicionarlo más como una necesidad moral, inherente del hombre (Díaz, 2006, p. 5-7), reafirmando así que el mecanismo de movilización de las masas es principalmente del orden de lo moral. El “Che” criticaba que los estímulos materiales—como se acostumbraba y fomentaba en la Unión Soviética— mantenían fantasmas del capitalismo y por eso debía morir en el socialismo. El valor agregado, entonces, lo aporta el desarrollo moral en pos del crecimiento humano, no la acumulación de capital material: “Será preocupación del Ministerio tomar a los mejores obreros premiados y llevarlos a las escuelas donde puedan desarrollar las cualidades que han demostrado en la producción, de modo que sea la clase obrera(…) quien imponga los técnicos y directores del futuro.” (Guevara, E. (Ed. 1977). Tomo VI) Pensamiento del “Che” Guevara !% Finalmente, es necesario retomar la oposición del “Che” al cálculo económico, razón por la que diseña el Sistema Presupuestario de Financiamiento y a su vez exterioriza su posicionamiento con respecto a la ley del valor: otra categoría capitalista que obstaculizaría el periodo de transición a una sociedad comunista. Con base en el análisis de Estrada y Cruz (2009), se puede sintetizar la posición guevariana ante la ley del valor de la siguiente manera: 1. Supresión de la idea de que la ley del valor en el periodo de transición al comunismo goce de alguna vigencia rectora. 2. Categórica diferenciación entre aquellos elementos de orden más técnico (maquinaria, metodología de fabricación, etc.) heredados del capitalismo y que poseen cierto carácter de utilidad—cuya existencia además se reconoce dentro del periodo de transición—y aquellas fuerzas que amparan la ley del valor “dado su carácter de ley económica, esto es, de expresión de tendencias” (Estrada; Cruz, 2009, p. 14-15). 3. Exclusión de la noción de ley del valor y otras categorías mercantiles adjuntas a su uso dentro de la caracterización del periodo de transición al socialismo. Se oponen por defecto. 4. Aversión a la articulación conceptual entre utilización de la ley del valor y las relaciones monetario-mercantiles en la etapa de transición y una aparente necesidad de desarrollar dichas relaciones, por cuanto éstas alcanzan su pináculo en el capitalismo, ergo, distorsionan el camino hacia el fin supremo: un socialismo que premie el desarrollo integral de sus ciudadanos. 5. Oposición al carácter ʻinevitableʼ del uso de la categoría mercancía en las relaciones entre empresas estatales y la concepción de “todos los establecimientos como parte de la única gran empresa que es el estado” (Estrada; Cruz, 2009, p. 14-15). 6. Exigencia de determinar una política económica enfocada a erradicar gradualmente las relaciones anteriores, tales como la noción de mercado y el dinero—en su valor o concepción capitalista—de modo que se desprendiera el sistema socio-económico de la “palanca del interés material directo o, por Pensamiento del “Che” Guevara !& mejor decir, las condiciones que provocan la existencia de estas” (Estrada; Cruz, 2009, p. 14-15). 7. Ferviente resistencia a la práctica social que utiliza indiscriminadamente las categorías capitalistas. 8. Reconocimiento de las implicaciones que tiene el libre juego de la ley del valor en el periodo de transición: la imposibilidad de reestructurar las relaciones sociales en su propia esencia y evitar caer en un sistema híbrido inadmisible para los propósitos planteados de una nueva sociedad. 9. Firme convicción de que el comunismo trasciende un simple modelo económico, implica una construcción de la conciencia: “En nuestra posición el comunismo es un fenómeno de conciencia y no solamente un fenómeno de producción; y que no se puede llegar al comunismo por la simple acumulación mecánica de cantidades de productos, puestos a disposición del pueblo. […] Si no se tiene una conciencia nueva frente a la sociedad” (Guevara, E.; Castro, F. (1992) citado por Estrada; Cruz, 2009, p. 14-15). Por su parte, Tablada (2006) complementa a Estrada y Cruz (2009) en tanto que el Sistema Presupuestario de Financiamiento sí reconoce la ley del valor, de las relaciones monetario-mercantiles y la mercancía como tal, pero sólo en función de los vínculos generados entre el estado, las cooperativas y los individuos—esto en el plano nacional, a nivel internacional sería en el comercio exterior. Más aún, se opone por completo a la existencia de relaciones monetario - mercantiles dentro del sector estatal, excluyendo por defecto la presencia de la mercancía en las relaciones entre empresas estatales. Si bien es innovadora y estructurada en términos de producción, el funcionamiento de la propuesta socio-económica del “Che” contaba con una fuerza gravitacional: la conciencia del hombre. Cada idea surgió en función del bienestar del individuo, cuyo reflejo sería la bienandanza de la sociedad. El mismo Ernesto Guevara lo indica así: “No queremos personal domesticado en nuestras empresas. Queremos que piensen, discutan, discrepen, aporten, generen ideas, y solo después de esto cumplan con lo que está orientado”. (Guevara, E. (1964), p.106-107, citado por Tablada, 2006, p. 55-56) Pensamiento del “Che” Guevara !' IV. Que se vayan todos, nos quedamos con el “Che” “Todo el mundo tercero va a enterrar su dolor. Con granizo de plomo hará su agujero de honor, su canción.” Silvio Rodríguez Fusil contra fusil A mediados de marzo de este 2011 durante las insurrecciones en el Medio Oriente—tales como los levantamientos en Yemen, Jordania, Túnez, Egipto y Palestina—se podía apreciar en las diversas coberturas mediáticas, varios grupos de jóvenes blandiendo la imagen del “Che” Guevara. Poco más de cuatro décadas desde su muerte, a cientos de kilómetros de Cuba y en idiosincrasias completamente distintas a las que enfrentó el “Che”, su rostro se ha intensificado e internacionalizado como símbolo de revolución, lucha, solidaridad y rebeldía—no en su sentido peyorativo, sino como el reproche a la imposición, el deseo de poder elegir, de poder expresar, de ser individuos proactivos—amparados bajo la esperanza de que un mundo mejor es posible desde nuestra propia acción. Más aún, la emblemática fotografía que Alberto Korda capturó del “Che” es la imagen más reproducida del siglo XX. Más allá de la excelencia técnica o estética de la foto, su virtud está en la manera en la cual atrapó la esencia misma del “Che”, inmortalizando el espíritu inefable del Guerrillero Heroico. En las palabras del propio Alberto Korda: “Es el retrato de un hombre y también de un pensamiento y de una actitud. Emana de él algo místico y, además, una sensación de coraje y austeridad; toda una historia que cristaliza en una foto.” (Candioti, M. (2008) citando a Korda) Su actualidad también se refleja en los debates académicos y políticos en este siglo XXI. Un vivo ejemplo son las discusiones sobre la nueva izquierda: esa izquierda emergente desde los sectores populares y liderada, en gran parte, por una importante fracción de los distintos círculos académicos—en particular, mas no únicamente, los universitarios. Es una izquierda humanista, inclusiva, Pensamiento del “Che” Guevara !( latinoamericanista y luchadora—como la que se planteó el pasado 3 de junio en el 3er Foro Nacional de Educación para el Cambio Social aquí en Buenos Aires—que retoma los valores del “Che” y, cual curadores de obras de arte, los reviste para enfrentar los retos de nuestros días. A este punto de la historia, sería necio e inocente preguntar si caló algún ideal guevariano. La pregunta es: ¿qué? Aún no somos esa Latinoamérica unida con la que soñaba el “Che”, continúa el bloqueo y casi satanización de EE.UU. a la actividad en Cuba (evidentemente no bajo los mismos términos de la Cuba del “Che”) y el imaginario colectivo aún articula “comunismo” o “socialismo” con el concepto de “autoritarismo” y “supresión de libertad”. Si Guevara estuviera vivo y observase el colapso por saturación del sistema de salud en Cuba, no estaría para nada satisfecho. Su decepción aumentaría al voltear la mirada hacia el año electoral en la Argentina y encontrar nombres como Duhalde y Macri aún acechando el marco político, o al ver la ligereza en la participación de la Izquierda Tradicional o el desgajamiento de Proyecto Sur. Queda claro entonces que en términos de concreción, el sueño que tenía el “Che” para América Latina aún es un abstracto. Tablada (2006) puntualiza en sus causas: “El socialismo real fracasó porque utilizó en gran medida los instrumentos capitalistas para su funcionamiento—incluyendo las tecnologías que dañaron seriamente el medio ambiente—, y no fue capaz de desarrollar una sociedad democráticamente participativa, un sistema de dirección económica acorde con su esencia, una cultura alternativa a la capitalista.” Entonces, ¿qué es lo que ha mantenido vivas las ideas del “Che”? Su lucha. No es que el “Che” se alzó de manera antojadiza, sino que fue consecuente con sus palabras, pues para cambiar una realidad, es menester actuar, no sólo teorizar. Una de las mayores proezas que nos heredó fue ese espíritu de acción, perseverancia, criticidad…un espíritu de capacidad creativa y modificadora. Un sueño con cuerpo, mente y alma, se podría decir. Pensamiento del “Che” Guevara !) V. Bibliografía Agosto, P. (2003). El cooperativismo agrario en Cuba. Centro Cultural de la Cooperación: Argentina. Candioti, M. (2008). La foto más reproducida del S. XX: Tributo a la coherencia del Che Guevara. Fotografía e Historia. Publicado el 23 de mayo de 2008. Recuperado el 7 de junio de 2011 desde: http://marcialcandioti.wordpress.com/2008/05/23/la-foto-mas-reproducida-del-s-xxfotografia-%E2%80%93-historia-tributo-a-la-coherencia-del-che-guevara/ Castro Ruz, F. (1966). Discurso pronunciado en el Acto de Conmemoración del Día Internacional del Trabajo, La Habana, 1 de mayo de 1966 (Granma, 2 de mayo de 1966 y La Habana: Ediciones OR, 1977, pág. 12). Díaz, M. (2009). El Pensamiento Económico del CHE Guevara y el cooperativismo. Curso de Cooperativismo del CCC. Departamento de Política y Economía Internacional. Estrada Vega, L. Y. y Díaz Cruz, R. (2009). Che y la economía. Fundamentos de Economía. Universidad de Ciencias Informáticas. Guevara de la Serna, E. (1964). Consejos de dirección: Informe de la Empresa Consolidada de Equipos Eléctricos. El Che en la Revolución Cubana (Tomo 6, págs. 106–107). Citado en Tablada (2006), pág. 158. Guevara de la Serna, E. (1964). Sobre el Sistema Presupuestario de Financiamiento. Nuestra Industria, Revista Económica, N° 5 (MIA). Guevara de la Serna, E. (1964) La planificación socialista, su significado. Cuba Socialista, Número 2. Selección de Tablada, C. (2006). 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El socialismo y el hombre en Cuba. Nueva York: Pathfinder. Klimovsky, G. (1997). Las desventuras del conocimiento científico. Una introducción a la epistemología (Cap. I). Buenos Aires: A-Z Editora. Tablada, C. (1989). El pensamiento económico de Ernesto Che Guevara. La creatividad en el pensamiento económico del Che. Cuba Socialista, No. 39 (mayojunio). La Habana, Cuba. Tablada Pérez, C. (2006). El marxismo del Che. El Economista de Cuba ONLINE, p. 1-33. Cuba: Edición Casa de las Américas. Recuperado el 8 de junio de 2011 desde: www.eleconomista.cubaweb.cu