Rusia quiere "tener
una conversación seria" con EE.UU. por distorsionar el papel de la
Unión Soviética en la victoria sobre la Alemania nazi
Los funcionarios
estadounidenses "no tuvieron el coraje ni el deseo de rendir
homenaje" al "innegable rol y al colosal número de
víctimas" que sufrió la Unión Soviética durante la Segunda Guerra
Mundial, declaró el Ministerio de Exteriores ruso.
Melania y
Donald Trump participan en una ceremonia de colocación de ofrendas florales
para conmemorar la victoria sobre la Alemania nazi. 8 de mayo de 2020. The White
House
El Ministerio de Asuntos
Exteriores ruso ha declarado, este
domingo, que Moscú tiene la intención de "mantener una conversación
seria" con los funcionarios estadounidenses que intentan "distorsionar
los resultados de la derrota del nazismo y la contribución decisiva"
de la URSS en la victoria sobre la Alemania nazi.
Este viernes, en sus
publicaciones en redes sociales la Casa Blanca atribuyó la victoria
sobre la Alemania nazi únicamente a "EE.UU. y el Reino Unido",
sin hacer ni una sola mención a la Unión Soviética. Estas falsas afirmaciones
causaron "indignación extrema" en el Ministerio de Exteriores
ruso.
"En la víspera de esta
fiesta sagrada, los funcionarios estadounidenses no tuvieron el coraje ni el
deseo de rendir homenaje, ni siquiera mediante media palabra, al innegable
rol y al colosal e inconmensurable número de víctimas que sufrieron el Ejército
Rojo y el pueblo soviético, en nombre de toda la humanidad", declaró el
organismo.
Los diplomáticos rusos
subrayaron que "tal actitud es claramente discordante" con la
declaración adoptada, el pasado 25 de abril, por el presidentes de Rusia,
Vladímir Putin, y su homólogo de EE.UU., Donald Trump, con motivo del 75º
aniversario del "encuentro histórico" de las tropas soviéticas
y las de EE.UU. sobre un puente del Río Elba (Alemania), en 1945.
"El documento se centra
en los esfuerzos conjuntos de nuestros países en la lucha contra un enemigo
común", asevera el comunicado.
"Los hechos reales de
la Historia no pueden ser ignorados, independientemente de las simpatías o
antipatías que despierte la Unión Soviética, que liberó al mundo de la peste
marrón en aquellos años, o nuestro país, en la actualidad", comunicó el
Ministerio.
"El tema
de esa hazaña sagrada no debe convertirse en un problema más en las relaciones
bilaterales"
La Casa Blanca fue objeto de
un alud de críticas en la Red, tras afirmar que "EE.UU. y el Reino
Unido consiguieron la victoria sobre los nazis", una postura que
decenas de usuarios calificaron de "falaz", "repugnante",
"asquerosa" y "desagradable".
No obstante, los comentarios
de los internautas indignados "están siendo eliminados
metódicamente", precisó el Ministerio de Exteriores ruso.
"El tema de la hazaña
sagrada de la generación anterior en la Guerra no debería convertirse en un
problema más en las relaciones bilaterales, que ya están pasando por tiempos
difíciles", advirtieron los diplomáticos, que expresaron la
confianza de que Rusia y EE.UU. pueden "rechazar los crecientes desafíos
de manera conjunta" a pesar de los desacuerdos y "basándose en la
confianza, el respeto mutuo y la consideración de los intereses mutuos".
El Pentágono publica una
'versión propia' de la II Guerra Mundial para culpar a la URSS de iniciarla en
conjunto con la Alemania nazi y Moscú responde
María Zajárova, vocera de la
Cancillería rusa, tachó la postura estadounidense de "monstruosamente
hipócrita y falsa" y lamentó que, en pleno 75º Aniversario de la
Victoria, algunos países occidentales persistan en sus intentos de distorsionar
la Historia, a favor de sus objetivos políticos.
El encuentro
de las tropas de la URSS y de EE.UU. sobre un puente del Río Elba, en Alemania,
el 24 de abril de 1945. Foto: Gueorgi Homzor / Sputnik
En vísperas del 75º
aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, el Departamento de Defensa
de EE.UU. publicó, en su sitio web, una presentación sobre la Segunda Guerra
Mundial, en la cual expone una peculiar versión de la historia de ese
conflicto. En particular, culpa a Moscú de iniciarlo junto con la Alemania
nazi, una afirmación que en reiteradas ocasiones ha sido negada por Rusia.
"El conflicto comenzó
en 1939, cuando Alemania y la Unión Soviética invadieron Polonia", afirma la
versión estadounidense, a pesar de que los hechos históricos la desmienten:
fueron tropas nazis las que invadieron Polonia, el 1 de septiembre de aquel
año.
Tan sólo dos días después,
el 3 de septiembre de 1939, el Reino Unido y Francia le declararon la guerra al
régimen de Adolf Hitler. Las tropas soviéticas, por su parte, entraron en territorio de Polonia el 17 de
septiembre, dado que la URSS no estaba en guerra con ningún país y, únicamente,
procuraba desplegar una campaña de protección y liberación de quienes
vivían en las partes orientales de Bielorrusia y Ucrania, según lo ha explicado
el Ministerio de Defensa ruso, con amplia documentación histórica.
- La URSS entró, oficialmente, en guerra el
22 de junio de 1941, cuando fue atacada por la Alemania nazi y empezó la
Gran Guerra Patria.
- Por su parte, EE.UU. se unió al conflicto
el 7 de diciembre de 1941, después del ataque japonés a Pearl Harbor.
En su conjunto, la
presentación del Departamento de Defensa de EE.UU. menosprecia el rol que desempeñaron la URSS, el Ejército Rojo y el pueblo soviético en la victoria
sobre la Alemania nazi. Así, su conteo de las víctimas del conflicto sólo
incluye "unos seis millones de judíos, asesinados por la Alemania
nazi" y "unos 250.000 soldados estadounidenses, que también
fueron asesinados en los combates en el teatro europeo".
Además, el Departamento de
Defensa de Estados Unidos afirma que Francia llevó una gran parte del peso en
las luchas de la Guerra.
La presentación
estadounidense no menciona, en absoluto, que la mayoría de los acontecimientos
cruciales de la Segunda Guerra Mundial ocurrieron en el territorio de la URSS y
que el pueblo soviético fue el que sufrió más bajas humanas: 26,6 millones de
personas. En comparación, la nación gala registró unos 567.000 decesos.
Significativamente, la
descripción de la foto inicial de la exposición virtual del Departamento de
Defensa de EE.UU., un bajorrelieve que representa el día del encuentro, a
orillas del Río Elba entre las tropas soviéticas y norteamericanas, no menciona
de ninguna manera a la Unión Soviética. En su lugar, los autores de la
presentación hacen hincapié en el rol de Estados Unidos en la lucha contra los
nazis en territorio europeo.
Respuesta de Moscú
Moscú ha llamado, ya en
repetidas ocasiones, a no distorsionar los hechos relacionados con la Segunda
Guerra Mundial, pero los intentos de reescribir la Historia no cesan, tanto en
suelo europeo como en el estadounidense.
En respuesta a esta reciente
tergiversación, la representante oficial del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Rusia, María Zajárova, tachó la postura de EE.UU. de "monstruosamente hipócrita
y falsa".
La vocera señaló que algunos
países de Occidente "incluso en estos días y fechas que tan especiales
son para toda la humanidad, no cejan en sus intentos de
distorsionar la Historia", centrándose, exclusivamente, en sus objetivos
políticos.
Zajárova rechazó la versión
del Pentágono de que "la URSS tiene la misma culpa que el Tercer Reich
en desatar la Segunda Guerra Mundial" y protestó el hecho de que el
texto estadounidense no mencione que "fue nuestro país el que rompió la
cresta de la máquina militar fascista, y que el mayor número de nazis cayó en
el Frente Oriental".
Además, la vocera recordó
que los Aliados abrieron el Segundo Frente en Normandía sólo en 1944, cuando
EE.UU. ya no tenía dudas de que el Tercer Reich estaba perdiendo la
guerra. Entonces, EE.UU. "se apresuró a llegar, para evitar que la
URSS extendiera su influencia a toda Europa, después de la victoria".
En este contexto, Zajárova
recordó que en el propio Berlín reconocen que la culpa de la Segunda Guerra
Mundial fue sólo del régimen nazista de Hitler. Así, el ministro de Asuntos
Exteriores de Alemania, Heiko Maas, y el director del Instituto de Historia
Contemporánea, Andreas Wirsching, denunciaron, en un reciente artículo en la
revista Spiegel, que "los
repetidos intentos realizados, en los últimos meses, para reescribir la
Historia tan descaradamente" requieren que, desde Alemania, se hagan
aclaraciones, que "no deberían ser necesarias frente a hechos históricos
inmutables".
Maas y Wirsching enfatizan
que "mediante la invasión de Polonia, fue Alemania la que desató la
Segunda Guerra Mundial". "Y sólo Alemania es responsable de
los crímenes cometidos contra la humanidad y en el Holocausto",
puntualizan.
"Los que siembran dudas
con respecto a ello y atribuyen un papel criminal a otras naciones, cometen una
injusticia hacia las víctimas. Convierten la Historia en su instrumento y
dividen Europa", concluyen.
Historias que deben ser
contadas:
75º aniversario de la
Victoria en la Gran Guerra Patria
Este 9 de mayo, Rusia
celebra una gran fecha, el 75º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra
Patria, en la que cerca de 27 millones de ciudadanos soviéticos perdieron la
vida, defendiendo su país y luchando contra el fascismo.
"¡A
casa!" Un tren con soldados soviéticos regresa de Berlín,
1945. V. Tiomin /
Sputnik
"Te felicito con
motivo de la Victoria, querida. Espera, ¡pronto estaré contigo!",
escribió el soldado soviético Valentín Syrtsylin a su esposa Zina, en
una carta enviada desde Berlín,
en mayo de 1945, en la que compartió la emoción que se vivió en la capital
de la Alemania nazi, después de su capitulación.
"El 7 de mayo, a las
seis y media de la tarde, centenares de explosiones de proyectiles antiaéreos
centellearon sobre Berlín, cientos de cohetes se dispararon hacia el cielo para
anunciar la victoria a todo el mundo [...] Fue aquí, en
Berlín, donde se decidió el destino de la Guerra. Es nuestro orgullo eterno que
nosotros, y nadie más, fuimos los primeros en entrar", escribió.
Fue aquí, en Berlín,
donde se decidió el destino de la guerra
Esta y otras cartas,
enviadas desde el frente por millones de soldados soviéticos a sus familias,
son un emotivo recordatorio tanto de los horrores de la Guerra como de la gran
hazaña y el gran sacrificio del pueblo soviético. Valentín sobrevivió a esta
guerra y fue uno de los que pudieron volver a ver a sus seres queridos,
una suerte que no tuvieron los más de 26 millones de soviéticos que perdieron
la vida en el campo de batalla.
Estas cartas eran el
único medio por el que muchas personas podían recibir noticias de sus
familiares en el frente y cada línea tenía mucha importancia.
"Sólo quería
informarles de que estoy vivo, porque sé cuánta alegría habrá, en este día, en
mi tierra natal y, al mismo tiempo, cuántas lágrimas. Sólo sé cuán dolorosos
serán los días para aquellos que esperan una carta de su ser querido", escribió Alexéi Zelenski a sus
padres, el 9 de mayo de 1945, desde Austria.
“¡Después de
todo, estoy vivo! Quiero gritar muy fuerte: ¡Estoy vivo! ¿Entienden la magnitud
de estas palabras?”
"Ha llegado el día
esperado, con el que soñaban millones de personas. No pueden imaginar la
profundidad total de la alegría que estamos experimentando aquí y que estoy
experimentando yo. ¡Después de todo, estoy vivo! Quiero gritar muy fuerte:
¡Estoy vivo! ¿Entienden la magnitud de estas palabras? [...] Todos
mis sueños están, en este momento, allí, cerca de ustedes, en mi tierra
natal", escribió Alexéi.
Un sargento se
reúne con su familia, en un pueblo bielorruso liberado durante la Segunda
Guerra Mundial, 1 de julio de 1944 Alexandr Fridlyanski /
Sputnik
El soldado Konstantín Vólkov
no pudo reunirse con su familia, ni celebrar la gran victoria. Murió en 1943,
en la Batalla de Kursk, dos
semanas después de enviar la última carta, a su esposa
Liza y sus cuatro hijos, a una aldea en la Región de Nizhni Nóvgorod (entonces, Gorki).
“Pero, a pesar
de esto, nosotros, los sobrevivientes, continuamos luchando contra el enemigo,
lo golpeamos sin piedad y avanzamos”
"Perdónenme
por esta carta tan breve e incómoda. La escribo en unas condiciones en las
que es imposible no confundirme, porque ahora, sobre nosotros, reina el caos
absoluto: explosiones que hacen saltar la tierra por los aires, junto con las llamas,
convirtiéndola en polvo, con pólvora quemada, levantando partes o pedazos de
víctimas y todo lo demás. A veces, a 10 metros no se puede reconocer
a un amigo. Así pasa nuestra vida [...] Pero, a pesar de
esto, nosotros, los sobrevivientes, continuamos luchando contra el enemigo, lo
golpeamos sin piedad y avanzamos", escribió Konstantín, de
la 53ª Brigada de Rifles Motorizados.
La Batalla de Kursk, en la
que perdió la vida Konstantín, es considerada como el mayor combate de tanques
de la Historia y significó el final de la última ofensiva de la Alemania nazi
en tierras soviéticas, además de marcar un punto de inflexión en el desarrollo
de la Segunda Guerra Mundial.
Soldados
soviéticos lanzan ataques durante la Batalla de Kursk. Sputnik
Recuerdos del pasado
Es con mucha ternura que la
moscovita Kristina Kopýtina recuerda a su abuelo, al que la Guerra le hizo
pasar hambre, sufrimiento y los momentos más difíciles de su vida.
"El abuelo era mi mejor
amigo en la época preescolar: alto, fuerte, con ojos azules, rizos grises y muy
buen corazón", comparte Kristina, de 28 años, que dice que a su
abuelo no le gustaba hablar sobre su infancia, que transcurrió en una aldea
bielorrusa. Cuando llegó la guerra, junto con su madre y su hermana, tenía que
sobrevivir, buscando comida y esperando a su padre, que se fue para nunca
volver.
“Cada 9
de mayo, mi abuelo encendía la radio, miraba por la ventana y lloraba”
"Es lo más triste y
grandioso que sé sobre el abuelo, que nunca dejó de esperar a su padre. El 9 de
mayo de cada año, el abuelo encendía la radio, miraba por la ventana y lloraba
cuando sonaba la Canción de las Grullas [una popular canción soviética, sobre la Guerra]. Creo que
ese día, finalmente, se reunía con él", cuenta.
Kristina compartió su
historia, tan parecida a miles de otras historias de familias de la
antigua URSS afectadas por la Gran Guerra Patria, la guerra "sagrada",
en el marco del proyecto especial de RT #PáginasDeLaVictoria, en redes
sociales. Este año, las celebraciones se trasladan, principalmente, al formato
en línea, incluida la acción Regimiento Inmortal que,
anualmente, conmemora a los héroes de la Guerra, en decenas de
ciudades de países de la antigua URSS y del resto del mundo.
Soldados
soviéticos leyendo el correo, en el Segundo Frente Bielorruso. Sputnik
"Es muy difícil
explicar qué significa la Guerra para mí. Para mí, antes que nada, es la
historia de mi familia. Da miedo y hasta cierto punto es inimaginable, es
difícil para mí pensarlo y darme cuenta de que todo esto realmente
sucedió", relata Anastasía Kazachkova, estudiante de la Escuela de Diseño
de una universidad moscovita, que participó en el proyecto especial
con ilustraciones y retratos para las historias compartidas en las redes.
“El pueblo ruso hará cualquier cosa
para evitar una guerra”
La memoria de estos
terribles acontecimientos históricos debe permanecer para recordar a
la humanidad cuánto sufrimiento puede traer una guerra y para hacer que la
vida y la paz que tenemos ahora cuesten cada gota de la sangre derramada en el
campo de batalla.
Un tren con
soldados soviéticos sale de Berlín. Sputnik
Para su libro Diario ruso, publicado en 1948, el
escritor estadounidense John Steinbeck tuvo una conversación con el
crítico literario y cinematográfico soviético, y veterano de la Segunda Guerra
Mundial, Alexandr Karagánov. Steinbeck le preguntó "si el pueblo ruso,
o una parte de él, o alguien en el gobierno ruso, quiere una guerra".
"Aquí, puedo decir muy
tajantemente: Ni el pueblo ruso, ni ninguna parte de él, ni parte del gobierno
ruso, quiere una guerra. Además, el pueblo ruso hará cualquier cosa para evitar
una guerra. De eso estoy seguro", fue la respuesta del
veterano.
Y así lo dice la letra de
una canción del año 1961, escrita por el poeta soviético Yevgueni
Yevtushenko: "¿Quieren los rusos una guerra? Pregúntalo
al silencio sobre los campos, abedules y álamos. Pregúntales a
esos soldados que yacen debajo de los abedules y deja que sus hijos te
digan si los rusos quieren una guerra".
El día del fin
de la Gran Guerra Patria, en la Plaza Roja de Moscú, 9 de mayo de 1945. Mijaíl
Oziorski / Sputnik
Cómo el Ejército
Rojo derrotó a tres divisiones de las SS tras la caída de Berlín
© Sputnik /
Hace 75 años, el 11 de mayo
de 1945, pocos días después de la caída de Berlín y la capitulación de las
autoridades nazis, comenzó la última gran batalla de la Segunda Guerra Mundial.
En su transcurso, las tropas soviéticas, apoyadas por las estadounidenses,
derrotaron a las tres divisiones de las SS atrincheradas a 60 kilómetros de
Praga.
Se trataba de la 5a
División Wiking, la 44a División de Granaderos Wallenstein y la 2a División Das Reich. Las tropas nazis intentaron retirarse de
Praga, presas del pánico, hacia el oeste, antes de que comenzasen los combates.
Buscaban rendirse ante las tropas estadounidenses, para evitar represalias por
las atrocidades cometidas durante la invasión a la URSS.
© FOTO: Ministerio de Defensa de Rusia
Así que, el 8 de mayo, Carl Friedrich von Puckler-Burghauss, quien dirigía a los
soldados nazis, se acercó a la ciudad de Pilsen —donde el general George Patton
había desplegado su Ejército de tanques— para negociar. Sin embargo, las tropas
estadounidenses no quisieron negociar con los nazis.
Dos días más tarde, cuando
las fuerzas soviéticas y las de EEUU se reunieron cerca de las ciudades de Ceske Budejovice y Chemnitz, los restos de
las SS ya habían logrado atrincherarse en una colina, cerca del pueblo de
Slivice. Crearon un sistema de trincheras y refugios con ametralladoras y
enterraron las piezas de artillería y de tanques.
El grupo de
reconocimiento y de sabotaje comandado, por el capitán Evgueni
Olesinski, fue el primero en dar con las posiciones fortificadas de las
SS. Utilizando el factor sorpresa, sus soldados y varios guerrilleros locales
atacaron a las divisiones nazis. Pero, tuvieron que retroceder y perdieron en
la batalla a al menos 13 personas. El teniente general y comandante del 2o
Cuerpo Mecanizado Karp Sviridov y varias brigadas de
tanques acudieron a apoyarlos.
© Sputnik / Alexandr Ustinov
La batalla final comenzó con el bombardeo de las
trincheras enemigas con artillería pesada. Las fuerzas de la URSS fueron
apoyadas por la 4a División Acorazada del XII Cuerpo del 3o Ejército de EEUU. Dado que los nazis se defendieron
frenéticamente, el comando soviético decidió atacar a las tropas enemigas con
una división de morteros a reacción para no matar a sus efectivos. Después de
ese bombardeo, los alemanes comenzaron a rendirse, pero los pilotos del 112o
Regimiento Aéreo de Cazas de la Guardia acabaron con el resto de las SS.
El 12 de mayo,
Puckler-Burghauss firmó la capitulación y se dirigió a su
villa, para quitarse la vida. Cerca de 6.000 soldados de la Alemania nazi
fueron capturados, y 56 militares soviéticos murieron en aquellos combates. Las
unidades checas antifascistas perdieron a 46 efectivos.