EEUU: Tras acaparar producción
del primer antiviral reconocido por la UE a un costo de seis dólares se
comercializará en dos mil
La nueva aparición del antiviral Remdesivir, el primer
medicamento destinado a paliar los efectos del coronavirus, ha generado un
intenso conflicto después de que Trump comprara prácticamente el total de la
producción de los próximos tres meses, iniciativa que ha dejado desabastecido a
medio mundo.
Al propio tiempo,
en medio del desastre provocado por el coronavirus, que ya ha cobrado más de
medio millón de vidas en todo el mundo, las empresas de la industria de los
fármacos imponen precios abusivos a la medicina que podría frenar la escalada
de fallecidos.
En EEUU, cada paciente deberá desembolsar hasta 2.000
dólares por el tratamiento, pese a que el fármaco tiene un costo de producción
de unos seis dólares. «Si las mascarillas ya
generaron una guerra comercial internacional, ¿en qué puede desembocar la lucha
por las dosis para curar la pandemia?», se pregunta el
diario digital español Público.
Originalmente, y
con otro nombre, el Remdesivir nació tras una investigación desarrollada para
la lucha contra el ébola en 2013. Al demostrar una eficacia menor que otros
medicamentos, cayó en el olvido, pero con la pandemia de la Covid-19, Gilead,
la farmacéutica que lo creó, hizo pruebas con ese fármaco para ver qué
resultados obtenía. De forma inesperada, se ha convertido en el primer
medicamento aprobado por la Unión Europea para combatir el coronavirus.
La industria
farmacéutica, siempre bajo lupa de sospecha por sus enormes beneficios y por
discurrir su negocio en el camino intermedio entre la salud y las ganancias
privadas.
El periódico
recuerda el documental Sicko, dirigido por Michael Moore, que confirma la
triste realidad de la sanidad, mercantilizada hasta el tuétano en muchos países
del mundo. El cineasta muestra la realidad de Estados Unidos por el drama de
los 50 millones de ciudadanos que allí carecen de seguro médico, y el de los
otros 250 millones que teniéndolo también sufren desamparo por no poder pagar
la cantidad de medicamentos que necesitan. Compara esa realidad con la de
países como Canadá o Francia, donde se garantiza la atención médica gratuita.
La nota del
periódico describe cómo de la mano del director, un puñado de norteamericanos han
cruzado las escasas millas que separan EEUU de Cuba para descubrir un sistema
donde la sanidad es totalmente gratuita para los ciudadanos, para asombro de
quienes burlaron el bloqueo económico para viajar a la Isla y verificarlo, algo
que gracias a Trump tienen prohibido ahora terminantemente.
LG/RL/
Foto de portada: EFE.