Buenos Aires, 6 de agosto de 2020
Un mes atrás La Liga Argentina por los
Derechos del Humanos se presentó como querellante en la causa
de lesa humanidad que involucra a la empresa Vicentín. Ahora,
mediante la cédula judicial firmada por el Juez Federal de
Reconquista Dr. Aldo Mario Alurralde y el secretario Dr.
Julio Cécar Perricone, se notifica que la Liga fue aceptada
para ser parte de la querella.
"El reconocimiento de la Liga como
querellante en la causa que investiga los delitos de lesa
humanidad en los que está comprometida la empresa Vicentin
obliga a redoblar esfuerzos para aportar las pruebas que
permitan el rapido juzgamiento de aquellos empresarios",
expresó José Sculman, presidente de la Liga Argentina por los
Derechos Humanos.
El mes pasado, en el marco de la causa por
privación ilegitima de la libertad que investiga el fiscal
Roberto Salúm, de la Fiscalía de Reconquista, la Liga puso a
disposición de la Justicia los testimonios de José Ernesto
Schulman y Carlos Del Frade. Schulman compartió cautiverio con
los detenidos de la empresa, y del Frade es Diputado
Provincial de Santa Fé y autor de decenas de libros sobre la
historia económica social de la provincia.
"Más allá de que se acredite la
participación en los hechos delictivos aquí reseñados de los
integrantes de la Policía, del Ejército y de la Fuerza Aérea,
se deberá investigar la responsabilidad del Directorio de la
firma Vicentín y de la línea gerencial al momento de los
hechos a fin de establecer si sus conductas configuran
delitos de lesa humanidad", expresaba el escrito firmado
un mes atrás por el presidente de la Liga, José Ernesto
Schulman, y por el abogado de la Liga, Pedro Dinani.
El fiscal Salúm, encargado de la Causa 50
sobre los hechos de genocidio en el norte de Santa Fé,
reabrió la investigación sobre la responsabilidad empresaria
en la represión ilegal. De la investigación se desprende que
un grupo de trabajadores -cuyo número aún es incierto- fueron
detenidos ilegalmente entre enero y noviembre de 1976.
Algunos fueron secuestrados adentro de la fábrica, en la
localidad de Avellaneda, mientras cumplían su turno de
trabajo. Otros en sus domicilios y hasta en la vía pública,
en la ciudad de Reconquista. No se sabe cuantas personas
participaron de esos operativos ni tampoco a que fuerzas de
seguridad reportaban.
Con el paso del tiempo, los trabajadores
consiguieron liderar el gremio, un hecho que generó una gran
molestia para la patronal. Desde la conducción del gremio
dictaron nuevas reglas que impedían a los patrones arreglar a
su conveniencia con la burocracia sindical para continuar con
la explotación de los obreros.
"Se trata de una causa nueva, con un
expediente diferente. Se está investigando la participación
de directivos de la empresa en los hechos. Aunque por el paso
del tiempo no hay directivos que puedan ser juzgados. Este
directorio no es el mismo de entonces, y los que participaron
en aquella época están alejados o son ancianos", explicó
Alejandro Córdoba, referente de la Liga en Reconquista. Uno
de los directivos aún vivos es el señor Hector Vicentín,
quien hizo declaraciones públicas a favor de la empresa
durante las manifestaciones del pasado sábado 19 de junio que
violaron el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
"Fuimos promotores de esa causa como
querellantes y a través de nuestra filial Reconquista,
reactivamos nuestro rol. Vamos por todos los responsables del
genocidio, vamos por el poder económico financiero exportador
mafioso", aseguró José Schulman, presidente de la Liga
Argentina por los Derechos Humanos.
Secuestros, golpes y torturas
Los secuestros se enmarcan dentro de una serie
de hostigamientos y persecución laboral que por su desempeño
gremial venían sufriendo los trabajadores de la empresa, en
el marco de la represión ilegal perpetrada por la última
dictadura cívico militar. A Efrén Venturini, delegado
general, lo señaló el jefe de personal, el señor Tonietti.
También se llevaron a Adelqui Gavirondo, Estanislao Zunini,
Eldo Zorat, entre otros. Los detenidos integraban la
Comisión Directiva y el cuerpo de delegados.
Los primeros en ser secuestrados fueron Oscar
Zarza, Anibal Gall y Oscar Ortiz, en enero de 1976. Los 3
pertenecían al gremio Aceitero de Reconquista. Zarza
relata que “la detención vino de adentro de la fábrica. Nos
llevaron a la Jefatura de Reconquista, de ahí a la Brigada
Aérea y esa noche, junto a unas 40 personas – hombres y
mujeres- nos metieron a patadas y bastonazos en un colectivo
que nos dejó en la Guardia de Infantería Reforzada de Santa
Fe”. Allí fueron golpeados, torturados con picanas y
liberados luego de unos 15 días. Anibal Gall, en cambio,
estuvo detenido hasta que finalizó la dictadura.
En noviembre, la situación se volvió más
complicada y se produjeron nuevos secuestros. Entre el 2 y el
4 de ese mes, camino a la fábrica, en su entrada o dentro de
la misma, secuestraron nuevamente a Zarza, y además también a
Venturini, Gavirondo, entre otros varios trabajadores de
Vicentin.
Oscar Zarza, Anibal Gall y Efrén Venturini
recuerdan como la fábrica los denunció antes de ser
secuestrados y la policía los encarceló luego de haber
organizado una huelga a principios de la década del 70. Una
vez libres, los trabajadores continuaron con su lucha. Efrén
Venturini y Oscar Zarza recuerdan como Vicentin realizaba
inteligencia sobre ellos: “Nos reuníamos en el salón de la
parroquia, organizándonos para ganar el gremio de los
aceiteros y desmotadores. Las policía de civil nos espiaba
por los techos, nos espiaban en nuestras casa y se
infiltraban”.
Venturini cuenta que estaba trabajando en la
embocada de semillas de algodón, con barbijo, en short y en
cuero. Eran las 11 de la mañana cuando lo chuparon para
meterlo en el circuito del terror que empezaba en Avellaneda
y terminaba en Coronda. Estuvo 10 días desaparecido. Primero,
lo llevaron a la comisaría de Avellaneda, donde le pegaron y
le robaron su primer reloj. Después, encapuchado, lo llevaron
a la Jefatura de Reconquista. Ahí los ataron a todos y, en la
madrugada, los metieron a patadas en un camión y los llevaron
a la ciudad de Santa Fe.
Efrén relata su calvario particular. La
tortura en la ex Policía Caminera lo dejó muy lastimado,
permaneció tres o cuatro días tirado hasta recuperarse. Pero
siguió padeciendo torturas, para finalmente ser llevado a la
Guardia de Infantería Reforzada. Después lo llevaron a
Coronda, desde donde como a tantos otros lo llevaron a la
comisaría 4ta de Mario Fasino, para seguir torturándolo.
Heraldo Salvador Sinchez también reconstruye y
desenmascara la estrategia para boicotear la organización
sindical. A Sinchez le llegó el telegrama de despido el mismo
día que lo secuestraron: “De la jefatura de reconquista me
llevaron a la Base Aérea, donde me torturaron por días,
después a la GIR, había muchos obreros de Vicentin ahí. Al
mes me largaron”
El 5 de noviembre, un día después del
secuestro de los trabajadores y representantes gremiales, la
fábrica les envió un telegrama para que se presentaran a
trabajar en 24 horas, so pena de ser despedidos. Esta
estrategia fue usada por otras empresas que trabajaron con la
dictadura para eliminar la resistencia obrera a la
explotación.
“Ellos sabían que estábamos desaparecidos, nos
llevaron de la fábrica misma”, dice Efrén. Se trató de una
estrategia patronal para librarse de los obreros
“problemáticos” y, a la vez, ahorrarse una fortuna en
indemnizaciones.
Hoy, Efrén Venturini tiene 70 años. Sobrevivió
a la dictadura y vive en Ushuaia Se casó con Ana,
que lo esperó, lo buscó, lo visitó y juntos criaron siete
hijos. Fue denunciante en la CONADEP y está esperando los
juicios sobre la responsabilidad de los empresarios Vicentín
en los delitos de lesa humanidad cometidos contra él y sus
compañeros.
Acerca de la Liga
La Liga Argentina por los Derechos Humanos es
una institución dedicada a la defensa, la promoción y la
educación para los Derechos Humanos. Nacida el 20 de
diciembre de 1937 en el salón de actos del mítico diario
Crítica, heredera de una tradición de lucha democrática,
aspira a trabajar enraizada en los movimientos populares. Su
lucha es por la dignidad de los seres humanos, por su derecho
a ser protagonista en la construcción de una sociedad en
donde la libertad, el pleno desarrollo de la democracia y el
pluralismo sean realidad. Desde el comienzo, la Liga fue
integrada por hombres y mujeres provenientes de distintas
extracciones políticas y sociales. Nombres ilustres pasaron
por sus filas. En el casi cien años de vida, la mayor parte
bajo dictaduras, represión y estado de sitio, no dejó nunca
de levantar sus banderas de libertad y justicia.
El trabajo en la actualidad tiene muchas
aristas: querellas en numerosos juicios a genocidas civiles,
empresariales y militares del último golpe militar; violencia
institucional; derecho a la vivienda digna; la causa de lxs
presxs políticxs; violencia de géneros; la solidaridad con
los pueblos saharahui, palestino, cubano.
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