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"La
conciencia está por encima de la autoridad de la ley del Estado".
Albert Einstein
“ ... Si me
arrepiento me niego a mí misma y me sentiría insatisfecha. No está en el marco
de mi lógica. Siempre supe las consecuencias posibles de lo que hacía. Era un
riesgo que tenía que correr. El estar recluida en prisión es algo que he ido
aprendiendo gradualmente a soportar, pero en mi fuero interno estoy tranquila.
Hice lo que tenía que hacer. ¿Arrepentimiento? En estos años nunca me he
arrepentido ... ”.
Para hacernos una idea del calvario que vive esta
valiente mujer, basta referirse a la institución donde cumple condena. Esta se
encuentra en las instalaciones del Federal
Medical Center (FMC) Carswell, reconocido como la cárcel de
mujeres de más alta seguridad de todo Estados Unidos. Ni a los peores
criminales se les somete al estricto aislamiento y a la “presión” que ella
soporta en ese lugar.
De esta forma describe Montes la
hostilidad que tiene que vencer por su dignidad todos los días:
“ ... Vivo en condiciones de extrema presión
psicológica. Me tienen, salvando la distancia, como si fuera una monja en un
convento de clausura. No tengo el más mínimo contacto con el mundo, salvo el
que idealmente me imagino. Resistiré hasta el final aunque sea difícil ... ”.
El segundo elemento, no menos importante es el inmenso
sacrificio personal que ha asumido, soporta y tendrá que soportar en adelante.
En efecto, por sus ideales, Ana
Belén Montes lo ha sacrificado todo.
“ ... No tengo hijos ni esposo. Creo que ese fue el
precio que a partir de un momento me di cuenta que tenía que asumir. Me
interesó tener un compañero y formar una familia; pero no fue posible porque en
la marcha todo se tornó complejo. Mi refugio personal es saber que hice algo
útil y que no solo defendí a Cuba; también defendía al pueblo norteamericano.
Hoy me concentro en resistir ante los intentos de quebrar mi voluntad ... ”.
Y finalmente, el tercero de los
factores, igualmente importante: El contenido y la altura moral de los actos que realizó Ana Belén Montes, dándolo todo
por una causa justa.
Desde su puesto como analista
superior de inteligencia sobre Cuba en el Pentágono, Ana Belén Montes sirvió al pueblo cubano durante 17 años.
Sin embargo, los secretos que reveló a los servicios de inteligencia cubanos
solo permitieron a Cuba defenderse de los planes norteamericanos. Ninguna de
sus confidencias tenía implicaciones para la seguridad nacional de los Estados
Unidos. Ni entonces ni después.
El deber internacionalista que asumió con todas
las consecuencias Ana Belén
Montes solo tenía el propósito de “contrarrestar
una gran injusticia” que se cometía contra el pueblo de Cuba.
Para
ella, en este momento lo “importante
es que la Isla esté alerta y muy atenta al desarrollo de los acontecimientos” por
una cuestión inobjetable.
“[…] Estados Unidos abre los brazos para abrazar a la Isla y, conociendo el pensamiento político norteamericano, este es “el abrazo de la muerte”. Ahora lo importante es que ustedes no se dejen envolver por el “cisne negro” que es el gobierno de Estados Unidos y hagan lo que han venido haciendo siempre ante las acciones del gobierno norteamericano: revertir el sentido de lo que este quiere. Así siempre le han ganado. Es increíble que dos países pequeños como la Isla y Viet Nam hayan vencido a Estados Unidos ... ”.
Canción dedicada a Ana Belén Montes por David Rovics
Néstor García
Iturbe, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de Cuba, reclama
la liberación de Ana Belén Montes.
Alan Gros y Ana Belén Montes.mpg Entrevista exclusiva
al Dr Néstor García Iturbe, especialista cubano en temas internacionales
quien se refiere a Ana Belén Montes y Alan Gros. El profesor ti... youtu.be |
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