lunes, 23 de noviembre de 2020

Consejos para quienes quieren ser médicos Esculapio nombre romano para el padre de Panacea Dios griego de la Medicina Asclepio Chaubloqueo museo Che Guevara de Buenos Aires Eladio González toto

 

CONSEJOS  DE   “Asclepio”    ESCULAPIO

ESCULAPIO  (128-56 Antes de Cristo)  es el nombre romano dado al dios mitológico griego de la medicina Asclepio, hijo de Apolo y padre de Hygea y Panacea.

                                                                            

¿ QUIERES  SER  MÉDICO  HIJO  MÍO ?

Aspiración es esta de un alma generosa, de un espíritu ávido de ciencia.

¿Deseas que los hombres te tengan por un dios, que alivia sus males y ahuyenta de ellos el espanto?.

¿Has pensado bien en lo que ha de ser tu vida?

 

Tendrás que renunciar a la vida privada, mientras la mayoría de los ciudadanos pueden, terminada su tarea aislarse lejos de los inoportunos, tu puerta quedará siempre abierta a todos, a toda hora del día o de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus placeres, tu meditación y no tendrás horas que dedicar a tu familia, a la amistad o al estudio, y no te pertenecerás. 

 

Los pobres, acostumbrados a padecer, no te llamarán sino en caso de urgencia; pero los ricos, te tendrán como a su esclavo encargado de remediar todos sus excesos.  Sea porque tengan una indigestión, sea porque están acatarrados, harán que te despierten a toda prisa, tan pronto como sientan la menor inquietud, pues estiman en muchísimo su persona.

 

¿Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación?

Ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia, sino por las cualidades del destino, por el corte de tu capa, por la apariencia de tu casa, por el número de tus criados, por la atención que dediques a las charlas y a los gustos de tu clientela.

No cuentes con agradecimiento.  Cuando un enfermo sana, la curación es debida a su robustez,  si muere tu eres el que lo has matado.

Mientras está en peligro te trata como a un dios, te suplica, te promete, te colma de halagos, no bien esta en convalescencia ya le estorbas.  Cuando se trata de pagar los cuidados que le has prodigado, se enfada y te denigra.   Cuanto mas egoístas son los hombres, más solicitud exigen.

Te compadezco si sientes afán por la belleza, verás lo mas feo y repugnante que hay en la especie humana, todos tus sentimientos serán maltratados.   

Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de viviendas míseras, los perfumes harto subidos de las cortesanas, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias.

Hasta la belleza de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerán para ti.  Las verás por la mañana desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores y olvidando sobre los muebles parte de su atractivo.

Tu oficio será para ti una túnica de yeso.

En la calle, en los banquetes, en el teatro, en tu cama misma, los desconocidos, tus amigos, tus allegados, te hablarán de sus males para pedirte un remedio.

El mundo te parecerá un vasto hospital, una asamblea de individuos que se quejan.   Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. 

Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos que se hacen sordos sea por interés o por orgullo.  La conciencia de aliviar males te sostendrá en tus fatigas, pero dudarás si es acertado hacer que sigan viviendo hombres atacados por un mal incurable, niños enfermizos que ninguna probabilidad tienen de ser felices y que transmitirán su triste vida a seres que serán mas miserables aún.

Cuando a costa de muchos esfuerzos hayas prolongado la existencia de algunos ancianos o de niños deformes, vendrá una guerra que destruirá lo más sano y robusto que hay en la ciudad.  Entonces te encargarán que separes los débiles de los fuertes, para salvar a los débiles y enviar a los fuertes a la muerte.

Piénsalo bien mientras estás a tiempo.

Pero si indiferente a la fortuna, a los placeres, a la ingratitud, si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma lo bastante estoica para satisfacerse con el deber cumplido, sin ilusiones.  Si te juzgas pagado lo bastante, con la dicha de una madre, con una cara que sonríe porque ya no padece, con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte, si ansías comprender al hombre, penetrar en todo lo trágico de su destino.

                           HAZTE  MEDICO,   HIJO   MÍO  


































el médico argentino, comandante cubano Dr. Ernesto Che Guevara de la Serna habla en la ONU.















 

 


Argentina  murieron     37.002   (treinta y siete mil dos)

Cuba          murieron          132   (ciento treinta y dos)

Bélgica       murieron     15.522   (quince mil quinientos veintidós) 

Puerto Rico  murieron    1.017    (un mil diez y siete)  tiene los mismos   

                                                                                 habitantes que Cuba.