MAFIOSOS EN LA EUROCÁMARA.
Hemos recibido informes sobre eurodiputados, enemigos del pueblo cubano y servidores del imperialismo norteamericano, que forman una mafia, esta vez de la checa Dita Charanzová y del español Javier Larrondo. Pero es más de lo mismo, racistas, corruptos, oportunistas, mentirosos, anti comunistas, anti socialistas, anti rusos, anti palestinos, carentes de ética y agentes de la CIA. Las diferencias entre ellos es el monto del pago, para Larrondo es a precio de gallina muerta, casi podrida, comparados con los de Charanzová, 10 veces superior. Sobre ella dicen, con relación a algunos países de América Latina, que probablemente no sabe si pertenecen a África, Asia o al Medio Oriente, ella está presta a servir a Estados Unidos, donde le digan y le paguen.
Lista como una eficiente camarera, en sus campañas contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Silencio absoluto sobre los gobiernos represivos y derechistas de Chile y Colombia.
Ella ha contribuido a que el Parlamento Europeo pierda respetabilidad y principios democráticos, y convertirlo en una dependencia de la política exterior de Estados Unidos, subordinada y admiradora de Trump y Pompeo, y apuesta a un regreso victorioso.
Hay que recordarles a los eurodiputados españoles anticubanos que, el 28 de abril de 1823, John Quincy Adams, Secretario de Estado norteamericano envió una nota a los gobernantes españoles:
"Estas islas por su posición local son apéndices naturales del Continente Norteamericano, y una de ellas, la isla de Cuba, casi a la vista de nuestras costas, ha venido a ser por una multitud de razones de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de la Unión…
"Ante la posición que ocupa la isla de Cuba en el Golfo de México y el Mar de la Antillas, el carácter de su población, su posición en mitad del camino entre la costa meridional de Estados Unidos y Santo Domingo; su vasto y abrigado Puerto de La Habana, frente a una larga línea de costa norteamericana sin una ventaja similar, la naturaleza de sus producciones y de sus necesidades, que sirve de base, unas y otras, a un intercambio comercial con los Estados Unidos provechoso para ambas partes, todo se combina para darle tal importancia a Cuba en el conjunto de intereses nacionales de Estados Unidos, que no hay ningún otro territorio extranjero que pueda comparársele…"
Y añadía: "Los vínculos que unen a los Estados Unidos con Cuba -geográficos, comerciales, políticos, son tan fuertes que cuando se echa una mirada hacia el probable rumbo de los acontecimientos en los próximos cincuenta años, es imposible resistir la convicción de que la anexión de Cuba a la República norteamericana será indispensable para la existencia y la integridad de la Unión…. "
El 12 de marzo de 1827, el Secretario de Estado, Henry Clay en carta a Daniel P. Cook agente confidencial de Estados Unidos, le dice: "Tenemos que poseer a Cuba, no podemos arreglarnosla sin ella, y, sobre todo, no debemos sufrir su traspaso a la Gran Bretaña. La adquiriremos mediante un golpe de Estado en algún momento propicio que, dada la situación actual de Europa, quizás no esté muy lejos (…). Cuba ya es nuestra, la siento en la punta de mis dedos".
Dos años después le informó al Embajador de Estados Unidos en Moscú que Gran Bretaña y Francia tenían gran interés sobre Cuba y se interrogaba: "¿Qué Estado europeo no tiene mucho interés directo o indirecto y cualquiera que sea, en el destino de la más valiosa de todas las Antillas?
Desde su cargo de Secretario de Estado, le envió instrucciones a su representante en Madrid, donde le dice que no puede permitirse que de la guerra que libraban en ese momento Francia y España resultara que esta última tuviera que transferir las islas de Cuba y Puerto Rico a otras potencias.
El 22 de octubre de 1852 el New York Times señaló que era el momento de resolver la situación cubana, que a una nación joven y vigorosa como Estados Unidos no podían fijarsele límites para su expansión, porque había vigor y poderío en su sanguínea raza angloamericana, que estaba destinada a - decía - se echará atrás y desaparecerá ante nuestra marcha victoriosa. El inferior tiene que ceder al superior: tal es la irrevocable ley de Dios".
El magistrado J. C. Larue, de Louisiana, declaró: "La providencia ha forjado un destino para este país. No habrá de haber más que un solo idioma, y leyes e instituciones homogéneas, desde las regiones heladas hasta el istmo. Cuba, por decreto de la Providencia, pertenece a los Estados Unidos y tiene que ser americanizada".
En relación con esta americanización, "El Delta", de Nueva Orleans, planteó: "Su lenguaje será lo primero en desaparecer, porque el idioma latino bastardo de su nación no podrá resistir apenas por tiempo alguno el poder competitivo del robusto y vigoroso inglés (…) Su sentimentalismo político y sus tendencias anárquicas seguirán rápidamente al lenguaje y de modo gradual, la absorción del pueblo llegará a ser completa -debiéndose todo al inevitable dominio de la mente americana sobre una raza inferior- "
Decían que, con la anexión de Cuba, el Golfo de México se convertiría en el centro de un comercio más rico del que jamás pudo vanagloriarse el Mediterráneo. Y Nueva Orleans se convertiría muy pronto en Alejandría, y La Habana en la Constantinopla, de su imperio, al que sería mucho más poderoso y más extenso que el romano.
El periódico "De Bow´s Review" publicó: "No es demasiado decir, que, si nos apoderamos de Cuba, entraremos en posesión del destino del más rico y más vasto comercio que jamás deslumbró a la codicia el hombre y con ese comercio tendremos en nuestras manos el poder del mundo".
El 12 de febrero de 1898 la revista "Nuevo Mundo", publicó un artículo del estadista español Francisco Pi y Margall, quien escribió:
"Nosotros no los hemos podido vencer (a los cubanos) con doscientos mil hombres; porque son dueños del campo, conocen hasta los últimos repliegues del terreno en que luchan, tienen por auxilio el clima, y pelean por su independencia. Los mueve y los exalta un ideal, y nosotros no tenemos ninguno. Por la fuerza van allí nuestros soldados, no por entusiasmo ni espíritu de gloria…"
Como antecedentes de las pretensiones de Estados Unidos para adueñarse de Cuba, Pi y Margall planteó algunas declaraciones de los voceros oficiales del gobierno de Estados Unidos.
El Senador Cabot Lodge: "Desde el Río Grande al Océano Ártico, no debe haber más que una bandera y una nación… la isla de Cuba, aún escasamente poblada, y de una fertilidad ilimitada, se convertirá para nosotros en una necesidad".
El Senador John T. Morgan: "Cuba debiera transformarse en colonia norteamericana".
Shelby Cullom: "Nosotros queremos todo el hemisferio norte, y cuando comencemos a estirar las manos para asegurar estas ventajas, empezaremos a tener una nación y nuestros legisladores se transformarán de meros politicastros, en hombres de estado".
Richard Olney, Secretario de Estado del presidente Cleveland manifestó: "Los Estados Unidos son prácticamente soberanos en este continente".
Estados Unidos apoyándose en sus servidores y asalariados españoles desarrolló una bestial campaña de mentiras, difamaciones y acusaciones falsas contra Francisco Pi y Margall, algunos deseaban freírlo en un caldero de aceite de oliva.
Los norteamericanos se impusieron en 1898, aplicaron el bloqueo naval a Cuba, impidiendo la entrada de alimentos y medicinas, enviaron el Acorazado "Maine" al puerto de la Habana, lo hicieron volar a pedazos y acusaron a España de la tragedia. Se le dio un ultimátum a España, enviaron la flota de guerra, bloquearon los principales puertos de Cuba, bombardearon las fortificaciones de las bahías de Matanzas y Cienfuegos.
Decidieron la ocupación de Puerto Rico, bloqueada la bahía de Santiago de Cuba, se apoderaron de Guantánamo, desembarcan 600 infantes de marina y 6.000 hombres cerca de Santiago de Cuba, derrotaron a los españoles, los expulsaron se apoderaron de la isla hasta el 1 de enero de 1959.
El guion para apoderarse de Cuba es el mismo, solamente modernizado, separar a Europa de Cuba, especialmente de España, ello explica la actitud contra el Embajador de la Unión Europea en La Habana Alberto Navarro, solo porque solicitó a Estados Unidos, eliminar el brutal y genocida bloqueo desde hace 60 años, o contra el Presidente del Parlamento Europeo Josep Borrell porque defiende un diálogo civilizado con Cuba.
La política de Estados Unidos contra Cuba es dividir para dominar, su estrategia desde el final de la guerra de 1898, fue apoyar al más débil contra el más fuerte, hasta obtener el exterminio de ambos a fin de anexarse a Cuba.
En ese sentido desde 1959, han reclutado mercenarios, agentes de la CIA, opositores, disidentes, periodistas y artistas independientes, terroristas, saboteadores, todos financiados por el imperialismo norteamericano y algunos por España.
Cuando son juzgados por los tribunales, los Estados Unidos protestan y sus servidores españoles, arman la gritería, la escandalera y el espectáculo mediático. Debían analizar profundamente esas actitudes, no olvidar que la posición servir de la OEA conllevó que Cuba nunca más quiera volver a esa desprestigiada organización y aquí también existen voces, que plantean que con el Parlamento Europeo hay que hacer lo mismo.
Los servidores de Estados Unidos en Europa y especialmente en España, deben saber que gracias al triunfo de la Revolución Cubana seguimos hablando español, amando la cultura de ese país y manteniendo sincera amistad y lazos familiares. A esos fascistas y genocidas españoles hay que recordarle lo expresado por uno de los grandes líderes, pensadores y símbolo de nuestro país, el Mayor General Antonio Maceo cuando dijo: "El que intente apoderarse de Cuba, solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, sino perece en la contienda."