sábado, 1 de enero de 2022

CRONICAS DE MIS MEMORIAS IV Y V DE OCHO casas 16

De: Froilan y Adys <froilan@cubarte.cult.cu>
Date: lun, 20 dic 2021 a las 23:11
Subject: RV: CRONICAS DE MIS MEMORIAS IV Y V DE OCHO
To: Eladio Gonzalez <museocheguevara@fibertel.com.ar>

 

CRÓNICA DE MIS MEMORIAS.

LA CAMPAÑA DE ALFABETIZACIÓN.

IV.- HISTORIAS EN "EL COBRERO."

La Maestra Voluntaria Adys Cupull Reyes, escribió en sus memorias: "En 1961  trabajaba   en la zona montañosa de Guisa, era graduada del Primer Contingente  de Maestros Voluntarios y me  ubicaron en un lugar llamado  El Cobrero, entre Victorino y Bombón, debía llegar  caminando  y subiendo lomas.

"Los   maestros nos reuníamos, cada tres, a cuatro meses  en la ciudad de Bayamo para recibir orientaciones. y en un  chequeo sobre la marcha del trabajo y la  campaña de alfabetización, se presentaron los equipos con varias  iniciativas. Yo dirigí  y presenté un coro de maestras y maestros con temas  referidos a  la emulación  y reté  a los demás grupos.

"Con los padres, vecinos y  alumnos construimos la escuela y le puse  el nombre de "Pepito Tey",  joven  maestro que cayó  junto a Tony Alomá y Otto Parellada, combatiendo a la dictadura de Batista, el  30 de noviembre de 1956, en Santiago de Cuba, acción  dirigida por Frank País..

"En 1961 dos santiagueras, fueron a El Cobrero, Mérida García y Paula Cupull, mi mamá. Dos luchadoras  miembros de una célula clandestina del Movimiento 26 de Julio,  mensajeras del Ejército Rebelde y  del periódico  Sierra Maestra.  Mérida era dirigente administrativa del Hospital Provincial de Santiago de Cuba, y propuso a los trabajadores el apadrinamiento de mi escuela, razón por lo cual  viajaron hasta ese lugar para entregar una importante donación  de utensilios, como jarros, filtro para el agua,   libros, muebles,   libretas, y una campanita para llamar a clases.   

"Mi mamá  estaba feliz, cuando a pesar de sus 105 años de edad,  le tomáramos su testimonio, demostró admirable  memoria en el relató.

"Fuimos en  un camión,   sentadas, recordando los tiempos de la lucha armada, cuando Mérida y  yo  partíamos para el III Frente como mensajeras llevando balas, armas, ropas, medicinas.

"Ese día salimos temprano  y llegamos a Guisa  antes del mediodía,   preguntamos la ruta para continuar a un lugar llamado  Bombón donde debíamos bajar, distante unos cinco kilómetros, allí  nos esperaban los campesinos con sus arrias de mulos para el traslado de la donación.

"Había pocas casas en el lugar,  pero tenía una Tienda del Pueblo.  Ahí descansamos, tomamos  algo, para  comenzar el otro trayecto  caminando. Cuando preguntamos que si El Cobrero era muy lejos,   dijeron que estaba cerca de la  Loma del Cielo y del  Gigante. Nos reímos, porque creían que íbamos a echar para atrás asustadas y le dijimos, vamos  a seguir loma arriba.

"Hicimos unos tres kilómetros, el camino ancho, difícil,  por las piedras, zanjas, con muchos árboles a los lados.  Es una zona de cafetales y cacao,   grandes árboles maderables. Era un tramo largo y solitario.  Los mulos iban delante, nosotras detrás con alumnos o campesinos de la Escuela.  Algunas personas salían al camino  para saludarnos.

"Toda esa zona no tuvo maestros, ni escuelas, hasta que llegó la Revolución. Nos recibieron con alegría inmensa. Los niños y los brigadistas alfabetizadores, nos esperaban. La bienvenida fue en la casa donde se alojaba la maestra,  eran muy revolucionarios y preparaban todas las actividades.

"Solo estuvimos un día,  ¡cómo hablamos! En la escuela estaban los padres, alumnos,  los alfabetizadores, se produjo un encuentro histórico. Cuando comenzó el acto Mérida habló  sobre  los jóvenes  Pepito Tey,  Tony Alomá y Otto Parellada; caídos en combate, en el levantamiento armado, del 30 de noviembre  de 1956, en Santiago de Cuba.

"Dijo a los padres y alumnos,  que por ellos y otros  jóvenes  que murieron combatiendo a la tiranía de Batista,  hoy  tenían  maestra, escuela, los sueños de Fidel hechos realidad"

Adys explica en su evocación que la Campaña de  Alfabetización fue la epopeya educacional y cultural que transformó y fraguó la conciencia revolucionaria. El tiempo forjador de  nuevos sentimientos en el pueblo, pero especial en los jóvenes y expresó:

"En mí,  fue el comienzo  de la entrega a la Revolución y a los sueños justos  de Fidel, que hicimos nuestros..."

"Experimenté cómo a partir del Año de la Educación,  la Campaña de la alfabetización  ensanchó el hermanamiento entre  ciudad y  campo. Surgió la familia crecida, en todas partes de Cuba. Las provincias se conocieron, a través de sus hijos. Cohabitaron los residentes de  las ciudades con los de  montañas y  llanos. Ya nada nos separaría ni nos miraríamos diferentes.

"Los maestros vivimos la verdad del campo y  enfrentamos una gran responsabilidad social: ayudar a las organizaciones de masas, atender las necesidades de los Brigadistas,  sin  afectar el propósito fundamental de nuestra presencia en el lugar, destinado a erradicar el analfabetismo, enseñar a leer y escribir, y al mismo tiempo continuar nuestra propia superación para ser mejores como maestros.

"Cuando concluimos el Curso de Preparación en Minas del  Frío, en agosto de 1960, recibimos un significativo libro de regalo. orientado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se trataba de   "El  Ingenioso Hidalgo. Don Quijote de la Mancha",  de Miguel de Cervantes y Saavedra. Para muchos maestros, incluida yo, era la primera vez que, un libro así formaba parte de mis pertenencias. Fue entonces que leí la obra insigne de la Lengua española.

"La superación integral de los maestros fue una preocupación constante de la Revolución y de Fidel. Mantuvimos encuentros con orientadores  políticos, quienes cada mes subían las montañas  para reunirse con nosotros, que agrupados en equipos de trabajo, estudiábamos las nuevas  metodologías educacionales  y políticas, impartidas por el orientador.

"Sentíamos la atención de Fidel de forma directa, como creador de las escuelas nuevas e otras instituciones. Sus discursos para los maestros  eran como la  savia  para las plantas."

Los Brigadistas de El Cobrero.

"Sobre los Brigadistas Conrado Benítez, ubicados en el territorio de El Cobrero observé que su educación se fraguó en sus familias, de las cuales contaban anécdotas, recibían cartas y enviaban las suyas. Supe de  las preocupaciones lógicas de sus padres, del interés de mantener  comunicación con los hijos y campesinos a través de las cartas.

"En El Cobrero había ocho brigadistas Conrado Benítez: tres muchachas de La Habana  y cuatro   varones de Matanzas, y uno de La Habana, después  llegó una joven "Patria o Muerte", pertenecía a la Brigada Patria o Muerte de la  Central de Trabajadores de Cuba.

"La población de El Cobrero pronto los amó. No hubo queja alguna, ellos recibieron  cuidados y protección en cada hogar. Se veían felices; y aunque eran casi niños,   se comportaban  como profundos y permanentes  observadores  de las secuelas dejadas por las injusticias sociales, antes del triunfo de la Revolución.

"El Cobrero tenía un representante de  la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, ANAP,  que integraba el Consejo de la Escuela,  participaba en el estudio de distribución de los brigadistas. Fui destinada al hogar de Chichó Valero y Amada  Durañona, acompañados de sus   dos hijos pequeños Mario y Arelis.

Los  alumnos de la Escuela "Pepito Tey"

"En 2004 visitamos Guisa, invitados para presentar uno de nuestros libros sobre Julio Antonio Mella, titulado "Así mi corazón" Conocí que uno de mis alumnos  fue maestro de la Escuela de El Cobrero. Casi todos   llegaron al Nivel Medio y algunos al Superior. Hay graduados de maestros,  de  Ciencias médicas, técnicos y variados oficios.  Algunos  viven en Guisa, como las familias Valero Durañona, la Roblejos Vargas, y la  de Cirino López. 

"Durante la visita Froilán y yo fuimos atendidos por la historiadora, en aquel año directora del Museo,  Lourdes Ferrera. En esa institución dejamos el pequeño y viejo álbum de fotos de los alumnos de El Cobrero. Emocionados apreciamos  que tenían en exposición la campanita  donada por los padrinos de la Escuela, quienes en 1961 llegaron  con un aporte valioso y necesario para el aula.

"Lourdes  nos llevó a la  tumba del Combatiente  Braulio Coronoux y del soldado desconocido. Nos explicó "La Batalla de Guisa" tomada  por  el Ejército Rebelde y dirigida por  Fidel.

"Estuve cinco años trabajando en las montañas. Primero en El Cobrero, territorio del Primer Frente; luego pasé al  Yagüero en el Tercer Frente, y por último casada y junto a Froilán trabajamos  en el Centro Escolar René Ramos Latour de Mayarí Arriba, en el  Segundo Frente. Froilán como director y yo como maestra.

"Como prometió el Comandante en Jefe en el discurso convocatoria del 22 de abril de 1960, al terminar los cinco años pasaríamos un Curso intensivo para graduarnos como Maestros Normalistas y así fue.

"Luego otro Curso de especialización y pasé directo como profesora de Secundarias Básicas en Santiago de Cuba,  después  profesora de preuniversitario en La Habana, donde residimos desde 1969, con nuestros tres hijos amorosos. Luego  me gradué como Licenciada en Periodismo, en Cursos por encuentros para trabajadores.

"Este año cumplimos 57 años de casados,  abuelos de seis nietos jóvenes; pero nunca he dejado de ser maestra. Seguimos estudiando y nos otorgaron hace  veinte años la categoría de Profesor Titular  Adjunto del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona de la Universidad de La Habana.       

"La  preocupación de Fidel por la superación del Maestro fue constante: hicimos Post grados, estudiamos en un curso especial de Economía  Política, Marxismo Leninismo y Pedagogía Marxista, en la Universidad de La Habana. Fuimos parte del claustro de profesores de la superación de la Brigada de Maestros Frank País.

 " Fue el tiempo que abrió para nuestra generación un amplio abanico de conocimientos a través de las lecturas y estudios de  las grandes  obras  universales, empezando por José Martí y otros autores cubanos importantes, pero en esa época había mucho interés por la literatura Soviética las cuales  estuvieron vedadas en Cuba durante muchos años. Recuerdo que teníamos la bibliografía que circulaba entre nosotros.  

"Comenzamos a debatir  las obras: "Ana Karenina" y  "La guerra y la paz" de León Tolstoi,  "La Madre", de Máximo Gorki; "Así se templó el Acero"  de Nicolai Ostrosvsk, consideradas obras del fondo de oro  de la Literatura Soviética. "El destino de un hombre" y "Campos roturados" de Mijail Shólojov,  y de Boris Polevoi "Un hombre de verdad".

"También debatimos "Por quién doblan las campanas" de Ernest Hemingway,  "Lo que el viento se llevó" de Margaret Mitchel, "El hombre mediocre" de José Ingenieros. En esos años para la superación del maestro  se incorporó  la Literatura  y las artes.  Obras  que marcan  el espíritu y  quedan  en nuestro interior. 

 "Desde 1961 guardamos  en un enorme archivo notas, documentos, recortes de periódicos  y  cartas, entre ellas la  de  Heddy Hernández.   Por ser evidencia de la familia forjada en esta experiencia de la alfabetización.  Con esa carta de 1989 cierro esta evocación a la primera gran hazaña cultural y educacional del pueblo cubano, que trascendió en el mundo como continuidad  de la Revolución indetenible de 1868 siguió a 1895, 1953 y triunfó en 1959

Carta de Heddy María.

"Santiago de Cuba.  22 de diciembre de 1989

"Mi querida Maestra.

"Fue imposible  contener las lágrimas al leer su carta, cuanta alegría demostrarle a mis hijos lo que hicimos en aquella etapa. Quede de recuerdo que sólo es posible por tener nosotros una Revolución  tan grande como la nuestra.

"En estos momentos dirijo un  Departamento de Recursos Humanos en Santiago de Cuba donde resido desde  1967, porque me casé con un santiaguero. Con el cual tengo dos hijos, una  hembra de 19 años y un varón de 21 años.

"La hembra estudia, está en la tesis hidráulica y el varón se encuentra pasando el Servicio Militar Activo; a pesar de haberme divorciado me he quedado en Santiago y hace alrededor de cinco años me volví a casar con otro santiaguero, ya me siento tan santiaguera como usted, aquí tuve mis hijos, aquí comencé mi vida como trabajadora, lo amo y lo defiendo con todas las fuerzas  de mi  corazón, aquí no tengo familia, sólo el amor y la hospitalidad de Santiago, de ustedes.

"Mi hermana Neyda se hizo médico  y ya tiene 10 años de ser  especialista en  Anestesia, en estos momentos se encuentra cumpliendo  Misión Internacionalista en Argelia, lleva 18  meses.

"De  nuestra amiga Paulina, nunca la  he vuelto a ver; perdimos su paradero. Cuando los 25 años de la alfabetización yo escribí al periódico Juventud Rebelde a la sección …y por esta vía nos encontramos Román  el que era responsable de la A.N.A.P en  aquellos momentos y aquí me sorprendió Ovidina Vargas, por ella supe que Leonor,( La Nena) está en La Habana  y ustedes se ven a menudo.

"Mi querida Maestra, después de tantos años nos hemos vuelto a encontrar y de qué forma tan bella, al saber que tuvo la suerte de ir hasta Bolivia, aquellos lugares donde yo quisiera  algún día poder  llegar. Estoy esperando la edición de los libros que usted me habla en su carta. Me alegro del trabajo que ustedes realizan para que nuestra juventud conozca a fondo el pensamiento de ese gran hombre que es y será el Che.***

Le deseo para usted y su esposo un año 1990 lleno de felicidad y nuevos tiempos en su trabajo, hasta usted todo el cariño de su alumna que siempre la recuerda.

Heddy María Hernández

CRÓNICA DE MIS MEMORIAS.

LA CAMPAÑA DE ALFABETIZACIÓN

V.- HISTORIAS EN LAS MONTAÑAS.

La Comunidad Haitiana

Por Los Números y otros territorios de las montañas orientales existían lugares donde se formaban barracones para recibir a recogedores de café, que de forma eventual llegaban en la época de la cosecha y después regresaban a sus lugares de origen.

Entre ellos una comunidad de haitianos, le decían Haití Chiquito, no sabían leer, escribir ni hablar en español. Se reportaron 15 no aptos para la alfabetización  porque después de la recogida de  café, emigraban para los cortes de caña en  el central azucarero Francisco, perteneciente a la provincia de Camaguey, actualmente  Amancio Rodríguez, en la  provincia de Las Tunas.

Fue un  alivio para los alfabetizadores de la zona que propusieron organizar  la fiesta de despedida, porque  permitiría  finalizar la campaña de alfabetización.

Gina Caro.  

Gina Caro reconocida actriz de radio, cine y televisión,  miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC,   de la Sociedad Cultural José Martí y quien fuera miembro  del Grupo Escambray, proyecto precursor del Arte en las comunidades. Trabajó con  el gran actor Sergio Corriere  y Gilda  su mamá, entre otros destacados  artistas. Escribió el libro "Gilda con Fidel en el Escambray", referido a la vida y otra de la mamá de Sergio Corriere, en proceso de edición.

Relató: "No todos los haitianos se albergaban en barracones, solamente los eventuales. Me correspondió dar clases  a una familia haitiana, vivían en un bohío de techo de guano, piso de tierra, paredes de tablas de palma, cerca de un pequeño cafetal y un platanal que rodeaban la casa.

"Esa familia vino de Haití con tres hijos, los varones tendrían 17 y 18 años de edad y a la hembra, le decían La Niña, uno o dos años menor, estaba unida matrimonialmente con un joven haitiano y en la cima de la montaña habían construido su bohío. Tenían dos niños jimaguas, muy gorditos y bonitos de unos 6 a 7 meses de edad, con los cuales jugaba como si fueran mis  muñecos.

Gina  siguió explicando: "Cuando el  Maestro Voluntario me llevó a esa casa, el haitiano no me quería, dijo que era muy  flaquita,  era mejor que me  devolvieran a mis padres, porque no iba a resultar,  la piel tan blanca no resistía el sol. Le explicaron que venía de muy lejos, de la ciudad de Cienfuegos, finalmente lo convencieron, pero alegó que si en una semana no llenaba un morral de café me devolvía.

"El campesino se llamaba Benavides del Sol. Magloria, era Gloria su esposa, el nombre de La Niña era  Dolores y sus hermanos Juan de Dios y Jacintico…"

Gina manifestó: "Dormía en una hamaca de saco de yute, me dieron un balde y una vieja palangana para el baño y me  dijeron que las demás necesidades debía realizarlas en el platanal porque no había letrina.

"Ellos se levantaban de madrugada para ordeñar unas chivas  y me  obligaban a estar de pie a esas horas y  tomarme una lata de leche de chiva  para que engordara. Una madrugada observé humo y fuego en el bohío de La Niña, alarmada avisé  a la familia,  corrieron loma arriba, pero cuando llegaron fue horrible, las llamas habían devorado el bohío con los dos niños adentro.

"Los  padres seguramente estaban ordeñando a las chivas y al  parecer como los niños  dormían en unas hamacas, se movieron y derribaron el candil y este provocó el fuego.

"Por la noche prepararon unas hojas de plátanos y los colocaron para velarlos. Parecía una fiesta con cantos en su idioma y  bailes, los enterraron en el mismo platanal.  Fue impresionante esas  experiencias. Nunca la he olvidado.

"Ninguno aprendió a escribir y leer, solo firmar y el abecedario. Cuando terminó la campaña de alfabetización, vinieron a buscarme. No querían que me marchara, me tenían mucho cariño, me decían La Bijirita y yo comencé a llorar.."

Excursión a El Salto

Ramona Rodríguez inventó una excursión a una poceta, especie de laguna, formada por un salto de agua, que daba nombre al caserío. Arquímedes, Noelia y Manolito se oponían, pero me pareció interesante la idea y la apoyé. Se prepararon las condiciones para la expedición, cocinaron de forma abundante porque decían que después del baño daba mucha hambre y todos partimos alegremente.

El camino rápidamente se volvió trillo y cada vez bajábamos más por la escabrosa y salvaje quebrada. La pasamos de maravillas, lo grave fue el regreso loma arriba hasta la cima de la montaña, comenzó a salirme llagas en los pies, hubo un momento que prefería no continuar por aquellos matorrales ásperos y abruptos.

La luna ayudó a alumbrar el trillo y felizmente llegamos. Al día siguiente las llagas se infestaron, comenzaron las fiebres y una pierna se inflamó sin poder caminar, Ramona y Noelia se alarmaron y sin consultarme, buscaron a una campesina que decían que curaba con oraciones y  despojos. Santiguaba, sobaba, recomendaba cocimientos de yerbas y cebo de carnero. Me opuse a esa práctica, pero decidieron que mandaban ellas. Arquímedes no creía en esos remedios, que consideraba brujerías y consiguió en la farmacia de Guisa unos antibióticos y al fin me puse bien.

Elsa y su hija Liuba María.

El 14 de julio entre los alfabetizadores llegaron Martha Sardiñas con dos sobrinas, Elsa Jorge Lorenzo de 22 años de edad y Luisa María Marín Jorge de 12, eran de Bolondrón, provincia de Matanzas, de origen campesino, se adaptaron muy rápidamente, muy disciplinadas, educadas, respetuosas, muy revolucionarias y juntas realizaron un excelente trabajo.

Pasado los años en  la UNEAC, me encontré con Elsa Jorge, era la mamá de la famosa cantautora Liuba María Hevia, una de las más altas representantes de la cultura cubana contemporánea, estaba muy orgullosa de su hija que había comenzado su carrera en el Conjunto Artístico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Se refirió a las actuaciones en unidades militares, tanto en Cuba como en otros países, mencionó en el Ejército Juvenil del Trabajo, los internacionalistas en Nicaragua, Angola y Etiopia, incluso en varias ocasiones.

Sus canciones se caracterizan por un alto nivel poético, variedad melódica, rítmica y temática. Formó un Grupo acompañante de cuerdas clásicas con aportes a la música popular y campesina, que unido a su inconfundible voz, brindan de conjunto un toque muy personal. 

En sus conciertos incluye géneros musicales, con sus versiones de la trova tradicional cubana, tangos, milongas, ballenatos, así como manifestaciones artísticas relevantes del teatro, la danza contemporánea y las artes plásticas.

Liuba nació en 1964, ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos la Distinción por la Cultura Nacional, y la UNICEF la nombró Embajadora de Buena Voluntad por su trabajo social, especialmente para los niños, actuando en grandes teatros, barrios y hospitales del país.  Ha llevado su música a Suiza, Francia, Etiopía, España, Angola, Argentina, México, Perú, Venezuela, Chile, Colombia, Nicaragua, Bolivia, Canadá, Ecuador y República Dominicana.

Solidaridad.

El sindicato de los educadores de la República Democrática Alemana regaló radios de pilas y electricidad. Por disposición de Fidel fueron entregados a los Maestros Voluntarios. Al recibir el nuestro, acordamos escucharlo por las noches y los sábados y domingos durante el día. 

Como ayuda a la campaña de Alfabetización recibimos de la República Popular China faroles, que constituyó una novedad, porque además de alumbrar las clases, servía para las reuniones políticas o sociales. En esa época se usaban candiles, también llamados chismosas, que despedían un humo denso y negro que se alojaba en la nariz. 

La maestra del Lote Tres.

En el Lote Tres trabajaba desde septiembre de 1960 la maestra Isabel Labrada Villavicencio, graduada de la Escuela para Maestros Primarios de la ciudad de Holguín a quien nombraron Responsable Técnica de la Alfabetización, atendiendo además el Lote Siete, El Salto, Pinar del Jigüe, Gibraltar y Vegueta Larga. Con Isabel establecimos una perdurable amistad especialmente con la mamá, la bayamesa Vivina Villavicencio, le tomamos mucho cariño y respeto.

Al terminar la campaña de alfabetización por escalafón Isabel obtuvo una plaza para la escuela de Ojo del Agua, lo que le permitía viajar todos los días a su casa, hasta que la nombraron directora de Escuelas Primarias en la ciudad de Bayamo donde trabajó durante cinco cursos.

Se desempeñó como Profesora de Historia Antigua, Media y de Cuba de Secundaria Básica hasta 1973, que comenzó en los cursos de Superación Pedagógica para maestros graduados, hasta que pasó a la Escuela Técnica por 25 años, donde fue Jefa de Cátedra, subdirectora, asesora y profesora principal de su asignatura hasta 1998 cuando se jubiló, permaneciendo 60 años en la profesión.

Ocupó cargos en el sindicato de los trabajadores de Educación, entre ellos al frente de Finanzas regional de la Central de Trabajadores de Cuba CTC. Paralelamente impartió clases en la Escuela Municipal del Partido desde 1985 hasta 2012, donde resultó vanguardia municipal, provincial y nacional, profesora del Instituto Pedagógico para los maestros titulados.

Fue Profesora de Historia en las Carreras de Economía y Psicología de la Universidad de Bayamo donde además impartía Marxismo y del 2003 a 2012 de Historia e Identidad al personal médico y paramédico que partían a cumplir misión internacionalista.

Miembro del Ejecutivo de la Unión de Historiadores de Cuba en Bayamo, de la Comisión de Patrimonio, impartiendo clases y conferencias y participando en eventos científicos y de historia en el Partido. Profesora y fundadora de la Universidad del Adulto Mayor.

Ha recibido más de 200 reconocimientos, entre ellos la Medalla de la Alfabetización, Por la cultura cubana, la José María Izaguirre, 40 años de las FAR y de la Brigada de Maestro Frank País, la Medalla 28 de septiembre de los Comité de Defensa de la Revolución CDR como ideológica y presidenta, la 23 de agosto de la Federación de Mujeres Cubanas FMC. Fue seleccionada entre las maestras Destacadas del Siglo XX.

Los velorios en Los números.

Los velorios eran un acontecimiento social, se avisaba a los familiares y vecinos a través de un guamo, un instrumento musical consistente en un caracol marino. Los arrieros eran un efectivo medio de comunicación.

Algún familiar o amigo viajaba a Guisa para que la emisora local informara del suceso, en algunos casos se iba preparando a los familiares a través de informaciones tipo parte médico, desde que la persona estaba en fase terminal. Otros enfermos eran llevados en parihuelas hasta Los Horneros de un lado de las montañas, a 13 kilómetros de Guisa.

Debía su nombre a la existencia de varios Hornos de carbón, una de las actividades económicas de esa zona. Limitaba con los territorios de Los Números, Bombón, Victorino y Guamá.  Del otro lado de las montañas estaba el Jigüe a 21 kilómetros de Guisa, desde ambos lugares se podían utilizar los transportes. Cuando fallecían había que retornarlos si la última voluntad o la de sus familiares era velarlos en sus casas. Si era enterrarlo en Guisa había que proceder de igual forma.

En el Lote Tres se murió una anciana querida y respetada, con varios hijos, nietos y bisnietos, muchos hermanos con sus respetivos descendientes. Según el testimonio de Isabel Labrada, Manolo López y Ramona Rodríguez se puede hacer un resumen de ese acontecimiento.

Isabel como maestra del Lote Tres narró que para los alfabetizadores fue algo desconocido y asombroso, les llamó la atención el colador gigante para el café, los brindis de cervezas, refrescos, cigarros, tabacos y les impresionaron el griterío cada vez que iban llegado los familiares.

Como se concentraban muchas personas había que preparar comidas para todos, en ollas o latas se hervían las viandas, en grandes calderos convertían las carnes de los   cerdos en chicharrones, masas fritas, fricasé. En esa ocasión se mató una vaca para alimentar a los familiares, amigos y hasta los hambrientos de la zona, que también acudían al acontecimiento.

En la misma comunidad se fabricaba el ataúd y se trasladaba en los hombros de los dolientes y sus amigos hasta el cementerio que estaba en el caserío de Pueblo Nuevo. Las mujeres llevaban las flores y velas.  Algunos preferían trasladarse para Guisa, pero el traslado duraba muchas horas y los dolientes iban a caballo.

Las ceremonias luctuosas demoraban nueve noches para las oraciones, que le llamaban novenario y muchos jóvenes aprovechaban las circunstancias para encontrar pareja. 

Según recuerdos de Adelaida, Severina y Atilano, el velorio de la dueña de Los Números, logró que viniera de Bayamo un sacerdote, que llegó en una mula y 25 campesinos a caballo que lo acompañaron hasta El Salto, primera y única vez que eso sucedió.

Expresaron que esa señora había entregado una gran contribución para reparar la iglesia y pagó anticipadamente el ataúd con un crucifijo de metales preciosos y hermosas coronas que atrajo la atención de todos.

Centro  Espiritual en esos confines.

En esa zona nunca hubo iglesias ni sacerdotes, solo un centro de espiritismo que competía con el de Monte Oscuro en Los Horneros y colindante con Los Números. Los creyentes hablaban con los muertos, se tomaban de las manos, formaban una rueda contraria a las manecillas del reloj, alzaban y bajaban los brazos con fuertes golpes con los pies y realizaban bailes parecidos a los de los indios llamados areitos. 

Estudiosos del tema señalan que el espiritismo cubano tiene aspectos de la Santería con antecedentes en Cataluña y África. En Cuba se estableció en 1905 y le añadieron fumar tabaco, beber aguardiente, bailes con los ritmos de los pies, danzas, cantos y trances convulsivos.

En Cuba adquirió gran relevancia el de Monte Oscuro, llamado "Buscando Luz y Verdad", realizando prácticas curanderas, santiguaciones o despojos para alejar las malas influencias o contagios de enfermedades.

Los orientadores.

En la comunidad crearon las (ORI) Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), con la unión del Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario 13 de marzo y el Partido Socialista Popular.

En esa etapa llegaron  los primeros Orientadores Políticos como Asesores Técnicos de la Campaña de Alfabetización y para atender la superación de los maestros, entre ellos Inés Rodríguez y Manuel Alfaro, seguramente tendrán vivencias y recuerdos que sería útil para completar la historia de la educación en esas montañas. Posteriormente los dos Orientadores alcanzaron cargos de responsabilidad y dirección a nivel nacional.

Inés trabajó como funcionaria diplomática del servicio exterior cubano, doctora en Ciencias Filosóficas y Profesora Titular en la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana.

A Manuel Alfaro  lo ubicaron como Maestro Voluntario en la escuela del Oro de Guisa y posteriormente como Orientador Político en la zona de Guaninao y después en Guisa atendiendo Victorino y El Cobrero donde trabajaba Adys.

Ha ocupado diferentes responsabilidades en el Ministerio de Educación, entre ellas director en Isla de la Pinos, en la Regional de Manzanillo para atender las escuelas tanto del Llano como la de las Montañas, de la Escuela de Maestros Primarios en Mina del Frío y Viceministro del Ministerio de Educación. Más tarde trabajó en el Ministerio de Cultura como Subdirector en La Habana Campo y Ciudad. En 1977 trabajó en Angola durante dos años como asesor del Ministro de Educación de ese país y al regresar Director de Cuadros del Ministerio de Educación.

En 1995 pasó a dirigir la Escuela de preparación de cuadros en varias instituciones donde permaneció más de 15 años. Luego ocupó esa misma responsabilidad en la Escuela de Finanzas y actualmente es especialista en la formación de cuadros en el Banco Nacional de Cuba.

Nuevas fuerzas para la campaña.

En el acto en homenaje al 26 de julio de 1961 Fidel reiteró el papel de los jóvenes en la alfabetización.  El 18 de agosto dijo era preciso nuevas fuerzas y en la clausura de la Plenaria Nacional Obrera de Alfabetización en el teatro Chaplin convocó a los trabajadores a integrarse en brigadas para impulsarla.

Entre los días 2 y 5 de septiembre se efectuó el Congreso Nacional de Alfabetización. Fidel lo clausuró y pidió un último esfuerzo. Llamó a la defensa de la patria y a la educación. Les dijo era el momento de acudir a la clase obrera, como aporte final a la alfabetización.

A este llamado respondieron los trabajadores y se agruparon en Brigadas denominadas Patria o Muerte. Las muchachas fueron ubicadas en Arroyón, se bañaban en trusa en el río y algunos campesinos, especialmente los jóvenes venían a caballo a verlas, lo que provocó ciertos conflictos por un grupito de mujeres celosas.


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