viernes, 25 de mayo de 2007

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25 de Mayo de 2007 -

197 años atrás la Plaza Mayor de Buenos Aires no tuvo como en estas últimas décadas una reja que la dividiera “en democracia”. Inclusive el histórico Cabildo era más largo pero se le amputó una de sus extremidades para dejar pasar desde el Palacio del Congreso y por la Avenida abierta hasta la Casa ruborizada a los presidentes argentinos que condujeron a nuestro querido país al lugar que este ocupa. Hoy es usado este paso a diario por diferentes marchas de protesta que se cruzan y estorban las unas a las otras. Hasta le resultó cómodo en su momento a los criollos, catalanes, esclavos negros y otros patriotas que no existiera tal reja para poder enfrentar y derrotar al invasor inglés que debió volver a su Londres “con la cola entre las piernas”. Esta última frase parece de Eukanuba que en Caballito ocupan saludablemente nuestras cuadras comerciales, junto con locales legales ó clandestinos de apuestas hípicas en tiempo real, quiniela, loto, quini, Toto, súbito, variadas loterías y Bingos culturales. Cada 15 pasos que damos recibimos volantes que ofrecen tomar préstamo a sola firma, contratar un mago ó vidente que nos “limpie” de brujas y otras malas influencias, separarnos o volvernos a unir con nuestra pareja. Los afiches proponen a las mujeres distraerse en algún local donde jovencitos que ya no hacen el servicio militar obligatorio (gracias al soldado Carrasco, ó a los que lo mataron) les mueven la imaginación, quitándose la ropa al ritmo de músicas foráneas. Ellas han logrado liberarse del bordado, el crochet, el punto cruz y el zurcido, pero en la semana de Mayo sería más nacionalista que presenciaran un malambo (por supuesto sin revolear las bol…eadoras) bailado por un joven Pato Vicca , ó un cuarteto de musculosos y casi desnudos efebos danzando un Pericón Nacional, ataviados con slips celestes y blancos y el sol colocado donde corresponde. En este barrio que es el Centro Geométrico de la ciudad y lleva el nombre de Caballito se logró encerrar el Parque Rivadavia en su totalidad y doblar el aislamiento de la estatua del Libertador Simón Bolívar mediante barrotes de metal. Eso lo hizo gente que no tiene nombre, pero también hay vecinos que nos honran, tal el llamado “Conde de Caballito”, hablo de Miguel Barnés creador de la Barbería La Epoca, calle Guayaquil a metros de del Barco Centenera que hoy es Museo interactivo, reconocido por los diferentes gobiernos de la ciudad Este Conde como un hechicero del siglo XXI logró que la bandera argentina, nuestra enseña patria volviera a ser izada, ondeara y fuera arriada todos los atardeceres en el “parque preso”, quiero decir el enrejado parque Rivadavia. Tal vez Rivadavia mereciera estar preso, no se bien, pero el parque NÓ. Luchó mucho Miguel Barnés y gracias a él allí está la celeste y blanca, desde su peluquería La Epoca los sábados emite un solidario programa de radio. Vean lo que es la pasión por la cultura y el contacto social, lo que logra un hombre apasionado. En este barrio hay usinas de cultura e historia, que es cultura de antaño conservada y necesitamos de ellas y mucho. ¿Quién cuida de lo que ocurrió hoy, anteayer, cinco, veinte, cincuenta ó cien años.? Vayan a la calle Avellaneda 542 casi Acoyte donde la Junta de Estudios históricos de Caballito que funciona en la Biblioteca Gral Alvear, frente al hospital. Ellos cuidan esa memoria pero necesitan de uds que tienen mucho para escribir y aportar a esa Alcancía de la memoria histórica. Uds fueron testigos de hechos o lugares que ya no están en Caballito, aporten esa memoria lleven fotos e historias a la biblioteca. A 100 mts de allí en la misma calle Avellaneda 645 hay otra biblioteca “La de la Buena Memoria”. Luego el Hospital de Quemados cuya cooperadora dirigida por el Arquitecto Rubén Kavanagh obra maravillas para que los accidentados sean bien atendidos. Pudiéramos visitar el Hospital Durand estando sanos y donar sangre, esto se llama altruismo y es hermoso y gratis. Llegarnos hasta Emilio Mitre al 500 para subir a un tranvía y recorrer el barrio gracias a la Asociación Amigos del Tranvía. También museos como el Luis Perlotti en la calle Pujol, autor de esculturas maravillosas y de la emblemática obra que recuerda a Alfonsina Storni frente a la playa donde nuestra poetisa se quitó la vida en Mar del Plata. El de Ciencias Naturales en Parque Centenario es maravilloso. Yo estoy signado por Caballito pues con 15 años estudié en el Colegio secundario frente a este Shopping que alguna vez se llamó Hogar Obrero, y al que mi suegra murió maldiciendo por la estafa que le cometieron con sus ahorros. A mis 17 años me atropelló un rastrojero en la calle Rosario frente al parque, años después mi primera hija Claudia nacía en la Clínica Malvinas Argentinas, que estaba sobre Rosario a mts de Jose María Moreno. En la ochava que enfrenta esa esquina y con 19 años disparé varios cargadores con una pistola calibre 45. Fue practicando tiro como conscripto en la Escuela de Policía que hoy es Universidad policial. En 1996 fundé el Primer Museo Sudamericano dedicado a un rosarino de nombre Ernesto Guevara de la Serna a quien apodaron Che. funcionó seis años en Nicasio Oroño y Avellaneda, frente al Club Unión Marcheggiana, cerró sus puertas y hoy mantiene una pequeña guardia en un local comercial de la calle Rojas 129 entre Yerbal y la vía del tren donde vienen turistas norteamericanos, centro o sudamericanos y europeos. Guevara es conocido absolutamente en todos los países del mundo, nació en Rosario de Sta Fé (donde está el monumento a la Bandera Nacional) en la rivera de Paraná, fue un discapacitado, tenía asma, se ahogaba y desesperaba. Meses no pudo ir a la escuela y su mamá hizo de maestra. El leyó mucho, mucho, el mejor amigo de un chico, de un joven, de un adulto o de un viejo es un buen libro. Guevara estudió y se recibió de médico, trabajó gratis en el Perú en un leprosario, la lepra es una enfermedad horrible. No le importó contagiarse, atendió, curó, ayudó y practicó deportes con los enfermos. viajó por toda América y vió como sufrían las gentes. Pudo haber abierto un consultorio médico en Caballito y ganar mucho dinero. Prefirió sumarse a un joven abogado que con otros 80 amigos se embarcaron hacia Cuba. Al desembarcar murieron 50 en una emboscada, los otros 30 ocultos en las montañas tras un año largo de privaciones y luchas pudieron derrocar al dictador Batista que gobernaba Cuba pues los ayudó la gente humilde del pueblo. Che fue herido en varias ocasiones y también se rompió un brazo en combate. Sin embargo la verdadera batalla comenzó cuando ganaron y el Che fué Ministro de Industrias. Desde ese día tuvo que estar mas alerta que nunca, abriendo fábricas y generando empleos, planificando obras e inversiones y viajando a otros países a realizar convenios comerciales. Los domingos el Che no descansaba, trabajaba más que nunca. Imaginen a un Ministro argentino, Rodrigo, Born , Martínez de Hoz, Cavallo, trabajando gratis los domingos en una fábrica, o moviendo mineral en el túnel de una mina. Esto lo hacía Che y estimulaba a sus amigos cubanos jefes de fábricas o de oficinas a ir los domingos al campo a mover tierra con la azada, cosechar fruta ó cortar caña de azúcar. Los cubanos no estaban entusiasmados pero de a poco fueron aprendiendo este ejemplo de un varón argentino, tesonero, insistente, terco en el trabajo, que no se daba por vencido, que no retrocedía aunque sintiera miedo. El pueblo de Cuba lo fue conociendo por esos gestos y hoy lo quieren, respetan y recuerdan el día de su nacimiento y asesinato. Chicos cubanos de 15 años levantan cosechas porque lo aprendieron de sus abuelos, que lo aprendieron del Che. Once millones de cubanos (nosotros somos 33 millones) lo recuerdan no solamente con respeto, sino que quieren ser como él. Guevara es el inconsciente colectivo cubano. En las escuelas figura en libros de texto. Para ellos Argentina es la cuna del CHE y nos quieren mucho. Che fue a ayudar a los africanos, a hombres como Nelson Mandela, un negro que pasó 25 años preso y hoy es homenajeado y se sienta con los presidentes del mundo. Guevara luchó en sudáfrica para que los negros pudieran llegar a votar y no fueran segregados por los blancos, que no los dejaban vivir en sus barrios, ni viajar en sus colectivos, ni entrar a sus cines ni teatros. Los negros eran como como animales en sudáfrica, hoy gracias en parte a esa lucha del Che y de muchos cubanos que lucharon junto a él los negros tienen otros derechos en Africa. Che ayudó a los pobres de sudamérica, viajó disfrazado a Bolivia con otros cubanos y allí junto a bolivianos y peruanos se escondió en la selva para empezar una revolución. El Partido Comunista boliviano lo dejó solo y el ejército ayudado por asesores de EEUU mató a sus compañeros, lo hirió y capturó. Una noche entera lo tuvieron cautivo herido en el aula de una escuelita. No sabían bien que hacer con él y mandaron preguntar, al otro día llegó la orden de que lo mataran sin juicio, ni jueces, ni abogados. Un cubano de la Central de Inteligencia Americana CIA se tomó la última foto con él y luego un sargento boliviano entró al aula donde estaba en el piso, herido, inmóvil y lo ametralló. En pocas horas hicieron desaparecer el cadáver y tras 30 años los antropólogos lo descubrieron y fué devuelto a Cuba, donde es honrado. En 1992 viajé a Cuba y doné sangre para un policía de 23 años que había sido baleado y estaba grave. Uds. saben que anteayer y ayer fueron asesinados tres policías argentinos. Hablé con el papá del policía, lo saludé, consolé y pedí le diera una carta al hijo cuando se pusiera bien, para que me escribiera a Argentina. No pudo contestar mi carta, murió por las heridas, pero desde ese día comencé a recibir cartas de Cuba y hasta hoy después de 15 años recibí más de cinco mil cartas. Me escribieron dando gracias por la donación de sangre para el policía héroe y hablándome de Guevara, de cómo lo querían y me decían que yo era su hermano porque pertenecemos a una misma América, a una misma raza. Me sorprendió mucho lo que siente por sus policías ese pueblo y me escribo hasta hoy con muchos de ellos. Me hicieron dar cuenta de que no había un museo de Che aquí y lo fundé. Aprendí que están amenazados y bloqueados desde hace 47 años por EEUU que es fuerte y prepotente. Es muy lindo tener amigos en otros países. La Solidaridad la tenemos todos dentro, es un derecho humano, necesitamos practicarla porque si no se nos queda como atragantada y nos molesta. Tenemos obligación moral de ayudar a los demás, sean parientes, amigos, vecinos, o gentes desconocidas de otros países del mundo. Pertenecer a la humanidad tiene sus obligaciones. En eso nos diferenciamos de los animales. Donar sangre, es algo hermoso, das lo mejor de vos, lo que te mantiene vivo, dar una parte de nosotros mismos para que viva otro ser humano. Es como ser el autor de un milagro. La donación de órganos debe ser lo más normal. Da vergüenza que tanta gente sufra esperando un riñón o parte de un hígado o un corazón, cuando en accidentes mueren muchas personas y se las entierra enteras, cuando podrían seguir viviendo en los cuerpos de otros seres humanos. Conociendo como conozco al pueblo cubano opino que es el país más libre y generoso para sus habitantes de todo el planeta. Es el más cristiano en actitudes concretas. Están hoy ellos alfabetizando en muchos países del mundo, gratuitamente devuelven la vista a ciegos de cataratas de toda América. Mienten sobre Cuba y la condena cuando el condenado debería ser el propio EEUU que con sus guerras mata miles de seres humanos en pocos días. Condenen la guerra, las armas no deberían existir. La mejor arma es el convencimiento de que se está actuando bien y defendiendo algo justo. Rechacen el delito, la droga. No se arriesguen, la valentía se demuestra trabajando por la familia, por la comunidad, por el país y no reventándose a palos o a tiros contra otra barra o piloteándo motos ó autos a gran velocidad que terminan generalmente aplastados debajo de un camión. Pueden revolucionar la actitud de nuestra sociedad registrándose como donantes voluntarios de Células Madre, no hay que morirse, es fácil, es hermoso, no hay riesgos y uno se siente muy humano. Vengan por Rojas 129 entre Yerbal y la vía a mi comercio que se llama Bagatela y ahí les explicaré con lujo de detalles. Agradezco su atención y respeto y me despido exhortándolos a un “No a la droga”, denuncien a quien sea que la ofrece, no se conviertan en cómplices de un crimen, porque la droga mata. (Eladio González Rodriguez Toto director.)