sábado, 19 de mayo de 2007
Che Guevara y José Martí - Cuba y su legado de héroes
Para acercarnos con el Ché a José Martí
Por Miguel Arencibia Daupés
Hace 47 años, el Guerrillero Heroico, refiriéndose a nuestro Héroe Nacional, expresó: “…así deben recordar a Martí, al Martí que habla y que piensa hoy, con el lenguaje de hoy, porque eso tienen de grande los grandes pensadores y revolucionarios: su lenguaje no envejece. Las palabras de Martí de hoy no son de museo, están incorporadas a nuestra lucha y son nuestro emblema, son nuestra bandera de combate”.
Y, como el propio Martí significara que nada es en sí un hombre sino lo que haya puesto su pueblo en él, la tradición histórica de la cubanía existente aún antes de las campanadas de la Demajagua, forjaron dentro del Apóstol de nuestra independencia una excelsa unidad de pensamiento y obra.
Para ningún cubano estudioso de la coyuntura de Cuba a fines del siglo XIX resulta un secreto que sin el ideario y la actividad, tanto clandestina como pública, de Martí no hubiera sido posible encender la chispa ni el estallido de la que él dio en llamar la “Guerra Necesaria”, de esa contienda enfilada a la conquista de la libertad de Cuba y que debía contribuir a la de Puerto Rico, porque “Los derechos se toman, no se piden” y “Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas”.
De la contienda para evitar que el águila imperial “cayera con esa fuerza más sobre los pueblos de nuestra América”, expresión de un Martí latinoamericanista que rindiera homenaje a Bolívar, subrayando el esfuerzo integrador del Libertador. El Martí que sin fronteras mentales, amando profundamente a Cuba, también, se sintiera ciudadano del mundo y representara a varios países de América, sentando cátedra de diplomático inteligente y probo.
Consciente estratega ejecutor de intencionalidades y acciones dirigidas a la liberación de su patria y del resto de América, así como a lograr la unidad latinoamericana y un contrapeso europeo adverso a la creciente y tenebrosa influencia de los Estados Unidos en nuestro continente.
Por ser consecuente con su propio imaginario hay un 19 de mayo luctuoso en el calendario de esta Patria cual “…es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie”. Por ello, esta fecha de conmemoración, que cada año nos lleva a pensar en todo lo que hizo y logró en sus 42 años de existencia e imaginar si esa portentosa vida hubiera arribado a unos lustros o décadas más.
Tiempo de más que no pudo vivir al caer en Dos Ríos apostando porque “La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes”.
Recordar su caída siempre conmociona pero se nos alienta y contenta el alma cuando tenemos presente que pese a lo difícil y complejo de sus circunstancias históricas, fue feliz porque entendió que “Las verdades elementales caben en el ala de un colibrí.." y esas las sacó al aire y a que les diera el sol, ya que "Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, o no es honrado." Y en él la Valentía no escatimó argumentos ni la Deshonra encontró nido.
Como patentizara Ché, las verdades martianas no envejecerán nunca, como cuando expresara:
“El que pone de lado, por voluntad u olvido, una parte de la verdad, cae a la larga por la verdad que le faltó, que crece en la negligencia, y derriba lo que se levanta sin ella”.
Así la Revolución cubana ha propugnado con Martí que:
"La madre del decoro, la savia de la libertad. el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura."
Como él mismo precisara: "Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben", Martí nunca dejará de estar entre los primeros.
Aquel día de 1960, a que nos referimos al inicio, nuestro Che agregó: “Esa es mi recomendación final, que se acerquen a Martí sin pena, sin pensar que se acercan a un dios, sino a un hombre más grande que los demás hombres, más sabio y más sacrificado que los demás hombres, y pensar que lo reviven un poco cada vez que piensan en él y lo reviven mucho cada vez que actúan como él quería que actuaran”.
¡ Gloria eterna a nuestro Héroe Nacional, José Martí ! (el Apóstol)