LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL CUARTO PODER
Por Mario Lubetkin (*)
ROMA, May (IPS) ¿Es posible pensar que los medios de comunicación, que moldean la opinión pública y orientan gran parte de nuestras acciones --políticas, comerciales, sociales, culturales-- deban aceptar que tienen responsabilidades comunes con las organizaciones de la sociedad civil que combaten en favor de los derechos humanos y de las minorías discriminadas en todo el mundo?
La respuesta tradicional ha sido siempre una tajante negativa: los medios y sus periodistas deben limitarse a informar al público objetivamente y sin tomar posición por una u otra parte, prescindiendo de toda expresión de participación, sea política, sea social.
Pero ha siempre habido y hay cada vez más medios de comunicación que se sienten identificados con una misión que no se reduce a la transmisión de informaciones y se sienten ligados a una responsabilidad social. Y a estos se añaden los emanados o estrechamente vinculados a las organizaciones de la sociedad civil.
A lo largo de su historia, pero en especial en los últimos años, nuestra agencia informativa IPS ha buscado participar en debates y reflexiones con medios de comunicación de diferente tipo sobre nuestras responsabilidades en relacion a los temas del desarrollo, con distintos éxitos. Esta experiencia nos ha mostrado una clara tendencia de creciente aceptación entre los medios de formas de responsabilidad acerca de los temas sociales.
En el 2005 tuvimos la oportunidad de organizar en Florencia un debate con medios escritos, radiales y televisivos sobre nuestra responsabilidad corporativa social. Uno de los ejemplos analizados fue el de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) establecidos en el año 2000 por la inmensa mayoría de los Jefes de Estado o de Gobierno en el año 2000 en el marco de las Naciones Unidas. Si esos objetivos que apuntan a reducir la miseria en el planeta son considerados como una meta que, de acuerdo con un vasto consenso internacional, todos deben esforzarse en alcanzar, ¿no deben sentirse los periodistas y los medios responsables de coadyuvar a su realización?
Este debate resultó extraordinariamente rico ya que desde cada uno de nuestros ángulos -representantes de cadenas televisivas como MTV, Al Jazeera o la RAI, así como agencias de noticias como IPS o Reuters, diarios y redes de radios comerciales y comunitarias- analizamos nuestro papel colectivo e individual para informar, crítica e independientemente a nuestras audiencias sobre un tema que aparentemente es lejano para ellas como los ODM, cuando el cumplimiento de los 8 objetivos mejorará la vida de centenares millones de pobres.
Es sólo un ejemplo de un tipo de debate que se presenta cada vez más frecuentemente en el ámbito de los medios de comunicación, como el Congreso Mundial de Comunicación celebrado en Roma en noviembre pasado.
Es claro que para las organizaciones de la sociedad civil la responsabilidad social es consustancial con los objetivos que dieron razón a su nacimiento en diferentes áreas del desarrollo, de la defensa de las libertades y de los derechos humanos. Por ello, a fines de 2005 un grupo de grandes organizaciones de la sociedad civil acordaron un código de conducta que, entre otros aspectos, acepta la aplicación de controles externos a sus actividades y define su compromiso social como la promoción de un desarrollo social humano, la defensa de los derechos humanos y la protección del ecosistema.
Nada semejante hay en el ámbito de los medios de comunicación, sólo existen algunas reglas comunmente aceptadas pero no codificadas, como la de no revelar fuentes reservadas o la de incluir en una denuncia la réplica del afectado. Pero se trata de convenciones de deontología meramente profesional y ajenas al concepto de responsabilidad social.
Quizás esta diferente actitud determine que en las encuestas globales que se realizan regularmente, siempre aparezca la sociedad civil entre los sectores mas creíbles y muchas veces los medios entre los menos creíbles. En una reciente encuesta del BBC World Service realizada en
32 naciones se indicaba que menos de la mitad de los entrevistados tenian una visión positiva de los medios, y más de un cuarto los juzgaba negativamente. Paralelamente, una encuesta de la Gallup colocaba a la sociedad civil entre los primeros cinco actores con visión más positiva de los consultados.
Pensamos que en el código de conducta de las organizaciones de la sociedad civil, escrito por ellas mismas, es posible hallar referencias válidas para el control y análisis de las actividades de los medios de información en el respeto de sus respectivas misiones.
Los valores universales de los derechos humanos, la independiencia, la no discriminación, la transparencia, un autofinanciamiento ético, evaluaciones y visiones críticas, son algunos de los conceptos que pueden ser aplicables y acordados por los propios medios de comunicación. Esto quizás pueda establecer un punto de encuentro entre estos dos grandes actores contemporáneos. (FIN/COPYRIGHT IPS)
(*) Mario Lubetkin, director general de la agencia informativa IPS.