sábado, 14 de julio de 2007
Minería envenena niños, jóvenes y adultos Abra Pampa Jujuy Bajo de la Alumbrera Argentina de la muerte
Minereía contaminante y asesina
La actividad minera de la entrega solamente paga un 3% de lo explotado y de ese 3 % descuentan los gastos de explotación. Del Bajo de la Alumbrera se van del país por año 35.000 millones de dólares en metales como oro, plata, cobre y otros 57 más.
Ese · % no pagará nunca el daño que dejan que va a tardar milenios en subsanarse:
PUNA CONTAMINADA
Abra Pampa: 81% de niños tiene plomo en sangre
Un estudio relevó que la comunidad padece un alto impacto de la actividad de las compañías mineras. Los jóvenes presentan problemas de crecimiento, enfermedades de la piel, entre otras consecuencias.
14.07.2007 | 19:34
La minera a cielo abierto de Abra Pampa está abandonada hace 25 años.
Abra Pampa, Jujuy – El 81 por ciento de los niños que habitan la comunidad de Abra Pampa, en la provincia de Jujuy, tiene plomo en sangre en cantidades dañinas para su salud, según un estudio de la Universidad de Jujuy encargado para evaluar el impacto de la actividad de compañías mineras en la región.
El informe formó parte de las denuncias que realizaron comunidades de La Puna ante la Justicia federal por contaminación ambiental producida por mineras, con énfasis especial en Metal Huasi, una fundición abandonada.
Ante la demanda explícita de las comunidades, el 7 de julio se concretó en esta ciudad un encuentro con funcionarios provinciales, nacionales y el obispado de Humahuaca, destinado a conformar una mesa que controle el cumplimiento de un plan de Remediación Integral del pasivo ambiental, es decir, la limpieza de la zona de los desechos generados por la actividad minera.
“Un 81 por ciento de la población infantil muestrada tiene valores por arriba de cinco microgramos por decilitro en sangre, o sea, que es población infantil en riesgo”, precisó la titular del Grupo de Investigación Química Aplicada (INQA) de la Universidad de Jujuy, Graciela Bovi.
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Los valores corresponden a un muestreo de 234 chicos de entre 5 y 12 años habitantes de este pueblo puneño en el que permanece abandonada –desde hace 25 años– la fundición Metal Huasi, que generó una montaña de escoria de metal de “unas 10 mil toneladas”, según comentó la especialista.
La muestra también analizó casos de chicos habitantes del barrio 12 de octubre, construido sobre ese mismo material contaminante. Ubicada a 1.880 kilómetros de la Capital Federal y a 3.484 metros sobre el nivel del mar, este pueblo fue epicentro de encendidas protestas de vecinos y comunidades originarias cercanas que, alarmadas por varios casos de salud –algunos fatales–, llegaron hasta la Justicia para reclamar sobre la fábrica abandonada.
A la cabeza de los reclamos se puso la reconocida dirigente kolla Rosario Quispe, seguida de cerca por más de cien presidentes de comunidades puneñas que se manifestaron en contra de la minería a cielo abierto, a favor de procedimientos para el cuidado del medio ambiente y la participación en programas de gobierno.
“Acá no es sólo lo de Metal Huasi, es la basura, la cloaca, los carros atmosféricos que descargan a cielo abierto. Arruinaron las vidas de nuestros hijos que no pueden estudiar ni trabajar”, se indignó Quispe, quien en marzo pasado fue invitada a la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos, para contar su experiencia de gestión comunitaria exitosa.
Como ejemplo de lo que marcan las estadísticas están los casos concretos como el que cuenta Raúl García, habitante del barrio 12 de Octubre, que tiene cuatro hijos. Uno de sus niños, de 16 años y que aparenta 9, tiene 23,3 microgramos de plomo por cada decilitro de sangre y otro, de apenas un año, una medida de 41,3 de plomo.
Otro caso es el de Domingo Tolaba, cuya hija Edith “tiene un osteosarcoma derivado de la contaminación con plomo”. Tolaba junto a otros denunciantes se presentaron ante la Unidad Fiscal de Investigación en Materia Ambiental con sede en Tucumán, pero que tiene jurisdicción en todo el noroeste argentino.
“Los días que sopla viento norte nos cae encima la ceniza que se desprende de la escoria de metal, eso respiramos y eso se nos pega a la piel, ¿cómo no vamos a estar envenenados?”, reflexionó el hombre al relatar la vida cotidiana de unos 14 mil habitantes del pueblo puneño.
Bobi Mitre destacó que el estudio por contaminación en Abra Pampa se realizó a pedido del intendente del pueblo, Herman Zerpa, porque en 2004 durante una presentación en Buenos Aires se detectó la plombenia en chicos y que en marzo del 2006 se retomaron los estudios con otras cuatro instituciones nacionales.
“Los límites máximos permitidos en Argentina son de 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre pero hay países que bajaron esos límites”, detalló la investigadora al poner de relieve que la “literatura científica dice que a partir de cinco miligramos los niños tiene daño neuromadurativos”.
La investigadora agregó que actualmente completan, junto a un médico toxicólogo, la evaluación de radiografías de huesos largos en las que se pueden ver los depósitos de plomo y que desde hace unos quince días “hacen pruebas neuroconductuales para evaluar si hay daño madurativo”.
García, que vive en el barrio 12 de octubre, entabló unos 30 juicios mientras ve que sus hijos presentan problemas de crecimiento, apetito y de desarrollo del coeficiente mental, se pregunta con ironía si Abra Pampa “está en la Argentina”.
Fuente: Télam