lunes, 3 de septiembre de 2007
Stress solidario - Irene Perpiñal directora Museo Ernesto Che Guevara de Buenos Aires Argentina y de la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo"
Dos jovenes argentinas escriben a una dama convaleciente, que hubiera podido ser la madre de cualquiera de ellas.
Querida amiga Irene:
desde Octubre del 2000 empezamos a conocer un pequeño pero gran lugar en el barrio de Caballito.
Un lugar en donde el vínculo existente entre los seres que concurren a ese sitio, se caracteriza por el amor, la solidaridad y el compromiso por y sobre todas las cosas en este mundo.
Todos esos seres son imprescindibles para el buen funcionamiento de la sociedad.
Por eso te queríamos decir que, aunque muchos dirían: busca a tu Dios interior, nosotras diríamos: encontrá tu Che interior, porque en él encontrarás la fuerza que necesitás para seguir luchando ante tantos males, otros dirían "viruses".
Necesitamos que vuelvas a llenar este espacio vacío que dejaste, porque sino ¿quién hace arroz con grí, quién nos retará cuando nos quedamos tomando mate y charlando en el fondo?.
¿Quién se enojará con Toto cuando empieza a gritar?
Decime ¿ quién sino vos para todo esto ?
¡ Fuerza y Hasta la Victoria Siempre !
En salud y enfermedad
Cecilia y Eleonora
Maestras Chaubloqueistas 19 Agosto 2001
Irene Perpiñal dirigió desde 1992 los envios solidarios (400 toneladas) que se enviaron desde el galpón de Nicasio Oroño 458 sede del Primer Museo Histórico Sudamericano "Ernesto Che Guevara", hasta el año 2002.
Cecilia y Eleonora, jóvenes solidarias que se sumaron a la Escuela Chaubloqueo, dedicaron sus esfuerzos totalmente ad-honorem como el resto de los demás compañeros a enseñar a niños,jóvenes y adultos.
Primeros auxilios, inglés, apoyo escolar primario y secundario, etc.
En el 2001 Irene víctima del estress (que significaron años de lidiar con intereses politiqueros que hicieron mucho más difícil la tarea de la solidaridad, la cohesión grupal, y la conservación, difusión y exhibición de la memoria de Ernesto Che Guevara) cayó enferma.
Tres meses (en cama) en los que los profesionales que la atendieron no lograron encontrar la causa de su dolencia (una semana de internación en clínica, multitud de análisis especializados), con una temperatura sostenida de 39º que a los noventa días desapare como por encanto con lo que "el combate continúa" por Cuba y por Fidel.