ENTREVISTA CON EDMUNDO GARCÍA : UN PERIODISTA RESIDENTE EN EL EXTERIOR.
Por: Eduardo Maza
LA HABANA, 21 DE MARZO (WORLD DATA SERVICE).- El periodista, locutor y animador Edmundo García llegó a Miami en mayo del año 2000. Venía de Londres, pero en Cuba hizo época con los programas radiales Gente de Palabra, y en televisión participó en programas de gran teleaudiencia como Palmas y cañas y De la gran escena, además, cuenta en su aval con el privilegio de haber trabajado junto a clásicos cubanos de la animación en vivo de la talla de Germán Pinelli y Cepero Brito, entre otros.
Pero después de De la gran escena, según cuenta, se quedó sin trabajo, mediante una formula tal en la que el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), no logró en ese tiempo contratarlo ni aceptarle algunas propuestas.
Ya en Miami trabajó con éxito en la TV, donde comenzó en el canal 41 América TV como reportero; ahora está de nuevo en su patria, invitado a la reunión auspiciada por la cancillería cubana bajo el título "Cubanos residentes en el exterior contra el Bloqueo y el Terrorismo", y de paso, hacer una veintena de entrevistas. Este fue su encuentro con WDS.
¿Cómo fue su recibimiento en Miami?
EG-Ya le digo me contrataron para el canal 41, quise hacer programas donde se difundiera la diversidad y riquezas cubanas, no bajo un pensamiento monolítico y que fluyera, pero encaré el caso del niño Elián González, publiqué una diatriba del tío-abuelo del niño náufrago Delfín González en que este acusaba al publicista de la familia, Armando Gutiérrez de haberle plagiado un libro sobre el caso.
Gutiérrez se las arregló para que cancelaran ese reportaje que iba a salir en el Canal 41.
Fui en busca de Gutiérrez, quien montó en cólera y dijo que yo no podía publicar eso porque ayudaría a Castro.
Gutiérrez y González, después de sostener una bronca que filmamos, fueron al Canal y el director de mismo, Omar Romay tomó las cintas de mi camarógrafo y canceló el reportaje sin el más mínimo pudor.
También trabajé en el Canal 23, en la radio emisora WQBA 1140 (de la cadena Univisión), donde estrené el programa, Extraños en la noche, de corte cultural. Parece que choqué por mi estilo, a pesar de que logré levantar niveles de audiencia.
Cuando dediqué en Extraños en la noche un programa al poeta español Federico García Lorca, la emisora Radio Mambí y otras comenzaron una campaña acusándome de comunista por condenar su fusilamiento a manos del franquismo, por el simple hecho de dedicar dos horas a un poeta y dramaturgo comunista y gay.
Esto es muy interesante, el sector extremista de Miami practica el terrorismo y la homofobia de igual manera.
La campaña contra mi persona se extendió: fui atacado, mis programas sometidos a cambios de horarios menos favorecidos, uno de los métodos usados para entorpecer a las voces más escuchadas, me rescindieron los contratos pero gracias a que los artistas y productores veían en mi alguna calidad estos se repetían y se repetían.
En 2003 la revista New Time me otorgó la condición de The Best Personality y en 2005, gané el Emmy en la categoría de serie de televisión.
Pero nada paró allí, cuando entrevisté en Nueva York al Presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón de Quesada, un trabajo hecho "dentro de los patrones de la mejor tradición del periodismo norteamericano", muy ajenos a las ideologizadas practicas miamenses, también estallaron y pidieron y exigieron que me botaran del trabajo Ninowska Pérez Castellón y Roberto Martín Pérez, la gente del CLC (Consejo Libertad de Cuba ).
En diciembre de 2006 viajo a Cuba, con permiso del Departamento del Tesoro de EEUU, a visitar a mi abuelo que se estaba muriendo, y falleció semanas después de mi regreso a Florida.
Montaron otro escándalo: que si yo estaba llevándole dinero a Castro, si estaba haciendo turismo, todas esas cosas. Me botaban del trabajo, pero me seguían pagando porque allá prefieren pagarte que enfrentarse a un pleito.
Hace apenas unos meses comencé La noche se mueve, que tomé de un programa que se trasmitió en Cuba,en la emisora de radio 1210 AM, en el horario de de 9 a 10 de la noche, ciertamente difícil, porque entra en competencia con estelares de la televisión. Sin embargo ha sido un éxito. ¿Cuál ha sido el milagro? Que soy un comunicador. El don que Dios me dio fue la palabra, pero lo más destacable es que cada día demando y doy más honestidad hasta que duela, y cuando duela, doy más para que duela más”.
-¿Alguna otra razón para su éxito?
EG-La mediocridad imperante en los medios de Miami, que no se ajustan a las normas del buen periodismo. Si esos medios retaran al poder establecido, y si a Posada Carriles o a Orlando Bosch los presentarán como terroristas, estoy seguro que yo no llamaría tanto la atención.
-¿Pero hay voces alternativas?
EG-Si, hay tres. Ayer en Miami, de Francisco Aruca, el de Max Lesnik bajo el título de Radio Miami, y el mío, tienen un efecto contrario: aumentan los niveles de audiencia de esa mayoría que tiene los intereses primarios de cualquier emigrante: los contactos con sus familiares. Y estos programas los defienden.
La extrema derecha está perdida a mediano plazo. Ahora tienen que enfrentar a tres comentaristas independientes y alternativos que representan unas 15 horas semanales de transmisión, cifra realmente pobre si las comparamos con las decenas y decenas de horas de los vociferantes dogmáticos tanto en la radio como en la TV, pero que tienen un valor cualitativamente superior: el de responder a una mayoría emergente ávida de informaciones balanceadas, no "balaceadas” y brindar análisis serios y profundos.
-¿Qué piensa del sur de Florida?
EG-Con todo lo que te he dicho creo que es una república bananera que no respeta a los demás ni respeta lo que ellos mismos proclaman. Sobre todo el Nuevo Herald es un violador de la democracia estadounidense, de los estándares del periodismo de Estados Unidos.
Ya la derecha no tiene el mismo poder de convocatoria ni prestigio, tan solo el poder para intimidar que puede dar el dinero.
La comunidad cubana tiene un sector que tiene a Posada como un héroe y a Lincoln (Díaz-Balart) e Ileana (Ros Lehtinen) como representantes pero hay otro más poderoso que está contra el terrorismo y hay cinco hombres de esa comunidad que están presos por enfrentar ese terrorismo.
Esto que le digo lo digo por radio allá, y después voy al restaurante Versalles a almorzar sin ningún miedo.
-¿Qué otras cosas haces en la actualidad?
EG-Hago un show que no me enorgullece, pero tampoco me averguenza porque me sirve para comer.
-¿Qué piensa de las últimas deserciones?
EG-Cada cual tiene derecho a vivir donde desee, pero lo triste es que ese derecho se convierta en un hecho ideológico. No veo bien que personas que ejerzan ese derecho tengan que congraciarse, arrepentirse de cosas, hacer espectaculares "mea culpas" o actos de verguenza como si hubieran hecho algún pecado. Los artistas cubanos deben entender que su público básico, raigal, es el de la isla.
-¿Qué opinión tiene de las posibilidades de Raúl Martínez y Joe García?
EG-Creo que tienen posibilidades. Los actuales legisladores se han enajenado el electorado por contribuir a poner en vigor leyes que van contra la esencia misma de la familia cubana, y con el agravante de que a ellos no les queda nadie en Cuba.
Cualquier aspirante podrá triunfar en el sur de la Florida si tiene la inteligencia de tener en cuenta de que el electorado puede diferir de Fidel o Raúl, pero no de su patria y la familia, de los vecinos y amigos, de su cultura.
-¿Cuál es su opinión de Bush?
EG-Creo que es el peor presidente de la historia de Estados Unidos, con él Estados Unidos llegó al colmo del extremismo, la intolerancia, la corrupción y la deshumanización.
RL/EM