En el nombre de la madre.
Una chica de 11 años logró que la Justicia la autorizara a agregar a su apellido paterno el de su madre, al entender que de este modo se protegen los Derechos del Niño y que la modificación no afecta los principios de orden y seguridad en los que se basa el principio de inmutabilidad de los nombres.
El pedido de la niña fue rechazado en primera instancia y, posteriormente, aprobado por la Sala E de la Cámara Civil de Apelaciones, de Buenos Aires. Las consideraciones fueron que existían “justos motivos", que el fallo favorable "no perjudica a nadie”, por el contrario “constituye un bien para la persona, que logra perpetuar una tradición familiar".
La niña, cuyo nombre no se dio a conocer por ser menor, tenía el permiso de su padre y su madre que actualmente están separados.
Un acotación muy importante fue la afirmación del Tribunal al decir que "Llevar el apellido de la madre contribuye a la real identificación de la menor con sus progenitores y frente a la sociedad", por lo cual no había porque esperar que sea mayor de edad, a los 18 años.
Desde hace más de dos años que el Senado Nacional argentino tiene una presentación para aprobar la “Ley del nombre”, pero por una causa u otra no se la considera. El proyecto proviene del Poder Ejecutivo. La propuesta es hacer obligatoria la colocación del apellido paterno y materno.+ (PE)
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