foto: alumnos de Escuela Che Guevara de La Matanza descubren en Junio de 2008 la escultura emplazada en Rosario de Santa Fé
Autoridades, empleados y alumnos de la Escuela 202 “Dr. Ernesto Guevara”
Hoy es 6 de Octubre de 2006. Hace 186 años en el año 1820 un escuadrón argentino al mando de Rufino Guido libró el primer combate de la Campaña Libertadora del Perú conocido por Combate de Palpa. Nuestro General José de San Martín combatía así al colonialismo español, que esclavizaba a los sudamericanos.
Hace 39 años otro argentino luchaba en Bolivia, para hacer realidad el ideario sanmartiniano de liberar y darle dignidad a indígenas y criollos.
Ciento ochenta y cuatro soldados boliviano reforzados por Rangers especializados y agentes de la Central de Inteligenica Americana CIA norteamericanos rodearon y capturaron vivos en la selva a Ernesto Che Guevara y a dos de sus compañeros.
Los llevaron a un caserío distante a pocos kilómetros llamado La Higuera. Allí los mantuvieron prisioneros toda la noche, sin atenderle las heridas. A la mañana siguiente día 9 de Octubre de 1967, cuando llegó la orden desde EEUU un soldado entró y fusiló al herido e indefenso Guevara.
Lo asesinaron, terminaron con su vida en el aula de una escuelita rural, de paredes de barro.
Exhibieron su cadáver a los periodistas, llegados en un avión desde La Paz, que es la capital de Bolivia y luego hicieron desaparecer el cadáver.
Treinta años pasaron hasta que expertos antropólogos descubrieron sus restos, que hoy se atesoran en la ciudad de Santa Clara en Cuba.
Allí en la gigantesca plaza principal de esa capital de provincia, un impresionante y gigantesco monumento recuerda la épica gesta de ese argentino y sus compañeros.
Allí está su museo y el mausoleo con los restos de todos los bolivianos, peruanos y cubanos, que lucharon junto al Che, incluída una mujer argentina.
El nombre de esta heroica inteligente y bella dama es Tamara Bunke Bider. Le decían "Tania" y fue una pieza importantísima en ese proyecto liberador, fue muerta en una emboscada que le tendió el ejército boliviano.
Al Che se lo asesinó, no se le hizo juicio a pesar de que estaba vivo.
El había nacido en Rosario la ciudad cuna de nuestra Bandera Nacional en la provincia de Santa Fé.
A escasos 20 kilómetros del puerto de San Lorenzo, donde frente al histórico convento el General José de San Martín con sus Granaderos a Caballo derrotaron al ejército español.
En escritor cubano Fernandez Retamar dice, que los argentinos nos debemos el conocer al San Martín del siglo veinte Ernesto Che Guevara.
El niño Ernesto Guevara era discapacitado, lo afectaba la enfermedad respiratoria llamada asma, de la que nunca se curó.
Su familia lo llevó a vivir a Alta Gracia en la provincia de Córdoba, pues allí el clima seco le ayudaba a soportar mejor el asma.
Su madre era una mujer muy inteligente, decidida y de avanzada. Cumplió el rol de maestra cuando el muchas veces no podía ir a la escuela y lo educó para la libertad.
Las interminables horas de reposo por su enfermedad, las transcurrió leyendo en la nutrida biblioteca familiar.
De allí de los relatos de viajes en los libros, le vino el ansia de viajar y por eso a los 20 años solo con su bicicleta, a la que le puso un pequeño motor, recorrió parte de la Argentina.
Cuando sus padres se separaron el quedó viviendo con la madre.
Con su amigo cordobés el doctor Alberto Granado realizó un segundo viaje, esta vez en motocicleta llegaron hasta Chile, luego fueron a Perú donde se instalaron en un leprosario junto a los enfermos, para investigar la enfermedad que siempre les atrajo y no tuvieron temor al contagio.
Continuaron viaje y atravesaron Ecuador y Colombia hasta llegar a Venezuela. Allí Granado consiguió trabajo en un laboratorio, porque era doctor recibido con diploma y no trucho como Ernesto, a quien le faltaba para recibirse.
Ernesto siguió hasta Miami y al mes volvió a Buenos Aires donde rindió las trece materias que debía para recibir el Diploma de Doctor en Medicina. Lo logró y ya con el título volvió a emprender viaje, esta vez acompañado de Calica Ferrer Zorrilla un amigo de la infancia.
Se encuentra con una joven universitaria peruana Hilda Gadea, exiliada por razones políticas. Se enamoran y se casan . De esa unión nace la primera hija Hildita en la ciudad de México donde viven. El trabaja como fotógrafo y vende por la calle imágenes religiosas. Además escribe artículos para revistas culturales.
Su mujer es muy activa políticamente y le presenta exiliados cubanos, quienes a su vez lo llevan a conocer a un joven abogado expulsado de Cuba llamado Fidel Castro.
Este planea volver a Cuba y hacer una revolución para derrocar al dictador militar golpista apoyado por Estados Unidos.
Fulgencio Batista se llamaba el criminal. Ernesto se entusiasma y se propone como médico del grupo expedicionario.
Zarpan desde México y son noventa hombres en un barquito que no se hunden de milagro.
Llegan a Cuba con muchísimas dificultades y desembarcan en pantanos pestilentes, donde los esperaba el ejército que mata a la mayoría.
Solo 15 sobrevivientes logran reunirse días más tarde en lo alto de las montañas y allí libran durante poco más de un año infinidad de combates donde la decisión, la valentía, la sapiencia y la suerte más la colaboración de los campesinos cubanos les permite triunfar en 1959 provocando la fuga del tirano Batista y su corte de ladrones y asesinos, que por supuesto huyen hacia Miami llevando valijas con millones de pesos del pueblo.
También huyen los médicos y los técnicos especializados, que no aceptan deponer sus privilegios para que los pobres puedan tener salud y escuela gratuitas.
El Che es Ministro de Industrias y tiene que formar a nuevos técnicos, también a administradores de fábricas.
Lo hace eligiendo jóvenes de veinte a veinticuatro años a quienes capacita aceleradamente.
Pide ayuda a su amigo Alberto Granado, quien acepta irse a vivir a Cuba y fundar la Escuela de Medicina, para formar nuevos médicos que reemplacen a los que se escaparon.
Piensen que hoy Cuba esta catalogada como un país de excelencia médica, sus científicos y descubrimientos están reconocidos mundialmente.
La tarea formadora de la revolución, al brindar gratuitamente estudios primarios, secundarios y universitarios, además de maestrías especializadas gratuitas, permitió que sea el país que hoy cuenta con mayor cantidad de médicos por habitante.
La cantidad de universidades y los estudiantes que las utilizan es abrumadora.
Ellos fabrican sus propias vacunas como la de la meningitis, que tantos miles de vidas salvó en Brasil. Los cubanos nos donaron nueve mil kilos de esas vacunas, cuando se inundó la ciudad de Santa Fé y hubo tantas muertes.
También habían ofrecido enviarnos un batallón de médicos cubanos para ayudarnos, pero el Gobernador Reuteman rechazó la oferta, aceptando solo las vacunas.
No hay analfabetos en Cuba, no hay un solo niño durmiendo en la calle.
No hay lotería, casinos, bingos ni quinielas en Cuba.
Los jóvenes votan a los dieciseis (16) años, y al introducir el sobre en la urna, reciben un doble grito infantil de ¡¡ VOTOOO !!, dado por dos niños de primaria como ustedes. Si una niña negra ó blanca ó mulata ó un varóncito se mantienen parados a ambos lados de la urna custodiándola y cada quince minutos son reemplazados por otros chicos de primaria. No hay policías ni soldados en el acto eleccionario en Cuba.
El enorme amor que caracterizaba a este joven Ernesto Guevara el Che, era el mismo amor que tienen ustedes dentro de sus pechos. Porque Che era como ustedes.
El se volvió a casar en Cuba y tuvo una hija de nombre Aleida, que hoy es pediatra y un hijo Camilo (hoy abogado) que estuvo en Junio de este año junto a Evo Morales el presidente boliviano, en La Higuera rindiendo homenaje a su padre.
foto: Aleida Guevara March habla a la multitud junto a la recién descubierta primer escultura de su padre Ernesto en Rosario de Santa Fé.
La bandera celeste con el rostro de Che la enarbola Toto del Museo del Che en Capital
De esa Cuba admirable el quiso partir para intentar sembrar felicidad y justicia en otros pueblos.
Por eso viajó a a Angola en Sudáfrica, donde los blancos explotaban a los negros.
Gracias al Che y sus compañeros internacionalistas cubanos, que voluntariamente quisieron acompañarle para luchar contra el apartheid, ese terrible sistema esclavista que mantuvo a Nelson Mandela preso más de 20 años y a los negros en calidad de animales, tuvo un final acelerado.
Mandela fué liberado y después fue presidente de su país, pero mientras estaba preso los países de occidente no podían hacer nada por liberarlo, ningún presidente fué a estrecharle la mano en la prisión. Che fue a combatir por él y por todos los negros pobres.
Ahora todos los presidentes saludan a Mandela y se toman fotografías.
Luego Che viajo a Bolivia, había intentado preparar antes una base de apoyo en los montes de nuestra provincia de Salta para que estando él en Bolivia, fueran varios los lugares desde donde se luchara por la libertad del continente.
Este grupo de combate a cuyo frente estaba un periodista argentino Ricardo Masetti, pereció en Salta derrotado por la gendarmería.
Guevara y su gente se movieron nueve meses en el sur boliviano, presentando combates pero fueron abandonados por el Partido Comunista Boliviano que no los apoyó y traicionó.
En el último combate eran 17 hombres fatigados, debilitados y heridos, contra varios cientos de soldados excelentemente armados.
Así es capturado y asesinado. Por mi condición de fundador del Primer Museo Suramericano dedicado a Ernesto Che Guevara, tuve oportunidad durante años de oir muchas opiniones, que deploraban su equivocación al haber ido a Bolivia.
Sin embargo después de tantos años vemos, que pasado mañana el Presidente de Bolivia
Evo Morales viajará cientos de kilómetros, desde la Paz a La Higuera para homenajear al argentino Ernesto Che Guevara.
Porque la sombra de un ombú no la disfruta el que lo sembró.
Che actuó y pensó a futuro, se brindó para las futuras generaciones, se brindó para ustedes. Bolivia recién hoy empieza a crecer en libertad.
En parte se debe al sacrificio de Che. Les chimento que el director de la película sobre la guerra en nuestras Islas Malvinas "Iluminados por el Fuego", Tristan Bauer está filmando un documental sobre el Che Guevara.
Será el Guevara íntimo, doméstico, el varón que enamorado de su esposa se encerraba en un cuarto, para grabarle el recitado de algún poema de Pablo Neruda, Antonio Machado u otro grande entre los poetas.
Así amaba, agasajaba y enamoraba el Che a su mujer, como ustedes lo hacen ó harán.
foto: Che Guevara en su hogar con sus hijos
El estudió mucho, ustedes pueden estudiar si se esfuerzan.
El ayudó a los enfermos, ustedes pueden ayudarlos.
El enseñó a leer y a escribir, ustedes pueden hacerlo.
El se opuso siempre a lo injusto, ustedes pueden hacerlo.
El dió ejemplo a los demás trabajando sábados, domingos y dieciocho horas diarias.
El arriesgó su vida por los demás, eso es amor al semejante. Inténtenlo
El se esforzó y arriesgó la vida por liberar otros países, como José de San Martín. Eso es internacionalismo soliario.
Ustedes pueden ser como el Che. Más que cualquier otro joven, porque la escuela en la que se están formando como ciudadanos y futuros padres útiles, lleva el nombre de este héroe, que es reconocido en todos los países del mundo.
Extrañamente es en Argentina donde es difícil encontrarlo, no hay nada en Rosario su ciudad natal, en Capital Federal está solo nuestra guardia mínima, en el barrio de Caballito, donde avergonzados decimos a turistas que llegan desde todo el mundo y a argentinos de todas las provincias, que el Museo cerró por falta de apoyo municipal y estatal.
Las autoridades de Cultura de la Ciudad nos negaron un espacio físico para funcionar. (Arq. Silvia Fajhre y Dra. Mónica Guariglio) gestión Telerman.
Cultura de la Nación dio la misma motivación, solo que por escrito.
El Museo lo fundé en 1996 y durante seis hermosos y fructíferos años funcionó en el Barrio de Caballito, en la calle Oroño 458, en la vereda de enfrente del "Club Social Unión Marchiggiana" y cerquita del estadio de futbol del "Club Ferrocarril Oeste".
Yo no sabía nada del Che Guevara, pero en 1992 viajé a Cuba y allí me asombre de que todo un pueblo lo tuviera como meta personal.
foto: Plaza de la Revolución de La Habana allí siempre estuvo, está y estará el gran rostro del Che
Ahí dábamos fiestas donde trescientas personas se divertían y emocionaban gratis, escuchando recitales folklóricos o viendo proyección de documentales cubanos ó bailando.
Seis años en los que los medios de difusión se hicieron los distraídos, y no lo mencionaron.
Allí tuvimos talleres gratuitos de apoyo escolar primario, secundario e inglés, periodismo, guitarra, tango, coro, apoyo psicológico y una escuela de solidaridad con la que pudimos enviar cuatrocientas toneladas de ayuda solidaria, no solo a la bloqueada Cuba, sino también a los inundados de Tucumán, a los inundados de nuestra mesopotamia y a los sobrevivientes de las tragedias en Centroamérica víctimas de huracanes terribles.
La dirección de todas las actividades que la Escuela de Solidaridad con Cuba y el Museo Che Guevara realizaban, a más de los envíos de miles de kilos mensuales hacia Cuba eran responsabilidad de Irene Rosa Perpiñal Saad.
Durante casi ocho años se puede rastrear la firma de ella, en todos los permisos que la Aduana, Cancillería argentina y la Embajada de la República de Cuba otorgaron para que el fraternal amor argentino acariciara al bloqueado pueblo cubano.
Todo eso lo hizo el pueblo argentino sin banderías partidarias, eran militantes de cualquier partido, que coincidían en querer ayudar a la revolución cubana y nos traían cuadernos, lápices, ropa, calzado, libros y miles de cosas que volaban hacia Cuba para decirles a esos hermanos que el Che está más vivo que nunca.
Los medios de difusión argentinos, radio, tv. ó diarios se refieren a él los 9 de Octubre o en los aniversarios de su nacimiento los 14 de junio, desdibujando su estatura humanista y fabricándonos un robocop despiadado y frío.
El y Cuba siempre atacados, vilipendiados, ocultados, calumniados, porque ésas son las órdenes y el brazo de los poderosos es largo, para la compra de voluntades ó para el castigo a los que se animen a decir la verdad.
Por eso Fidel Castro y Hugo Chavez viajaron unos minutos, desde la Capital de Córdoba hasta Alta Gracia, a la casa museo donde Che vivió, para rendirle homenaje al argentino inolvidable.
Nuestro vicepresidente Daniel Scioli estaba distraído y no los acompañó.
Hace dos días apareció en nuestra casa el doctor Alberto Granado, que viaja hoy a Alta Gracia para dar una conferencia en el Museo del Che allá.
Luego lo tendrán en Rosario, más tarde en La Plata y también estará en Vicente López pegado a la Capital, explicando a quien lo quiera oir, como era su amigo Ernesto a quien le decía "Fuser", abreviatura de Furibundo Serna por su segundo apellido y furibundo por el ímpetu que ponía cuando practicaba rugby.
Luego repartiré mi dirección de correo electrónico, todos los que quieran podrán mantenerse en contacto conmigo y les informaré toda novedad con respecto a este argentino que nos honra y nos distingue, el que ustedes honraron tanto al bautizar así a vuestra escuela.
La Argentina debe ser de ustedes, estas horas y las que lleguen mañana deben ser de ustedes, el futuro si va a ser mejor, y lo será porque ustedes harán algo para mejorarlo.
Los exhorto, los animo a que crean en sus propios sentimientos, a que actúen lo mejor que sientan dentro de ustedes, confíen en el amor que les provoque un amigo, una causa, un deber. Estudien mucho, esfuérzence.
En suma sean como el Che Guevara. En una oportunidad una cubana negra me escribió contándome que cuando ella tenía quince años iba los domingos a una mina de cobre y bajo la tierra esperaba el momento de descanso de los viejos mineros para enseñarles a leer y escribir, alfabetizarlos.
Mientras ella hacía eso, un hombre joven con el torso desnudo, pasaba a su lado yendo o viniendo con una carretilla cargada de mineral.
Ese hombre era Ernesto Che Guevara que en ese momento era Ministro de Industrias, pero que los domingos daba el ejemplo a todo Cuba trabajando de voluntario.
Pero no perdamos de vista a la niña de 15 años, que también daba su tiempo y con mucho amor para enseñar a crecer a esos viejos, que no sabían leer ó escribir.
Ella era como el Che Guevara.
Murió hace poco de cáncer, se llamaba Oria Bonzón Cabrera, era mi amiga cubana y su nieta me escribió para contarme que en su lecho de enferma ella le pedía que le leyera mis cartas, cartas que le llegaban desde la Argentina y que le hacían "más fácil su enfermedad".
Ojalá que en sus casas se comente esto que aquí se habló.
He traído para la biblioteca de vuestra escuela unos pocos libros como donativo, espero que les sean útiles y los disfruten.
Mi nombre es Eladio González pero me dicen Toto.
Por invitarme, por escucharme y por las preguntas que me quieran hacer ahora, muchas gracias.
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Queridos amigos Manuel Dávila, Fabio Acuña y Dante Alfaro:
Dante nos visitó y generosamente aportó un montón de lindos ejemplares de "El otro país" que con placer divulgaremos inmediatamente en Argentina y otros países.
Cuando Dante me preguntó si conocía la existencia de la ESB 160 Ernesto Che Guevara de La Matanza, le conté cuando tuve la dicha de estar allí, hace casi DOS AÑOS, llevado por el amigo Jorge Soler.
No pude hablar con los alumnos aquella vez y como un boludo me olvidé la bolsa repleta de libros que quería entregar como donación a la biblioteca de la misma.
Mi amiga Alicia Molinari de Carrau quedó encargada de hacer llegar ese material a la escuela (me confió que su nuera era maestra en la misma).
Quisiera amigos confirmar si los libros del Arq. Rodolfo Livingston y los de la Editorial Letra Buena fueron entregados.
Ayer Dante se llevó tres ejemplares de "Los niños del infortunio" relata la épica tarea de la Brigada Henry Reeves ayudando a heridos y huérfanos en Pakistan tras el terrible terremoto de hace cinco años.
Considero que una de los aspectos que nos reconcilian con la humanidad es la solidaridad y este libro es una muestra magnífica de ello.
Recíbanlo con fraternal cariño y esperanza.
Me gustaría poder enviarles información que me llega de la isla semanalmente, referente a cultura, educación, salud pública y muchas cosas más.
Mucha alegría me dió saber que esos escolares que ví en Rosario descubriendo la estatua de Che fueron vuestros alumnos. Mi felicitación para toda la Escuela.
Reciban mi salutación agradecida y ojalá algun día que anden por Caballito pueda tener el gusto de saludarlos personalmente .
Eladio González toto director Museo Ernesto Che Guevara, Capital
aprovecho para enviarles el mensaje que pensaba dar a vuestros alumnos aquella vez.
Chaubloqueo.
Museo Ernesto Che Guevara de calle Rojas 129 Capital Federal AAC 1405 Buenos Aires Argentina museocheguevara@fibertel.com.ar
difunde 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores calle Rojas 129 local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina
telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
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¡Salven a los argentinos! "las ballenas"