jueves, 29 de octubre de 2009

Aberrante las Abuelas doblemente desgarradas por Lilita Carrió y Strassera Argentina una sociedad sin derecho a saber la verdad de las desapariciones forzadas

Bien aberrante, Lilita Carrió enemistada con Strassera, pero ambos coincidentes en NEGARLE ya no a la Sociedad Argentina, sino a una Abuela desgarrada desde hace treinta y cuatro años el derecho a cicatrizar su abierta y sangrante herida. 
 
Esto estimula la impunidad y estimula el robo de niños y de seres humanos.    Toto
 

Sanar A Los Quebrantados De Corazón.

Sobre la Ley para la realización de los estudios pertinentes de filiación e identidad por análisis de ADN.
Por Carlos A. Valle.
"El Estado Argentino tiene la obligación de perseguir y sancionar penalmente a los autores de crímenes contra la humanidad y de graves violaciones a los derechos humanos en virtud de los compromisos asumidos mediante la celebración de pactos internacionales. Y esta obligación, particularmente surge de aquella asumida por el Estado Argentino al ratificar la Convención Americana sobre Derechos Humanos y a la interpretación que de dicho tratado han realizado sus órganos de aplicación, que conforme a lo expresado por la Corte Suprema de nuestro país, resulta obligatoria para nuestros tribunales." Es lo que se recuerda en los fundamentos del proyecto de Ley para determinar las medidas conducentes para realizar los análisis de ADN.

Este es uno de los cuatro proyectos que el Poder Ejecutivo envío a la Cámara de Diputados como parte de los compromisos asumidos –llamada "solución amistosa"- ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La lista incluye la transferencia a la órbita nacional del Banco de Datos Genéticos, reformas al Código Penal a fin de que se habiliten a los organismos de derechos humanos reconocidos como querellantes en causas por delitos de lesa humanidad, además de lo referente al delito de calumnias e injurias a fin de garantizar la libre expresión.

Palabras baratas, consecuencias lamentables.
Las Abuelas de Plaza de Mayo habían solicitado al Estado argentino, en las palabras de su Presidenta, Estela de Carlotto "que se impulsara una ley que regule en forma clara y precisa los procedimientos para llegar a conocer la identidad de los niños apropiados durante la última dictadura militar, recogiendo este criterio del máximo tribunal." Lamentablemente el proyecto fue usado para entrar a formar parte de la liturgia antigobierno y reducir la propuesta a una repudiable cuestión de animadversión persecutoria.

No es necesario recordar los desmedidos comentarios de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, a quien la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos acaba de expulsar "dadas sus declaraciones públicas, absolutamente incompatibles con los principios y valores de los derechos humanos."
Este tipo de reacciones hacen de la arena política un escenario de luchas de poderes donde todo es posible y cualquier estrategia es válida. Esto no ayuda a comprender la historia, mirar a la sociedad en busca de la sanidad y establecer lazos que permitan que la verdad perviva en el marco de la justicia y la paz.

¿Qué propone la Ley?
El proyecto de ley propone que cuando se "investigue la identidad de una persona respecto de la cual existan suficientes elementos de convicción que autoricen fundadamente a sospechar que es hijo de alguna víctima de desaparición forzada, la autoridad competente deberá ordenar todas las medidas conducentes a establecerla." A tal efecto se procederá a la realización de análisis de ADN (ácido desoxirribonucleico), que podrán ser sobre "muestras de sangre, bulbo piloso o semen, o cualquier otra que posibilite el resultado buscado."

Además se establece que se deberá "facilitar la realización voluntaria de la diligencia" y el Estado está obligado a "prestar asistencia y contención psicológica a las personas involucradas en ella." Asimismo, "las actuaciones deberán ser de carácter reservado y podrán participar de las mismas exclusivamente quienes revistan carácter de parte en el proceso." y "se deberá guardar estricta reserva del nombre y apellido actuales, imagen y demás circunstancias identificatorias de la persona cuya filiación se procure establecer."

Objeciones: del individuo a la comunidad.
Dos muy conocidos abogados, al menos los más destacados por los medios, expresaron su disconformidad con la propuesta. La objeción básica se basa en la consideración del derecho humano como un derecho individual.

La engañosa afirmación de que "los derechos de los demás terminan donde comienzan los míos", refleja una concepción que ignora el lugar de la comunidad y construye la vida social a partir de la competencia, la posesión y la indiferencia por la solidaridad y el esfuerzo común. Aun cuando la importancia del individualismo ha persistido en las democracias liberales, con la creciente complejidad de las sociedades modernas, sus debilidades se van haciendo cada vez más notorias.

Ya el mismo Smith –con quien emergió la idea del individualismo- había alertado sobre los peligros de lo que se suponía una ley natural: "No bien el gobierno civil se ha instituido para la seguridad de la propiedad, se ha instituido en realidad para la defensa del rico contra el pobre, o de aquellos que tiene alguna propiedad contra aquellos que no tienen ninguna." ¿Por qué insistir con estas teorías como la panacea para la sociedad y hacer girar su desarrollo y encarar sus problemas a partir de ellas ?

El ex fiscal del juicio a las juntas militares, Julio César Strassera –respaldando los dichos de Elisa Carrió, aunque marcando su enemistad con ella- afirmó: "No se puede tratar de defender los derechos humanos contra los derechos humanos". Afirmación que luego iban repetir Carrió y el jefe del bloque de diputados radicales, Oscar Aguad.

¿Qué debe entenderse de tal afirmación? Strassera explica: "La normativa podría justificarse en menores, pero si una persona mayor de edad no quiere y se niega a investigar su origen, hay que respetarla. Las leyes tienen que ser parejas con todos y no contra alguien". Con el respeto ganado por este tenaz defensor del "Nunca más", quien escribe debe expresar su sorpresa por una afirmación tal, ciertamente contradictoria y da a pensar que su crítica tiene otras razones.
Ricardo Gil Lavedra en un artículo llamado "Una revictimización injusta" trata de desarrollar un comprensivo y justo reconocimiento a la "extraordinaria tarea" de las Abuelas de la Plaza de Mayo en el contexto del "legítimo el derecho de los familiares biológicos a saber la verdad y el del Estado de que crímenes tan inhumanos dejen de cometerse después de tantos años."

Las razonables argumentaciones para comprender "la situación compleja y desgraciada donde hay una colisión de intereses" colisionan cuando su análisis está determinado por los "pero" que develan su pensamiento. Comienza por reclamar una ampliación de la argumentación. "Pero este conflicto no se presenta en todas las hipótesis posibles." Así propone la suya. "Pero no puede dejar de contemplarse los sentimientos de quienes padecieron el secuestro de parte de agentes estatales, y ahora, treinta años después, el propio Estado los obliga por la fuerza a saber quiénes son y, probablemente, a incriminar a quienes ocupan un lugar central en sus afectos. La revictimización a la que se los somete resulta evidente y aparece como injusta."

El respeto y el cuidado de las víctimas siempre ha sido una piedra basal de la búsqueda en la que, desde hace muchos largos años, están bregando con tanta entereza y amor las abuelas de Plaza de Mayo. Los sufrimientos y la angustia que las acompañaron en todos estos años son parte de la herida profunda que ha marcado a nuestro pueblo.
Todas las víctimas necesitan el respeto y también la cura. Esta Ley va a la búsqueda de este respeto con la mayor prudencia y también con el mejor de los propósitos. El camino de las libertades individuales no puede extremarse hasta el punto de desoír que hay una tarea inconclusa: sanar a los quebrantados de corazón. Una tarea que se debe la comunidad toda por amor a sus hijos.+ (PE)
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No se bien si Dios es argentino.     Pero juro por lo que más quiero, que Ernesto Che Guevara   SI   lo es.     Toto
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