jueves, 1 de octubre de 2009

HILDA MOLINA LOBA DISFRAZADA DE ABUELITA Y SU COBOS CHACHO JAROSLAVSKY SALVEN A LOS ARGENTINOS las ballenas" Toto

 
Hilda Molina:  loba  disfrazada  de  abuelita

 

                                                              por Esteban Collazo

 

La médica cubana lleva tres meses en suelo argentino. Su agenda ha  sido tan agitada que son muy pocos los que siguen creyendo que la  neurocirujana vino sólo de visita, tal como dijo el 14 de junio,  cuando el Gobierno cubano le permitió dejar La Habana para viajar a  la Argentina y ver a su familia acompañada de su anciana madre,  Hilda Morejón.

 

A noventa días de su arribo, nadie se pregunta si  Hilda Molina piensa volver y mientras tanto, la mediática abuelita  ya comenzó a operar junto a su hijo Roberto Quiñones.

 

En las  instalaciones del Centro Médico Internacional de Rehabilitación  Integral (CMIRI), ubicado en el barrio de Caballito, la antigua  Directora del Centro Internacional de Restauración Neurológica  (CIREN) del Estado cubano, realiza sus prácticas quirúrgicas sin  haber cumplido ninguna de las acreditaciones que le exige la ley  argentina para ejercer como médica.

 

Esos permisos le pueden demandar  mucho tiempo a cualquier profesional extranjero, pero no a la doctora Molina, que el pasado 27 de agosto  confesó ante varios diputados de la Legislatura Porteña que está  practicando cirugías junto a su hijo.

 

Hay que tener en cuenta además  que lleva casi veinte años sin práctica médica, y que todavía no se  han revelado los detalles que derivaron en su expulsión al frente de  uno de los centros de complejidad más importantes y prestigiosos de  la Revolución Cubana.

 

Durante los años en que la mujer construyó su personaje y se  transformó en un instrumento de agitación del Departamento de Estado  de los Estados Unidos, ya se decía que Molina había sido destituida  por actos de corrupción.

 

En concreto, se la acusaba de haber  aceptado más de 10.000 dólares de manos del ex diputado radical  César "Chacho" Jaroslavsky, quien fuera presidente del bloque  radical de la Cámara Baja durante el gobierno de Raúl Alfonsín y  padecía graves problemas en su cadera.

 

Una dolencia que lo tenía  casi postrado en una silla de ruedas. Jaroslavksy se rehabilitó en  el CIREN y fueron tan buenos los resultados, que quiso retribuir con  una donación.  Molina nunca dijo una palabra al respecto.

 

Pero el 14  de Junio cuando, recién llegada a Buenos Aires, tuvo un instante de  sinceridad, confirmó que la información era cierta y dijo que ese  dinero donado a la institución era suyo.

 

En diálogo con Clarín  sostuvo que "fueron 10.000 dólares" y que se trató de un gesto del ex diputado porque  la quería mucho y "porque (ella) lo mejoró bastante".    Pero se le  olvidó un dato: no fueron 10.000 dólares, sino 30.000.

 

Fuentes  cercanas al difunto Jaroslavsky aseguran que el ex diputado entregó  el triple de lo que dijo la médica.   Por aquellos años la mujer era  la jefa del CIREN y a partir del curioso incidente, todo cambió.

Poco tiempo después, Molina le pidió a su hijo, el médico Roberto  Quiñones, que no regresara a Cuba.  El pedido ocurrió mientras  cursaba sus estudios de especialización en Japón, enviado por el  Estado cubano.

 

El médico se fugó hacia Argentina y se llevó consigo  una importante suma de fondos públicos destinados a comprar  instrumentos que estaban destinados para los programas de salud en  beneficio del pueblo cubano.

 

Se radicó en Buenos Aires y al poco  tiempo instaló el CMIRI, una clínica de rehabilitación pagada con  los fondos robados a Cuba por ambos. Gracias a ese dinero, madre e  hijo se dedican a realizar intervenciones quirúrgicas en la clínica  ubicada en Hipólito Irigoyen 4177.

 

El 11 de julio de este año, a pocos días de cumplir su primer mes de  estadía en Buenos Aires, Molina fue agasajada por los "amigos"  argentinos que la están ayudando a transformar su visita familiar en  un plan para instalar un centro de agitación política contra la  Revolución Cubana.

 

Fueron anfitriones: el escritor mimado por la  derecha argentina y creador del grupo Aurora, Marcos Aguinis; el  Diputado Nacional de la Coalición Cívica Fernando Iglesias; el  embajador de la República Checa Stepan Zajac; el historiador  ultraconservador de la Universidad de Belgrano Ricardo López Göttig,  y los periodistas Fernando Ruiz Parra, profesor de la Universidad  Austral, Tristán Rodríguez Loredo, del diario Perfil y Gonzalo  Peltzer, director del diario El Territorio de Misiones. Junto a  ellos estuvo un grupo de jóvenes encargados de, entre otras cosas,  administrar el blog personal de Molina e integrantes de CADAL, el  Centro para el Desarrollo y la Apertura de América Latina que funciona en Buenos Aires desde  febrero de 2003.

La oficina, dirigida por el ignoto "especialista en  ONG'S" Gabriel Salvia, se define como una organización "sin fines de  lucro" que posee amplias y costosas oficinas en Diagonal Norte 628,  segundo piso, oficina R.

 

En esa cueva se realizan infinidad de  charlas con lo más granado de la derecha argentina y con destacados  agitadores en contra de Cuba, Bolivia, Venezuela y Ecuador, pero  sobre todo contra la primera.

 

En esa oficina se editaron más de 20  libros con el mismo fin y se realizan presuntas investigaciones  sobre la democracia en América Latina. Además, desde allí se  alimentan varios sitios web: www.cadal.org (ingrese y véalo usted  mismo) y www.directorio.org, la página oficial del Directorio  Democrático Cubano, un organismo gusano (contrarrevolucionario) con  sede en Miami financiado por la CIA.  

A esos se suman,  www.procubalibre.org/ y

 www.puentedemocratico.org, dos sitios con los mismos fines que  CADAL, y el blog http://www.hildamolina.blogspot.com/, cuya  construcción y diseño es notablemente similar a los demás sitios del  aparato de propaganda y operación política administrado por Salvia.

 

Al parecer, los vínculos entre Molina y la ruta del dinero negro no  son nuevos.  Luego de declararse enemiga acérrima de la Revolución  Cubana, la médica comenzó a recibir dinero del Gobierno de Estados  Unidos a través de la United States Agency for International  Development (USAID), la agencia de financiamiento del Departamento  de Estado estadounidense.

 

Es necesario remarcar, que la sede de la  USAID en Venezuela financió el fallido Golpe de Estado en 2002 al  presidente Hugo Chávez. Según el libro "Los Disidentes", de los  periodistas-investigadores Luís Báez y Rosa Miriam Elizalde, también  hay pruebas sobre las cantidades que le fueron enviadas a Molina por  Frank Calzón, agente de la CIA y presidente del Centro para la  Libertad de Cuba (Center for a Free Cuba), una ong similar al  porteño CADAL del agente Salvia, pero con sede en Washington D.C. 

 

Los giros también se intensificaron cuando fue nombrada presidenta  del "Colegio Médico Independiente" de Cuba, un grupo de agitación que concentra una  poderosa cuota de financiamiento del presupuesto estadounidense, que  trabajó con fundaciones de Miami y Madrid para desarrollar programas  dedicados a criticar la medicina cubana.

Ahora, parte de ese dinero ha servido para cerrar la maniobra que  construyó el personaje Hilda Molina. Atrás quedaron los años 90, del  duro período especial que atravesó la isla, cuando preocupada por su  futuro, la mujer se consideraba la "dueña" del CIREN y pensó en  apoderarse del Centro. Pero le fue mal.

 

Estaba convencida de que en  Cuba ocurriría lo mismo que en los países de Europa del Este, donde  muchos ex comunistas pasaron de la noche a la mañana a ser nuevos  empresarios capitalistas y propietarios de las instituciones que  administraban.

Molina soñó con ser dueña del CIREN y, en pleno intento, la  Revolución la removió de la dirección y le ofreció seguir trabajando  con una función menor.

Ella se negó, abandonó su profesión y se fue  a su casa, a componer su personaje. Como experta en las artes del  oportunismo, encontró en el papel de madre buena separada  injustamente de su hijo el pretexto perfecto para engañar a muchos y  servir a otros. Lo que no pudo tener en Cuba ahora lo tiene en  Buenos Aires.

Su clínica es un negocio redondo financiado con  dineros de origen dudoso que ahora figura como propiedad de su hijo,  pero que paulatinamente quedará en sus manos.

Pasaron sólo tres meses desde que, en vísperas de su viaje a la  Argentina, Molina explicó una y otra vez que su único objetivo era  visitar a sus familiares y que no la movían objetivos políticos. El  29 de julio dijo todo lo contrario y confió su próximo paso.

 

Ante  las cámaras del programa Posdata la abuelita anticipó que registrará  una Fundación que ha denominado "En Defensa de las Familias" y que  se encuentra escribiendo un libro con sus memorias, que saldrá  publicado a fines de este año.

 

El nuevo centro de operaciones y  propaganda contra Cuba ya tiene fecha de inauguración y contará, sin  dudas, con la imprenta, las webs y los fondos del CADAL, esa otra  familia que tanto la cuida y la ayudará a desarrollar desde Buenos  Aires una fuerte campaña política contra la Revolución Cubana.

                       Pobre abuelita.

 

                                                           ¡Salven a los argentinos! "las ballenas"  


 

 

Ernesto Che Guevara es argentino.  ¿Redundancia? No, le temen y no lo aceptan.  Toto
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