sábado, 26 de diciembre de 2009

Cuba y Che Guevara cumplen 51 años

 
 CUBA  SOCIALISTA  SOPLA  51  VELAS
 
            El 1 de enero próximo la revolución socialista cubana cumplirá 51 años. En este lapso ha atravesado tantos ataques del imperialismo y sus socios regionales (y de los quintacolumnistas, afortunadamente pocos, en lo interno), que el solo hecho de llegar a esa meta es una proeza. 

            Lo es por haber sido la única revolución triunfante de ese tipo en el Hemisferio Occidental, a 90 millas del imperio más formidable de toda la historia. 

            Hay que tener buena madera y mejores raíces para resistir las embestidas contrarrevolucionarias del imperialismo norteamericano, en las condiciones de un bloqueo feroz, que se volvió doble cuando hocicó la ex URSS en diciembre de 1991, entregada por los traidores Boris Yeltsin y Mijail Gorbachov.
            En ese momento la jauría anticomunista aseguró que la caída de Cuba era inminente. Hasta hubo best-sellers como el de Andrés Oppenheimer, "La hora final de Castro", que se equivocaron –ya por décadas y para siempre- en cuánto a cuándo iba a ser esa caída. 

            En este más de medio siglo la gran preocupación de Fidel Castro, Raúl Castro y del conjunto de autoridades cubanas, fue que el pueblo viviera más y mejor, con más salud y educación, y en definitiva más cultura. El objetivo no era tanto la corona mundial de la economía –no podía serlo un país como Cuba- pero sí llegar a los primeros planos mundiales de la cultura para su gente, tal el principal capital y riqueza que tiene la isla.

            Y vaya si lo lograron, con una población con grados universitarios y terciarios en una mayoría, y que por eso mismo es capaz de tener una posición política antiimperialista consecuente y librar una batalla de resistencia, de desgaste y de ideas contra la prepotencia imperial. 

            También en ese marco se entiende que la biomedicina cubana haya llegado a constituir, con sus profesionales y polos científicos, una estructura de primer nivel en todo el Tercer Mundo. 

            Pero aún más importante que esos lauros, de por sí extraordinarios, es que los cubanos y las cubanas, desde antes de nacer y hasta el final de sus días, cuando su expectativa de vida roza los 80 años, tienen una solícita atención del Estado que deja perplejo al mundo. 

            Justamente en estos días un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), bajo el título de "Progreso para la Infancia, Un balance sobre la nutrición", advirtió que "los porcentajes de los niños con bajo peso son de 28 por ciento en Africa Subsahariana, 17 en Medio Oriente y Africa del Norte, 15 en Asia oriental y el Pacífico, y siete en Latinoamérica y el Caribe. La tabla la completan Europa Central y del Este, con el cinco por ciento, y otros países en desarrollo, con 27 por ciento". 

            Del estudio surge que Cuba no tiene esos problemas: es el único país de América Latina y el Caribe que ha eliminado la desnutrición infantil severa, gracias a los esfuerzos del Gobierno por mejorar la alimentación del pueblo, especialmente la de aquellos grupos más vulnerables.
            UNICEF asegura que hay 146 millones de niños desnutridos entre los países eufemísticamente llamados "en vías de desarrollo". Ninguno de esos infantes es cubano. ¿Qué mejor prueba de la superioridad y la obra humanista de la revolución en sus primeras cinco décadas de vida? 

            Hay otro elemento que se debe poner a la par del anterior. En enero de este año se publicó en Cuba la estadística de mortalidad infantil, sobre la base de los números de todo 2008. La isla tiene una tasa de 4,7 muertos cada mil nacidos vivos, la más baja de toda Latinoamérica, mejor que la de EE UU y empatando sólo con Canadá.
           
Cuando triunfó la revolución y los barbudos bajaban de Sierra Maestra, en enero de 1959, la tasa de mortalidad infantil era del 37,3 por mil. Esos son hechos que hablan por sí solos y explican por qué, este 1 de enero, el pueblo cubano festejará los logros de su revolución, que él mismo protagonizó y aún hoy defiende, remando contra todas las dificultades. 

            Están las dificultades políticas, puestas por el imperio, y están las de orden económico, agudizadas por Barack Obama, el bloqueo y la crisis internacional. El resultado de ello es que la economía cubana creció en 2009 sólo el 1,4 por ciento, cuando a principios de año se había propuesto metas más elevadas. 

            Pero de todos modos, la revolución cubana va, "de todas maneras va", como cantaba Carlos Puebla.

                                                                                           Sergio Ortiz  

 



La revolución es para llevarla en el alma y morir por ella y no para llevarla en los labios y vivir de ella.
difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores   calle Rojas 129  local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina  telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
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colectivos 1 - 2 - 25 - 26 - 32 - 42 - 53 - 55 - 85 - 86 - 103 - 180
a solo 25 metros de la Estación "Caballito" del Ferrocarril Oeste y a cien metros de la Estación de Subterráneos "Primera Junta" de la vieja línea "A"
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¡Salven a los argentinos! "las ballenas"