martes, 9 de marzo de 2010

Escrache a Embajada de EEUU en Buenos Aires

Buenos Aires 8 de marzo de 2010, Día Internacional de la Mujer

estimulado por la convocatoria lanzada hace 7 días por el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba a  las 10 de la mañana saludo a los 4 policías que dentro de una casilla de plástico (no es blindada) custodian la Embajada de los Estados Unidos en la ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Entrego mi tarjeta personal del Museo Ernesto Che Guevara y les anoticio de que paso a manifestar. El que dirige pregunta si tengo permiso.  Replico que no y que vengo a conversar con la fila de gente que aguarda ingresar al lugar para gestionar visa u otros trámites.  No espero que reaccione y rápidamente voy a colgar el gran cartel pasacalle entre 2 enormes árboles frente a la Embajada.  Las grandes letras rojas dicen:

LIBERTAD  A  LOS  CINCO   HÉROES   CUBANOS  ANTONIO,  FERNANDO,  GERARDO,  RAMON   Y   RENE ”  “ CHAUBLOQUEO   -   MUSEO   CHE  GUEVARA  ” 

no demoré mucho en armar sobre la larga caña de pesca el pendón con los colores cubanos, que luce como la vela cuadrada de una carabela y que el severo rostro del Comandante Che Guevara ocupa por completo, y cruzarme hacia la vereda de enfrente donde la larga fila de aspirantes a visas aguardaban inmóviles.  El movimiento era muy lento y eso me permitió explayarme a gusto sobre la consigna apuntada por MASCUBA “Visas para Olga y Adriana ¡YÁ!.   

Los alaridos con que apostrofé a Vilma Martínez acusándola de complicidad en la extorsión moral sobre la familia de los héroes, sobre el pueblo cubano y sobre todo guevarista que sienta como aplicado en su rostro el golpe que se le dé a otro ser humano en el mundo les impresionó.

Mis calificativos a ese gobierno, a su presidente, y mi denuncia a su despreciable Cámara de Senadores que hace dos años cometió el delito contra la humanidad de aprobar la ley que autoriza aplicar el “submarino seco” (asfixia por inmersión en agua) para interrogar a los detenidos. Enfaticé que ese solo dato marcaba lo degradada que está esa sociedad, cuando sus supuestos “sabios” ancianos, senadores aprueban tamaño crimen.

 Advertí a quienes formaban la larga fila sobre los peligros de cursar carreras en universidades de EEUU donde en cualquier momento un alumno decidía quitar la vida a profesores y compañeros de estudios.  También les deseé sinceramente que la casualidad no los pusiera allá en contacto con una evidencia que los haga sospechosos y tuvieran que sufrir un interrogatorio con su cabeza sumergida en un recipiente de agua. 

Recordé que nuestros militares, marinos y aviadores fueron pioneros en esas torturas y que seguramente hace dos años al genocida Rafael Videla no le alcanzarían las manos para aplaudir al Senado de la Gran Democracia del Norte cuando aprobó esa tortura cuya “patente” era argentina.  

Aclaré que hay leyes justas allá dictadas por grandes hombres de tiempos no tan remotos, pero que Barack Obama el obsceno premio Nóbel de la muerte permitía se violaran esas leyes como la que autoriza a todo prisionero a ser visitado por esposa e hijos.  

Eran las diez y media y apareció el grueso de las compañeras del Comité por la Libertad de los 5 con un compañero de la multisectorial de Solidaridad con Cuba. Venían de Plaza Italia de distribuir dípticos impresos explicativos de la situación de Adriana Pérez y Olga Salanueva torturadas por 11 años de falta de contacto físico con sus maridos presos.

Tras distribuir los mismos a la gente que formaba la cola me invitaron a acompañarlas para entregar la carta petitorio a la Embajadora Vilma Martínez.  Fuimos hasta el otro portón de la embajada que dá por otra calle y allí un guardia les aceptó el escrito. Me volví prontamente a continuar aleccionando a los argentinos que viajarían hacia EEUU. 

Clamé que llevamos once años manifestando ante este edificio y que hoy es Vilma Martínez la hipócrita de turno que recibe nuestros escritos reclamando por la liberación de los 5 Héroes en la Lucha contra el Terrorismo y que hizo, hace y hará caso omiso de los mismos, porque esto es político y Vilma no es mala funcionaria solamente sino es mala hembra, mala mujer, cómplice del gobierno que tortura en Guantánamo, que asesina en Irak, cómplice del vergonzozo premio Nóbel a la muerte que reconoció al recibirlo, que terminaba de enviar a matar o a morir a treinta mil jóvenes norteamericanos. 

Tenía durante 15 minutos a mi disposición a unas 80 personas que se iban renovando a medida que entraban los primeros a la delegación yanqui.  Pero mi alocución llegaba hasta los jardines, donde frente a casetas de atención, quienes habían ingresado volvían a escuchar mis frenéticas exigencias.

Tuve tiempo de denunciar la inversión que hacen en nuestros medios de comunicación a fin de mantenernos en un limbo lejos de la realidad. De estupidizarnos, de inyectar en nuestros jóvenes y niños una violencia y un desprecio por la vida rayano en la locura.

¡ Como brilló el apóstol allí a las doce del mediodía bajo el inclemente sol ! cuando les dí la noticia que ese cubano había sido Cónsul de Argentina en Nueva York y que con sus escritos a nuestro diario La Nación (que se cuida muy bien de mencionarlo jamás) alertó en 1980 al mundo sobre las maniobras encubiertas que realizaban para apoderarse de territorio mexicano, cosa que meses después se concretó profética y fatídicamente.  

Sugerí leyeran al llegar a EEUU obras de José Martí y Pérez para que disfrutaran de esa pluma maravillosa que reconocía escribir “desde las entrañas del monstruo”. 

Comenté de su estatua ecuestre de bronce en una Plaza de Nueva York.  Y deploré que nuestros periodistas actuales no le llegaran ni al tobillo a Martí.   

Vilma Martínez embajadora del país que insulta a otras 197 naciones y les prohíbe vender, comprar, intercambiar, conocer, ser ayudados ó ayudar a Cuba.  Todo a pesar de la década de votaciones en las que esos 197 derrotan a esos tres que son EEUU y el Estado de Israel cuyo pueblo, víctima ayer del nazismo, devino en un verdugo peor que el que lo victimizó.   La policía se cruzó de vereda para aleccionarme de que la Embajada de los EEUU se quejaba de mi forma agresiva de manifestar, por lo que a pesar de que estaba autorizado a seguir manifestando, debía bajar los decibeles. 

Eso ocurrió a la vista de todos los que esperaban visa, pero no obstante los encaré para explicar todo.  El pedido de los norteamericanos y mi decisión de acceder a lo que la policía argentina solicitaba.

Dejé mi adrenalina tranquila y en voz alta pero acariciante y burlona enumeré los nombres que el rostro de Vilma Martínez me trae a la memoria.

¿ Recuerda Malvinas Vilma ?   Ustedes dieron las coordenadas para que el submarino de su graciosa majestad hundiera al Crucero Gral Belgrano con todos nuestros jóvenes dentro.  ¿ Recuerda Hiroshima Vilma?,  ¿Recuerda Nagasaki?,  ¿ Y Laos Vilma ?, ¿ Olvidó Vietnam ?,

¿Y Playa Girón Vilma? ¿Y el Plan Cóndor? ¿Recuerda Camboya?  ¿Y Albania?, ó El Congo, ó Mandela, ó Salvador Allende, ó Sandino.

 Abhu Graib es vuestro logo Vilma.  

Son perversos, torturan impiadosamente moral ó físicamente y además aprueban leyes para la tortura.  No son seres humanos, han caído muy bajo.  Son letales y peligrosos para la humanidad.  

Otorguen las visas a las esposas de los presos cubanos. Once años en que no han retrocedido un centímetro en sus convicciones, 50 años en que ustedes han  aplicado los más inhumanos y vergonzosos métodos para sojuzgar y poner de rodillas a quienes desde 1959 nacen sin ellas.  

Muchas más cosas dije y todas con el alma en la mano y la convicción de no mentir ni exagerar, la farsa de El Maine, para justificar la guerra con España y adueñarse de Cuba.  El atentado terrorista con La Coubre y la complicidad con el criminal Posada Carriles quien camina libremente por Miami. 

Cuando quise acordarme eran las 4 de la tarde y ya no quedaba nadie en la acera de la embajada, salvo los guardias privados y enfrente la policía.   Descolgué el pasacalle desarmé el pendón y me retiré en buen orden y sin bajas.  

Adriana, Olga, Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón, René  hoy en el día Internacional de la Mujer ustedes estuvieron aquí en Buenos Aires dándonos ejemplo y fuerzas morales, para enfrentar la mentira del imperio y sacar a la luz sus peores crímenes y deformaciones.   

Gracias, un abrazo enorme.           Hasta la Victoria Siempre. 

 

                                                                                                                         Eladio González   toto           Museo Ernesto Che Guevara Buenos Aires

                                                                                                                                                              director