martes, 27 de julio de 2010

Cybertango argentino porteño Che Guevara Libertad a los cinco cubanos presos en EEUU

Cybertango 


 Compu que me hiciste mal
 y sin embargo te quiero;
 porque sos el archivero
 de mi berretín fatal.
 
 Cuando cumpliendo el ritual
 me aproximo al monitor
 -disimulando el temor
 que medio me paraliza-
 con mi alma casi sumisa
 me encomiendo al hacedor.
 
 Astuta, cruel, despiadada,
 en tu configuración
 anida el gran culebrón
 o la serpiente enroscada.
 
 Artera, vil y taimada;
 apenas algún indicio
 en tu página de inicio
 me hace vislumbrar un sueño,
 algún ícono pequeño
 me revela el estropicio.
 
 Vos estás en el jet set
 -y eso te ha vuelto perversa-
 en cambio yo, soy un mersa
 que no navega Internet.
 
 Si te pongo algún disquette
 tu luminosa pantalla
 la que, entre nos, es la valla
 que me tiene "a mal llevar",
 me dice que no ha lugar
 y que hay algo que me falla.
 
 Entre tus campos magnéticos
 yo cultivo la ignorancia
 mientras vos con arrogancia,
 frustrás sueños cibernéticos.
 
 Con tus avances frenéticos,
 te has hecho mucho cartel;
 gente de un alto nivel
 mece su sueño a tu arrullo;
 a tu lao cualquier piguyo
 se siente Carlos Gardel.
 
 Si recurro a tus archivos
 rastreando algún viejo verso
 me empiojan todo el esfuerzo
 tus cuadros explicativos.
 Me suelo poner muy chivo,
 si la búsqueda fracasa.
 
 A quién me quejo, a la NASA,
 o a IBM, que te creó?
 La pucha que te tiró....
 cuánto mambo... qué te pasa?
 
 Si intento escribir en Word
 me hablás de configurar
 la vista preliminar
 a través del monitor.
 
 Por ¡ay! el ser payador,
 me marca perfil muy bajo;
 es acaso mi legajo
 nada digno de tu estirpe?
 Pues, permitime decirte
 que te vayas al carajo.
 
 Cuando selecciono todo
 y te señalo el copiar,
 ya si lo quiero pegar,
 te falla algún electrodo.
 
 Renegando codo a codo,
 sos para mí un gran dilema
 pero dentro de tu esquema,
 descubrí un endeble flanco:
 oí decir en un banco
 que se te cae el sistema.
 
 Sos rebelde, casquivana,
 me complicás el trabajo;
 no sé para qué carajo
 sirve tu nueva ventana.
 
 Otra cosa que me gana
 es el embrollo infernal
 de la letra, y no es casual
 que no acierte ni por broma.
 Si yo te ordeno "tahoma"
 vos escribís en "arial".
 
 Párrafo y numeración
 me suelen poner mufado
 y los bordes y sombreado
 son una conjuración.
 
 Si me meto en edición,
 con lo de borrar, buscar,
 seleccionar, reemplazar,
 la cosa es mucho más dura.
 
 De repetir escritura
 es preferible ni hablar.
 Vos sos la loba feroz
 y yo el manso corderito,
 y en tu complejo infinito
 no logro captar tu argot.
 
 Gran hija de "Microsoft",
 me hacés delirar de bronca,
 pero en el bulín, quien ronca,
 soy yo y entendelo bien:
 que vuelvo a la Sylvapen
 y te arrumbo en algún jonca.
 
 Tu irreverencia me ultraja,
 pero guarda con la proa
 que si me hundís la canoa
 te labrarás tu mortaja.
 Ajustáte bien la faja
 porque el tratamiento cruel
 que llevás a flor de piel
 bien puede hacer que me mufe,
 que agarre, te desenchufe
 y andá... cantale a Gardel