jueves, 18 de noviembre de 2010

Golinger Stiglitz Chomsky Garrido Frei Betto Chaubloqueo

 

 

 

Entorno con emisiones periódicas centra su información en el acontecer internacional. Contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país.  ISSN 1819-4052

 

 

 

Año 8 Número 93 | Fecha 2010-11-18

TITULARES

Opinión

UNA GUERRA DE DIVISAS NO TIENE VENCEDORES por Joseph Stiglitz

CONGRESISTAS DE EE.UU. ORGANIZAN EVENTO CONTRA EL ALBA por Eva Golinger

10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN por Noam Chomsky

BOLIVIA ABOGA POR DIGNIFICAR A LA NIÑEZ por Mario Hubert Garrido

EL GOBIERNO DE DILMA Y EL BRASIL REAL por Frei Betto

Opinión

UNA GUERRA DE DIVISAS NO TIENE VENCEDORES

por Joseph Stiglitz

Es fácil ver por qué algunos políticos esperan que unos tipos de cambio favorables puedan volver a poner de nuevo en marcha la economía de EE.UU. En medio de crecientes temores de un estancamiento a la japonesa, las demás opciones o no se toman en consideración o lo más probable es que sean ineficaces. La parálisis política y el endeudamiento galopante actúan como freno de una segunda tanda de estímulos eficaces y la política monetaria no ha reanimado la inversión. Sin embargo, debilitar el dólar para impulsar las exportaciones es una estrategia arriesgada. Podría dar lugar a una volatilidad del tipo de cambio y a proteccionismo; peor aún, invita a una respuesta de los competidores. En este frágil entorno económico mundial, los miembros del G-20 que se reúnen hoy y mañana en Seúl saben que una guerra de divisas sólo conseguirá que todo el mundo salga perdiendo.

Afortunadamente, hay alternativa. Sería mucho más eficaz una cooperación mundial basada en políticas de reformas estructurales que fomenten el crecimiento, en estímulos económicos y en cambios institucionales a largo plazo en el sistema monetario mundial.

Conocemos los peligros de una devaluación porque ya hemos pasado antes por eso. En la década de los 30, la política de empobrecer al vecino prolongó la Gran Depresión. En tiempos más normales, EE.UU. quizás tenía capacidad de hacer que otras monedas se apreciaran frente al dólar (y ayudar así a abaratar las exportaciones norteamericanas) por el procedimiento de mantener las tasas de interés bajas y de abrir sin freno la espita de la liquidez. Ahora bien, otros, sobre todo China, han indicado que no van a seguirles el juego.

EE.UU. debe pensar en otras vías. La historia ha de tomarse en plan instructivo. Hace 40 años, las medidas unilaterales tomadas por EE.UU. llevaron al colapso del sistema de Bretton Woods y a la adopción del régimen de tipo variable de cambio. El mundo se encuentra en estos momentos a punto de pasar a otro régimen de tipos controlados de cambio y de mercados fragmentados de capital. Este régimen no es el resultado de deliberaciones exhaustivas sobre qué sistema sería el que mejor servicio preste a todos. Más bien es la consecuencia de que algunos países están adoptando medidas que creen que favorecen sus propios intereses, sin tener en cuenta a otros que hacen lo que deben para protegerse a sí mismos.

La política monetaria de EE.UU. fue responsable, en gran medida, de la década perdida de América Latina, porque la subida de los tipos de interés, sin precedentes, provocó la crisis de la deuda a principios de los años 80. Así también, la política monetaria estadounidense fue responsable, en gran medida, de la burbuja cuya explosión ha llevado a la recesión mundial.

Washington se ha embarcado de nuevo en estos momentos en un comportamiento que corre el riesgo de poner en peligro la estabilidad mundial. Lo irónico del caso es que EE.UU. está beneficiándose poco de la marea de liquidez que ha provocado. Los tipos bajos de interés no prendieron la chispa de la inversión en factorías y equipos en la recesión de 2001, y no es probable que la prendan ahora. Sin embargo, esa política está teniendo su efecto en otros países, puesto que con el dinero barato escruta todo el mundo en busca de las mejores oportunidades y las encuentra en los mercados emergentes. Conocemos los estragos que pueden derivarse de esta política porque este dinero circula continuamente de un sitio a otro.

Los cambios repentinos y de gran calado de los tipos de cambio pueden tener efectos devastadores, especialmente en los países en desarrollo, porque las empresas se ven obligadas a ir a la quiebra. Los países en desarrollo han sido el motor del crecimiento mundial y cambios de esta naturaleza podrían destruir toda esperanza de una rápida recuperación global.

Mientras que para el mundo están claros los costes de las devaluaciones con intención de competir, los beneficios posiblemente sean ilusorios. China hace bien al subrayar que el ajuste de su tipo de cambio va a contribuir muy poco a corregir el déficit del comercio multilateral norteamericano (EE.UU. simplemente importará prendas de vestir y tejidos de otros países en desarrollo). De hecho, el déficit comercial podría agravarse a corto plazo, incluso aunque otros países también ajustaran sus tipos de cambio, porque EE.UU. tendría que pagar más (en dólares) por lo que importa.

En la actualidad, cada país persigue sus propios intereses EE.UU. está preocupado por el desempleo. China tiene la preocupación de que una apreciación importante de su moneda cause trastornos económicos en el país (salvo que se recupere el crecimiento global). Si seguimos por esta vía, las economías emergentes, amenazadas por una avalancha de capital, tenderán a protegerse mediante impuestos, controles al capital, regulaciones e intervenciones directas (como lo han venido haciendo cada vez más). A medida que más países recurran a intervenir para mitigar las consecuencias de una expansión monetaria desenfrenada (en EE.UU. y, quizás, en otros países industriales avanzados), los que tratan de conservar la fe en los tipos de cambio determinados por el mercado van a sentir una presión cada vez mayor. Al final, la noción de unos tipos de cambio determinados por el mercado parecerá tan arcaica como Bretton Woods. El resultado será un mercado financiero mundial cada vez más fragmentado, con el efecto añadido casi inevitable de una caída en el proteccionismo.

La respuesta a esta situación de aparente estancamiento es simple: recupérese el crecimiento mundial y de ahí derivará de forma natural la apreciación de la moneda. Restablecer el crecimiento requiere que todos los gobiernos que tienen capacidad para aumentar la demanda agregada lo hagan así. EE.UU. tiene una responsabilidad especial, tanto por su culpa en la generación de la crisis mundial como por su capacidad de pedir prestado a tipos bajos de interés, una ventaja derivada en parte de su condición de moneda de reserva de facto. Ha llegado el momento de que EE.UU. acometa las inversiones de alta productividad que necesita. Invertir en cosas como el ferrocarril de alta velocidad y tecnologías verdes mejoraría de hecho el balance norteamericano. Un mayor crecimiento generaría mayores ingresos fiscales y llevaría a aminorar la deuda pública a largo plazo. Medidas de este tipo no sólo ayudarían a EE.UU. sino que también tendrían magníficos efectos positivos tanto a corto plazo (gracias a un mayor crecimiento) como a largo plazo (gracias a las mejoras tecnológicas) para el resto del mundo.

Tanto EE.UU. como China necesitan cambios estructurales, no sólo un reajuste de los tipos de cambio. Incluso a corto plazo, es mucho lo que podrían hacer para contribuir a la demanda agregada global: aumentar los salarios, por ejemplo. En ambos países, los ingresos medios por hogar no se han acompasado al ritmo del crecimiento (¡en la actualidad, la renta media de los norteamericanos es menor de la que era en 1997!).

AMBOS PAÍSES necesitan inversiones para adaptarse al recalentamiento del planeta. Ambos países necesitan aumentar el gasto público en educación y en sanidad para los más desfavorecidos. Ambos países tienen que encontrar fórmulas mejores de asignación de su capital. Los mercados financieros norteamericanos han demostrado una notable incapacidad para canalizar los ahorros de manera productiva. China no puede seguir generando excedentes de capacidad de fabricación. Necesita encontrar formas de reciclar sus gigantescos ahorros, por ejemplo, en inversiones en urbanización dentro del propio país, en inversiones en los países en desarrollo con mano de obra excedente y en ayudas a otros países a hacer frente al problema del recalentamiento del planeta.

Esta alternativa se basa en la cooperación (compromisos mutuos en un aumento de la fiscalidad, en reformas estructurales y en la corrección de los desequilibrios comerciales de todos los países, no sólo de China). Para algunos países, los reajustes del tipo de cambio formarán parte de la alternativa; para otros, es posible que no. Sin embargo, cada país determinará la mejor manera de alcanzar los objetivos acordados, teniendo debidamente en cuenta las consecuencias indirectas, tanto negativas como positivas.

En este planteamiento de cooperación, será fundamental un nuevo sistema mundial de reservas o una generalización del dinero del FMI (los llamados derechos especiales de giro, o DEG). Con un sistema de este tipo, no será ya necesario que los países pobres tengan que inmovilizar cientos de miles de millones de dólares para protegerse de la volatilidad global, y ese dinero se sumaría a la demanda agregada mundial.

Es cierto que, con este sistema, EE.UU. ya no se beneficiaría del coste extraordinariamente bajo que deriva de ser el acuñador de la moneda de reserva mundial más importante. Ahora bien, el sistema actual es una anomalía. El mundo se encuentra en una coyuntura crítica. El camino que ha emprendido a día de hoy está marcado por una inestabilidad permanente y un crecimiento anémico. El camino de cooperación es mejor para todos. Es, de hecho, la única manera de lograr reducciones importantes de los desequilibrios globales y de devolver al mundo a la senda de un sólido crecimiento.

Joseph Stiglitz fue Premio Nobel de Economía en 2001.

Fuente: Kaos en la Red

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

CONGRESISTAS DE EE.UU. ORGANIZAN EVENTO CONTRA EL ALBA

por Eva Golinger

La presencia tanto de demócratas   como de republicanos en este evento contra los países de el ALBA evidencia que la política agresiva de Washington hacia América Latina es una política bipartidista, y una política de Estado del imperio estadounidense.

La nueva sala de conferencias del Centro de Visitas del Congreso de Estados Unidos en Washington será sede el próximo miércoles 17 de noviembre de un encuentro titulado “Peligro en los Andes: Amenazas a la democracia, los derechos humanos y la seguridad interamericana”.

Estarán presentes personajes de la extrema derecha latinoamericana que han participado en golpes de Estado y actos de terrorismo y desestabilización, junto a altos representantes del poder legislativo estadounidense. El evento evidencia la escalada en agresiones imperiales hacia la región.

Los temas principales que se discutirán en el seno del Congreso estadounidense evidencian una escalada en agresiones contra países como Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua – todos miembros de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) – e incluyen “debates” fundamentados en tres interrogatorios:

• ¿Están bajo peligro la democracia y los derechos humanos por el desarrollo del "Socialismo del Siglo XXI" en Venezuela, Ecuador y Bolivia?

• ¿El ALBA de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua constituye una amenaza a los intereses estadounidenses y la seguridad interamericana?

• ¿La política de Estados Unidos hacia la región está equipada para responder a la erosión de la democracia y la influencia peligrosa de actores hostiles como Irán, grupos terroristas y narcotraficantes?

El evento está patrocinado por el Congreso de Estados Unidos y contará con la participación de los jefes de las comisiones de relaciones exteriores, incluyendo a Elliot Engel, demócrata de Nueva York y actual jefe del Sub-Comité de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental; Connie Mack, republicano de Florida y próximo jefe del Sub-Comité de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental; Ileana Ros-Lehtinen, republicana de Florida y próxima jefa del Comité de Relaciones Exteriores; y Ron Klein, demócrata de Florida y miembro del Sub-Comité de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental.

La presencia tanto de democrátas como de republicanos en este evento contra los países de el ALBA evidencia que la política agresiva de Washington hacia América Latina es una política bipartidista, y una política de Estado del imperio estadounidense.

Junto a estos congresistas, estarán participando figuras de la extrema derecha latinoamericana como “expertos” para disertar sobre lo que ellos consideran una “amenaza” a su poder e influencia regional. Por Venezuela estará Guillermo Zuloaga, criminal fugitivo de la justicia venezolana y golpista; por Bolivia participarán miembros de los grupos separatistas y terroristas de Santa Cruz, como Luis Nuñez, presidente del comité cívico de Santa Cruz y Javier El-Hage, representante de la nefasta Fundación de Derechos Humanos, capítulo Bolivia. La Fundación de Derechos Humanos es una organización creada por el venezolano Thor Halvorrsen (hijo) que se dedica a atacar al gobierno de Hugo Chávez y que ha solicitado la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.

También participarán en este evento el Presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Alejandro Aguirre; el antiguo director de la USAID para América Latina, José Cárdenas; el exzar Anti-Droga de Estados Unidos, John Walters; Joel Hirst del poderoso Consejo de Relaciones Exteriores, un gobierno de “sombra” en Washington; Otto Reich, antiguo embajador de Estados Unidos en Venezuela (quien liberó al terrorista Orlando Bosch de la carcel venezolana) y que también fue Secretario de Estado para América Latina durante el golpe de Estado en Venezuela en 2002; y Roger Noriega, también ex Secretario de Estado para América Latina del gobierno de Bush y antiguo embajador de Estados Unidos ante la OEA.

Todos estos personajes tienen una historia de agresión y hostilidad contra el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela y han promovido, apoyado y financiado golpes de Estado en Venezuela, Bolivia, Honduras y Ecuador durante la última década, y permanentemente atentan contra la paz y estabilidad de Cuba.

Habrán representantes de Ecuador, como el abogado derechista Edgar Terán, y el congresista Enrique Herreria, y otros representantes de institutos (think-tanks) de la derecha estadounidense.

Anfitriones adicionales de este evento terrorista incluyen a la organización venezolana en Miami FUDAPREFC (www.fundaprefc.org), creada por la golpista Yuri López Pérez, que se dedica a defender a los comisarios de la policía metropolitana condenados por homicidio múltiple durante el golpe de Estado de abril 2002: Lázaro Forero, Iván Simonovis y Henry Vivas.

También lo patrocina el Instituto Interamericano para la Democracia, fundado por el argentino Guillermo Lousteau Heguy en Miami y que cuenta con miembros en su directiva como los terroristas cubanos Carlos Alberto Montaner y Armando Valladares. Este Instituto realizó un evento titulado “Desayuno con Lucio Gutiérrez” el 23 de septiembre de 2010, curiosamente una semana antes de la intentona de golpe contra el Presidente Rafael Correa en Ecuador que fue liderada por Guitiérrez.

Otros anfitriones incluyen a la Fundación Heritage, American Enterprise Institute (AEI), Centro para una Política de Seguridad y el Instituto Hudson, cuatro “think tanks” de la extrema derecha estadounidense que se han dedicado a agredir a Venezuela durante los últimos años, publicando “informes” sobre las “amenazas” del gobierno de Hugo Chávez y canalizando fondos multimillonarios a sectores desestabilizadores de la oposición venezolana.

Finalmente, participa el Foro Americas (Americas Forum), organización fundada por Otto Reich y Roger Noriega, entre otros miembros de la extrema derecha latinoamericana en Estados Unidos, para formular estrategias de agresión contra los países de el ALBA.

Este evento evidencia que luego de las elecciones legislativas en Estados Unidos el pasado 2 de noviembre, durante las cuales la derecha estadounidense logró una mayoría contundente en el Congreso, la política de Washington hacia América Latina será mucho más agresiva y peligrosa durante los próximos meses.

Fuente: La voz del sandinismo

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN

por Noam Chomsky

1. La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto  "Armas silenciosas para guerras tranquilas").

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad


Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá a mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menor de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”).

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver "Armas silenciosas para guerras tranquilas").

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución.

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

Fuente: Cubadebate

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

BOLIVIA ABOGA POR DIGNIFICAR A LA NIÑEZ

por Mario Hubert Garrido

Mateo López, un niño boliviano de apenas 10 años, fue uno de los casi dos millones de infantes que recibió este año el Bono Juancito Pinto, una ayuda económica dirigida a evitar la deserción escolar.

"Es un premio a mis notas en 2010, pero también un apoyo a mi familia para que el estudio sea lo más importante", afirmó el estudiante de la escuela Delia Gambarte de Quezada, en la zona de Pampahasi (La Paz), al recibir unos 200 bolivianos (28 dólares) por única vez.

Iniciativa de los niños

El Bono Juancito Pinto fue de las primeras medidas sociales implementadas en 2006 por el gobierno de Evo Morales, y surgidas por iniciativa de un Congreso Infantil, donde los menores juegan a ser diputados y senadores, y proponer leyes de apoyo a ese sector históricamente desprotegido.

Este reportero recuerda cuando hace cuatro años surgió la propuesta; entonces algunos adultos pensaron que sería irrealizable debido a los montos que debería erogar el Estado.

Sin embargo, el propio dignatario Morales fue de los primeros en respaldar la idea, unos meses después de encabezar la nacionalización de los hidrocarburos (1 de mayo de 2006) y anunciar que esos recursos volverían al pueblo para dignificar a los bolivianos.

Del 2006 a la fecha, una vez al año, coincidiendo con el mes en que finaliza el curso escolar y una vez acreditada la asistencia a las aulas de los estudiantes de colegios públicos, se organiza en todo el país la distribución de la ayuda económica.

En ese proceso, los miembros de las Fuerzas Armadas han tenido una participación activa, sobre todo en lugares apartados y en zonas rurales.

Este año se movilizaron unos dos mil uniformados que recorrerán hasta diciembre, por aire, tierra y vías fluviales, las más recónditas regiones para entregar el pago.

La ayuda consiste en 200 bolivianos (28 dólares) que si hace cuatro años benefició a alumnos hasta quinto grado de primaria, hoy llega hasta los de octavo.

Desde el inicio del pago, la cantidad de beneficiarios se incrementó de un millón 85 mil 360 niños en 2006 a un millón 818 mil 316 en este año.

En el 2007 el bono llegó a un millón 321 mil 812 alumnos; en 2008 se incorporó a los alumnos de séptimo y octavo de grado de enseñanza y los beneficiarios alcanzaron un millón 681 mil 35 en todo el país.

En el 2009 se pagó a un millón 748 mil 380 infantes.

Para ese objetivo, este año el Ejecutivo dispuso de 363,6 millones de bolivianos( poco más de 54 millones de dólares), cuyas fuentes de financiamiento fueron la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y el Tesoro General de la Nación (TGN).

La meta es deserción cero

Sobre esta medida, el presidente Morales afirmó que la meta es erradicar totalmente la deserción escolar y reducir los actuales índices de extrema pobreza.

Durante un acto en el Coliseo Cerrado de la ciudad altiplánica de Oruro el pasado 4 de noviembre para entregar la ayuda económica, el estadista señaló que a esa política contribuye el Bono.

Según explicó el dignatario, del 2006 a la fecha Bolivia logró reducir el abandono de las aulas del seis al dos por ciento, pero la meta es deserción cero, remarcó.

Agregó que luego de la nacionalización de los hidrocarburos, en mayo del 2006, se ha fortalecido la economía porque el Estado ha pasado a tener el control total de los recursos naturales.

"El dinero que es del pueblo debe retornar al pueblo y por ello el Gobierno ha creado el Bono Juancito Pinto", aclaró.

Morales precisó que en estos cinco años de vigencia del Bono para la niñez se ha llegado al 42 por ciento de los hogares, a lo cual se suman ayudas económicas destinadas a los ancianos y las embarazadas, otros dos sectores sociales históricamente desprotegidos.

Con esos planes, acotó, el Ejecutivo espera disminuir en forma considerable la extrema pobreza que afecta a parte de la población y enfrentar las asimetrías existentes entre quienes tienen mucho y los pobres.

Informó que desde el 2006 se ha logrado disminuir la pobreza extrema del 37,7 por ciento al 20,3 por ciento.

En las áreas rurales, dijo, esos índices cayeron del 42,3 al 30,3 por ciento, y en las ciudades, del 31,1 al 11,9 por ciento.

El jefe de Estado también recordó los informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los cuales muestran que la pobreza en general cayó del 42 al 31 por ciento en Bolivia.

"Vamos a apoyar siempre a los sectores más sensibles y abandonados de Bolivia en el pasado, que son los niños, las mujeres y los ancianos", remarcó.

El órgano Ejecutivo estudia ampliar este monto en el futuro sobre la base del mejor desempeño de la economía nacional, explicó.

Este año, según el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre, el cinco por ciento de los beneficiados con el Bono Juancito Pinto padece algún tipo de discapacidad, y recibieron la ayuda independientemente de la edad y el grado escolar.

Historia del bono


Juan Pinto (Juancito) fue un niño que nació en La Paz, en 1867, y a los 12 años se enroló en las tropas de su país, en la Guerra del Pacífico (1879).

En abril del 1879, el niño tomó la decisión de seguir al frente de batalla, junto a los soldados contagiados de civismo y entusiasmo.

Juancito fue integrado a los entrenamientos militares, donde aprendió de las intensas instrucciones; de ese modo el trato disciplinario y la vida de cuartel le llevaron a asumir en su infancia la noble misión de la defensa nacional.

Designado como "Corneta de órdenes", luego desempeñó las funciones de "Tambor" en el regimiento Colorados de Bolivia, que se preparaba para la batalla de El Alto de la Alianza.

En un combate, el 26 de mayo de 1879, donde se enfrentaron los ejércitos de Chile y los aliados de Bolivia y Perú, el tambor de Juancito fue destruido quedando completamente inservible y lo arrojó al suelo.

De los heridos tomó un arma y regresó al frente, ante el asombro de los soldados, quienes lamentaron su muerte temprana.

Dos años después, en 1881, cuando representantes del ejército boliviano asistieron a la convención de la Cruz Roja en Ginebra, informaron que el niño Juancito Pinto murió como todo un héroe.

Fuente: Prensa Latina

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

EL GOBIERNO DE DILMA Y EL BRASIL REAL

por Frei Betto

Pasadas las elecciones y ganadora Dilma Rousseff, es hora de bajarse del escenario y encarar el Brasil real. Hay mucho que hacer. Los datos siguientes son todos oficiales.

Pese a los avances sociales del gobierno de Lula, según la Encuesta Nacional por Muestreo a Domicilio -PNAD 2009-, IBGE, divulgada el 8 de setiembre, el ingreso medio del brasileño, calculado en 650 dólares el año 2009, fue un 2,2% inferior al del 2008.

Aunque el rendimiento real promedio del trabajo se haya elevado de 636 dólares (2008) a 650 (2009) -un alza del 2,2%-, esta variación es todavía inferior a la de la década de 1990, cuando subió, entre 1995 y 1998, de 654 dólares a 659. En el 2009 el ingreso per cápita del 10% de los más pobres creció sólo el 1,5%, mientras la media nacional creció un 2,4%.

En el 2009 trabajaban en el Brasil 101,1 millones de personas. La mitad en la economía informal, sin oficio concreto. Comparado con el año anterior, hubo un aumento del empleo con oficio concreto: del 58,8% subió al 59,6%. Sin embargo, el desempleo subió un 18,5%. En 2008 el índice fue de 7,1 millones de desempleados; en 2009 de 8,4 millones, o sea un aumento de 1,3 millones de personas que están fuera del mercado de trabajo.

El número de niños en el mercado de trabajo obtuvo la significativa reducción de un millón. En el 2009 se encontraban en el mercado de trabajo 4,25 millones de brasileños de entre 5 y 17 años. Comparado con 2008, 202.000 niños y adolescentes menos. Aunque en el nordeste haya habido un ligero aumento entre los jóvenes de 14 a 15 años.

El índice de analfabetos de 2009 todavía es alto: el 8,9% de la población. Se redujo el número de analfabetos mayores de 15 años: del 10% de la población (2008) pasó al 9,7% (2009). Y 1 de cada 5 brasileños es analfabeto funcional, incapaz de redactar una carta sin fuertes errores de concordancia y de sintaxis, y también sin capacidad de interpretar un texto.

Con el gobierno de Lula el Brasil avanzó en la reducción de la pobreza y de la desigualdad social. Cerca de 20 millones de personas dejaron la extrema pobreza. Pero en los últimos años cayó el ritmo de aumento del ingreso del 10% de los más pobres.

En el 2009 se encontraban en extrema pobreza el 8,4% de los brasileños (15,96 millones de personas), de una población de 190 millones. El año anterior (2008) la pobreza extrema bajó un 0,4%. Del 2007 al 2008 había descendido el 1,5%, tres veces más. Por tanto, el ritmo de desempobrecimiento de los brasileños se redujo.

Es verdad que, gracias a la facilidad para obtener crédito (el volumen llegó hasta 588.000 millones de dólares) y a la crisis financiera mundial, que obligó a muchos exportadores a destinar sus productos al mercado interno, hubo un significativo aumento del consumo de bienes duraderos: lavadoras de ropa, televisores, microcomputadoras, celulares y reproductores de DVD. Hoy el 72% de las viviendas posee tales equipos. Lo curioso es esta contradicción: el 59,1% de los domicilios brasileños no tienen red de alcantarillado, lo que equivale a 34,6 millones de viviendas.

En el gobierno de Lula aumentó el número de casas con abastecimiento de agua, recogida de basura y energía eléctrica. Pero retrocedió el índice de las que disponen de alcantarillado o saneamiento: del 59,3% (2008) bajó al 59,1% (200). Y precisamente a esta falta de saneamiento se le atribuye el 68% de los casos de enfermedades.

Tras siete años de caída, la tasa de fecundidad volvió a subir en el Brasil. Pasó de 1,89 hijos por mujer (2008) a 1,94 (2009).

El Brasil tiende a un perfil poblacional marcadamente de ancianos. En el 2009, el 11,3% de los brasileños tenía 60 o más años de edad. Eso significa un aumento del costo de Previsión Social (que es uno de los mecanismos de distribución del ingreso) y de la salud pública.

A quienes les fue muy bien durante la gestión de Lula fue a los bancos. Las ganancias de los tres mayores -Banco do Brasil, Itaú y Bradesco- suman 98.000 millones de dólares durante la era Lula, o sea un 420% más que durante la era de Cardoso (en que la ganancia fue de 19.000 millones de dólares).

Las heridas del Brasil tienen raíces estructurales. Ningún gobierno, desde el fin de la dictadura en 1985, intentó promover reformas como la agraria, la fiscal, la política, ni la de los sistemas de salud y educación. Y mientras no se entre a dichas estructuras y servicios el país estará, como dijo Jesús, poniendo un remiendo nuevo a una tela vieja.

Se espera que Dilma entre a la estructura de la casa brasileña, sobre todo a la de los latifundios y la tributaria. La primera para poner fin a la inmensidad de tierras ociosas y a la miseria y al éxodo rural. La segunda para que el peso mayor de los impuestos no siga recayendo sobre los más pobres.

Fuente: ALAI

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares


Estos textos pueden ser reproducidas libremente (siempre que sea con fines no comerciales) y se cite la fuente.
Las opiniones del Autor no tienen que coincidir necesariamente con las del Consejo Editorial del Boletín.

Si no desea continuar recibiendo este boletin visite esta dirección.


Cubarte, 2008.

Se certificó que el correo entrante no contiene virus.
Comprobada por AVG - www.avg.es
Versión: 9.0.869 / Base de datos de virus: 271.1.1/3264 - Fecha de la versión: 11/18/10 04:37:00