viernes, 10 de diciembre de 2010

Aguante el Rabino Daniel Goldman en Janucá

Ya sabía yo que tengo algo de judío.    Pienso igual que este rabino.  Seguro que mi viejo el gallego venía de esa raza.  Recuerdo

que un Rey de España tan miserable como el actual expulsó a los hebreos de la península ibérica.  También expulsó no se si era

el mismo pero era Rey también a los Jesuítas de toda América. Bueno, una de cal y una de arena habrá pensado el Bufón del Rey.

 

Felicito al Rabino Daniel Goldman por sus sabias palabras que se amoldan a mis más profundos sentimientos.

 

En el pasado febrero de este año asistí al homenaje que la colectividad le realizó a Raoul Wallenberg diplomático que se desvivió

por salvar vidas judías y lo logró. 

 

Me hice presente para repudiar la incongruencia de que la oradora principal fuera una mujer norteamericana funcional al

gobierno que autoriza por ley la tortura a los seres humanos. La inocente actividad de Vilma (embajadora en Argentina) descubierta

por Wikileaks me hace sentir muy orgulloso de que los cientos de personas asistentes al acto (entre civiles y policías) estuvieran en

desacuerdo conmigo.

 

¡¡ Cuíden lo que hablan !!   Seguro que Vilma logró instalar micrófonos en las velas de Januca. 

                                    

                                                                         Eladio González   toto   director Museo Ernesto Che Guevara de Buenos Aires                                   

 

PICUS.

El extranjero

Por Daniel Goldman (*)

No hay duda de que siempre que se produce una pelea en donde hay que echar a los pobres de la tierra, los supuestamente más elevados, los que moran en el olimpo vuelven a poner en el tapete los argumentos que responden a modelos sociales y económicos que replican las condiciones xenófobas de la vida y resucitan las lógicas del prejuicio.

Este país que sostuvo como bandera la idea del crisol de razas, cíclicamente en el hoy expresa en boca de funcionarios la suerte de la intolerancia que resurge como parte del discurso neoliberal y que conlleva la intención de excluir a todo aquel que no sea blanco, apuesto y exitoso. Esta atribución de los paladines platinados, padres del progreso, que cargan la mítica idea de poblar estas latitudes desde la época de Neanderthal, esgrimen el argumento del indocumentalismo racista cuando la piel les es frotada por el conflicto irresuelto de una sociedad en la que se ven amenazados en la concentración de sus riquezas mixturadas con la frivolidad asociada a lo perverso.

Siendo así, me permito brevemente traer la reflexión teológica acerca de las palabras del patriarca Abraham cuando dice "Extranjero y habitante soy ante ustedes". La exégesis se detiene en este versículo, insistiendo en la profunda idea de que todo hombre en su calidad humana habita únicamente la extranjería. Dicho de otro modo, acusar al otro de extranjero implica no reconocer la frágil condición de haber sido colonizado en los propios hábitos enajenantes, establecidos por los límites autoritarios de la condición discriminatoria. Inculpar al otro de extranjero es poner al descubierto nuestra propia alienación y asumir nuestra propia extranjería es dejar de ser extraños ante nosotros mismos.

Como hijo de polizontes indocumentados que llegaron a la Argentina en el año 1948, recomiendo la lectura de El extranjero, de Albert Camus, quien nos recuerda que los estigmas sociales denotan la insensibilidad, la desidia y el absurdo.+ (PE/P12)

(*) El artículo del rabino Daniel Goldman editado el 101210 por Página 12,  matutino de Buenos Aires, debe encuadrarse en el contexto de las declaraciones de Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, quien echo la culpa a la "inmigración indiscriminada desde países limítrofes" la problemática en villas de la ciudad.

PreNot 9265

101210 

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