martes, 26 de julio de 2011

Los ASOCIALES de la Rural toros, vacas y candidatos políticos a37

http://www.laarena.com.ar/opinion-la_sociedad_rural_mostro_toros__vacas_y_ca
ndidatos_politicos-63727-111.html

LA SEMANA POLÍTICA
La Sociedad Rural mostró sus toros, vacas y candidatos políticos

Ayer quedó inaugurada la Exposición Rural. Su titular presentó un
pliego beligerante contra el gobierno. Además de exponer toros y
vacas, la Rural mostró a Macri y otros candidatos de los cabañeros.
EMILIO MARÍN

El orador, Hugo Biolcati, es un fuerte productor lácteo de la
provincia de Buenos Aires y líder de la Mesa de Enlace que atormentó
al país dos años con cortes de rutas. La TV mostraba detrás de él a
Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. El paneo se detenía en
Eduardo Duhalde, Alberto Rodríguez Saá, Mario Llambías y otros
candidatos opositores. Por las dudas, el orador los iba nombrando e
incluyó un solo advenedizo, su amigo Momo Venegas, que supuestamente
representa a los peones rurales. Es un dirigente duhaldista cómplice
del trabajo esclavo en los campos de muchos de los que ayer estaban
sentados como socios o invitados.
El público por momentos habrá creído ser parte de los festejos del
Centenario y aplaudía con generosidad. Había un marcado sentido
marcado de pertenencia en esos señores de caros sobretodos y mujeres
de tapados y sacos de marca. Estaban felices de "bajar línea" al país,
con tantas cámaras filmando. Tanto que en un alarde de apertura, hasta
miraban sonrientes a algunos gauchitos que andaban por allí, después
de haber vareado a algunos aspirantes a campeón.
Esa era la postal al mediodía, cuando se dio comienzo oficial a la
125ª Exposición Rural. Si fuera por el discurso de Biolcati, el
público y el lugar, alguien diría que fue una repetición de las
Exposiciones de 2008, 2009 y 2010, con la diferencia de en las dos
primeras habló su antecesor, Luciano Miguens. Todo lo demás, muy
parecido a las ediciones anteriores, sobre todo por el tono
conservador y reaccionario del mensaje de apertura. En su discurso
leído, Biolcati cuestionó al gobierno nacional y le pidió: "por favor,
dejen de castigar al campo, lo que es decir, dejen de castigar a la
Argentina".
En esa afirmación se condensan tres tergiversaciones: da por sentado
un "castigo" que no existe (la rentabilidad de la producción
agropecuaria es excepcional), asume la representación del "campo"
(cuando se trata de un sector oligárquico y exportador del mismo); e
identifica a la entidad y la Mesa de Enlace con la "Argentina", siendo
que representan intereses minoritarios y muy poco nacionales.
La relativa novedad del libreto-mamotreto fue el rescate de la figura
de Domingo F. Sarmiento, no por interés educacional ni histórico, sino
al sólo efecto de criticar al gobierno. Sobre este tema hay que decir
tres cosas.
Una, que Sarmiento no se llevaba para nada bien con los ganaderos.
Cito a Natalio Botana: "lo que dice Sarmiento es que en el campo, los
peones rurales son "arreados" al comicio. No soportaba Sarmiento la
sociedad ganadera. A los ganaderos, Sarmiento los vio mal toda la
vida. Decía que cuando entraban en un salón, se olía la bosta de sus
zapatos".
Dos, Biolcati falsea la historia de la SRA. Su verdadero héroe es José
A. Martínez de Hoz, el mismo que destruyó al país como superministro
de la dictadura.
Tres, esa dictadura desapareció maestros como Marina Vilte, instaló la
censura, quemó pilas de libros e intervino casas de estudios, todo con
el beneplácito de la oligarquía rural.

Toros de pedigrí y varios medio pelo
El titular de la Rural incursionó de lleno en el terreno político, lo
que no está mal para las organizaciones sociales, dicho esto con
exagerada amplitud para la entidad creada en 1866 por un Martínez de
Hoz. Este tipo de organizaciones no debería tener una ligazón
partidaria, que en todo caso debería ser opción individual.
Biolcati vulneró esos principios al embanderarse absolutamente con la
oposición política y la mediática, que junto con "el campo" serían una
sola y misma cosa. La síntesis visual que arrojó la muestra de Palermo
mostró juntos y revueltos a Macri, De Narváez, Duhalde y Rodríguez Saá
(Ricardo Alfonsín había estado el viernes porque no quería perderse
una foto suya con Biolcati).
Si algún incauto todavía creía que era una exageración hablar de un
conglomerado político agro-opositor, se habrá dado cuenta de su error
cuando el orador hizo un llamado a "votar bien". "Estoy seguro de que
esta larga noche está llegando a su fin, que llegará el día que
sabremos elegir", proclamó. Faltó que agregara explícitamente su deseo
de que los argentinos voten como lo hicieron los porteños el 10 de
julio. No lo dijo. No hacía falta. Se entendió perfectamente.
Lo que los hechos mostraron que en este bloque social y político
llevan las riendas los grandes productores agropecuarios y los
monopolios de inversiones múltiples.
Los políticos mencionados y otros que cabría agregar, como Elisa
Carrió, son obedientes operadores de los planes que trazan la Rural,
la Mesa de Enlace y las seis organizaciones empresarias del G.6. La
política no manda allí sino que obedece a Biolcati y otros
representantes del gran capital, Héctor Magnetto incluido. En este
sentido se puede decir que la Sociedad Rural mostró a sus campeones
hembra y macho en variedad de razas vacunas, y también llevó de las
narices a opositores de los que, paradojalmente, el único victorioso
no participará en octubre (Macri). El resto son coroneles sin tropa.
No son políticos de raza sino de medio pelo.
El jefe de Gobierno porteño, que tiene grandes posibilidades de ganar
otro mandato en el ballotage, acusó el impacto de la investigación
judicial sobre la "campaña sucia" en la Capital. Ariel Lijo descubrió
que dos de las empresas prima facie culpables de las llamadas
telefónicas que buscaron envenenar la primera vuelta en contra de
Daniel Filmus, pertenecen a Rodrigo Lugones. Y ese empresario es un
directivo asociado a la consultora de Jaime Durán Barba. De Macri
podría decirse, entonces, "venceréis pero no convenceréis", citando a
Miguel de Unamuno. Al tipo mucho no le importa, ocupado como estaba
por apoyar al Midachi Del Sel en Santa Fe.

Aniversario del atentado
Este lunes 18 se cumplieron 17 años del tremendo atentado terrorista
contra la sede de la mutual judía, donde murieron 85 personas y otras
300 resultaron heridas. Fueron oradores el juez federal Daniel
Rafecas, el familiar Sergio Burstein y el titular de la AMIA,
Guillermo Borger.
Entre el público, como presencia más destacada, estaba bajo la lluvia
la presidenta de la Nación, acompañada de varios de sus ministros,
entre ellos el canciller Héctor Timerman.
De los tres oradores, el único que no levantó polvareda fue Rafecas,
quien habló del "mal absoluto" expresado en tres momentos de la
historia: los campos crematorios nazis, los vuelos de la muerte de la
dictadura argentina y el atentado contra la mutual judía. Repudiables
los tres, la gravedad de los mismos, atento a la cantidad de víctimas,
va de mayor a menor.
Los otros dos dirigentes que hablaron generaron mucha polémica.
Burstein tuvo de bueno que cargó contra Macri por la designación de
Fino Palacios, pese a que estaba a punto de ser procesado por
encubrimiento del atentado, y por sus escuchas ilegales. También puede
rescatarse su crítica al dicharachero rabino Bergman y las cúpulas de
la AMIA y la Daia: al primero le endilgó una supuesta intención de
cerrar la causa judicial, y a las segundas les reprochó su
entorpecimiento y desvíos en ese expediente, actuando en banda con
ministros de Carlos Menem.
Lamentablemente, Burstein continuó con ataques contra Irán, sindicado
como instigador del atentado; ni Luis D´Elía se salvó de esos
mandobles.
En la crítica a Irán estaban todos de acuerdo. El más duro contra
Teherán fue el presidente de la AMIA, que dos días después firmó un
comunicado conjunto con Aldo Donzis, de Daia, rechazando el
ofrecimiento del viernes 15 de Irán de colaborar con Argentina en el
esclarecimiento del atentado.
Este punto de vista de Borger y Donzis luce como muy erróneo. Es que
el gobierno argentino, por medio de Timerman, se había expresado en
forma cautelosa pero favorable a esa oferta iraní, considerándola
positiva. A partir de allí debía abrirse una negociación serena entre
las dos cancillerías para ver qué planteaba de nuevo el gobierno de
Mahmud Ahmadinejad. En vez de ayudar, aunque más no fuera con su
silencio, la cúpula que dirige la colectividad judía salió a romper
juego, como si ella fuera el poder político.
Ese tono intolerante con el gobierno también se pudo apreciar en
Borger, cuando en su alocución le espetó a la presidenta que era
bienvenida pero que eso no alcanzaba. Que quería justicia ahora.
¿Acaso esa cúpula sionista está libre de culpa en esta mora judicial?
No, si se recuerda el rol del ex titular y banquero menemista Rubén
Beraja apoyando al desastroso gobierno de Menem y la instrucción
trucha del juez Juan J. Galeano. Además avaló el pago con dinero de la
SIDE al detenido Carlos Telleldín para que acusara a policías locales
y desestimara la llamada "conexión siria". Esa dirigencia judía llegó
al extremo de distinguir al comisario Palacios, como lo recordó Herman
Schiller.
El acto de Pasteur 633 desnudó que la colectividad está más dividida
que nunca, por acción de Macri y su rabino-legislador. Si el único
punto en común es acusar sin pruebas a Irán y desechar su
colaboración, se puede prever que el próximo 18 de julio seguirá
faltando justicia en esta causa.