¿ Quién dijo que para entrar al Zoológico hay que pagar entrada ?
Después de las 2 vueltas de las elecciones donde la mayoría de los porteños volvieron a insistir con Macri, nosotros como nos enseñaron Néstor y Cristina, volvemos a insistir con nuestras convicciones. Tenemos que insistir con el rol del Estado y con la inclusión de aquellos que todavía no han podido ser incorporados a la vida productiva de nuestro país.
Nosotros, los peronistas, estamos convencidos que el Estado debe cumplir un rol protagónico y que además creemos que la economía debe estar al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía.
Esta pequeñísima introducción sirve para encarar un tema que parece ser menor, pero demuestra como permanecen algunos resabios del modelo neoliberal y que por lo tanto no coincide con el nuestro.
Hace unos pocos meses venció la concesión del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires y Macri propone, naturalmente, renovar dicha relación comercial. Nosotros creemos que no debe volver a privatizarse. El Zoológico debe volver a ser administrado por el Estado. Debe estar abierto en forma gratuita a la comunidad y los recursos deben ser obtenidos de la comercialización de los productos que se puedan vender dentro de sus instalaciones. El Estado debe posibilitar el ingreso de los chicos con sus padres a ver los animales y que esto no tenga costo. No alcanza con los bonos que graciosamente otorgan los privados y mientras tanto la mayoría de los argentinos sin recursos se quedan afuera. Quién dijo que es natural que se cobre entrada al Zoológico de la Ciudad? Quien dijo que el Zoológico debe dar ganancias? No es mas sano entrada gratis para todos al Zoológico o al Jardín Botánico y si se necesitan recursos, reducir lo que se invierte en publicidad o en costosísimos espectáculos?
Les pedimos a los legisladores que defienden nuestro modelo nacional y popular que estén atentos. Que no sólo se confronta 2 meses antes de las elecciones y mientras tanto los otros 46 meses acompañamos muchas leyes en contradicción con nuestro modelo. Al modelo hay que defenderlo todo el tiempo, sin excusas.
Por nuestra parte le hemos solicitado al conocido veterinario Dr. Juan Enrique Romero que nos hiciera llegar una propuesta, en el marco ideológico que estamos hablando y que recupere el protagonismo del Estado. Lo que sigue es una base para iniciar el debate, porque Macri en cualquier momento debería enviar su proyecto a la legislatura, y nuestros representantes, como defensores del modelo que encabeza Cristina, deben estar preparados. No hay tiempo que perder.
Es cierto que el tema del Zoológico no le cambia la vida a nadie, pero es la oportunidad para mostrar que somos distintos y que se terminó con la lógica del neoliberalismo que todo tiene que ser un negocio, todo tiene que ser rentable, hasta la distribución del agua potable. En la ciudad de Buenos Aires, aunque sea empecemos por el Zoológico. Y como dirían Néstor y Cristina, después vamos por más. Tenemos que ser desde ahora la alternativa de Macri, sino es difícil que después nos crean.
Propuesta Organizativa del Jardín Zoológico
de la Ciudad de Buenos Aires
ante la caducidad de su concesión de administración
Introducción
El Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, fundado en 1888, es una institución señera y emblemática de la cultura de la Ciudad.
Por él han pasado científicos de la talla de Eduardo Ladislao Holmberg, Clemente Onelli, Juan Bautista Ambrosetti y Florentino Ameghino, entre otros.
Su entorno ha sido testigo del nacimiento de la Argentina moderna y sus edificios y monumentos son el mudo marco de parte de la historia de la Ciudad y a través de ella de la Nación.
El Zoológico de Buenos Aires es una institución histórica, de hecho ha sido declarado Monumento Histórico Nacional, pero además está inserto en el más cuidado y preciado rincón de los recuerdos infantiles de varias generaciones.
Veinte años atrás, un país montado en una ola de privatizaciones denostaba y descartaba la posibilidad de que el Zoológico de Buenos Aires fuera administrado por un Estado Municipal considerado, no sin algunos visos de razón, ineficaz e ineficiente.
Fue por entonces que, con una intensa polémica, el Zoológico de Buenos Aires fue concesionado a la administración privada, realizándose en él una serie de obras que lo modernizaron y lo pusieron en valor en cuanto a infraestructura y operatoria.
La ausencia del Estado en su rol controlador y supervisor establecido por ley, llevó a la perversión de los fines y al incumplimiento o dilución de los objetivos planteados; sobre todo en la segunda mitad de los 20 años de duración de la concesión.
Hoy en día nos encontramos con un Zoológico que ha mantenido una gran parte de su personal técnico de alta idoneidad dentro de su staff, que ha ganado en muchos recintos pero que ha perdido continuidad y prospectiva en su devenir.
Valga plantear que los sucesivos cambios de mano determinaron que el Zoológico tenga actualmente una administración de capitales extranjeros totalmente ajena al origen de la licitación de la concesión.
Lineamientos rectores de una futura organización
La caducidad de la concesión del Jardín Zoológico no debería plantear la renovación de un esquema administrativo semejante al planteado.
Son muy pocos los Zoológicos del mundo que poseen este esquema de administración privada, y los que lo tienen desarrollan un enfoque absolutamente comercial, muy alejado de la cultura popular, de la representatividad histórica, de la preservación de la biodiversidad y de ser iconos de un pueblo, como es el caso del Zoológico de Buenos Aires.
La administración del Zoológico de Buenos Aires debe ser ágil, ajena a los avatares de la burocracia municipal pero estrechamente vinculada con los objetivos culturales, educativos y científicos del Estado de la Ciudad.
Una propuesta superadora sería NO RENOVAR LA CONCESIÓN DE ADMINISTRACION A MANOS PRIVADAS.
Se debería crear una Fundación Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, integrada en un 51% de su administración por el Gobierno de la Ciudad.
El 49% restante estaría integrado por: miembros de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, del Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y, como alternativa, se podrían incluir miembros de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de La Plata y del Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
Además, sería sumamente interesante contar con un Consejo Asesor integrado por las ONGs relacionadas con la conservación de la biodiversidad y la preservación del medio ambiente.
La mencionada Fundación podría concesionar a su beneficio las áreas gastronómicas, el merchandising, la publicidad estática y todo otro recurso que no tenga que ver estrictamente con las áreas educativas, científicas, de atención veterinaria y cuidado de los animales que quedarían estrictamente reservadas al gerenciamiento de la Fundación.
De esta forma, se mantendrían los recursos económicos (con el ingreso de las subconcesiones) pero redireccionados y gerenciados para lograr los objetivos institucionales científicos y educativos del Estado de la Ciudad a través de esta institución emblemática.
Dr. Juan Enrique Romero
Frente de Unidad Peronista
CARLOS MONTERO - VICENTE BRUSCA
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