martes, 16 de agosto de 2011

Piñera quiere contratar a Duhalde Chile Argentina estudiantes

 

 

 

 

 

 

 

Las reivindicaciones de la juventud: Ser o no ser,

Capitalismo salvaje globalizado o socialismo…

 

A la dirigente estudiantil Camila Vallejo Dowling, 

por la defensa consecuente de sus principios

 

 

            Un lenguaje bueno, auténtico, como un fin en sí mismo no existe, es bueno y auténtico cuando expresa una auténtica vivencia. Por eso, es siempre tan bueno el lenguaje popular, el que no debe confundirse con el lenguaje vulgar. La culpa de que el español y el latinoamericano medio de nuestros días conozca y hable tan mal su propio idioma, se debe al deficiente cultivo del lenguaje por causa de la indigencia cultural y educacional que les impone el perverso e inhumano sistema capitalista globalizado a las gentes para explotarlas mejor, y en lo profundo, de su esencia, en una incapacidad de vivir auténtica y profundamente en la arcadia del consumo y de la mentira.

 

            El stalinismo se ha derrumbado, “las ideologías han muerto”, -el fin de las ideologías, significa el fin de la historia, en un sentido apocalíptico significa la historia del fin, la detención del universo por falta de impulso-, según los medios mediáticos de comunicación globalizados, un noventa por ciento, controlados por el sionismo nazi hebreo, testaferro del capitalismo salvaje globalizado. ¿Y la ideología capitalista? La Unión Soviética se desplomó por causa de la contrarrevolución stalinista. Los renovados stalinistas asumen la misión imposible de salvar la vulgata capitalista globalizada, con la bendición y apoyo del Vaticano. Es obvio que las decadentes, socialdemocracias y Democracia cristiana, no iban a perder la oportunidad para ponerse incondicionalmente a las órdenes del hermano mayor, el orweliano sistema capitalista salvaje globalizado, por unos dólares más.

 

            Los medios mediáticos de comunicación globalizados, en el marco de un determinismo y reduccionismo jamás visto, embrutecen y enajenan a la mayoría de la población mundial. Imponen una brutal censura informativa y un estilo para comunicar: objetivo, neutral, banal, narcisista, insustancial, anodino, conciliador, conformista/ resignado y pragmático contemporizador, que les permite informar a todos los comunicadores los cambios de forma, pero sobre ningún cambio de fondo del perverso sistema capitalista globalizado o globalización del capital.

 

            Los tartufos asesores y comunicadores progres y stalinistas renovados, echados sobre sus ya deslucidos y amarillentos laureles, no están dispuestos, por nada del mundo, a dejarse estorbar en tan agradable y segura ocupación: administrar los intereses de las oligarquías fascistas empresariales del orweliano sistema capitalista salvaje globalizado.

 

La juventud del mundo ha dicho ¡Basta!

 

            En la España, profundamente católica, monárquica, franquista –modelo económico y político impuesto al Chile pinochetista/concertacionista-, exitista y autocomplaciente, con cinco millones de cesantes, con mucha telebasura, glamour, peloteo, rocks y droga al por mayor, sus jóvenes son brutalmente reprimidos por el régimen cesarista social demócrata por pedir más democracia, con un cambio del sistema binominal de elecciones, trabajo, y una educación pública democrática, gratuita para todos, al servicio de los grandes intereses nacionales y no de los empresarios que lucran con la educación y la cultura. La educación debe ser, para ellos, tremendamente valórica, porque debe ofrecer a la niñez y a la juventud los valores más hermosos: La Justicia Plena y la solidaridad. Los jóvenes hartos de tantas mentiras y engaños, son conscientes que el sistema de educación con una función humanizadora, liberadora, integral, permanente para todos, no es posible, sino se cambia el sistema económico y político capitalista: Jamás el aceite se ha mezclado con el agua…

 

            En el modelo de sociedad capitalista salvaje globalizado, agónico, de la cultura de la violencia, de las guerras, de las drogas, de la degeneración, de la pornografía, del rock, del peloteo, del tráfico de armas, que impone el Pentágono y la OTAN, tiene como base la mentira generalizada, y la carencia de valores del espíritu. Surgió del vacío, del agotamiento reinante después de la infauta guerra mundial. Ha sido incapaz de resolver los vitales problemas del Ser Humano, en el sentido de hacerlo más dichoso o, por lo menos, menos desdichado que sus antepasados. Se mantiene vigente por las guerras, las drogas, la fabricación y el tráfico de armas, y la represión policial brutal a la juventud. A los jóvenes sin educación ni trabajo, se los margina y cuando éstos protestan, los motejan de extremistas, inútiles, subversivos, delincuentes y los encarcelan.

 

            La única esperanza, para evitar el holocausto de la humanidad pasa por la juventud. Ella no tiene nada que perder, pero mucho que ganar. La esperanza es algo bueno y no muere jamás.

 

            En el marco de las pautas que imponen los capitalistas dueños de los medios mediáticos de comunicación globalizados, para el funcionamiento de “su prensa libre”, en la vulgata capitalista globalizada, un noventa por ciento, está el usar a raja tabla el estilo antes señalado. Dentro de éstas barreras, el escritor, el periodista, el poeta, el filósofo, etc. puede escribir lo que le parece, pero se arrepentirá si da un paso más allá de estos límites. Se verá expuesto a los terrores de un auto de fe. No tendrá trabajo, no podrá publicar nada. Diaramente, se verá atormentado por las persecuciones y las calumnias de los testaferros del sistema.  Su carrera política o académica estarán cerradas para siempre. Todo por haber criticado al perverso sistema capitalista. Puede hacerlo con sus testaferros: los Obama, los Bush, los Sarkozy, los Felipe González, los Piñera, los Ricardo Lagos, las Bachelet, los Berlusconi, etc., pero jamás al sacrosanto sistema capitalista. Los que piensan como él, que aceptan la mordaza de “la prensa libre”, por falta de coraje civil, sin tener el valor para exponer sus pensamientos en altavoz o por escrito, le abandonan en silencio. Como colofón, abrumado, atormentado, cae en la depresión y la resignación fatalista, es lo que hay, está de dios, por los remordimientos de haber dicho la verdad.

 

Los desafíos de la juventud del mundo

 

            ¡Basta ya de eufemismos! La crisis económica mundial es terminal, el capitalismo salvaje globalizado agoniza. Largas décadas de reformas en las formas y el enfermo no se cura. Sólo un médico puede evitar el holocausto de la Humanidad y éste es el socialismo, con su modelo de sociedad a escala humana, con un irrestricto respeto por los Derechos del Ser Humano y de su entorno ecológico. En este mundo, el sistema educacional integral, permanente para todos, tiende a liberar a la persona en lugar de encerrar la mente de la juventud en la rígida armadura del dogma, del fundamentalismo católico impuesto para protegerla durante toda su vida contra los dardos de la prueba imparcial…

 

            El mundo necesita mentes y corazones abiertos y estos no pueden derivarse de un orweliano y rígido sistema capitalista salvaje globalizado.

 

            Cuando los pueblos se domestican y callan, por cobardía o resignación fatalista religiosa, los grandes forjadores de ideas, como la juventud, levantan su voz valiente.

 

            Siempre son muy pocos los que inician la lucha liberadora, los que tienen un corazón de largo aliento y de larga impetuosidad, de consecuencia y de dignidad. Son también los únicos de espíritu perseverante. Todo el resto es cobardía, que espera superar la congénita crisis del capitalismo salvaje globalizado a través de la fe horrible del milagro por delegación, que le tiene asfaltada el alma al individuo. Siempre espera el milagro. Cuando éste no llega, porque no existe, cae en la resignación fatalista, está de dios, dios lo quiere así. Como si existiera un dios, que va a querer la injusticia social, el hambre, las guerras, la explotación, la cesantía y la globalización del capital…

 

            Las nuevas esperanzas y los nuevos pensamientos son siempre necesarios a la Humanidad, y no puede esperarse que surjan de un orweliano modelo de sociedad capitalista de los satisfechos, de los ricos a quienes les importa un rábano la Humanidad. La juventud se regocija y con razón, al sentir y ver el ocaso del arcaico, putrefacto, degenerado, e infecto sistema capitalista salvaje globalizado…

 

 

Prof. Moreno Peralta

Secretario Ejecutivo ADDHEE/ONG