lunes, 15 de agosto de 2011

tortura represiva Bahía Blanca Argentina Proceso genocida

 

Comenzaron los testimonios en el juicio a los represores en Bahía Blanca. 

Víctor Benamo, abogado, 80 años, fue el primer testigo que declaró en el Juicio a los Represores que se lleva a cabo en Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires.

Benamo hizo referencia  que luego del derrocamiento de la presidenta Isabel Perón, en 1976,  quiso  "aclarar su situación" pues "sabía que era buscado" por lo que se presentó en la Brigada de Avellaneda, en el cono urbano bonaerense sur.

La información que tenía Benamo era que desde el  Comando del V Cuerpo de Ejército en Bahía Blanca se lo había mencionado como integrante  de la organización "Montoneros"

En ese entonces el testigo tenía 45 años y ejercía su profesión en Buenos Aires  por lo que decidió presentarse en la mencionada Brigada para aclarar su situación y ponerse en conocimiento de donde debía realizar las respectivas tramitaciones.

Posteriormente, al salir de un juzgado de la ciudad de Banfield, el 26 de Abril de 1976,  fue "secuestrado" y previo paso por la Brigada de Avellaneda fue  trasladado en avión a Bahía Blanca y  colocado en el centro de detenidos y tortura llamado "La Escuelita" Estuvo treinta y tres días desaparecido.

Benamo, quien fue interventor de la Universidad Nacional del Sur (UNS) desde junio a octubre de 1973, declaró que reconoció el lugar por distintas señales que pudo apreciar, entre ellas el escuchar el diario paso de ferrocarril.

Entre las voces que distinguió se encuentra la del represor Santiago Cruciani, conocido como el "Tío"

También hizo referencia a la aplicación de diversas formas de tortura que sufrió durante su cautiverio y que  escuchaba los gritos de quienes eran torturados y veía como se burlaban de los detenidos parodiando boxeo con ellos –esposados y vendados-  y relatando como si fuera una audición radiofónica o televisiva y repitiéndoles que si se les caía la venda lo mataban.

En mayo de 1976  lo pasaron Unidad Penitenciaria N°4, en un estado de salud sumamente deteriorado. En agosto lo trasladaron al penal de Rawson, unos 800 kms. al sur de Bahía Blanca, por la costa atlántica.

Otros testimonios recibidos fueron los de  René Bustos y Reinaldo Reiner. Ambos sufrieron la detención en La Escuelita.

Bustos fue secuestrado el mismo día que secuestraron a Benamo,  el 24 de marzo de 1976. En un operativo en distintas casas se llevaron  a su cuñado y a él.  Bustos testimonió que en el operativo estaba alguien que lo conocía pues  lo llamó por su nombre de pila ordenado que lo subieran a una Falcón y lo trasladaran a La Escuelita.

Declaró que "al  llegar a La Escuelita, empezó mi calvario de torturas permanentes… Me pedían que les dijera dónde estaban las armas"

Ilustró que  "Antes de cada pregunta venia una andanada de torturas de todo tipo. Esos fueron los primeros ataques que sufrí para que dijera cosas que yo absolutamente desconocía y que no tenía razón para conocer porque nunca había estado en una organización"

Entre las torturas que recibió Bustos mencionó que "me ataban a una escalera para luego meterme en el agua, en un aljibe o incluso algo más chico que llamaban el tacho, a mí me faltaba el aire y me desmayaba".

Describió que estaban todos "como en una habitación, atados con alambre a unos camastros" y cuando lo sacaban de allí "me llevaban a unos 20 metros, como a un galpón, donde me mojaban y me pasaban picana eléctrica por todo el tiempo que se les ocurría, al principio es terrible pero uno ya después ni siente, o se muere o vive pero ni siente"

Además de ese tétrico relato, Bustos esclareció al  Tribunal relatando que fue interrogado por un civil, el juez Federico Madueño.

Contó que "me llevaron a un galpón en La Escuelita y me dijeron que me iba a tomar declaración el secretario. Era un hombre de unos 40 años, que escribía las respuestas en una máquina de escribir, se notaba que era un civil"

Después, junto a otros, lo colocaron  "en la parte de atrás del Hospital Militar, nos dijeron que íbamos a declarar ante el juez y nos sacaron la capucha y los alambres y nos pusieron esposas. A mí con los alambres se me habían lastimado las muñecas y con las esposas me sangraba, por lo que pedí que me las aflojen, pero muy por el contrario, me las apretaron".

"Cuando terminamos de declarar ante el juez –dijo Bustos- hicimos unos metros, nos pusieron la capucha y otra vez a La Escuelita. Allí nos dejaron atados a las camas de fierro, y nos pegaron una gran paliza, con látigos, fierros calientes….parecía que no se terminaba nunca, nos pegaron hasta que se cansaron y al otro día nos llevaron a Villa Floresta" En esa cárcel  estuvo seis meses para después ser trasladado a la cárcel de Rawson.

El testimonio de Reinaldo Reiner fue similar al de Benamo y Bustos. Fue llevado a La Escuelita donde inmediatamente iniciaron las torturas.  "Nos ponían un cable en la cabeza y nos pasaban electricidad, uno quedaba medio tarado. Me hacían preguntas por cosas que nunca había visto u oído" + (PE)

PreNot 9678

110815

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
54  291 4526309. Belgrano 367.
Cel. 2914191623
Bahía Blanca. Argentina.
www.ecupres.com.ar
asicardi@ecupres.com.ar

Para dejar de recibir este boletín por correo electrónico de Ecupres.com.ar, haga click aquí

Se certificó que el correo entrante no contiene virus.
Comprobada por AVG - www.avg.es
Versión: 9.0.901 / Base de datos de virus: 271.1.1/3835 - Fecha de la versión: 08/15/11 03:34:00