lunes, 14 de noviembre de 2011

HAMBRE CRONICA Trawun Tatu médicos argentinos recibidos en Cuba ag1

De: Gino Straforini [mailto:mir_rrii@uolsinectis.com.ar]
Domingo, 13 de Noviembre de 2011
  

    PROPUESTA  TATU    P.T. - 3

                                               Ciencia más Conciencia

 

 

Informe

El hambre crónica

 

A pesar del crecimiento de un movimiento mundial por el derecho a la alimentación y la existencia de marcos y mecanismos internacionales para la protección de los derechos humanos, un inaceptable número de violaciones de los mismos permanecen impunes, según el Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición 2011, una publicación anual que se dedica a monitorear políticas en materia de seguridad alimentaria y nutrición desde una perspectiva de derechos humanos.

 

 

La publicación identifica la carencia de rendición de cuentas como el elemento faltante entre la lucha de las personas por sus derechos y el mayor reconocimiento del derecho a la alimentación en las agendas políticas en los últimos 25 años.

 

Según el relator especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, "Al otorgarle a las cortes u otros órganos independientes el poder de monitorear el cumplimiento del derecho humano a una alimentación adecuada, transformamos fundamentalmente la relación entre las personas pobres y marginalizadas, y aquellos - ya sean órganos estatales o actores privados - que toman decisiones que las afectan. Antes había necesidades que debían ser satisfechas; ahora hay derechos que deben ser respetados. La relación estaba basada en la caridad; ahora se ha convertido en una obligación. Este fundamental cambio no sólo representa un aumento de la eficiencia en la lucha contra el hambre; también constituye un aumento de la dignidad para las personas que padecen hambre."

 

Uno de los numerosos casos documentados concierne a los asesinatos y desalojos forzosos de campesinos y campesinas llevados a cabo por las fuerzas armadas, la policía y guardias de seguridad privados en la región del Bajo Aguán, en Honduras.

 

Los miembros del movimiento campesino del Bajo Aguán luchan por su derecho a la alimentación, reclamando acceso a la tierra y la reforma agraria, en oposición al acaparamiento de tierras por parte de grandes productores de palma africana. Sin embargo, se han enfrentado a persecución y abusos. Entre enero de 2010 y octubre de 2011, se registró el asesinato de 40 campesinos como resultado del conflicto agrario en la región. Los crímenes no fueron investigados y los responsables continúan impunes.

 

Otras violaciones de derechos identificadas en la edición del Observatorio incluyen el continuado acoso y asesinato de campesinos y defensores de derechos humanos en Togo; la otorgación ilegal de concesiones de tierras a la industria de palma africana por parte del Gobierno de Malasia, en detrimento de las comunidades indígenas; y la falta de progreso en la situación de las mujeres y niñas en materia del derecho a la alimentación, a pesar de su papel central en la seguridad alimentaria.

 

"El Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición 2011 denuncia la flagrante falta de rendición de cuentas por parte de gobiernos y actores privados, la cual ocasiona violaciones del derecho a la alimentación a diario. Esta publicación es una herramienta fundamental para dar voz a las víctimas y atraer atención pública sobre situaciones de intolerable injusticia," afirmó Jean Ziegler, vicepresidente del Consejo Asesor del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

 

El progreso en el reconocimiento de derechos relacionados con la alimentación -incluyendo un mayor uso de los sistemas judiciales nacionales como vías para reclamar derechos y solicitar recursos- es reconocido por los autores y autoras del Observatorio, los cuales incluyen expertos médicos, representantes gubernamentales, trabajadores de ONGs y miembros de movimientos sociales.

 

Desnutrición crónica y mortalidad materna en Argentina

 

Según Unicef, la desnutrición crónica afecta al 8% de los niños y niñas menores de 5 años en todo el país. Esa proporción alcanza el 10,5% en las provincias del Noreste y el 33% de los niños y niñas pobres menores de 2 años no cubre sus necesidades básicas nutricionales. La proporción se incrementa al 40% en los niños que viven en hogares indigentes; uno de cada tres menores de 2 años, sumado al 30,5 % de las mujeres embarazadas, tiene anemia.

 

En cuanto a la mortalidad materna, Unicef registró que en 2006, 333 mujeres murieron por causas evitables relacionadas con el embarazo y el parto.

 

Según datos del ministerio de Salud de la Nación, en la Ciudad de Buenos Aires la tasa es de 18 mujeres fallecidas por 100 mil nacidos vivos, en la provincia de Jujuy, asciende a 165.

 

Mientras que según datos oficiales trascendidos, la tasa nacional descendió en la provincia de Buenos Aires -la más rica del país en términos económicos y productivos- la mortalidad infantil paso de 12,5 en 2006 a 13,5 en 2007. En esta provincia, durante 2006 murieron 3.280 bebés menores de 1 año y, en 2007, 3.531: 10 bebés por día.

 

La cifras del Gran Buenos Aires

 

En La Matanza, el más grande conglomerado del conurbano, 345 niños murieron en 2007 sin alcanzar su primer año de vida. Las cifras de la mortalidad en Gran Buenos Aires sirven para diluir el mito de que el hambre sólo está en el Norte: 951 bebés menores de un año murieron durante 2007 en las localidades de Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Florencio Varela, Morón, San Miguel, Hurlingham, San Isidro, Merlo, Avellaneda y Lanús. En un año, el número de muertes evitables se incrementó en 100: durante 2006 murieron en esa zona 862 bebés.

 

En el ámbito interprovincial

 

En la provincia de Formosa, de 24 bebés por mil nacidos vivos son enterrados antes de poder festejarles su primer año de vida. En Chaco mueren 18,9 bebés y en Misiones y Jujuy la tasa se eleva a 17 por mil, según datos provinciales oficiales.

 

La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2005, muestra que frente a un total de 3,7% de desnutrición global, la provincia de Jujuy presentaba un 3%. Esta última provincia es la que más planes asistenciales reparte.

 

La variación entre las cifras provinciales y nacionales se debe a que en ambos casos se utilizan parámetros diferentes. Por esta razón, aun si los organismos de Jujuy ofrecieran datos actualizados, sería difícil hacer una comparación con otros distritos.

 

A fines de 2008, el Gobierno nacional anunció una disminución en el índice de pobreza del 23,4% al 20,7%. Los ocho millones de pobres de los datos oficiales contrastan con los 20 millones de argentinos que según diferentes estudios privados viven bajo la línea de pobreza.

 

Esta es la realidad que falta contrastar con los datos de 2008 y 2009, lo que no será posible, debido a que el Ministerio de Salud de la Nación dejó de elaborar y publicar los índices de mortalidad infantil a partir de 2008, luego que en 2007 la ex Ministra Ocaña anunciara su incremento.

 

Las cifras del hambre

A nivel mundial, el 75% de los pobres vive en zonas rurales y la mayor parte depende de los cultivos para su subsistencia (FAO, 2011). Actualmente con un incremento estimado de 105 millones de hambrientos en 2009, hay ahora 1.020 millones de malnutridos en el mundo, lo que significa que casi una sexta parte de la humanidad padece hambre. El tercer mundo nos muestra que el número de hambrientos —quienes consumen menos de 1.800 calorías diarias— es de 642 millones en Asia y el Pacífico y 265 millones en el África subsahariana. En América Latina y el Caribe se registraron 53 millones de personas con hambre, un aumento del 12,8% con respecto al año 2010.

 

La Mujer y el hambre

La crisis alimentaria tiene un rostro especialmente femenino: siete de cada diez de las personas con hambre son mujeres y niñas. Esto representa según el Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), el 70% de los hambrientos del mundo. De Hecho, dos de cada tres mujeres en el mundo podrían estar en riesgo de sufrir hambre. Y como si esta cifra ya de por sí, no fuera absurda, las mujeres constituyen actualmente el 60% del total de los 550 millones de trabajadores y trabajadoras pobres del mundo; además de representar la mayoría de los trabajadores a tiempo parcial y del sector informal. Finalmente si comparamos las cifras anteriores con el hecho que las mujeres aportan el 70% de la producción alimenticia mundial, vemos que las campesinas sólo poseen el 1% de la propiedad y tenencia de las tierras del mundo.

 

 

Fuentes:

 

FIAN
www.fian.org

 

Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición

http://www.rtfn-watch.org/

 

INDEC

www.indec.gov.ar

 

UNICEF

www.unicef.org.ar

 

Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM)

www.unifem.org

 

FAO

www.fao.com