sábado, 25 de febrero de 2012

INSEGURIDAD Argentina MOTOCHORROS SECUESTROS droga Carlos Settembrini revis

De: Carlos Settembrini [mailto:csettembrini2000@yahoo.com.ar]
Enviado el: Sábado, 25 de Febrero de 2012 12:54 a.m.
 


Seguramente, podría invertirse más plata en seguridad.
Seguramente podría aumentarse mil veces la cantidad de policías en servicio.
Seguramente podría bajarse aún mucho más la edad de imputabilidad penal para los menores de edad.
Seguramente podría, incluso, implementarse la pena de muerte.
Seguramente podrían construirse más cárceles.
Seguramente podrían adquirirse más armas para la defensa propia, y dormir cada noche con una de ellas bajo la almohada y llevar otra en la guantera del auto.
Seguramente podrían ponerse más alambrados, más alarmas, más garitas, más vidrios blindados, más candados, más rejas, más cámaras de circuito cerrado.
Seguramente podría sacarse el ejército a la calle, para mayor seguridad, y, seguramente, la violencia y el delito van a seguir existiendo.
Mientras exista un sistema que excluye, margina y desprecia; mientras millones de personas vivan sin trabajo, ni alimentación, ni educación, la violencia y el delito van a seguir existiendo.
Pues no hay nada más inseguro y violento que un sistema que margina, excluye y que además existan bandas de delincuentes con connivencia o integración policial, por lo tanto hay que depurar y reciclar a la policia, y que sea dirigida por jefes elegidos por el voto popular entre reconocidos militantes de derechos humanos.
Es seguro que todos queremos vivir en un país seguro.
Es seguro que tenemos derecho a exigir el fin de la violencia.
Es seguro que a todos nos gustaría poder salir a la calle sin miedo.
Es seguro que todos nos merecemos no ser asaltados a la salida de bancos y comercios.
Es seguro que es inconcebible ser golpeado o asesinado a cambio de nuestra bicicleta, o de nuestra moto o auto, o de la recaudación de la caja del negocio, o de la jubilación.
Es seguro que es inconcebible ser golpeado o secuestrado o asesinado por dinero.
Y es seguro que un sistema que siempre beneficia a los mismos, y siempre perjudica a los mismos, y que además se asegura con todas sus armas de que esto no pueda cambiar nunca, facilita la aparición de la violencia y el delito, termina siendo un sistema inseguro.
Si lo que importa es la seguridad, no hay nada más seguro que un sistema de total inclusión, igualdad de posibilidades y oportunidades para todos.-
No es seguro; pero tal vez las recetas viejas y convencionales para combatir la inseguridad comiencen con el tiempo a revelarse inútiles a los ojos de la sociedad.-
No es seguro; pero quizás los alambrados, las alarmas, las garitas, los vidrios blindados, los candados, las rejas, las cámaras de circuito cerrado, la policía, el ejército, la pena de muerte, las cárceles por todos lados, las leyes endurecidas y el arma debajo de la almohada o en la guantera del auto no sean la forma real de acabar con la inseguridad.
No es seguro; pero tal vez la sociedad empiece a tener en cuenta otras posibilidades, y llene las plazas para exigir sin concesiones "seguridad", es decir, reglas de juego que no excluyan, que no marginen, que no dejen sin trabajo, ni alimento, ni educación a muchísimos habitantes.
Y no es seguro, pero acaso ocurra, que la violencia abandone las calles, las ventanas, las rejas, y que en las plazas, los que se junten sean los menores de edad a jugar tranquilos, pues viven por fin, en un país seguro.-

                por  POLO OBRERO DE ARRECIFES

            Carlos Settembrini --Jorge Osmar Pereyra