jueves, 17 de mayo de 2012

Huber Matos a pesar de el la Revolución Cubana triunfó y crece día a día Museo Che Guevara

Daniel Campanella [mailto:lulafi@adinet.com.uy]

 

LA HISTORIA DE  HUBER  MATOS

 

Hubert Matos Benítez. Nació en Yara, Cuba en 1918. No fue nunca un dirigente nacional de la Revolución ni un fundador del proceso político que comenzó contra la tiranía estrictamente el 10 de marzo, en Santiago de Cuba con una protesta estudiantil generalizada y en la Universidad de La Habana.

Sierra Maestra. Lucha armada

Huber Matos

Huber Matos va a culminar como Jefe de una Columna que no formó y de la que no fue miembro en su gestación. El grupo de oficiales que van a formar parte de la Columna número 9 "Antonio Guiteras" que dirigió Huber, estaba integrado por oficiales rebeldes que venían del grupo de Andrés Cuevas (Capitán del Ejército Rebelde), por algunos oficiales de la tropa de la Columna comandada por René Ramos Latour, y por otros oficiales que habían pertenecido al grupo del Comandante Francisco Cabrera, Paco, quien había sido operado de urgencia de apendicitis en la Sierra Maestra por el doctor Trillo a mediados de julio de 1958.

Teniendo Fidel necesidad de designar un jefe para esta nueva columna que formaba con la intención de apoyar el Tercer Frente del comandante Juan Almeida al Este de la Sierra Maestra, decide designar a Huber Matos.

Huber recibió como tarea de Fidel llevar adelante la construcción de trincheras escalonadas para defender a la Sierra Maestra de la ofensiva que pregonaba como "definitiva" la Dictadura de Batista.

En la base de estas estribaciones, y hacia el Sur directamente hacia Santiago de Cuba se encontraba la Prisión provincial de Boniato. La carretera que ascendía directamente al Puerto de Boniato, en particular, la rama hacia El Cristo cruzaba delante del Escuadrón del Ejército bastistiano enclavado en dicho poblado y que contaba con una tropa normal, reforzada por una compañía de 120 hombres. Esa tropa fue cercada por la Columna 9 dirigida por el comandante Huber Matos. Había que impedir que estos refuerzos llegaran al Cristo, y por ello Huber solicitó del Jefe del Segundo Frente, comandante Raúl Castro un apoyo para esta operación que consistió en reforzar el flanco del Puerto de Boniato para neutralizar el peligro tanto de la microondas como de Santiago de Cuba.

El Comandante Raúl Castro le solicitó el refuerzo al segundo jefe del Frente, comandante Efigenio Ameijeiras, y jefe de la Columna 6 "Juan Manuel Ameijeiras", el cual envió al segundo jefe de la Columna, comandante Samuel Rodiles Planas al frente de 60 experimentados combatientes de dicha Columna para reforzar el Puerto de Boniato y evitar que le entraran refuerzos al Cristo provenientes de esa zona.

Las operaciones que se llevaban a cabo en esta región, que iba a tener lugar lógicamente concluirían con una expansión del Segundo Frente; con la unión física, territorial con el Tercer Frente y con el Primer Frente, o sea con la Sierra Maestra, y determinaría un aislamiento o cerco, primero psicológico y luego real, de las principales ciudades de la provincia de Oriente, sobre todo en el Sur de dicha provincia. Quedarían aisladas Guantánamo, Santiago de Cuba y Palma Soriano entre sí.

Esto era sumamente importante porque despejaba la situación militar. Se creaban las bases para un cerco real sobre la segunda ciudad de la nación, que quedaría cercada por varias aguerridas tropas rebeldes, de los tres frentes guerrilleros que operaban en las cordilleras montañosas próximas.

Las tropas de Hubert Matos estrecharon el cerco sobre las tropas acantonadas en el poblado de El Cristo, las que quedaron aisladas de posibles refuerzos provenientes de Santiago o Guantánamo.

En esta situación, las tropas cercadas lograron encontrar un hueco en la media noche y a campo traviesa pretendían unirse antes de la salida del sol con las tropas acantonadas en la microonda.

Habían logrado evadir el cerco de la Columna 9, pero habían caído ante las tropas de la Columna 6. Todos prisioneros y cientos de armas ocupadas: una centena y media de fusiles, cinco o seis ametralladoras bípode, dos ametralladoras calibre 30, dos bazucas, dos morteros y armas cortas.

Cuando sobre el mediodía llegaron los primeros oficiales de la Columna 9 y el comandante Huber Matos, no sólo constatando que los soldados que se les habían fugado a ellos se le habían rendido a las tropas de Rodiles Planas, frustrándose el intento de unión con la unidad militar acantonada en la microonda, sino que todas las armas habían sido ocupadas. Cuando menos, se hacia evidente que se había producido una victoria compartida entre la unidad principal que cercaba a la tropa del Ejército de Batista y la que apoyaba con el propósito de impedir los refuerzos.

Sin embargo, el comandante Huber Matos reaccionó de una forma incomprensible, como si no aceptara compartir la victoria. Consideró que las armas ocupadas ¡todas! le pertenecían porque habían sido ocupadas en territorio de su Columna. Incluso, se negó a entregar la cantidad de balas que había usado el refuerzo de la Columna 6 tanto en la contención de la unidad militar de la microonda como con la unidad militar que se le rindió.

Como Comandante del Ejército Rebelde gozaba de mucho prestigio dentro y fuera de la institución. No hay duda que la tropa que Fidel puso a su mando lo ayudó mucho, porque eran formidables combatientes y tenía formidables capitanes. Y Huber, como Comandante del Ejército Rebelde, tenía cualidades intelectuales, de carisma y experiencia que mucho le ayudaron a forjarse cierta aureola.

Triunfo de la Revolución. La sedición

Al ser derribado el régimen de Fulgencio Batista, Matos ocupó varias responsabilidades, siendo ubicado finalmente como jefe del Ejército Rebelde en la provincia de Camagüey.

A partir de 1959, en que pronuncia un discurso abiertamente provocador, comienza a conspirar contra el proceso revolucionario argumentando que el mismo se está desviando hacia el comunismo. De acuerdo con el telegrama número 5034 del embajador yanqui en la Isla, dirigido al Secretario de Estado de Estados Unidos, se exponen los puntos de vista de Allen Dulles, jefe de la CIA en esos momentos, sobre la participación de Huber Matos en los planes contrarrevolucionarios:

(…) Habían en el exterior un número de batistianos que trataban de ponerse en contacto con la administración de Estados Unidos, pero ellos no eran de utilidad. Las mejores perspectivas se centraban entre los que originalmente habían sido partidarios de Castro, pero en tiempos recientes habían pasado a la oposición. Dio como ejemplos a Huber Matos y al jefe de la fuerza aérea (Díaz Lanz). Si Castro continuase en su actual curso, podría crearse alguna oposición de aquellos elementos dentro y fuera de Cuba. Pero no ha llegado la hora para eso, para nuestra más confidencial información, ya esta haciendo los contactos con esas personas para su posible uso futuro.

No cabe duda de que la CIA había apostado por Huber Matos para encabezar la lucha contra el naciente proceso revolucionario. Este individuo, haciendo caso omiso a su anterior participación en la lucha insurreccional y guiado por un oportunismo y ansias de protagonismo desmedidos, se dedicó de inmediato a crear las condiciones para sabotear el proceso de cambios, aglutinando cerca de él a personas opuestas al tránsito revolucionario que vivía el país. Luego de establecer contacto con elementos contrarrevolucionarios, se dedicó a publicar acusaciones infundadas contra los dirigentes revolucionarios, obteniendo financiamiento de los propios Estados Unidos.

Cuando le dan el cargo en Camagüey, comenzó de una u otra manera a establecer relaciones con ganaderos, Latifundistas, gentes perjudicadas por las Leyes revolucionarias.

Huber Matos comenzó a crear una red de intereses en Camagüey que pudieran apoyarlo en una pretensión política, demuestra dos cosas. La primera, que no tenía una gran visión de la realidad política y de hacia donde iba el proceso. Esto era una fase de la formación político-cultural de Huber, que queda evidenciada al pretender rivalizar con Fidel, haciendo alianzas con ganaderos y latifundistas. Por otra parte, Huber Matos es un hombre que llega tarde al proceso político del Movimiento 26 de Julio.

A su llegada a la provincia se rodeó de incondicionales y confundió a muchos oficiales de bajo nivel cultural; se vinculó a la burguesía y terratenientes participando asiduamente en sus veladas y reuniones. Gastó miles de pesos del presupuesto del Ejército Rebelde en campañas de propaganda donde aparecía como centro.
Tuvo enfrentamientos con fuerzas de izquierda y con los sectores populares, como los campesinos de Las Maboas, que se negaban  a pagar rentas a los terratenientes y, con los obreros del Central Jaronú. Frenó la aplicación de la Reforma Agraria y mantuvo estrecho vínculos con los traidores Manuel Urrutia y Pedro Luís Díaz Lanz

La traición

El 20 de octubre de 1959 se cumplía el XI aniversario del asesinato del líder campesino Sabino Pupo, en Santa Lucía, municipio de Nuevitas, hacia donde viajó ese día el capitán Jorge Enrique Mendoza, delegado provincial del Instituto Nacional de Reforma Agraria, para participar en el acto conmemorativo.

Mientras tanto, en la Jefatura del Regimiento No. 2 Agramonte, en la ciudad de Camagüey, a cargo del comandante Huber Matos, se desarrollaban reuniones y contactos que daban origen a rumores que se extendían por la ciudad. Huber Matos había elaborado una carta de renuncia, supuestamente privada, dirigida al Comandante en Jefe Fidel Castro. Esta carta fue reproducida y se había dado a conocer a oficiales, periodistas, la Coordinación del M-26-7 y otros sectores. Había dejado de ser privada, para servir de estímulo a una sedición contrarrevolucionaria. El objetivo esencial era obligar a Fidel a dar una definición ideológica de la Revolución, cuando aún eran fuertes los prejuicios anticomunistas.

Esa noche, debía celebrarse en la Plaza de Las Mercedes el acto provincial en recordación a Sabino Pupo, esperaban la llegada de Matos. El traidor decidió no asistir, en correspondencia con el papel de víctima asumido por él.

Luego de concluido el acto, el capitán Jorge Enrique Mendoza, con algunos compañeros y ante la certeza de que se gestaba una traición, ya que era conocida públicamente la renuncia de Huber Matos, llamó a Fidel.

En la noche del 20 de octubre de 1959, Camilo Cienfuegos recibe instrucciones de reunirse inmediatamente con el Comandante en Jefe. De inmediato toma un avión ejecutivo,

Camilo conduce a Huber Matos detenido

marca Cesna y se dirige a Camagüey. Un intento de sedición y traición se había producido en esa ciudad: Huber Matos, el jefe del Ejército Rebelde en la región intenta una sublevación.

Esa propia noche del 20 de octubre, el Capitán Jorge Enrique Mendoza, jefe del INRA en Camagüey, llama al Comandante en Jefe para informarle sobre la conspiración: Huber Matos, el jefe militar de Camagüey, ha renunciado públicamente…

Las instrucciones de Fidel eran precisas: tenía que detener la conjura…

Cuando Camilo llega a la ciudad, ya ellos tienen bajo control, y puestas a las órdenes de Fidel, las dos estaciones de Policía, el aeropuerto, el centro telefónico, todas las emisoras de radio, el canal de televisión y el periódico…

Camilo se dirige inmediatamente a la jefatura del Regimiento de Camagüey, en el Cuartel Agramonte, y habla con Huber Matos… "¡Estás detenido!, acusado de traición, y tienes que acompañarme. He llegado para reemplazar a todos los oficiales, hasta que venga Fidel…."

El traidor no ofrece la menor resistencia, y Camilo entra solo y desarmado al cuartel. Recibe el mando del Regimiento de Camagüey, y convoca a los soldados a una reunión:

"No es necesario decir aquí hasta donde va a llevar Fidel Castro la revolución Cubana. Esta revolución irá hasta sus límites finales, esta revolución irá hasta la meta trazada, porque esta Revolución, como en los días de la guerra, sólo tiene dos caminos: vencer o morir…."

En el Derecho Penal Militar los actos cometidos se concederán un acto de sedición, es un delito típico del Código Penal Militar. Huber Matos es juzgado por esos delitos. Fue condenado a veinte años de prisión.

Connotado contrarrevolucionario

Cuando Huber Matos sale de prisión el 21 de octubre de 1979, se trasladó de inmediato a Costa Rica y posteriormente se dirigió a la ciudad de Miami lugar en que fijó su residencia. Allí fundó la organización Cuba Independiente y Democrática (CID), la que ha realizado numerosas Acciones terroristas contra Cuba en las últimas décadas.

El discurso político de Huber Matos se centra en continuados ataques contrarrevolucionarios y en la búsqueda de crear fisuras entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, alentando a la traición por parte de los oficiales y combatientes. En más de una oportunidad ha hecho llamamientos en ese sentido y ha proclamado su interés por crear células clandestinas opuestas al gobierno cubano dentro de sus instituciones armadas. Tanto en el "Proyecto de la Nueva República", documento con pretensiones programáticas y sacado a luz pública durante la Convención del CID, celebrada en Miami durante los días del 9 al 11 de agosto en una Cuba post Castro y perdonar a aquellos que se opongan al régimen.

Enemigo ideológico de la Revolución Cubana, Matos ha apoyado incondicionalmente la política norteamericana hacia la Isla. Sin ocultar su total adhesión a la Ley Helms Burton, defendió en más de una oportunidad todas aquellas medidas que representan el más feroz Bloqueo contra Cuba. Hoy por hoy representa las posiciones más radicales dentro de la Mafia cubanoamericana y siempre ha apoyado una confrontación directa que acabe de raíz con los que llama sus eternos enemigos: Fidel y Raúl.