De: Sergio Ortiz [mailto:ortizserg@gmail.com]
Jueves, 14 de Junio de 2012 .
EDITORIAL
Unidos y organizados contra sojeros, monopolios y genocidas
La Unidad y la Organización son dos valores fundamentales, pero no lo
son en “el aire”, sino en concreto para que el pueblo argentino pueda
avanzar en la lucha contra sus enemigos históricos.
El PL plantea “Unidos y Organizados contra los Sojeros”, porque esta
minoría explotadora del campo se niega a pagar mínimos impuestos en
Buenos Aires y demás provincias. No paga a pesar de que desde que
Monsanto introdujo su semilla RR y sus agrotóxicos, ha ganado
fortunas con la soja. No quiere que el Estado capte una parte de su
rentabilidad extraordinaria y con ese dinero financie gastos sociales
de millones de argentinos.
¿Millones de argentinos todavía necesitan comida, medicamentos,
vivienda, trabajo, etc.? Sí, todavía hay dos millones y medio entre
desocupados y subocupados; más de un 20 por ciento de pobres, por más
que el Indec diga que son tres veces menos. Atender las necesidades de
esos compatriotas requiere cobrar más impuestos a los que más tienen y
no castigar al salario de los trabajadores como si éste fuera una
ganancia. Tal la errónea política del gobierno.
Esos sojeros tienen campos que valen 10.000, 12.000 y más de 15.000
dólares la hectárea en la pampa húmeda, y pagan un inmobiliario por
270 dólares. Un campo de 100 hectáreas vale un millón de dólares pero
paga menos que un auto Renault Sandero modelo 2011, como demostró el
diario Página/12 y admitió un editorial del oligárquico “La Nación”.
Pero con ayuda de los medios monopólicos, se quejan como si
estuvieran confiscándolos sin indemnización. Y lanzan a sus grupos a
la calle, a cacerolear en los barrios ricos de la Capital. Son
herederos de las cacerolas de teflón de 2008, de los destituyentes de
la Mesa de Enlace. E históricamente son parientes de las ollas que
sonaban en Chile en 1973 pidiendo el golpe contra Salvador Allende.
¿Cuál es la salida? Luchar para imponer una reforma impositiva que
grave la propiedad sojera acorde a su real cotización de mercado y no
a los valores congelados de los ´90. Así las provincias y la Nación
tendrán un mejor ingreso para aplicarlo a necesidades del pueblo.
No hay que permitirles levantar cabeza a estos oligarcas que en
muchos casos fueron socios de la dictadura, como la Sociedad Rural.
Hay que enfrentarlos en las calles y en las rutas, que no corten ni
una sola como la otra vez. Ahora hay que correrlos con piquetes y
manifestaciones obreras y populares. ¡Fuera sojeros! ¡Paguen sus
impuestos!
El PL también propone: “Unidos y Organizados contra los monopolios”
como Clarín, al que la Corte Suprema de Justicia puso el límite del 7
de diciembre para su medida cautelar contra el artículo 161 de la ley
de medios.
Quien logró mantener esa cautelar durante tres años fue Clarín,
gracias a jueces cómplices. Otros monopolios también aprovecharon este
período de gracia. En este sentido la ley de medios no fue aplicada.
¿Lo será luego del 7 de diciembre? Y, depende del nivel de unidad y
movilización de los trabajadores y el pueblo argentino.
Hasta ahora, como esa movilización había disminuido (en parte por el
discurso desmovilizador del gobierno, asegurando que la ley de medios
estaba perfectamente vigente), los plazos legales de Clarín se
estiraron más de la cuenta. Con la lucha hay que acortársela. Que la
AFSCA y el gobierno informen cuáles y cuántas son las licencias de
Magnetto y de los demás pulpos (Telefónica, Vila-Manzano, etc.). Que
los jueces cómplices sean sometidos a juicio político y echados de la
justicia. Que la ley de medios entregue ya un tercio de las licencias
a sindicatos, pueblos originarios, cooperativas de trabajo, etc. Aquí
también hay gran demora.
El PL recomienda: “Unidos y Organizados contra los Genocidas”, varios
de cuyos amigos, como Cecilia Pando y los neonazis, están fogoneando
los micro-cacerolazos contra la “dictadura de Cristina”. ¡Ellos,
representantes de la dictadura de 1976, haciéndose las víctimas,
cuando han tenido décadas de impunidad y no se han arrepentido de sus
crímenes de lesa humanidad!
Varios genocidas han sido condenados, pero con muchísima demora, por
lo que centenares de ellos han muerto de viejos e “inocentes”, otros
33 se profugaron de la justicia y otros, como Videla, desde su cómodo
arresto en Campo de Mayo, concede entrevistas a medios nacionales e
internacionales.
En esto no hay que inventar nada. Que se eleven las causas a juicio,
con celeridad. Que se unifiquen esos juicios en vez de desperdigarse
en causas por separado. Que haya condenas efectivas, en cárcel común.
¿Cómo puede ser que un criminal como Luciano B. Menéndez, condenado a
7 perpetuas, esté en su casa de Córdoba? Estos nazis locales tienen
que cumplir toda su condena en cárcel común, como obligaron los
soviéticos a los jerarcas nazis condenados en 1945 en Nuremberg.
Rodolf Hess murió en la prisión de Spandau en 1987, a los 93 años de
edad; nunca se le dio la libertad ni el arresto domiciliario, ni
alegando edad ni razones de salud. ¿Por qué Menéndez y otros genocidas
están en sus casas?
LIBERACIÓN Nº 282, JUNIO DE 2012.
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Sergio Ortiz
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