TANGO INTITULADO por Manuel Emiliano González 14/6/12 el jueves, 14 de junio de 2012
Hace bastante tiempo, se comunicó conmigo una señora que deseaba que su hija de 16 años,
aprendiera a bailar y fuera también Maestra de TANGO. Y quería saber qué diploma o título
otorgaba yo como Maestro. Un poco divertido por tal pregunta, primero le expliqué que en el
ambiente del tango, nadie tiene títulos y que mucho menos se otorgan. Entonces, la señora un
poco confundida preguntó de qué se recibía uno si estudiaba en mi escuela, a lo que respondí
que en ninguna escuela de Tango alguien se "recibe" de "Bailarín de tango", sino que se va
para "aprender a bailar correctamente" y lo más lindo posible. Como la mujer parecía cada vez
más confundida, le expliqué pacientemente que Ninguno de los grandes maestros posee títulos
y que estos aprendieron de otros grandes, y que algunos de ellos, sí han puesto academias y
escuelas, pero jamás otorgaron títulos o diplomas, sino que la única prueba y garantía del
aprendizaje era y es "salir bailando bien".
Sobre prepararse para Profesor o Maestro de Tango, le expliqué que no son los bailarines o los
estudiantes quienes deciden "aprender a enseñar", o prepararse para la docencia, sino que los
maestros, muy de vez en cuando, eligen (y proponen) entre sus mejores alumnos, a quienes ven
con buenas y grandes condiciones humanas, para que sean discípulos que transmitan en un futuro
sus conocimientos, y que esta elección, nunca recae sobre cualquiera.
Mucho tiempo después, un hombre que no sabía bailar, me preguntó si yo "enseñaba a enseñar"
ya que éste era su deseo para irse a Europa a poner una escuela de tango, porque sabía que allí
se gana bien con el tango y mucho más, si uno "Es Argentino". El también recibió una contestación,
pero viendo ya que el tipo era un buitre, que solo deseaba ganar plata y minas sin siquiera saber si
le gustaba el baile, escuchó de mí la seca respuesta de que yo sí preparaba Maestros, pero que a
mis discípulos los elegía "a piaccere".
Ya habiendo pasado algunos años de eso, resulta que navegando por internet, me enteré de
algunos sitios que otorgan, no solo Títulos válidos de "bailarin de tango" sino tambièn de
"Profesores o Maestros" de esta danza. Y esto me llamó muchísimo la atención. Me parece barbaro
que existan Cursos, Seminarios, Talleres, Universidades, Academias, etc. del tango, que enseñen a
bailar, tal como cualquier Escuela y que si quieren puedan dar un comprobante de asistencia y
aprobación del curso… pero formar Profesores es algo muy distinto que no debe tomarse tan a la
ligera y mucho menos otorgar tìtulos que validen a alguien en esa categorìa…
Ser maestro no es algo a lo que se llega por aprender a bailar bien, ni por hacerlo durante mucho
tiempo. Primero se es alumno, luego se es elegido de entre "Cientos" como discípulo y ayudante,
para en un buen tiempo (indefinido) ser instructor, Profesor y al fin de un laaargo camino "Maestro".
En algún momento del aprendizaje del alumno, incluso desde muy temprano, los maestros vemos
en muy pocas personas, cualidades y actitudes valiosas que no todos tienen, y que son justamente
las que hacen que un Maestro tenga deseos de elegir un discípulo para transmitir sus conocimientos
de la Docencia. Y estas elecciones, son muy contadas y raras, ya que ni el maestro, ni el Alumno,
(ni sus abuelas) quieren que "Cualquiera" enseñe. Si no imagínense a Jorge Rial, Sofovich, y a Baby
Etchecopar poniendo una "Escuela de Tango", y enseñando ellos mismos - subsidiados por Macri -.
Creo que en general, quienes enseñamos; nos encontramos con que nos proponen ser instructores,
ayudantes o aprender a enseñar y ayudar a otros maestros, incluso mucho antes de que se nos
ocurra que podíamos enseñar, o saber que eramos buenos en ello.
Personalmente no creo en los títulos en cuanto a Tango Danza Se refiere. Y me parece que
otorgarle una aprobación Escrita a alguien de "Maestro" o "Profesor", de manera digamos "Oficial"
o institucionalizada, en una disciplina como esta, es darle una afirmación de que son buenos,
capaces y con condiciones para esto. Lo cual es Rarísimo que se pueda hacer de manera tan
masiva, ya que conozco mucha gente que quiera bailar tango, pero poquìsimas personas que
quieran (y puedan) enseñar -sinceramente-. Esto también me hace pensar en el eterno ejemplo
de parejas de baile de escenario que ganan mundiales o se hacen conocidas mediante el Show,
o el espectáculo y luego se largan a enseñar, cuando antes no lo hacían. Como si el éxito del
espectáculo validara que pueden ser Docentes… Cosa terrible, porque es aprovechar la fama
(que es puro cuento) para hacer algo que no es lo suyo. Ya he dicho repetidas veces que uno
puede ser el mejor bailarín del mundo avalado por Jueces de mundiales y concursos y al mismo
tiempo ser el Peor maestro de tango del mundo y del universo.. (De hecho puedo asegurarles
que uno de los mas grandes Bailarines existentes es de los peores profesores que he visto).
Definiendo, creo que ningún título valida tanto a un Maestro, como el haber sido "Discípulo
Elegido" y haber aprendido de un gran Maestro o Maestra de amplia trayectoria. Y que no hay
mejor certificación que un maestro pueda tener, que el reconocimiento de sus propios alumnos
y que estos estén bailando bien y lindo en la milonga, y que al ver a su maestro, quieran saludarlo,
darle un abrazo, y por qué no, bailar con él o ella, y que esto sea recíproco.
Pienso que quien desee y pueda Transmitir el Arte de -" LA ENSEÑANZA " debe ser muy
cuidadoso, y elegir contadísimos discípulos; siempre para enseñarles todo lo que sabe*; y nunca
basándose en una elección al azar, o porque alguien le paga lo suficiente (yo creo que esta
instrucción es invaluable). Cuando Uno es Maestro, el Don de la enseñanza es algo tan personal
y profundo, que sabe que no cualquiera puede recibirlo, desarrollarlo, transmitirlo, desearlo o
entenderlo... Por ejemplo, si pienso en mi caso y reviso todos los profesores y maestros que he
formado, me doy cuenta que mis elecciones están compuestas por varios puntos. Pero en
orden de importancia, siempre aparece primero el de "Ser buena persona", trabajadora, entregada,
agradable, confiable, divertida, y desinteresada. O sea, jamás elegiría "enseñarle a enseñar" a
alguien con quien no podría tener una amistad. Luego sí, seguramente tomaré en cuenta su
didáctica, baile, capacidades, y muchísimos otros factores (3*)… Pero por más que pueda preparar
Profesores o Maestros, ni yo ni nadie, puede darles un Título firmado y sellado de "Buen Profesor";
al igual que Nadie tiene título de "Buen escultor", "Gran escritor de Sonetos", "Eximio Pintor al Oleo",
"El mejor bailarín visto en años", ni de "El Gran Maestro Tanguero". Si viene un tipo y me muestra
un título de Maestro, sin tener condiciones para la docencia, ese tipo ni es maestro, ni profesor, ni
nada; por mas comprobantes sellados y firmados que me muestre. Es decir, un título no da garantía
de que uno sea bueno en eso, sino que certifica que uno conoce ciertas cosas, y que cumplió una
serie de requisitos que están de acuerdo a una currícula validada y regulada por el Estado.
Parafraseando a alguien que leí por ahí,,, _:"No es mejor quien tiene un Título de profesor, sino
aquel que nace con el don de Enseñar", y esta verdad, tiene que ver primero con la personalidad
y los valores de la persona. Tal vez se me diga que si nadie tiene título, va a enseñar cualquier
chanta. Puede ser, pero si empezamos a repartir títulos, creo aparecerá mucha más gente chanta
enseñando (y ya hay mucha). Pues no habrán sido seleccionados y preparados cautelosamente por
un Maestro o Maestra para "enseñar" sino, que habrán ido cumpliendo una serie de "items" como práctica,
estilos, historia, pasos, talleres, etc. y al final, cualquiera que siga y complete un curso terminará pensando
que es Maestro de Tango por cumplir los requisitos de una carrera, tener un papel y se largará a tratar
de enseñar sin haber tenido la experiencia, la supervisión y la aprobación real y personal de un Maestro.
Enseñar el Tango, es un arte increíblemente complejo y delicado.
No en muchas Disciplinas Un maestro tiene "Contacto Físico" constante con sus alumnos. Enseñar
algo tan cercano como lo es el tango, no es lo mismo que enseñar matemáticas, filosofía o historia.
Transmitir el tango, implica enseñar a la persona a reconocer su cuerpo y que acepte ponerlo en
contacto con el nuestro y con el de todo el mundo, todo el tiempo. Implica el manejo de sensibilidades
que la mayoría de la gente, nunca antes había experimentado, y que incluso en algunas culturas, está
muy mal visto por cuestión de cercanía (el espacio personal). Implica también enseñar a hacerse entender
y proponer desde el cuerpo, como también aprender a seguir, entregarse, dejarse llevar y confiar. Por
tanto, quienes enseñan a bailar el tango "social", no están enseñando pasos, o figuras, o coreografías,
sino algo mucho más profundo. Están enseñando a utilizar y entregar el cuerpo de una manera intensa.
Y esta entrega, es creo yo, algo muy cercano a la intimidad del propio cuerpo. Porque uno no permite
todos los días que una prima o un compañero de oficina, nos abrace durante 15 minutos, con suspiros
y movimientos que parecen caricias acompasadas por una música hermosa.
Por eso, es que los maestros y profesores de tango, no lidian solo con técnicas, sino también con los
pudores, tensiones o brutalidades de los cuerpos. Y la interacción de la gente con sus personalidades
y reacciones, ante situaciones como lo son los miedos, la inseguridad, la dificultad, la timidez, la
excitación, la vergüenza, el deseo, el odio, la envidia, los celos, el compañerismo, la amistad y muchas
otras. Trabajando además técnicas y mecánicas del cuerpo que si se enseñan mal, pueden llegar a
lastimarlo. Por esto y mucho mas, es que no veo la docencia del Tango para Cualquiera.
Creo que todos los que enseñamos desde hace mas de 8 o 10 años, aprendimos con Grandes Maestros/as
o de sus Discípulos… y Así es como hoy somos los que continuamos con la tradición los que a su vez,
fuimos elegidos para seguir transmitiendo el tango. Yo no estoy de acuerdo con la idea de que se enseñe
a enseñar a cualquiera. Creo firmemente en que los maestros debemos elegir a nuestros propios discípulos,
y no poner un cartel que diga: "Venga a Aprender a Enseñar TANGO". Y que los maestros deban aceptar
entregar títulos para tener trabajo. O sea, yo no sé cómo hacen quienes trabajan en lugares que otorgan
títulos, pero constantemente me topo con gente a la cual le enseño a bailar, pero a quienes JAMÁS les
enseñaría a enseñar. Cómo por ejemplo mala gente: que discrimina, que manosea compañeras, maltrata,
o tiene actitud violenta, machista, de levante con toda mina que camina, o que se siente superior a gente
de su mismo nivel, soberbia, oportunista, desapasionada, arrítmica, alcohólica, drogadicta, intolerante,
cizañera, esquizofrénica, etc. Creo que todos Docentes que hayamos tenido cientos o miles de alumnos,
nos hemos topado con un gran porcentaje de gente como esta. Y que cuando uno les enseña, ni siquiera
querría tenerlos entre los alumnos regulares de baile. Imagínense si uno estuviera "Obligado" a formar a
alguna de estas personas como "Docente" y validarlos con un título porque una institución lo permite. No se
para uds. pero para mí, sería algo así como saber que voy a ser el padre de Hitler, y que estoy obligado a
gestarlo de todas maneras. Por si fuera poco, además de estos siniestros personajes, también esta el
GIGANTESCO porcentaje de la gente común, que no tiene las condiciones naturales para la docencia o ni
les interesa, y luego el otro enorme porcentaje de la gente a la cual no le interesa el arte, pero si la plata.
Si un tipo es una basura de persona y aprende a bailar tango, esto no afecta necesariamente al baile y
"quizá" pueda bailar bien sin perjudicar a nadie; pero si el tipo es un chanta, oportunista, egoísta y canalla
les aseguro que todas esas cualidades se verán inmediatamente reflejadas en el acto de tratar transmitir
(enseñar) el baile o cualquier disciplina, y así lo sufrirán inmediatamente quienes por equivocación, lo
hayan creído profesor. Lo que da que pensar: ¿Quién le daría un título a gente como esta?. Además, cómo
se llega a ser Profesor o Maestro en una determinada cantidad de tiempo Exacto?. Esto es imposible, ya
que el tiempo de desarrollo de un docente puede ser tan variable como diferente es mi cara de la de
ustedes. O sea, una persona puede estar bailando bien en 6 meses y otra en 6 años, y alguien puede llegar
a ser Maestro o Profesor en 1 año o en 10, o probablemente "Nunca"..
Por cierto, creo que toda la vida, todos nos hemos encontrado con gente que tiene títulos y es increíblemente,
inoperante, intolerante, inepta o sin tacto, no solo en general, sino "justamente" en la especialización en donde
sostienen su título: Recuerdo claramente Dentistas, Médicos, Maestras de Castellano, inglés e Informática,
Analistas, Profesores de Dibujo técnico, Artes Marciales, Teatro, y podría dar decenas de otros ejemplos que
demuestran que otorgar un título sea o no "para enseñar" es algo que debiera ser MUY cuidado, y que es
mucho más normal que haya gente que no merezca, deba –ni pueda- ser docente, por más que apruebe
exámenes en escuelas o facultades, consiguiendo finalmente una "Certificación Oficial" para ser docente..
Por esto, es que un formador de Docentes, cuida mucho sus elecciones, ya que querrá que sus discípulos,
transmitan sus conocimientos, de la mejor y mas cercana manera a sus enseñanzas, o incluso mejor,
evolucionando siempre sobre esta rama, pero nunca desvirtuando o mutando, para que termine siendo
algo muy diferente… Sería para mí una gran vergüenza, encontrarme el día de mañana con que preparé
a un docente, que terminó desarrollando y enseñando el " BREAKDANCE-TANGOU "
También es cierto, que hay mucha gente que podría enseñar bien por sus amplios conocimientos y
habilidades, pero por egoísmo, desinterés, falta de pasión o gusto, "enseñan así nomás" pues esto
les da dinero y fama. Entonces insisto. Es excelente que se creen muchísimos espacios donde se
aprenda y se baile, pero incluir la materia de "Enseñanza del tango" y hacer que la gente aparezca
con ese título me da muy mala espina. No me imagino ni por un segundo al Tete, Gabito, Puppy Castello,
o a Pepito Avellaneda, diciendo: - Mirá pibe, te lo digo yo que tengo "TÍTULO"… pero sí, a un montón de
Chitrulos ponderando un papiro enmarcado como simbolo de status… Los mismos que podríamos ver en
un futuro cayendo en la milonga y codearlo al Flaco Dany diciendo: -Con Permiso… me siento a su lado
con la Autoridad que me da este "Diploma" de "Milonguero". Por otro lado, ¿De qué le serviría a alguien
tener un título? ¿Para qué uno quisiera un título de "Bailarín de Tango" o de "Profesor"? Esto no me cierra.
Nadie pide títulos a ningún tanguero. Ni para laburar en empresas, universidades, escuelas, hoteles,
festivales, seminarios, etc. Comprobación: Aunque yo formara a un profesor durante 10 años, y aún siendo
este mi mejor discípulo, y le otorgara un título, éste no le serviría de nada, pues seguramente no podría
trabajar en la mayoría de las otras escuelas de tango, pues los estilos de baile y enseñanza, varían
enormemente entre Escuelas y hasta por barrios. Así es que seguramente si necesitaran un maestro
en una escuela de Tango de Palermo, jamás me llamarían para trabajar allí, ni a mis discípulos pues
seguro que no quisieran cambiar su estilo de enseñanza y baile. Al igual que yo, cuando necesito profesores
en mi escuela, no puedo contratarlos o hacer un "Casting" donde pida que vengan profesores o bailarínes
Titulados de Tango ya que mi estilo y escuela –así como todas- no son Standarizadas. Toda escuela tiene
diferentes técnicas que se contraponen con otras y no pueden combinarse sencillamente a la hora de
enseñar. Personalmente, creo que los "Títulos" en cuanto a tango danza se trata, no sirven para nada,
más que para pavonearse. Conozco Gente que cuelga títulos en la Pared, de Cada congreso al que fue,
y ellos mismos reconocen que se les dá a todo el mundo que asiste. Quienes trabajamos como Docentes
de Tango, no podemos contratar otros Maestros que no conozcamos para que nos ayuden. Si yo necesitara
ayuda en mi Escuela, por tener falta de docentes, no podría tomar a nadie "Con titulo" o sin titulo. Esto es
porque Cada Maestro, no solo enseña estilos diferentes, sino que tiene miles de diferentes maneras de
crear sus procesos de enseñanza, didáctica, pasos y ejercicios. Por eso es que si en mi escuela necesito
mas docentes, debo formarlos yo. No hay escuelas que enseñen un estilo y que al faltarles un Maestro,
puedan llamar a otro que enseñe, habiendo aprendido en otro lado. Si esto ocurriera y se mezclaran
maestros de diferentes corrientes, sería cambiar el estilo totalmente, desvirtuar la enseñanza, o lo mas
probable es que los maestros se maten inmediatamente entre ellos a trompazos. Por supuesto que también
entre maestros de mismos estilos y mismas escuelas, hay incluso diferencias sensitivas y técnicas, las cuales
forman el estilo: Por ejemplo, si mi escuela enseña que las mujeres no deben levantar los pies del piso, ni
caminar en puntas de pie, y los hombres no deben usar el brazo izquierdo y luego contrato a un profesor
"titulado", seguramente estas serían tres de las miles de diferencias que tendríamos, pues es enormemente
probable que haya aprendido y enseñe todo de manera completamente diferente.
Pero cómo sabemos entonces quien es un buen docente?
Uno siempre busca a un Maestro por sus cualidades: Sabiduría, experiencia, didáctica, tolerancia,
talentos, trayectoria, etc. y tal vez por ser recomendado o tener renombre, pero nunca andamos
preguntando cuál es su título o si se recibió de algo. Y la Garantía más grande que alguien que
trabaja con el Tango puede ofrecer, es con quienes y de quienes aprendió. O sea, que Vale mucho
mas haber sido discípulo de un GRAN MAESTRO, que un papel que diga: Se recibió de Maestro de
tango con promedio de 10, habiendo cursado tantos años y con "asistencia aceptable". En mi caso
siempre cuento y recuerdo, cuando comenzé a tomar clases; que antes de elegir a mis dos grandes
maestras, tuve que pasar por 8 profesores y profesoras, de los cuales 4 eran muy famosos, y en mi
opinión, a pesar de su fama no podían ni pueden hoy enseñar, incluso teniendo nombres más grandes
que mil títulos, y hasta quizá si hoy una universidad eligiera gente para otorgar títulos, serían a ellos a
quienes llamaran para esa tarea.
Por esto es que un título no tiene ninguna validez en el Tango. En cambio, si me dijeran que PUGLIESE
enseñaba tocar el piano (cosa que no se con certeza) y entre miles de estudiantes, hubiera elegido
solamente a uno, dos o tres para transmitirles todos sus conocimientos, incluso los de cómo enseñar
su arte y transmitirlo… Yo me pondría a pensar,,, "esto sí debe querer decir algo",,, y seguramente; si
mi interés fuera el Piano, me dirigiría a aprender con sus discípulos, mucho antes que con cualquiera
que tenga un título enmarcado de "Maestro de Piano".
Ya existen muchas Maestras y Maestros, Escuelas y Academias de quienes todos los que sabemos
Tango nos hemos instruido y de quienes "Muy pocos", "Aprendimos a Enseñar". Y ahora parece que
también existen sitios que otorgan profesorados y títulos. Aprender a Bailar, o interiorizarse en la
historia del Tango es algo sumamente positivo; pero no creo que haga falta crear Maestros
"industrialmente". Creo que hay ya muchísimos Maestros, Profesores y Escuelas que ya eligen
cuidadosamente sus propios discípulos para Formar Maestros. No creo que el hacer crecer al tango,
dependa de formar aun "Mas Docentes" indiscriminadamente. Sino de crear espacios barriales donde
el Tango pueda vivir y crecer. Difundirlo REAL y MASIVAMENTE por Radio y Televisión y sobre todo,
permitir que cualquiera pueda Organizar una Práctica o una Milonga o un Recital en cualquier sitio,
facilitando espacios incluso en lugares abiertos y públicos. O sea, Si le damos Libertad y DIFUSIÓN
TOTAL al Tango, en vez de CLAUSURAR y perseguir Milongas, Prácticas y Bares con Músicos de
Tango en vivo, poniendo ENORMES trabas burocráticas para el desarrollo de actividades "barriales",
"culturales" y Tangueras; y por el contrario, se crearan subsidios BIEN UTILIZADOS para mejorar las
actividades de gente que ya trabaja bien, honradamente y desde hace tiempo; Los Muchísimos Buenos
Maestros que ya existen, tendrían una enorme demanda y necesidad de ayudantes, instructores y
profesores, pudiendo así elegir y formar a mas discípulos, de entre sus mejores Alumnos y por sobre
todo de entre las Mejores Personas. En vez de trabajar en lugares sin difusión, mal equipados,
vergonzosos o ser explotados por los empresarios, dueños de Salones, o lo peor: Tener que irse
"afuera" y lejos, para trabajar con algo "Tan" nuestro, como lo es el TANGO.
Analogía entre un Futbolista y Maestro de tango:
- El Futbolista no necesita Títulos ni Diplomas para ser un Gran Futbolista.
- Se es un Gran Futbolista cuando se convierten Muchos Goles, con Picardía y Arte. Cuando se
transpira la camiseta, cuando se juega en equipo motivando con compañerismo y respeto, siempre
poniendo "Todo" en la cancha aunque llueva o los botines estén gastados, agujereados y descosidos.
- Se es un Gran maestro de Tango de la misma manera, con las únicas diferencias de que en vez de
Goles, el Maestro convierte alumnos en Buenos bailarines y en vez de Ganar Mundiales, forma otros
buenos Maestros.
(*3) Que ya he detallado en profundidad en mi nota "Apuntes sobre aprendizaje y enseñanza del
tango." Publicada en revista Punto Tango Nº39)
Manuel González De "El Amague" www.elamague.blogspot.com zozedurden@yahoo.com.ar
Irene Cuba - Esta nota aclara muchas cosas, es importante al momento de elegir donde como
y con quien estudiar primero baile, segundo si uno tiene realmente pasta de docencia en la
temática tanguera, exige una condición en la persona como marca la nota de una gran condición
humana, valores que a veces no se les dá importancia pero el tango no es una materia
intranscendente, frio o solo intelectual , proviene y deviene de las mismas raices de este
suelo matizado con algo de Europa pues sus inmigrantes dejaban algo de su impronta aun sin
quererlo, con nostalgias de sus patrias lejanas que fue absorbido con lo nuestro formando
una rara mezcla como dice el tango de" micheta y de Mimí" sin olvidar también su forma verbal
el lunfardo idioma formado con argentinismos e idiomáticas mezclas de tanada, franchute y
algo porque nó, de árabe y turco.
Irene Perpiñal y Luna (el can)
Todo eso los idiomas perdidos en el tiempo, los recuerdos
queridos alejados, los olores, los sonidos, los amores y odios del pasado hicieron que naciera
en esta orilla ese cacho de cuore con sonido que es el TANGO, no, no cualquiera lo siente,
lo baila y mucho menos lo enseña, hay que tener madera, pasado y desangrarse en cada nota,
hay que saber soñar y despertar y poner todo y llorar por dentro.
Gracias profe Manuel por lo que das. (mamá)