viernes, 1 de junio de 2012

Gardel y Cuba para tangueros

Gardel y Cuba

 

 

 

 

 Escrito por Rafael Lam (Colaborador de Prensa Latina)   

01 de julio de 2010, 08:02Por Rafael Lam (Colaborador de Prensa Latina)

Se está conmemorando en el mundo tanguero el aniversario 75 del fallecimiento de Carlos Gardel, amigo de Cuba. En los contratos -firmados- del cantor argentino estaba programada una visita a la isla, en marzo de 1935, para debutar en el entonces Teatro Nacional de Prado, hoy Gran Teatro de La Habana.

  Los contratos están archivados en el propio teatro, según me contaba el cronista Eduardo Robreño.

Unas huelgas obreras y la represión desatada por el general Eleuterio Pedraza de triste recordación provocaron que los representantes de Gardel pospusieran para julio la visita, lo cual cambió el derrotero de la gira prevista, que debió comenzar precisamente por Cuba.

En algunos programas que dediqué a Gardel en el aniversario 50 de su fallecimiento, difundí una grabación en poder de los tangueros con las palabras del cantor argentino cuando dice: "Habla Carlos Gardel, la Víctor me ha encomendado una gira por el Caribe que incluye a Puerto Rico, México, Venezuela, Panamá y Cuba. Para Cuba y los cubanos siempre tengo algo".

En Cuba se supo la noticia de su muerte en un accidente de aviación en Medellín, exactamente el lunes 24 de junio a las 11 de la mañana. A Gardel lo acompañaban su inseparable Lepera y los guitarristas Barbieri, Rivero y Aguilar.

Iba en la parte delantera, junto al piloto, del F-31. El choque fue violento, brutal, aterrador. Sobrevino una llamarada definitiva, los tanques de combustible estaban totalmente llenos. Carlitos debió sufrir poco, se cubrió la cara con los brazos para protegerse A su alrededor cayeron varias monedas de oro, perteneciente a su hermoso cinturón que adornaba el traje de gaucho. Entre los restos se encontró un trozo de la manga de su camisa que llevaba sus inciales.

La noticia desató el dolor en todo el mundo, había fallecido el rey del tango, un inmenso vacio había quedado.. El morocho había dejado de existir en el pináculo de la popularidad. Murió joven como mucho de los mitos de la música, la leyenda comenzaba.

Su última función fue el domingo 23 de junio en el Teatro Real de Bogotá. La emisora colombiana La voz de la Victor transmitió a todo el país un programa especial casi toda la noche como un gran concierto de despedida. El zorzal criollo cantó Cuesta abajo, Tengo miedo de tus ojos, El carretero, Catamarca, Tengo, Melodía de arrabal, Agárrate si puedes, Silencio, Tomo y obligo.

Antes de cantar su ultima canción se despidió diciendo: "Me voy de Bogotá con la impresión de quedarme en el corazón de ustedesâ
??Gracias, amigosâ??Me voy a ver a mi vieja, y no sé si volveré. No puedo decirles adiós sino hasta siempre. Hasta siempre mis amigos".

Después cantó Tomo y obligo, que fue el último tango que interpretó en público. Se dice que posteriormente descargó en una reunión la composición Mi Buenos Aires querido.

El primer contacto con Cuba de Gardel fue en 1928 con el boxeador Kit Chocolate, en el cabaret Florida. Allí se encontró con los músicos Electo Rosell Horrutinier (Chepín), Julio Cuevas de la Orquesta de Don Azpiazu, Alicia Rico, el actor Guillermo Moreno y Los Matamoros.

"Gardel conocía nuestras grabaciones -me contó Rafael Cueto-, cantamos para él, nos hicimos amigos en Nueva York. En aquel momento nos manifestó su proyecto de venir a Cuba. Era un artista asombroso, la moda de nuestra juventud. Miguel Matamoros se daba un aire a Gardel con el sombrero de castor y la bufanda que se ponía."

Gardel antó dos boleros y una rumbita cubana, sabía que el tango tiene la herencia de la habanera cubana. Entre Cuba y Argentina hubo esos intercambios entre tangos y boleros.

La gente sigue visitando los barrios de Palermo Chico, San Telmo, Puente Alfonsina a ver si se encuentran con Gardel por esas calles. El cantor representa a los payadores de la pampa argentina, el rumor de las calles de Buenos Aires, los carritos expendedores de la Avenida Costanera, el café de herencia española, las pizzas de herencia italiana, el mate, las carreras de caballo, el futbol, el lenguaje lunfardo, la gallardía avasalladora del argentino, lo negro andaluz, la nostalgia del gaucho. El cantor con su genio, súper dotado en el canto, fue la culminación, después de pasada la 1Â
?. Guerra Mundial.

El sueño de Gardel de venir a Cuba, no pudo cumplirse, solamente pudo llegar su música inmortal y, como Carlitos canta cada día mejor, lo seguimos escuchando en muchas de las peñas cubanas de tango.

ag/rfl